Capitulo 32
Capítulo 32
Aome sonrió.
Se permitió hacerlo, y el hecho de que él no la apartara llenaba su corazón de dicha, la calidez que le transmitía el Youkai, no se comparaba con ninguna otra, ni si quiera con aquellos días en los que estuvo gozando de la compañía de Inuyasha.
Recuerdos que atesoraba por su puesto, él seguiría siendo alguien importante en su vida, fue su primer amor, Ahora era su mejor amigo, además, se convertiría pronto en su cuñado. Aquel pensamiento la hizo reír, quien lo diría, que el destino diera un giro de tal magnitud.
Ella a punto de casarse con el hombre que amaba, a quien en un principio considero un enemigo e incluso odio... pero ahora Aome, rechazaba la idea de estar separados.
Su amor por él, aunque no fuera correspondido, podría superar cualquier obstáculo, no tenía ninguna duda.
Se apartó tan lentamente, porque no quería hacerlo realmente, deseaba permanecer eternamente abrazada a él, pero no quería incomodarlo, Sesshōmaru no era el hombre con más paciencia del mundo.
Lo escucho gruñir bajo y profundo, Aome lo vio directamente a los ojos.
¿Acaso no quería que lo dejara de abrazar?
Sonrió inevitablemente ante aquel pensamiento, posiblemente lucia como una tonta, pero no le importo.
De hecho Aome decidió que le gustaba, se sentía como una joven quinceañera enamorada... Este Youkai arrogante la hacía sentir estúpida, como ningún otro lo hizo, y de una forma que le alegraba, y evitar sonreír parecía una misión imposible.
Y en cuanto a Kagura, por el momento esa mujer, se podía ir al infierno, y si tenía que ponerla en su lugar lo aria. No estaba dispuesta a dejarse humillar por nadie y mucho menos por ella.
Si Sesshōmaru hasta el momento, no había formulado palabra alguna, acerca de cuan "indigna" era, entonces esa mujer podría retorcerse de la rabia y cerrar la boca.
Aome le demostraría cuan valiosa era.
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Realmente no comprendía el motivo de su impaciencia, pero aquel movimiento repetitivo de sus garras chocando contra la fina y bien pulida madera, podía sacar de quicio a cualquiera.
Ese tronar podía volverse insoportable.
Tal como estaba su actual estado de humor.
Alzo una vez el rostro al aire, aspiro con fuerzas, gruño evitando a toda costa correr en busca de su amiga, simplemente no supo porque le molestaba tanto, saber que estaban a solas y a estas horas de la noche.
¿Por qué él ya lo había aceptado o no?
No podía acercarse y espiarlos, Sesshōmaru lo detectaría de inmediato, no tenía ganas de luchar, no estaba en sus planes pero por defender a Aome, sería capaz de cualquier cosa, incluso desafiarlo.
Gruño.
¿Por qué demoraban tanto en regresar? ¿Qué es lo que estaban haciendo en ese lugar?
No le gustaba para nada, las ideas que comenzaban a seguir en su cabeza.
-"¡Fhe que tonterías!"- se dijo así mismo. El conocía a la perfección aquel sentimiento que comenzaba alojarse en su pecho, eran celos, los mismos que sentía cada vez que Koga se tomaba tantas libertades con Aome, cuando la tocaba, cuando la cargaba en brazos o incluso cuando Aome le sonreía.
Los celos podían llegar a ponerlo rojo de la rabia y malhumorado por varios días, tanto así que a veces decía cosas hirientes, las cuales evidentemente llegaron a lastimar a la joven futurista.
Y a pesar de todo y de todas las veces en que la hizo llorar, Aome siempre lo perdonaba.
Sus orejas se movieron al sentir una peculiar presencia, era ella y por lo visto estaba sola.
-"¿Aome?"
-"Oh, Inuyasha ¿Qué estás haciendo aquí?"- los ojos de la miko resplandecían de felicidad, Inuyasha se acercó dando un gran salto.
-"No podía dormir"- murmuro inspeccionándola con la mirada, ella lucia radiante, en ningún momento había dejado de sonreír, incluso pareciera que por momentos se perdía en sus pensamientos
-"Bueno, me gustaría acompañarte pero estoy cansada"- la escucho decir agrandando la sonrisa, alejándose apresurada.
-"No espera"- la detuvo quedando frente a ella, la cual por la sorpresa retrocedió, viéndolo extrañada.
-"Hum ¿Qué ocurre?"- inquirió alzando los brazos sobre el pecho.
-"Ah decir verdad tengo algo que decirte, d-durante todo este tiempo he pensado - en la decisión que tome"-comenzó a formular con dificultad el joven hanyou, estaba nervioso, la palabras parecieran morir en su garganta-"bueno yo creo que- Kikyo es una buena mujer- y la aprecio mucho- pero –pero yo- yo te-"
-"Inuyasha"-ella lo interrumpió, el hanyou la observo apenado-"Tú amas a Kikyo"-dijo con firmeza viendo de manera desaprobatoria-"No vayas a decir una tontería"- él sacudió negativamente la cabeza.
-"¡Eso tu no lo sabes ¿Cómo puedes estar segura de lo que decís?!"-estalló.
Aome suspiro.
-"Sé que la amas"-Respondió tras una sincera sonrisa, apreso la mano del mitad bestia, con la suya.
-"Pero siento cosas por ti"-lo escucho susurrar con evidente vergüenza.
-"Al igual que yo"-el fijo sus dorados sobre ella-"pero no es amor lo que sientes por mí, solo es cariño"
-"¿Cariño?"- repitió, analizando detenidamente, lo que eso conllevaba.
Aome asintió sonriendo-"Eres mi amigo y siempre te voy a querer"
-"Yo"- no sabía exactamente qué decir. Muy en el fondo presentía, que lo que, la morena decía era verdad. Ahora se sentía como un completo tonto.
El cariño y el amor eran dos cosas completamente diferentes, pero en ambas circunstancias uno podía sentir celos por una persona querida, ya sea un amigo, un hermano o su pareja.
-"Inuyasha no lastimes a Kikyo"
-"No lo are. Lo siento"
Aome sonrió satisfecha.
-"Hablaremos luego sobre esto, ahora estoy muy cansada"
-"Eh, si"-Murmuro perdido.
-"Buenas noches Inuyasha"
-"Espera Aome ¿cómo sabes?"-ella se detuvo pasos más adelante-"¿Cómo sabes que amo a Kikyo?"
-"Por la forma en que la ves"- se encogió de hombros.
-"¿A qué te refieres?"- inquirió evidentemente confuso.
Aome suspiro, realmente Inuyasha podía ser muy despistado –"Es la misma forma en que yo veo a Sesshōmaru"
Se alejó corriendo, dejando a un medio demonio completamente mudo y petrificado.
""Además, en el pasado me has dicho, en varias oportunidades que la amas""
Fue lo último en lo que Aome pensó antes de ingresar al castillo.
Definitivamente esta noche no podía, borrar esa estúpida sonrisa de niña enamorada.
Continuara...
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