https://youtu.be/P1hfC5geBdU

Gruñidos se escuchaban por todo el bosque y sus alrededores, un árbol tras otro caía al ser destrozados por las garras de un furioso mitad bestia.

"Se encuentra usted cordialmente invitado, a la boda..."

"Debes estar de broma"- apretó los dientes tan fuerte que logro herirse con sus propios colmillos-"¡Maldito Infeliz!"-he hizo de sus manos un puño-"!Jamás te lo perdonare¡"- grito con todas sus fuerzas mientras le propinaba un fuerte golpe a una roca que se encontraba frente a él, esta se agrieto, pero no logro destruirse, en cambio, hilos de sangre brotaron de sus nudillos.

Ni si quiera la más grande de las heridas podría menguar la ira y el dolor que estaba llenando su cuerpo.

"Sesshomaru Taisho y Aome Higurashi..."

Nada podía superar el hecho de perder a Aome.

-"No puede ser verdad"

Porque aún estaba manteniendo la esperanza de que todo sea una broma. De que ella iba aparecería caminado entre los arboles del bosque y le diría que todo era una cruel mentira, que ella no se iría de su lado jamás...

"sería un gran honor que nos acompañes..."

"No Aome no puede- Sesshomaru maldito como deseo-como deseo que desaparezcas"- cayo de rodillas al suelo, como un cuerpo sin vida, y sin alma.

Cerro los ojos con fuerzas, pero ni si quiera eso pudo impedir que cientos de lágrimas salieran desbordadas, hasta convertirse en una húmeda mancha sobre el suelo.

Se sentía vacío, con un abismo de oscuridad en su interior.

"En ese día tan especial"

"No sé si realmente te lo mereces Inuyasha, tampoco te diré lo que ya todos te han dicho, seguramente estás cansado de escuchar, es verdad que la has lastimado, yo también lo he hecho"-El solo escuchaba sin siquiera voltear a verla, aunque era estúpido tratar de ocultar sus lágrimas, Kikyo era muy lista, la más astuta mujer que conocía- "Responde tan solo una cosa, Si ella no se casara con tu hermano, si nada de esto estuviera pasando ¿Me seguirías buscando?"

Pequeños quejidos brotaban de la boca del Hanyou, al mismo tiempo en que sus afiladas garras rasgaban la tierra.

-"..."

El silencio se volvió extenuante e incómodo para la joven miko de cabello negro, quien comenzaba a sentir melancolía al ver la figura del medio demonio dándole la espalda.

Sería la última vez o...

-"Inuyasha"- aquel nombre solio de su boca como una súplica disfrazada de molestia.

-"... A donde sea que vayas"

Kikyo abrió los ojos con sorpresa, ahogando un suspiro de alivio.

-"sin importar nada"

La sacerdotisa se mantuvo firme, sin dejar que sus emociones se hicieran ver.

-"te hubiera seguido.... Pero todo esto-No sé qué hacer, con esto"-ahora su vista estaba fija en ambas palmas de sus manos, como si todo aquel dolor se materializara.

Sería tan fácil deshacerse de ello, si lo arrojara aun lado.

Pero no.

Ese vacío no desaparecería.

-"Siento que lo único que podría hacerme sentir bien..."- rio amargamente y con desesperación busco los oscuros ojos de Kikyo-"¡Es que él no le haga daño!"-aquella petición se hizo escuchar por todo el bosque.

Se movió con rapidez, y se abalanzo sobre el Hanyou, quien sorprendido cayó de espaldas al suelo, nuevamente las lágrimas se hicieron notar, pero esta vez hundió el rostro entre los cabellos de la miko, y se aferró con fuerzas de su cintura.

Perder a Aome era difícil

Pero perder a Kikyo

No Inuyasha No podía perder a Kikyo

No otra vez...

No lo soportaría

Continuara...