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Un matrimonio olvidado

Cuando la pequeña batalla contra Amón terminó, Jace se apresuró a regresar al hotel, él tenía que ver con sus propios ojos que sus hijos y Clary estuvieran a salvo a pesar de que Maryse ya le había enviado un mensaje de fuego informándole que todos se encontraban bien. Corrió lo más rápido que pudo entre los techos de las casas y dio una voltereta en el aire aterrizando justo en la puerta del pequeño edificio, iba a entrar, pero tres hombres arrimados a la pared con las extremidades en posiciones imposibles llamaron su atención, frunció el ceño y se acerco a ellos con instinto asesino, pero lo pensó mejor —quiero matarlos, pero eso solo aliviaria su dolor, esperen ahí hasta que la muerte los lleve al infierno —los había reconocido, uno de ellos encajaba a la perfección con la descripción que Simón le dio, eran el jefe de los secuestradores, eran aquellos miserables que torturaron a Clary.

Subió las escaleras pensando en que obsequiarle a su hermana, estaba seguro que fue ella quien les había dado la paliza de sus vidas a ese trío, sonrió y giró la perilla para entrar en la habitación donde había dejado a su familia y toda la felicidad que recuperó al haber encontrado a Clary, se esfumó.

— ¿Qué significa esto? — Su ex esposa estaba en brazos de otro hombre y ni siquiera se inmutó cuando lo vio.

— Jace..., salgamos un momento — Isabelle trato de empujarlo para llevarlo fuera de la habitación, pero él se soltó del agarre y se acercó a la pareja separándolos bruscamente.

— ¿Qué te pasa imbécil? Eso dolió —Clary empujó a Jace en respuesta a su acción

— No se quien demonios es ese tipo, pero que se vaya ahora mismo si no quiere que le rompa la...

— ¿Quién te crees que eres? Escuchame bien copia barata de barbie, no eres nadie para darme órdenes, si quieres que alguien se vaya pues entonces lárgate tú —Jace y Clary estuvieron discutiendo varios minutos hasta que el rubio salió dando un portazo.

Fuera de la habitación estaba Maryse cargando a Alexander, le pasó al bebé y Jace lo abrazo hundiendo el rostro en sus suaves cabellos, aspiró varias veces hasta que el agradable aroma a bebé lo calmó y ella pudo decirle lo que sabía —No sabemos quién es... llegó hace unos minutos y Clary corrió a sus brazos, por lo poco que dijo el también fue secuestrado y torturado. Hijo ellos parecen ser pareja —Jace no escuchó más, entregó a Alexander a su abuela y salió del edificio no sin antes pedirle que cuidara de sus hijos y de Clary.

Horas después todos se habían reunido y habían hablado sobre como recuperar la memoria de Clary ya que la magia de Magnus y Catarina no dio resultado y sin Asmodeo o algún otro angel cerca no había mucho que pudieran hacer. También habían estado a punto de linchar a Simón cuando les dijo que había perdido a Máx y Yezalel horas antes de encontrar a Clary y no sabía en donde estaban.

Magnus era el mas preocupado de todos, por más intentos que hacía por mantener el capullo caliente este estaba cada vez más frío, se retiró de inmediato para seguir intentando rastrear a la querubín, a Max y también a presidente, su padre le había dicho que su mascota tenía un hechizo que le permitía ubicarlo, pero tampoco funcionaba y estaba aterrado pensando que la razón fuera porque su amado presidente estuviera muerto.

Viendo que ya eran las diez de la noche todos acordaron irse a dormir, no podían hacer nada más por ahora y llevaban días sin pegar un ojo, Robert les dio la llave de sus habitaciones y todos se retiraron a descansar.

Jace tenía un sueño agradable pero de pronto despertó por el ruido al lado de su habitación, agudizó el oído y escuchó una pequeña risa y luego de minutos jadeos y gemidos intensos y unas palabras "Más... más" reconocería esa voz en medio de una multitud, era Clary y por el sonido que hacía la cama al golpear la pared estaba teniendo sexo.

Quitó las frazadas con furia, tomó su espada y salió de su habitación dispuesto a irrumpir en la habitación contigua para asesinar al hombre que se estaba tirando a su esposa, pero fue detenido por Simon e Isabelle

— Déjenme ir, tengo que...

