XLII
Eran uno, uno en cuerpo, pero jamás en alma, nunca en su corta exitencia Alexander imaginó ser de otro, siempre desde que descubrió estar enamorado de Magnus pensó que sería de él, solo de él y ese extravagante brujo sería suyo, sería su hombre, para siempre, pero la realidad no es como la imaginas.
Al inició acepto entregarse a Leviatán, todo para salvar a quienes consideraba sus hijos y también para devolver la sonrisa a la mujer que había sido su pilar desde que su mundo se cayó a pedazos, pero cuando el demonio lo desnudo y empezó a recorrer su cuerpo no pudo seguir, aún amaba a ese brujo infiel asi que intentó resistirse, se hecho para atras en el convenio pactado y Leviatán no se lo permitió, uso sus poderes para paralizarlo y siguió con sus caricias.
No estaba seguro de cuanto tiempo transcurrió, tenía los ojos fuertemente cerrados hasta que lo sintió entrar en él y no pudo evitarlo, jadeo de placer al mismo tiempo que Leviatán mordió su cuello succionando su sangre.
Su alma y cuerpo se desconectaron, sintió que se convertía en alguien pequeño y era encerrado en su propio ser, escuchaba sus latidos desenfrenados y cuando logró enfocar la vista vio a un ser parecido a él, o ¿tal vez era él?, no lo sabía.
En medio de su inconsciencia aún sentía al demonio sobre el saciándose hasta que susurro a sus oídos - Mihael, otra vez eres mío, mi amor esta vez no nos separaran, esta vez los haremos pagar.
Un portal fue abierto a las afueras de la gran casona donde se encontraba Leviatán y por el pasó Magnus junto a su padre y demás nefilim, corrieron hacia la casa buscando a sus amigos y encontraron a Simón a punto de ser asesinado por vampiros, Isabelle actuó de inmediato y atravesó a uno con su látigo mientras su padre y Michael se encargaban de los demás, Jace pasó de largo y llegó a una gran sala donde vio desaparecer a Rafael llevándose a su hijo mientras Clary arremetía contra un hombre lobo que triplicaba su tamaño, una pelea nada justa pero la pequeña pelirroja no iba a permitir que ese hombre fuera tras su hijo.
Fue tomada por sorpresa por un brujo que la paralizó y vio su vida pasar en un segundo; cuando las garras de su oponente estuvieron por atravesarla Jace apareció delante de ella protegiendola con su propio cuerpo mientras Asmodeo se encargaba del brujo con un chasquido.
La pelirroja estaba sorprendida al verlos ahí, quería preguntar pero no pudo pues Asmodeo la interrogó por el paradero de Alec y ella no dijo nada así que el demonio entró en su mente y lo vio
- Maldita sea, ese maldito de Leviatán busca poseer al niño nefilim para devolverle la vida a su cuerpo inmortal
- No entiendo, explicate quieres
- El hará suyo al unico ser sobre la tierra que posee el poder de la sangre; Magnus, por las venas de ese nefilim corre sangre de Ángel y no de cualquiera, el mismo Raziel compartió sus dones con él.
No entendía nada, pero igualmente Magnus corrió buscando habitación por habitación, estaba desesperado y rogaba a Dios llegar a tiempo para detener a ese demonio de lastimar a su Alexander
Fue tarde para cuando los encontró, fue la peor escena que vio en su larga vida, el hombre que amaba estaba frente a él sudoroso, sonrojado y gritando de placer.
Estaba destrozado, así que al final por los errores cometidos Alec había dejado de amarlo, estaba llorando sin darse cuenta hasta que sintió a su padre apretarle el hombro
- No saques conclusiones apresuradas mira con atención al hombre que esta sobre esa cama, solo es el cuerpo de tu nefilim mas no su alma, siento como si supiera quien es, pero no puedo recordar
Magnus miró con atención y se dio cuenta que los ojos de Alec eran dorados y no sólo eso, tenía un aura angelical que empezó a mostrar y Asmodeo para protegerlo lo saco de ahí quedándose el en el interior en busca de respuestas.
Magnus intentó entrar estaba golpeando la puerta pero fue detenido por Jace y Robert que a la fuerza lo sacaron de ahí.
- Sueltenme, déjenme ir, tengo que...
- No, se siente un aura de ángel igual que aquella vez con Raziel, morirás Magnus, los subterráneos no pueden estar cerca de los ángeles.
En lo que jalaban a Magnus, Izzy recibió un golpe en las costillas, era Clary quien se escabulló y corrió con todas sus fuerzas hasta donde se encontraba Alec y por supuesto Simón la siguió. Lograron entrar a la habitación y vieron que Asmodeo estaba tratando de romper una barrera, miro con atención y vio símbolos grabados en el suelo, había dibujadas extrañas runas formando un gran círculo, lo había visto en un sueño y sabía que hacer así que usando su estela logró deshacerlo.
Asmodeo aprovechó la sorpresa y conmoción de Leviatán para hacerse con un desnudo Alec y de pasó se llevó al par de idiotas que habían regresado por Alec y los transportó directo a la seguridad de su hogar.
Segundos después llegaron su hijo y los demás nefilim gracias a Catarina quien se habia enfurecido por el alboroto y los había hechizado. Magnus corrió hacia Alec y sacándose su abrigo cubrió su cuerpo.
- Tranquilo Magnus, él está bien, no temas.
- Es que no lo vez, quiero saber que es lo que está pasando
- Aunque no me creas, no lo sé, yo...
- No mientas
- Tu padre dice la verdad no lo sabe y hasta hace poco yo tampoco sabía, es algo que olvidamos, o más bien es algo que nos hicieron olvidar
Rafael estaba sucio y muy lastimado, casi sin energías, así que diciéndoles que iba a regresar al cielo por un día se fue, las respuestas tendrían que esperar.
Clary pidió a Simón que la ayudará a llevar a Alec a su habitación ante la negativa de Magnus.
- Es mi esposo..., oh es cierto estabas convaleciente así que no te enteraste, Alec y yo nos casamos es todo lo que te diré
Magnus quedó en shock por varios minutos y cuando reaccionó Alec ya no estaba, miro a Jace en busca de respuestas pero lo vio con la frente fruncida y los puños fuertemente apretados confirmandole las palabras de Clary
Unas horas después los tres bebés dormían profundamente, ambos niños tomaban la mano de su hermanita mientras Clary y Simon vigilaban su sueño. Por fin después de días sus bebés estaban reunidos y seguros
A la mañana siguiente Alec despertó pero había una particularidad, uno de sus ojos era dorado.
Bueno aquí un capítulo de relleno, al siguiente me seguiré enredando con la historia
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro