
Capitulo 15
Ella estaba caminando de un lado en aquella extraña habitación que le fue asignada, de mala gana suspiro mientras apoyaba la espalda sobre la pared de madera, cayendo con letargo hasta el piso. Dos horas habían pasado desde que tanto ella como Sesshomaru llegaron, se había encerrado con aquella mujer en una especie de oficina.
¿Es que acaso se había olvidado que la trajo consigo? ¿Dos horas hablando?
Debía estar bromeando
-"Oh, debe estar muy ocupado hablando"- refunfuño con sarcasmo, Sesshomaru no era de los que se comunicaban mucho.
¿O tal vez solo con ella era así de seco?
-"Estúpido Youkai"
Realmente se sentía extrañamente estúpida.
Con una molesta sensación en el pecho.
Tal vez la razón era porque estaba sola en un castillo desconocido, sin mencionar que se iba a casar con un demonio insufrible, el cual siquiera toleraba, no había visto a su familia y amigos desde hace mucho tiempo, los extrañaba.
Tal vez Aome se sentía así de sola, por todo eso, debía ser...
No era por Sesshomaru, ni por esa mujer.
No.
""Esta es la insípida con la que te vas a casar""
Fijo la vista en el reflejo que brindaba un espejo a pocos pasos de ella.
No era hermosa, su cabello no lucia tan brillante y sedoso como el de esa mujer.
Su cuerpo no llamaba la atención, para nada sexi y tentador.
Nada en ella lo hacía.
El brillo en aquellos ojos color esmeralda opacaba el suyo.
¿Ahora además de estúpida se sentía ridícula? No sabía porque pero las palabras de aquella mujer alcanzaron a molestarla, más de lo que ya estaba.
Primero fue el demonio y ahora esta.
-"Son el uno para el otro, igual de odiosos, debería casarse con esa mujer y dejarme ir"
-"¿Ahora hablas sola?"- la repentina vos hizo que diera un pequeño salto asustada
-"¿Tu escuchas tras la puerta?"- respondió frunciendo las cejas
-"Solo porque ahí un estorbo en mi camino...- puntualizo seco. Podía sentir el aroma de la miko en todo el pasillo, tenía un olfato envidiable, le hacía saber que la morena no estaba contenta.
Se cruzó de brazos sin intenciones de moverse-"De todas formas no pienso dejarte entrar"-
-"No podrías evitarlo, aunque lo intentaras, de todas formas entrare"- ¿Qué sucedía con este hombre cuando se volvió tan amistoso? El Sesshomaru que ella conocía la hubiera sacado arrastras de la puerta.
Podría jurar que él estaba jugando, como si lo que dijo fuera en broma-"No"- refunfuño decidido.
-"Tengo que decirte algo"
-"¿Hum?"-se mordisqueo el labio dudosa, pasaron un par de segundos hasta que finalmente se puso de pie y abrió la puerta.
Se encontró con un Sesshomaru, de mirada tranquila, vistiendo un traje en azul oscuro con detalles en negro y color plata, muy similar al blanco.
¿En qué momento se había cambiado?
Entro y cerró la puerta tras de sí, ella no supo cómo se había acercado tanto, pero estaba a tan solo a un brazo de distancia.
Con ese aire aristocrático y elegante, Aome descubrió nuevamente que no podía quitar sus ojos de la figura frente a ella.-"¿Q- qué es lo que querías decirme?"
-"Nuestra estadía aquí será más larga"
-"¿Por cuánto tiempo?"
-"Una semana"
-"No puedo quedarme tanto tiempo"
El arqueo una fina ceja en cuestión-"Tenias planes..."- sonrió con sarcasmo.
-"Quería pedirte que me dejaras ir a la aldea de la anciana Kaede"
-"¿Deseas ver a ese hibrido?"- Había cierto tono acido en la cuestión, (más de lo normal) pero la joven Miko no lo noto.
Ella negó lentamente con la cabeza, que curioso no había pensado en Inuyasha en los últimos días, ¿Lo estaba olvidando? Ni si quiera ahora sentía motivos para verlo -"No es eso... quiero visitar a mi familia"
Por alguna extraña razón no le convencía la idea de dejarla ir. Pero la humana llevaba tiempo sin ver a los suyos
¿En qué momento se volvió tan considerado? Sería algo que luego el mismo se encargaría de averiguar.
-"Te llevare"- y Aome le regalo la más brillante de sus sonrisas, sin duda alguna estaba feliz.
No le cabía la emoción en el cuerpo, tanto que sin medir su entusiasmo, abrazo al Youkai, quien para su sorpresa no la aparto, pero tampoco le correspondió-"Gracias"-tan solo se quedó quieto y sorprendido (sin demostrarlo) por aquella muestra de afecto.
Los dorados ojos del demonio brillaron de una manera extraordinaria. Una extraña sensación de calidez los envolvió a ambos.
Aome cayó en la realidad y se apartó de el con rapidez -"Lo siento"- ella rio tonta y avergonzada, con la mirada baja, detallo con sumo interés el piso-"¿Eto- cuando iremos?"
-"Dentro de dos días"- aunque para ella era una eternidad, no le reprocho nada, ya que había aceptado llevarla sin tantos prejuicios, lo cual era un milagro.
Aome se sentó al borde la cama mientras sonreía a la nada-"Oye, Sesshomaru..."- dijo su nombre sin voltear a verlo-"Te agradezco que me hayas Ayudado con Inuyasha"- nuevamente otra sonrisa fue dirigida, a la cual el solo asintió con su rostro impecable.
-"Cuando todo esto termine podrás irte con el si así lo quieres"
Aome lo miro sin ocultar su sorpresa-"... irme con Inuyasha"- murmuro con vos baja- ""que curioso había pensado en irme, pero no con Inuyasha, a decir verdad ahora no estoy muy segura de que lo quiera""- otra vez esa sonrisa, la cual confundió al demonio.
No fue una respuesta clara. Vio con atención los gestos de la muchacha, la molestia se centró en su pecho, lo mismo le paso cuando aquel lobo vino a buscarla. El motivo no importaba, si a él no le gustaba algo, simplemente no pasaba. La humana no se iría con el lobo y mucho menos con el estúpido hanyou.
No iba a permi-
Entonces algo dentro de su mente hizo 'Clic'.
¿Porque le importaba tanto? Que hasta se tomaba el tiempo de divagar en ello.
""Me pertenece""- se dijo a sí mismo.
Era la excusa más patética que podría haberse dicha, pero la única que estaba dispuesto a aceptar.
...
...
Por ahora
Continuara...
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