— ¡No!, si irrumpes como un salvaje ella te odiará, recuerda que ella es una mujer libre y sin recuerdos —ellos estaban a la habitación siguiente y salieron apenas Clary empezó su fiesta privada, tomaron a Jace de ambos brazos y lo arrastraron directo a la habitación de sus padres donde se encontraban sus tres hijos.

A la mañana siguiente después del desayuno y de que el desconocido hombre les fuera presentado como Crist, Jace salió a entregar su reporte a Jia, ella aún se encontraba en la ciudad supervisando que todos los mundanos heridos no hayan sido poseídos por los demonios. Al rubio sólo le tomó un par de horas cumplir con sus tareas y ya estaba de regreso, subía las escaleras después de comprar pañales para sus hijos cuando encontró a Clary. Ella estaba gimiendo fuerte, pegada a la pared y con las piernas enredadas en la cintura de Crist, las bolsas se le cayeron y rodaron, pero la pareja no se dio cuenta al estar sumergida en el placer del orgasmo.

No les dio tiempo ni de acomodarse la ropa, los tomó por sorpresa, los separó y le dio un puñetazo a Crist haciéndolo rodar por las escaleras y luego fue tras él. Clary busco su ropa interior y se la puso justo cuando Simón e Isabelle bajaron para ver que estaba pasando. Ambos hombres estaban peleando en plena calle siendo observados por un grupo de mundanos. Justo en ese momento Robert y Jem estaban regresando y al verlos corrieron para intentar separarlos pero necesitaron la ayuda de Simón para lograrlo. Los gritos, insultos y uno que otro golpe continuaron una vez que lograron llevarlos dentro del hotel. Clary terminó con la discusión dándole una fuerte cachetada a Jace por llamarla puta y luego de retiró a su habitación junto a Crist.

— No debimos hacerlo, no debí tomarte, no era el momento — Crist estaba junto a la ventana mirando a Clary que estaba sentada en la cama

— Si, no debimos, pero lo hicimos y no me arrepiento, además tú sabes que yo... —quiso decirle estoy enamorada de ti, pero las palabras no salieron, ya no sentía que ese sentimiento fuera real.

— Clary, tú sabes que me gustas, desde el primer momento en que mis ojos te vieron fui tuyo, pero tú no eras una mujer libre, estás atada a un pasado que no recuerdas.

— Lo se, no tengo recuerdos, pero eso no significa que este comprometida o casada, yo..., no, no puedo estarlo, de ninguna manera.

—Había una posibilidad y ahora con todo lo que ha pasado en las últimas horas nuestras sospechas han sido confirmadas, ese hombre...—Clary ya no le prestaba atención recordando las escenas que Jace le armo.

—No puedo creer que ese estúpido me haya reclamado, apenas lo conozco, no tenemos nada.

—Quisiera creer que es así, pero parece que ese hombre está ligado a ti, cuando tus recuerdos vuelvan lo sabremos.

—¿Que pasa si no quiero mis recuerdos de vuelta?

— Es tu decisión Clary, si tú quieres podemos irnos en este instante, te llevaré conmigo, pero antes de tomar una decisión necesito que pienses ¿que sientes, que te dice tu corazón?

— Que debo recuperar mis recuerdos..., pero mi cabeza dice que deje todo como esta, es confuso, cuando pienso en irme viene a mi mente la imagen de esos niños y se me parte el corazón de sólo imaginarme lejos de ellos.

— Entonces hay una posibilidad de que sus destinos estén unidos, ese rubio idiota es el padre de esos niños y si me preguntas cosa que no se porque rayos no has hecho, la pequeña se parece a ti.

Entrada la tarde Clary fue a la habitación de Maryse a ver a los trillizos, pero solo encontró a Jace, quien apenas la vio camino hacia. Clary quiso correr lo más lejos posible pero el fue más rápido, cerró la puerta y empezó a hablar aunque ella le dijo que no quería saber. Le contó todo, desde la primera vez que se vieron, su primer beso, su primera cita, su boda y también cuando le fue infiel y todas las cosas horribles que le dijo, incluida la vez que la golpeó.

