Bueno después del relleno de la vez pasada, un nuevo capítulo, más relleno por supuesto 😂😂😋

Magnus se sorprendió cuando una joven y hermosa mujer apareció a su lado, recuerdos lejanos y dolorosos que llevaba siglos tratando de bloquear se mostraron en su mente, recuerdos de mucho tiempo atrás, recuerdos de cuando aún era un pequeño niño, no pudo evitarlo la tomo en sus brazos y la presionó contra él, "madre..., mamá..., mamá..." fue lo que repetía mientras lloraba.

Ella lo llenó de besos mientras hablaba en un idoma extraño, "mi bebé..., mi niño..., mi amor..." eran algunas de las palabras de aquella mujer, había pasado siglos intentando decirle cuanto lo amaba, siglos hablandole sin que la escuchara, siglos dándole fuerzas para levantarse y seguir adelante cuando su corazón se agrietaba.

Para sorpresa de todos ella levantó su mano hacia Asmodeo y él se acercó dubitativo, pero al ver sus ojos lo entendió, ella aún lo amaba, entrelazó sus dedos y sonrió mientras la miraba con adoración para luego darle un pequeño beso en los labios y con su mano libre acariciar el cabello de su hijo como si de un niño se tratase, Asmodeo pensó que Magnus se alejaría o usaría su magia para apartarlo pero lo sorprendió cuando por primera vez entre sus lágrimas y tantos mamá dijo papá, todos veían la escena boquiabiertos sin atreverse siquiera a respirar.

- Heredó el color de piel y belleza de su madre, pero los ojos y esa sonrisa es definitivamente herencia de Asmodeo - eran los pensamientos de Alec mientras veía al brujo derramar lágrimas de felicidad, él fue quien hizo que la madre de Magnus volviera, era un regalo para el hombre que aun amaba, tal vez el último que pudiese darle; desde que los poderes de sus hijos despertaron la había visto y no sólo eso, recientemente habían tenido una conversación en donde ella le explicó sobre el desliz de Magnus.

Les permitieron varios minutos de privacidad, todos se fueron a alistarse para partir lo más pronto posible, la guerra no esperaría, así que se enfundarón en armas y al cabo de diez minutos volvieron a reunirse, Mihael apareció una vez mas y decidió continuar con la historia, era mejor decirlo todo ya que tal vez no habría otra oportunidad.

Asmodeo paso siglos vagando en la tierra, había tenido muchos encuentros con Lucifer pero pudo defenderse y proteger mi alma, siempre me llevaba con el ya que era el lugar más seguro del mundo así que fui testigo de sus muchas aventuras y desventuras; en uno de sus viajes conoció a una tailandesa, su nombre era Lintang, se enamoró desde que la vio y actuó como el idiota que es, era un inexperto en el cortejo así que cometió una y mil estupideces, al final fue ella quien tomo las riendas de la relación de amigos y la subió de nivel.

Fue divertido, ella estaba harta de que cada vez que parecían avanzar un pequeño paso el retrocedía tres, así que mientras él le decía que su amiga le parecía bonita ella lo besó y no sólo eso prácticamente robó su castidad.

Todos miraron al demonio y se sorprendieron al verlo sonrojado, Asmodeo lo recordaba, aquel día se le acabaron los temas de conversación, estaba nervioso y a lo lejos vio a la amiga de Lintang, aquella que le dijo que le retorcería las pelotas como no se apurara en declararse, hasta ahí recordaba claramente pues sintió unos suaves labios sobre los suyos y segundos después el peso de un pequeño cuerpo, ella se había subido a horcajadas y no bajo de él hasta escuchar un te amo.

Mientras Asmodeo recordaba aquel día le permitió a Magnus ver en su mente, quería que su hijo supiera que había amado a su madre. Y fue reparador para el dolido corazón de Magnus poder ver ese pequeño recuerdo, el pensaba que Asmodeo había engañado a su madre y por eso había sido odiado, pero no era así ellos se habían amado, se amaban desde el inicio y escucho las palabras del hombre a quien solo hace unos minutos había llamado padre diciendo "fuiste concebido con amor, fuiste gratamente esperado, te cuidamos y amamos pero no fue suficiente y no sabes cuanto lo lamento, no fui lo suficientemente fuerte para protegerlos"

- No fui indeseado, yo... - eran muchas emociones para el corazón de Magnus y por primera vez le regaló una enorme y genuina sonrisa a su padre.

Asmodeo quería casarse con Lintang pero ocurrió un problema en el inframundo que lo hizo alejarse por varios meses, Lucifer había invadido su dimensión en busca del alma de mi bebé y él para protegerme se recluyo en su castillo, cuando todo parecía perdido apareció Rafael, el llegó junto a Raziel justo cuando Lucifer me tenía en sus manos, después de ese encuentro todo volvió a la normalidad, Asmodeo bajo una vez más a la tierra y lo que encontró lo devastó.

Lintang estaba casada y esperando un bebé, él quiso matar al hombre que la hizo su esposa, pero ella no se lo permitió, le dijo que al haber desaparecido pensó que la había abandonado y no sólo a ella sino al bebé que esperaba, se había casado porque su familia la presionó y también para darle una oportunidad de vivir a su hijo, en aquella época estaban mal vistas las madres solteras, ellas eran lapidadas así que acepto la ayuda de aquel hombre

Los cuatro últimos meses Asmodeo lo pasó al lado de tu madre, estuve con el viendo como acariciaba su vientre tratando de sentirte, muchas veces cuando ella dormía te hablaba, aunque es imposible que lo recuerdes ya que aún no habías nacido y él día de tu nacimiento fue el más feliz en la vida de tus padres, pero toda su felicidad, todo su futuro como familia se frustró gracias a Lucifer.

Ya eras un niño de siete años cuando ese demonio manipuló la mente de Lintang haciéndole creer que habías muerto ahogado en el río y ella no pudo soportarlo, se suicidó en aquel granero, también manipuló tu mente, te hizo olvidar a Asmodeo he implantó la imagen de otro hombre en su lugar, todos los recuerdos felices fueron borrados y cuando aquel hombre que creías tu padre intentó matarte hizo despertar tus poderes de brujo, fue en ese momento que fusionó una parte del alma de Leviatán con la tuya... Lo siento profundamente Magnus, tu padre me salvó y cuido y yo no podía hacer nada, solo mirar impotente como tu feliz vida quedaba en el olvido.

Cuando Asmodeo regreso después de solo dos horas se encontró a su mujer colgando de una de las vigas y tu ya no estabas, todo hacia suponer que también habías muerto y enloqueció de dolor, bajo sus barreras y ese fue el momento que Lucifer aprovechó para atacar, él lleno su corazón de oscuridad así que ya no pude quedarme a su lado, yo, huí de ellos en un descuido y para que nadie me buscará Lucifer uso un conjuro muy antiguo y borro mi existencia de la memoria de todos a excepción de Leviatán pase años vagando en el mundo, siempre huyendo, temeroso de que ese demonio se hiciera conmigo, con el pasar del tiempo aprendí a vivir dentro de otras personas pude esconderme de él hasta hace unos años.

Ithuriel me encontró y me ayudó a esconderme pero fue capturado y entregado a Valentine, sufrió terriblemente mientras aquel hombre experimentaba con él, un día Valentine se hizo con un bebé, era tan pequeñito, apenas contaba con unos meses de vida y lloraba inconsolablemente como presintiendo su fin, él tenía una piel tan blanca como la nieve y sus cabellos eran tan negros como una noche sin luna, pero lo que más destacaba eran sus ojos, tenía unos hermosos luceros azules y ese monstruo experimentó con él.