No llegó a tiempo, Clary se había ido, furioso consigo mismo por no haber sido más rápido golpeó con su puño la pared haciendo añicos la piel de sus nudillos. Magnus también estaba distante, solo miraba en silencio el lugar por donde Alexander había desaparecido, apretó con fuerza el anillo Lightwood, aquel que su amado había deslizado cariñosamente en su dedo anular al pedirle matrimonio, intentó rastrearlo nuevamente y no consiguió nada, intentó con Clary y paso lo mismo.

Estaba desesperado y enojado pero con él mismo, levantó sus manos haciendo estallar varios objetos.

- Magnus intenta con Simon, rastrealo a él - al parecer las neuronas de Jace hicieron contacto

De inmedito se puso a la labor de hacerlo, ya lo sentía, ya visualizaba el lugar donde estaba, ya faltaba poco, muy poco, pero él tambien desapareció.

Pasaron varios días sin saber de ellos, hasta que Simon apareció en el instituto, apenas vio a Jace se le fue encima golpeandolo sin parar, no podía controlarse, quería hacerle daño por hacer sufrir a su pequeña pelirroja, estaba por romperle la nariz cuando fue alejado de él por su futuro suegro, Robert Lightwood.

- Simon ¿qué demonios te pasa?, es que te volviste loco ¿por qué atacas a Jace?

- Preguntele a él, a ver si tiene los huevos para decirle lo que les hizo a Clary y Alec.

Simon lanzó algo al aire y Jace lo atrapó en sus manos, era el anillo Herondale junto a un aro de matrimonio.

- Clary dice que te lo metas por donde no te da el sol y que quiere el divorcio, en unos días traere los documentos para que los firmes.

Jace estaba en silencio mientras apretaba en un puño los anillos, Simón sólo lo miro con asco y se fue sin decir nada más, tenía una visita más que hacer, salió del instituto y fue al loft de Magnus, tocó la puerta varias veces pero nadie le abrió, asi que sólo dejo un sobre.

Cuando Magnus llegó en la noche luego de buscar a su prometido por todo Nueva York, encontró el sobre en su buzon de correo, pensando que serían documentos de clientes que querían contratarlo sacó el contenido y solo pudo llorar, ahí estaba el anillo que Magnus le había dado por su compromiso a Alec y un papel con dos palabras "eres libre", cayó de rodillas, temblaba por las lágrimas que  trataba de detener, él no queria ser libre, él quería pertenecerle a Alexander.

Bebió por horas hasta quedarse dormido y soño con aquel día cuando pensó que moriría de felicidad, aquel día que su garbancito lo tomo por sorpresa y le pidió matrimonio, fue en una cena en su loft preparada por su amor, estaban en el postre cuando de pronto alexander se paro y se acercó a él, pensó que para besarlo pero se sorprendió cuando se hincó a su lado y empezo su discurso.

Nunca tuve mucha fe en el amor, nunca quise poner mi corazón en riesgo pero te conocí mi Magnus, mi amor; me enamoraste con una mirada, me enamoraste con una sonrisa, me enamoraste con un beso, jamás senti que mi corazón fuera a estallar de felicidad por nadie hasta que te conocí, te amo y quiero casarme contigo, si quieres, si me quieres, te pido abras la puerta de tú corazon y te juro que me quedare alli por siempre protegiendolo como el más grande e importante tesoro, quiero pasar el resto de mis días aqui - lo dijo con su mano sobre el corazón de Magnus - dime que si amor, dime que si aceptas casarte conmigo.

Despertó sobresaltado con lágrimas cayendo de sus ojos, tenía su amor, tenía su adoración y lo había perdido.