— No recuerdo nada y me alegro por ello, lo único que lamento es no poder recordar a mis hijos — Jace se asombro, no pensó que Clary creyera una sola de sus palabras.

— Lo siento, todo es mi culpa, si yo no te hubiese engañado, ahora seríamos una familia feliz, aún serías mía.

— Yo, no te conozco pero puedo suponer el porque paso todo esto —Jace alzó una ceja interrogante y ella sonrió —todo paso porque eres un estúpido, estoy segura que sentiste que algo andaba mal y no hiciste nada

Jace no queria darle la razón pero tuvo que hacerlo —Tienes razón, no le dije a nadie, lo intente pero las palabras no salían y en una misión termine ebrio y sin control de mi cuerpo, fue ahí cuando yo...

Ella lo miró con una sonrisa socarrona — Sip, completamente estúpido, ¿acaso no lees o ves películas? todas las cosas malas se desencadenan cuando uno se emborracha —un largo silencio se instaló entre ellos hasta que Jace se retiró de la puerta y la dejo libre para que ella pudiese salir

— Si después de todo lo que dije no quieres recuperar la memoria, esta bien, voy a respetar tu decisión y voy a tratar de llevarme mejor con Crist, lo haré por el bien de mis hijos

— Nuestros hijos Jace —lo corrigió Clary —son nuestros hijos —estas palabras lo llenaron de esperanza.

Esa misma tarde Crist abandonó el hotel después de despedirse de Clary con un beso. Jace estaba furioso, sabía que ellos no tenían una relación más que la de amigos que se habían dejado llevar por la pasión después de haber pasado por una cruel tortura, palabras exactas de Crist y Clary, pero el desagradable recuerdo de haberla visto tan entregada a otro hombre perduraria por siempre en sus pesadillas. Clary lo sacó de sus pensamientos con un fuerte "escúchame estúpido" ya que llevaba varios minutos tratando de llamar su atención — Me quedaré pero eso no significa que tendré algo contigo, me quedo por nuestros hijos —Jace solo asintió y sonrió viéndola correr hacia sus bebés y fue tras ella, tal vez nunca volverían a estar juntos, pero él tomaría lo que sea que ella quisiera darle.

Estuvieron mucho tiempo jugando con los trillizos hasta que Clary se puso seria y le hizo una señal para que la siguiera — Jace, de acuerdo a lo que me contaste luego de nuestro divorcio yo me volví a casar ¿no es así? — El sólo gruño y asintió al recordar el día en que se enteró de ello, le iba a decir algo pero la vio llevar sus manos a su cuello y desprender una cadena —entonces esta debe de ser la alianza que el me entregó, Crist la puso en esta cadena y me la dio antes de irse, me dijo que cuando me encontraron yo la llevaba en el anular, su madre la uso para averiguar algo de mi familia, ella era una bruja. Y ahora me estaba preguntando si hay alguna posibilidad de rastrearlo con esto.

El la miró escéptico —No lo creo, nada de los objetos personales que teníamos de ustedes funcionó

— Pero esto me fue entregado a mi con una promesa, lo se, siento que es importante, dile a tu amigo el brujo que lo intente.

Unos minutos después Magnus realizó el hechizo de rastreo sin muchas esperanzas, pero se quedó sorprendido cuando la alianza empezó a brillar con fuerza sobre el mapa que Catarina había puesto sobre la mesa, toda la familia se reunió en torno a él y lo vieron rodar hasta caer tintineando sobre la zona central de Perú.

—Por eso no podíamos sentirlo —Magnus susurró —Peru es impenetrable, sus protecciones llevan activas siglos, si alguien decide esconderse ahí, entonces jamás será encontrado. Esta en Perú, mi Alec está tan cerca y yo no puedo..., no me es permitido dar un solo paso en sus tierras —Magnus quería llorar de frustración pero a los segundos Lily tocó unos de sus brazos tratando de reconfortarlo.

—Tú iras, tú mismo vas a encontrarlo, no te preocupes Magnus —para ese momento la desesperación del brujo era evidente.

