Alec estuvo varios minutos sentado en cama con la mirada perdida, poco a poco los recuerdos de lo sucedido volvían y también las sensaciones sentidas, había tenido sexo con un demonio, había tenido intimidad con alguien que no era Magnus y le había gustado, aún sentía el placer de sus caricias, de los besos, de las embestidas, he incluso del par de mordidas que le dio, ¿enserio había sido real? no podía ser cierto, él jamás... no sabía que pensar, solo recordaba que se perdió a si mismo cuando Leviatan le dijo que le amaba. Se llevo las manos a la cabeza y sosteniendola se hizo una pregunta - ¿Por qué si disfrutó tanto se sentía una mierda?  - lo había recordado, la mirada de Magnus cuando no pudo evitar que los gemidos escaparan de sus labios.

- No te sientas culpable no eras tú... - levantó la vista mirando hacia todas direcciones buscando al dueño de aquella voz -  no era a ti a quien iban dirigidas esas palabras, no son tus sensaciones..., son las mías...

Alec se asustó, no veía a nadie a su alrededor hasta que escuchó a Simon llamándolo y moviendolo insistentemente, se aferró a él escondiendo el rostro en su cuello, sentía que si no lo hacia se volvería loco.

- Alec me vas a romper como sigas apretandome tanto..., tranquilo lo que haya sido ya paso, estoy aqui - Simon acariciaba su espalda como si de un niño se tratase ante la atenta mirada de Magnus e Isabelle quienes habían escuchado cuando él llamaba a su amigo con desesperación y habían corrido hacia la habitación para ver que pasaba.

Alec se separó un poco pero no lo solto, Simon se sorprendió al ver sus ojos pero no pudo decir nada pues Alec volvió a abrazarse a él pegando sus mejillas y susurrando muy quedito le dijo

- Lo siento, mis bebes tienen hambre voy a...

- Adelante sientete libre de tomar de mi cuanto necesites - no pensó en negarse en ningún momento él era su amigo, se había convertido en lo más cercano a un hermano, si Alec quería su vida se la daría con gusto.

Simon rodeo a Alec con sus brazos, convirtiendo esa acción en un momento tan íntimo que hasta Izzy que tenía una idea de lo que estaba pasando se sintió celosa y prefirió retirarse dejando a Magnus con las manos sangrantes, él no sabía que sus hijos necesitaban de energía constante para su desarrollo y se había enterrado las uñas por la furia.

Mientras bebía de su amigo, porque ahora estaba seguro de ello, Simon era su leal y confiable amigo, Alec vio imagenes pasar en su mente, escenas muy  vívidas con él de protagonista, recuerdos lejanos que parecian ser suyos, pero que una voz en su mente le decía que no le pertenecian, aferró mas fuerte a Simon y no se dio cuenta que tomo demasiada energía hasta que lo sintió caer en sus brazos y lo solto aterrado pensando en haberlo matado, fue su padre que había entrado a la habitación segundos antes quien lo calmo diciendole que solo se había desmayado.

- Pense que..., yo crei que..., realmente lo había matado... - Alec estaba aterrado al punto que derramaba lágrimas.

Robert solo pudo abrazarle y susurrarle que todo estaba bien, que él estaba ahi y lo protegería de todo y de todos hasta de él mismo; pasaron horas hasta que Simon despertó, Alec no se había movido de su lado en ningún momento hasta que le vio abrir sus ojos.

- A la proxima te voy a cobrar, se que me quieres mucho pero no es para que me abraces hasta asfixiarme

- Lo siento, yo...

- Cállate, he escuchado tus lloriqueos por horas, estoy bien, no es nada que un buen masaje y un suculento almuerzo no cure, no te sientas culpable si hay un hombre que puede darme duro, ese eres tú

Alguien carraspeó con fuerza e hizo que Simon levantara la cabeza de la almohada para ver de quien se trataba, era Robert que lo miraba con una ceja alzada.

- Tranquilo suegris a ti tambien te quiero y también puedes darme duro si quieres...

Padre e hijo estaban sonrojados, al parecer Simon aún estaba delirando por la falta de energía o tal vez era por lo que Adrian le hizo beber para recuperar fuerzas

- No se asusten, lo que dijo es parte del dialogo de una pelicula que vimos - Clary e Isabelle estaban aguantandose las ganas de reir

Llego la noche y aunque Alec ya se había alimentado por cuatro personas tenía hambre, la comida no era suficiente necesitaba de energía, sus hijos estaban hambrientos pese a casi drenar la vida de Simon, ya Rafael le había dicho que nada se comparaba a la energía del padre y tenía temor de que por su culpa algo les pasara a sus bebes

- Ve, ve a él y arrancale hasta la última gota de su energía si es necesario, se que te estas conteniendo por mí y no es justo, asi como tú consideras a mis hijos tuyos, yo considero a estas dos cositas bellas mios, Alec eres mi esposo y se que no me faltaras, cofió en ti.

- No, no puedo hacerlo, encontrare la forma, debe haber algo que no involucre a Magnus

- Ya basta, no seas terco mi cielo, es de la vida de nuestros hijos no nacidos de quienes estamos hablando, asi que agarratelas y andando, te voy a llevar como si fueras una quinceañera en su primera cita

Alec entro a la habitación ante la sorpresa de Magnus que lo miraba con los ojos muy abiertos, no había tocado la puerta solo pasó sin ser invitado y mirando el piso como si fuera lo más interesante del mundo, levantó la vista buscándolo y se sonrojo cuando lo vio, él estaba recostado en la cama con el torso desnudo y un libro sobre su vientre, quiso dar la vueLta e irse pero Clary estaba tras la puerta y le había advertido que si se atrevía a salir sin haber tomado de la energía del brujo lo iba a mandar a la China de la patada que le iba a dar, armandose de valor camino lentamente a la cama y subió a ella

- Alexander que...

El no dijo nada, solo retiró el libro, lo lanzó al suelo y se subió sobre él, se recosto sobre su pecho aspirando su aroma y cerrando sus ojos disfrutó silenciosamente del hombre que amó y que aun amaba.

Magnus quería decir muchas cosas, quería preguntar ¿qué hacia?, quería preguntar si aun lo amaba, quería preguntar si podía perdonarle por romper su corazón, quería preguntarle..., no, quería pedir y suplicar por otra oportunidad, pero todas las palabras fueron silenciadas cuando sintió dos pequeños latidos, dos pequeñas presencias que lentamente empezaban a entremezclar su energía con la suya, estaban evaluándolo, reconociéndolo y fundiendose a él, un suave jadeo escapo de sus labios y lágrimas se hicieron presentes cuando los reconoció, eran sus hijos que le estaban conociendo.

- Estan cansados, mi cuerpo no puede darles la suficiente energía para desarrollarse por eso te lo pido, solo un poco, ellos...

Magnus lo tomó de la cintura y lo jalo aún mas arriba hasta que sus rostros se encontraron y pudo besar su mejilla

- Todo lo que me pidas, para ti y para nuestros hijos el mundo y más

Bueno creo que me pase de azúcar, lamento no haber actualizado antes, mi creatividad esta en huelga llevó días tratando de escribir aquí y siempre termino en otra historia, cosas que pasan.
Espero poder escribir más antes de que se me acaben los megas, me pase con los vídeos de malec 😍😍😍😍 pero son megas bien invertidos, espero leernos pronto.