Era de madrugada y Jem regresó a la biblioteca trayendo consigo una taza de té, no podía continuar leyendo si no bebía algo caliente. Se puso un par de lentes y continuó con la lectura.

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Aún no podían creerlo, cuando Maryse entró gritando y diciendo que Isabelle traía a alguien arrastrando salieron presurosos pensando en algún nefilim herido, pero cuando llegaron a ella y vieron a Simón se quedaron sin palabras. Fue Jace quien reaccionó rápidamente y enviando un mensaje de fuego pidió a Catarina que viniera.

Catarina era una bruja sanadora y en ese momento estaba en su trabajo, en un hospital mundano, cuando recibió el mensaje y leyó "Simón, vivo" abrió un portal dejando olvidada sus obligaciones.
Ahora se encontraba revisándolo ante la atenta mirada de Isabelle que no había querido separarse de él, cuando terminó todos entraron, incluidos dos niños y una niña curiosa que se trepó a la cama y se subió sobre el dándole pequeñas palmaditas en el rostro

Jem suspiro asombrado, el escritor incluso sabía de los niños Herondale aunque en la vida real tenían un poco más de un año.

—Hey tío Simón despierta, tenemos que hablar y también tengo que patear tu trasero por hacer llorar a tía Izzy, tiooo... — Jace iba a levantar a su hija cuando Simón la abrazo y la atrajo hacia él, ya no era una bebé sino una niña preciosa que le recordaba a Clary.

—No solo te pareces, hueles a ella también ¿te gusta embriagarte con el óleo no es así pequeña ratona? —La niña solo rió ante las cosquillas que su tío le hacía hasta que escucho un gruñido, era uno de sus hermanos que era muy sobreprotector con su hermana.

—Tú definitivamente sacaste los malos genes de la familia, si definitivamente te pareces a Jace aunque en el exterior eres una copia de Alec —El pequeño Adrián le sacó la lengua mientras su hermanito Alex reía.

_ No puede ser, incluso los nombres de los niños _ Jem susurro, pero al estar sólo se escuchó fuerte y claro

—Me puedes explicar ¿que esta pasando Simón, como es posible que tú...?

—Antes quiero estar a solas con Izzy tengo que hablar con ella de algo importante ya luego te digo lo que sé, ahora no es que no sea feliz de verlos pero ¿podrían salir?

Robert decidió darles un tiempo a solas y se llevó a sus nietos mientras Maryse se llevaba a Jace de una oreja ante su renuencia a dejarlos solos

—Pero mamá el solo quiere follarse a mi hermana

—Bueno si es así, entonces espero que tenga buena puntería y me de un nieto, que me estoy haciendo vieja

Todos salieron para darles privacidad y Catarina aprovechó para despedirse —Simón está en perfectas condiciones, solo con su energía muy baja —fue lo que les dijo a los Lightwood antes de irse a buscar a Magnus, él querría saber lo que estaba pasando.

Dentro de la habitación Isabelle estaba comportándose tímidamente, se mantenía alejada de Simón así que fue él quien la atrapó en sus brazos acariciando sus cabellos con una mano, mientras la otra subía hacia su rostro —Nada más abrir los ojos vi la peor escena, ¿por qué Izzy? Dime porque

—Ya había perdido todo el deseo de vivir, te extrañe tanto, solo quería ir contigo

—Mi niña tonta, siempre he estado a tu lado aunque no me hayas visto, aunque no me hayas escuchado, cada día he vivido en tu corazón

Sus labios se buscaron y se encontraron, eran años anhelándola, eran años extrañándolo, Isabelle le perteneció una vez más y no salieron de esa habitación hasta muy entrada la mañana, cuando Jace harto de esperar por respuestas abrió la puerta de una patada y entró sin pedir permiso, lanzó sus pantalones a Simón y lo obligó a salir, habían cosas que nunca iban a cambiar entre ellos dos.

—Aún no terminaba de demostrarle cuanto la amo, porque mie... —Sus tres sobrinos lo miraban y Jace le lanzó una mirada de advertencia —¿Qué rayos quieres teñido?

—Quiero saberlo todo y no solo yo sino todos nosotros

Simón llegó a la sala de la casa Lightwood y vio a todos sus amigos, Maia y Lily le dieron la bienvenida con un fuerte abrazo, Tessa y Jem le dieron un apretón de manos y Magnus lo miro para luego sonreirle y abrazarle.

Unos minutos después salió Isabelle, otra vez era la misma de antes, de nuevo vestía un ajustado vestido y sus labios volvieron a ser rojos, sin vergüenza alguna se acomodó entre las piernas de Simón y su padre se vio imposibilitado de decir algo, no podía hacerlo viendo la enorme sonrisa de felicidad en el rostro de su hija.

—Según me dijo Izzy han pasado cinco años, la verdad no pensé volver a verlos, no en este mundo al menos, pero él me dio otra oportunidad, me regresó a la vida cuando estaba muerto, mi alma había sido purificada por mi sacrificio así que fui al cielo, pero no al descanso sino a la guerra.

Cuando las torres fueron destruidas las puertas del cielo se abrieron para Lucifer, el podía llegar a Dios y si lo hubiese hecho este mundo se hubiese convertido en un infierno. Eso fue lo que se les mostró a Alec, Clary y Adrián, una vision del futuro, un futuro donde ustedes y nuestros demás amigos morían en las peores condiciones, un futuro donde estos tres pequeños serían esclavizados por demonios a causa de su sangre de Ángel, no los dejarían morir y serían sometidos a las peores torturas, una visión donde Magnus moria lentamente a manos de sus propios padres, Mike siendo mutilado y gritando que lo maten; ellos tomaron su decisión, ustedes eran más importantes que su propia vida, así que acompañé a Clary a una de las torres, yo sabía cual era su destino, el de Alec y Adrián también, pero a medio camino se me mostró un trozo del futuro, vi a mi Isabelle siendo..., ella no..., así que decidí, no podía permitir que ese demonio se saliera con la suya y él me dijo lo que tenía que hacer, mi deseo de su bienestar sobre encima del mio me permitió ayudar en esta guerra, use mi cuerpo y la sangre de Raziel que corría por mis venas gracias a que bebí de la Copa mortal, lo use para restablecer una de las torres, di mi vida para que aquel pilar se alzará nuevamente al igual que los demás con eso logramos cerrar la puerta.

La guerra no terminó aquí solo se trasladó de lugar, renacimos en el cielo, ahí estaba Clary y no sólo ella también un pequeño joven de nombre Maxwell y Jonathan ya imaginarán a quienes me refiero, pero a Alec no lo vimos por ningún lado, nunca supe que fue de él, los Ángeles y demonios se enfrentaban cada día, era el Apocalipsis pero algo pasó que permitió a los Ángeles vencer a Lucifer una vez más, me encontraba restableciendome de mis heridas cuando Max vino a mi diciéndome es hora, él dice puedes regresar, no sabía a que se refería hasta que abrí mis ojos y vi a mi mujer.

Al estar inmerso en la lectura de olvido del tiempo y también de su taza de té, aún no podía creerlo ¿Quién había escrito aquellas letras? era fantasía pues aquello que narraba el libro no había sucedido, pero también habían respuestas aunque él no lo sabía en aquel momento, necesitaba leer más, necesitaba saber quién lo escribió.

Todos los párrafos en líneas cursivas es un libro que Jem está leyendo.