—Pero yo no puedo entrar, así quisiese sus protecciones me lo impiden, y si por algún casual logró poner un pie en esas tierras seré asesinado.

— Tranquilo, ya te dije que no te preocuparas, el alto hechicero de esas tierras me debe un favor y Maia tiene amistad con la Alfa del clan de lobos, además Máx me dio algo para ti. El dijo que los Ángeles te envian este obsequio — Lily sacó un pequeño cofrecito del bolsillo y se lo dio a Magnus, quien al abrirlo y ver su contenido quedó sin aliento.

—¿Cómo? ¿cómo lo obtuvo? —Magnus quería respuestas.

— Según lo que Max me contó este fue el primer anillo que le diste a Alec —Magnus la miró interrogante, no sabía a que se refería, el pensaba que había perdido su anillo en Edom o más específicamente que su padre lo robó al ser un recuerdo preciado para él — ¿No lo recuerdas verdad?, al parecer Leviatán robo esos recuerdos para que no interfiriera con los planes que tenía, Máx me dijo que te diera el anillo sólo si Clary se quedaba y les entregaba su alianza, ella ya hizo su parte aunque no ha recuperado sus recuerdos, ahora has la tuya, ponte el anillo y recupera tus recuerdos.

Magnus se puso el anillo e imágenes llegaron a su mente, recordo aquel día, estaban en Edom y pensando que iban a morir se sacó el anillo que perteneciera a su madre — "este anillo no me lo he quitado en siglos y es el bien material más valioso que tengo, jamás le he permitido a nadie tocarlo, incluso lo hechicé para que nadie pudiese siquiera rozarlo, te amo Alec y tal vez no sobrevivamos y estas sean las últimas palabras que podamos compartir, por eso yo..., tengo algo muy importante que preguntarte ¿Quieres casarte conmigo? —Alec lo miraba asombrado, y con lágrimas en los ojos y una sonrisa asintió, también se sacó el anillo que llevaba desde su nacimiento y tomando por sorpresa a Magnus pronuncio sus votos. Yo, Alexander Lightwood te aceptó a ti Magnus Bane para amarte, respetarte y cuidarte por la eternidad.

Magnus solto un suave jadeo ante sus palabras, había pensado en sólo darle su anillo para que él lo llevará como signo de su amor y como una promesa para el futuro, si es que por algún milagro sobrevivían, pero Alec no quería esperar y eso lleno el corazon de Magnus de felicidad. Nunca antes alguna de sus parejas se había interesado en siquiera preguntarle si querían convivir y por eso por un momento pensó que Alec se iba a negar. Pero Alec, su Alec lo sorprendió, el no solo acepto casarce sino que inicio su propia ceremonia y dijo sus votos, el hombre frente a él había pronunciado las palabras que secretamente deseaba escuchar con toda su existencia. Magnus no pudo contener sus lágrimas de felicidad antes de pronunciar sus votos . Yo...  por primera vez le dijo su nombre, el verdadero, aquel que sus padres le dieron y que casi nadie sabía ...prometo amarte y respetarte.... ese día Magnus prometió muchas cosas y la más importante era amarlo por la eternidad. "

—Nos casamos, Alec es mi esposo, él es mío, es mío —Magnus sonreía mientras abrazaba al pequeño y frío capullo, todos lo miraban desconcertados por sus palabras pues nadie conocía esa historia.

No había tiempo para contarles, además eso era algo que sólo Magnus o Alec podían hacer, ella sólo sabía que estaban casados, así que dando un par de palmadas los distrajo —haber es hora de irnos, hay un avión que tomar, Maia  ya se adelantó para pedir el permiso de entrada de Magnus, y si eso no funciona ella lleva los recuerdos del anillo, el alto hechicero estará esperando verlo, una vez que lo toqué vera que fue el mismo Leviatán quien lo tomó con la esperanza de resarcir el daño que les causo, Magnus él lo hechizo para que pudieses encontrarlo aún en la oscuridad.

Ese anillo simboliza su unión, es tu esposo, y los hechiceros de Perú no podrán negarte la entrada aunque quieran, después de todo el encuentro de dos seres que comparten una misma alma es lo más raro en el universo y ellos protegen este tipo de amor.

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