III
La vida era dura sin hogar y sin dinero, hubiesen sido indigentes en las calles si no fuera por la hermana de Simon quien los había recibido en su casa. Clary había empezado a mostrar signos del embarazo, tenía asco hacia todo menos a los guisos de Alec y los jugos de frutas de Simón.
Habían decidido no volver a hablar de lo ocurrido, fue aquel día, cuando le contaron a Simon su tragedia, aquel día en que Simón odio a ambos hombres por haber hecho llorar a sus amigos.
Alec había conseguido un par de empleos con Erick un amigo de Simón, uno de ellos era de modelo, el primer día estuvo a punto de salir corriendo cuando vio lo que tenía que usar, pero pensó en Clary y las muchas cosas que necesitaría para el bebé, la había visto mirar con envidia a aquellas mujeres que compraban ropita, pañales y demás accesorios preparandose para la llegada de sus hijos, él también lo sentía, también tenía deseos de comprar y sentía envidia de aquellas mujeres que iban de la mano de sus maridos, recibiendo mimos y cuidados por el delicado ser que se gestaba en su interior, sin duda Clary le había contagiado sus sentimientos.
Pero volviendo a su trabajo, ese día tenía una sesión de fotos para un nuevo catálogo y debía volver a desnudarse para ello, las runas fueron borradas gracias a un glamour y Clary miraba expectante el inicio de su trabajo. Comenzó con ropa casual, luego deportiva para al final modelar ropa interior, estaba terriblemente avergonzado, pero la paga era buena y su amiga lo valía.
Todos pensaban que eran un joven matrimonio esperando a su primer bebé y tal vez ahora lo fueran, compartían todo, incluso la cama, pues en casa de Becky solo había dos habitaciones y ella a veces traía compañía, tantas noches juntos, tantas lágrimas compartidas hicieron que se volvieran muy unidos.
Clary vio como la dueña de esa casa de modas se acercaba coqueta hacia Alec, no sabía que le estaba diciendo pero lo vio incómodo y decidió intervenir, se acercó y le dio un pequeño beso y disfrutó de la cara de envidia de aquella mujer, en ese momento Alec le dijo que no seguiría siendo su modelo, esa sería la última vez.
Afuera Simón los esperaba, había visto todo y Alec le contó que había sufrido de acoso por parte de esa mujer, se metía en los camerinos cada vez que tenía que vestirse con el pretexto de ayudarle y hasta cuando tenía que cambiarse los boxers lo hacía, había aguantado porque necesitaba el dinero pero ese día le ordenó dejar a Clary e ir con ella a su casa.
Su pelirroja amiga intentó regresar para dar un par de bofetadas y jalar el pelo de esa perra a la vieja usanza, pero Simón la detuvo.
- Estas embarazada Fray, piensa en el bebé y lo siento Alec reñire a Erick por haberte puesto en contacto con esa mujer
- No, él me ha ayudado mucho consiguiendome este trabajo de seguro no sabía cómo era aquella señora
Simón solo lo miro asintiendo, ya luego arreglaría cuentas con su amigo; llegaron a casa y luego de almorzar salieron, iban a comprar el primer ajuar del bebe, Clary paseaba por toda la tienda queriendo comprar de todo pero el presupuesto era limitado.
Casi anocheciendo Alec junto a Clary salieron a otro de sus empleos, era en un bar-restaurant donde él cantaba, ese día animaría y cantaría en una fiesta de matrimonio, la felíz pareja había alquilado aquel local para celebrar su fiesta y aunque Alec odiaba esos eventos por su frustrada boda decidió aceptar, un dinerito extra le venía bien.
- ¿Quién diría que no solo cantabas en la ducha? mira, ahora hasta tienes micrófono, atras quedo el cepillo de dientes, pobres cerdas deben sentirse discriminadas por no escuchar tu melodiosa voz - Simon se burlaba de su amigo, él una vez lo atrapo cantando por eso pensó en él para ese trabajo
Alec tuvo que aprender canciones mundanas y practicar mucho para poder hacerlo, pero gracias a su perseverancia y voz consiguió un buen sueldo, pues desde que el ojiazul llegó las féminas se peleaban por reservar mesa con semanas de anticipación, el dueño del lugar no podía estar más feliz y se preocupaba de mantener feliz a Alec, él siempre decía "cantante feliz, billetera feliz" además de que las propinas que le dejaban a Alec eran muy buenas, Clary también trabajaba ahí como mesera o ayudando en la cocina, afortunadamente sabía cocinar muy bien y generalmente estaba preparando algún platillo.
Tuvieron ese estilo de vida por 3 meses, siempre escondiéndose del mundo de las sombras, sin querer saber de sus ex, Clary ya estaba por su cuarto mes de embarazo y esa barriguita empezaba a crecer, Alec no podía ser más feliz, se había tomado muy enserio el papel de papá.
Y así llego el día en que Simón salía de casa con una carpeta bajo el brazo, mientras en el interior una agradecida Clary daba las manos a su abogado.
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