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Todo era un caos, como última instancia para saber de ellos Magnus invocó a un demonio que ahora estaba fuera de control por su culpa, había perdido la concentración cuando ese repugnante ser le dijo que aquellos que osaron cruzar la puerta al infierno estaban muertos. No quiso creerle así que él demonio hizo aparecer la ropa que ellos llevaban aquel día que desaparecieron, todas las prendas estaban rasgadas y ensangrentadas, además les mostró imágenes que confirmaron aquello, mientras todos lloraban de dolor el demonio se divertía con su sufrimiento.
Jace logró matarlo y luego se derrumbó, a todos le había sido mostrada la cruel muerte de sus amigos Adrián había sido quemado junto a Simón, Clary fue torturada por demonios quienes devoraron su vientre y Alec fue objeto de las peores atrocidades.
Magnus solo salió corriendo, aquellas imágenes de Alec gritando su nombre mientras era..., no podía decirlo, no quería decirlo, solo deseaba morir para ir a su lado pedirle perdón y suplicar por una última oportunidad. Tarde se dio cuenta de cuanto lo amaba, tuvo que sentir despedazarse su alma con cada grito de agonía de Alexander para entender a su propio corazón.
Mientras en el instituto todo era llanto en Edom las cosas estaban encendidas.
- Diganme que me fume de la mala y eso que ven mis ojitos no está pasando.
- Pues creo que yo también me la fume porque estoy viendo porno.
- Que les diré yo chicos pero creo que me drogue con las pastillas de ácido fólico, estoy viendo a mi futuro marido comerle la boca al padre de ese brujo adultero.
Alec estaba como en trance, apenas Asmodeo le dijo "alimentense..." su cuerpo se pegó al del demonio eran casi de la misma estatura y no necesito estirarse para alcanzar sus labios.
Se estaban besando de una manera desesperada y demandante, la lengua de ambos luchaban por llevar el control del beso, en un movimiento inesperado Alec introdujo sus manos bajo la camisa de Asmodeo acariciando y arañando su espalda mientras su hombria hacia fricción con la del demonio haciéndole gemir de una manera vergonzosa. El príncipe del infierno estaba obnubilado por las atenciones del nefilim, tanto que no se dio cuenta que estaba jadeando sonoramante.
Simón y Adrián cubrieron los ojos de Clary, cuando empezaron a frotarse más intensamente.
- Esto es demasiado ese par de calenturientos estan teniendo sexo vestidos.
No sabían si detenerlos o salir de la habitación para darles privacidad, ¿cómo interrumpirlos si parecían disfrutar cada roce de sus cuerpos?
Adrian avanzó un paso con el afán de separarlos cuando un portal fue abierto en el cielo raso de la habitación y por el descendió un hermoso hombre rodeado por luz dorada, nada más ver la escena que se estaba montando ese par el ángel extendió sus blancas alas y con una de ellas dio un fuerte golpe en la espalda del demonio despertandolo de la lujuria.
- ¿Qué rayos estas haciendo idiota? suelta a ese pequeño ahora.
Asmodeo dejo de sujetar la cintura de Alec de inmediato y él cayó sobre sus piernas respirando fuertemente tratando de recuperar el aliento.
- ¿Rafael, que haces aquí?
- Vine a ver a mi hermano y lo encuentro fornicando con uno de los niños de Raziel y no uno cualquiera sino su favorito, si el se entera vendrá a amarrarte las pelotas con las espinas que protegen el jardin del Edén.
- Yo no lo inicié soy inocente, fui seducido por...
- No me digas eres el demonio de los pecados carnales, el ser que se encarga de llevar a los hombres a las turbias aguas de la lascivia y me dices que fuiste seducido por este niño.
- Yo sólo quería darle algo de mi energía y el me atacó no es mi culpa ser tan irresistible.
El arcangel solo lo observó unos segundos para luego ignorarle y darle su total atención al nefilim, y lo sintio, sintió la energía de vida en su vientre.
- ¿Esta...?, así que lo hizo realmente, Raziel esta loco pensé que solo era uno de sus desvaríos por beber tanto jugo de uva pero no, este niño fue bendecido por un arcangel.
- A mi no me digas, el es mi...
El ángel no lo dejo continuar en su lugar energía dorada se desprendió de sus dedos y rodearon el plano vientre de Alexander, después de unos minutos el nefilim pareció recobrar el sentido y observó a todos. Se disponía a decir algo cuando lo escucho por primera vez, un latido, tan pequeño y débil que lágrimas cayeron de sus ojos.
- ¿Por qué lloras hijo de Raziel?
- Soy feliz, mi hijo esta vivo... pero tambien me embarga la tristeza pues donde se debería escuchar dos pequeños latidos solo hay uno..., lo perdí, he perdido a uno de mis niños...
El ángel acarició sus pálidas mejillas con infinito amor antes de decirle.
- Aún está ahí, escucha con atención - y Alec lo hizo, todo era silencio, solo se escuchaba un latido, cuando estaba por decirle que no escuchaba nada un pequeñisimo sonido llego a él.
Tan débil, casi silencioso su otro bebé aún estaba luchando por sobrevivir.
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