Un equipo de guerreros se encontraba regresando a Alacante luego de asistir a una misión para capturar a un grupo de neófitos que causaban terror entre los mundanos. Todos ansiosos por reencontrarse con su familia conversaban amenamente sobre que sería lo primero que harían cuando a lo lejos vieron a un grupo de excursionistas, era raro encontrar a mundanos tan cerca de sus fronteras por ello los vigilaron unos minutos antes de decidir seguir su viaje ya que no había peligro de que entraran a su país por las fuertes protecciones que lo protegían.

De pronto una suave brisa hizo que uno de los integrantes del grupo sintiera un olor familiar entre ellos. Luke saltó de su caballo y se acercó al grupo de inmediato, busco entre ellos hasta encontrar la fuente del olor, era un adolescente de cabello claro y ojos verdes que llevaba consigo una remera muy parecida a la que solía usar aquel joven al que consideraba su hijo.

—¿Esa prenda...?

Aquel joven ni siquiera dudo en pedirle ayuda —Mi hermano..., mi hermano, por favor tienen que encontrarlo

Ese era el aroma de Simón, no había duda. Corrió hacia el bosque seguido de Bat y se transformaron para rastrearlo, en el camino se cruzaron con Jace y juntos encontraron a Maia cuando estaba peleando con una manada de hombres lobo salvajes; antiguos humanos que habían perdido la cordura al no tener a alguien que los guiara en el proceso de transformación, ella había estado luchando ya por varios minutos para proteger a Simón de ser el menú de ese día, mientras el castaño se encontraba inconsciente, ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor

Jace se abrió paso hasta llegar a Maia y dejo caer su espada inmediatamente vio el inerte cuerpo de Simón, dejo de respirar por breves momentos y luego se lanzó hacia el protegiéndolo de las garras de uno de los lobos que intentó hacerse con el.

Apenas y lograron salir airosos de la batalla, Jace cabalgó a toda velocidad llevando a Simón con él siendo custodiados por el resto del grupo. Apenas entraron en la ciudad Luke se separó de ellos para dirigirse a la hacienda de los Lightwood a dar aviso a Robert y su familia.

Un par de horas después los hermanos silenciosos revisaban a Simón, ya se habían tardado mucho y Jace no podía aguantar más sin saber que estaba ocurriendo, de pronto una pelinegra entró corriendo, directo hacia las puertas de la enfermería, no estaba dispuesta a permitir que nadie la detuviera ni siquiera la cónsul que la miraba severamente. Pero antes de lograr entrar las puertas se abrieron y por ella salio el castaño con la mirada perdida y asustada. 

Isabelle se congeló por varios minutos aún sin creer que frente a ella se encontrará aquel hombre que creía muerto. Estaba expectante ante las acciones de su novio, un minuto, dos minutos, tres minutos, nada. No pudo aguantar verlo inmóvil y sin decir nada, así que llena de furia le dio una bofetada tan fuerte que termino por derribarlo, él solo se llevo una mano a la mejilla.

—¿Dónde estuviste todo este tiempo?, ¿sabes lo preocupada que estaba? te busque y..., al no encontrarte pensé que estabas muerto y... —los ojos cristalinos de Izzy indicaba que estaba a punto de llorar —Simón es que..., ¿no vas a decir nada...?

El solo la observo y se tomo un par de minutos observando a la mujer frente a el antes de por fin recordar como hablar

—¿Quién es Simon?

Isabelle se veía devastada —¿Qué...? esto no es gracioso Simon...

—¿Quienes son ustedes?..., ¿dónde...?

Isabelle estuvo a punto de acercarse a él, pero Simon se paro de inmediato y retrocedió. El estaba temeroso viendo a tantas personas que lucían peligrosas, ya se había asustado de muerte cuando vio a los hermanos silenciosos y ahora estaba mirando las espadas y dagas que llevaban los extraños.

En su huida choco contra la puerta de la enfermería, no había a donde escapar, por mas que buscaba un lugar por donde escabullirse era imposible con tantas personas tatuadas y armadas observándolo, pensó que estaba en un sueño y se pellizco a si mismo con la intención de despertar pero solo sintió dolor.

Reunió el valor suficiente para preguntar que estaba sucediendo, pero cayó siendo sostenido por Luke, estaba inconsciente gracias a las habilidades de uno de los hermanos silenciosos.

—No sabemos que es lo que le ha pasado en este largo periodo de ausencia, pero al parecer no tiene recuerdos, tratamos de acceder en su mente pero fue imposible, lo mantendremos dormido por ahora, su mente es un caos, es como si algo estuviera bloqueando sus recuerdos.
Seguiremos intentando, pero si algun brujo sanador nos prestará su ayuda sería más rápido, probablemente poderes demoníacos más alla de nuestra comprensión estén involucrados

Los hermanos silenciosos volvieron a sus labores, mientras Luke dio media vuelta, no necesitaban buscar un brujo ya tenían a uno, iría por Magnus, lo sacaría de su retiro y lo traería a la fuerza si era necesario.

—No creo que sea correcto llevarte conmigo Jace, no después de... —el rubio estaba en la salida listo para ir con él

—Lo sé, a mí tampoco me gustaría verlo, pero se trata de Simon y la felicidad de mi hermana, ahora que Él no esta es mi deber velar por ellos, además necesitamos a Magnus para que desbloquee sus recuerdos, si hay alguien que puede hacerlo es él, necesito saber que fue lo que pasó, necesito saber de Clary.

—¿Te has puesto a pensar que si Alec....?

—Lo sé, a él no le gustaría que me acerque a Magnus, pero tengo que..., todo lo que sucedió entre nosotros fue un error, en mis cinco sentidos jamás le hubiese traicionado, estoy arrepentido pero no puedo cambiar algo que ya esta hecho.

Mientras ellos enviaban un mensaje de fuego a algún brujo que pudiese hacer el portal, Isabelle cariciaba el cabellos de Simon. Ella velaba su sueño, atenta a cualquier signo que mostrara su estado.

—Dime, ¿dónde estuviste todo este tiempo? ¿Qué fue lo que te pasó?, ¿por qué me dejaste creer que estabas muerto?. Dime, si aún hay un poco de amor para mi en tu corazón.