Capítulo 6. Leila.
—¿Y vas a decirme por qué estás aquí? —Jesse toma un sorbo de su cerveza sin mirarme.
—Porque no quiero ir a casa y aquí tienen bebidas y botana, Luke dice que es como un cachito de cielo.
—Ese jodido Sawyer ni me lo menciones. —Gruñe.
—¿Por qué?
—Me acusó de estar tocando y seduciendo a Ana, ni siquiera Grey ha dicho algo al respecto.
¿No?
— Pero quiere hacerlo, te lo aseguro. — Mi tono cantadito por el alcohol. — Creo que querían romper tu nariz. Por cierto, ¿Estás enamorado de la nueva señora Grey?
Su ceño se frunce antes de beber de la cerveza, ignorando completamente mi pregunta.
— Supongo que eso es un si. Aunque déjame ahorrarte el tiempo y decirte que ella ha estado enamorada de Christian desde hace mucho tiempo, y es una chica lista así que obviamente se casó con él.
— Creo que Ana es muy joven. No creí que querría terminar con su libertad tan pronto.
— ¿Terminar con su libertad? ¿Eres ciego? — Me quejo. — Christian es muy considerado con ella y un caballero, no lo digo porque sea mi amigo. Ahora sé un hombre y aléjate de su esposa.
Me dedica una mirada irritada que honestamente no me causa ninguna reacción, luego suspira resignado.
— No te preocupes, no soy del tipo que va detrás de mujeres casadas. Además, Ana no tiene ojos para nadie más.
Suena resentido y a los niveles de alcohol en mi sangre les resultó divertido.
— ¿Te diste cuenta? — Me río.
— No hace más que hablar del puto Grey. Grey aquí, Grey allá... Grey ésto, Grey aquello...
— Alguien suena celoso... — Río más fuerte. Levanto mi cerveza con tanta fuerza que derramo un poco sobre mi blusa.
— Bien, suficiente. Ebria eres más ruda que de costumbre, así que te llevaré a casa.
— ¡No quiero irme! ¡Quiero otro trago! ¡Brandon!
Agito la botella en el aire pero Jesse la toma antes de que resbale y caiga sobre mi intoxicada cabeza.
— No más cerveza, Williams. Camina.
— Espera... ¿Y mi auto? Yo tengo un auto.
— Lo sé, pero eres incapaz de manejar así que te llevaré a dónde quieras.
Mis hombros se encogen.
— Quiero ir a casa de Ethan.
— Olvídalo. — Se burla. — No voy a dejar tu culo ebrio en su casa, el pobre Ethan a sufrido suficiente.
Lo dice en broma, pero la imagen del chico rubio desanimado aparece en mi mente, atando un nudo en mi garganta.
— ¿Leila? — Abernathy examina mis ojos como si hubiera sufrido una contusión. — ¿Estás bien?
— No. Y tienes razón, Ethan no quiere verme de todas formas.
Abre la boca como si fuera a preguntar algo pero lo piensa mejor y vuelve a cerrarla antes de llevarme hasta su auto. Tal vez sea lo mejor considerando que no sé dónde están mis llaves.
— ¿Vas a decirme por qué bebes tanto últimamente?
— No.
— ¿Tiene que ver con Ethan?
— Cállate.
— Oh, eso es un sí. ¿Esto es por lo de su pierna?
Me niego a compartir más información con él porque no quiero llorar más, solo abro la puerta del auto para bajar.
— ¡Leila! ¿Qué mierda haces? — Jesse presionar el freno lanzándome sobre el tablero del auto, el cinturón de seguridad encajándose en mi cuello.
— ¡Dije que te calles! ¿Y en qué momento me puse el puto cinturón?
Golpea el volante con fuerza y yo tiro de nuevo de la manija para cerrar la puerta. No vuelve a mirarme ni cuando estaciona afuera de mi edificio.
— Pasaré temprano por ti. — Gruñe con los dientes apretados.
No se lo pedí, ni pedí que me trajera. Tendría mi auto si él no se hubiera entrometido en mi tarde de bebidas. Maldito Abernathy.
Las llaves de mi departamento están enganchadas en la tela de mis jeans y rápidamente abro la puerta, dejando el móvil sobre la mesita de la entrada. Por un momento considero llamar a Ethan pero dudo mucho que puedan hacer algo más que llorar.
Me decido por tomar una ducha y un par de aspirinas para adelantarme a la resaca, incluso yendo a dormir temprano.
Despierto cerca de las 7 y me alistó rápidamente, preparando un café para mí y otro para Jesse a modo de disculpa. Luego espero paciente a que aparezca.
Subo a su auto en silencio y dejo ambos casos térmicos en el sujeta bebidas del centro.
— Lamento mucho haberme comportado como una idiota ayer, gracias por lo que hiciste.
Sus ojos azules jamás me parecieron más helados que hoy, con la lluvia golpeando las ventanillas con fuerza.
— Arregla tu mierda. No siempre estaré ahí para salvarte.
No necesito que me salves, bastardo arrogante...
— Bien.
— Y espero que hayas traído un sandwich o una rosquilla de las que me gustan porque fui un jodido héroe.
Luke lo llamaría rubio idiota justo ahora.
— Puedes parar en la cafetería y las conseguiré. Dios, ¿Quién tiene resaca? ¿Tú o yo?
Susurra algo tan bajo que no soy capaz de entenderlo pero lo dejo estar porque él parece de mal humor y aún necesito mis llaves.
— Antes de que lo olvide, toma esto. — Pone mi llavero de gato frente a mi. — Soy relevado del puesto de niñero.
— Jamás te pedí que lo fueras. Solo gracias, no tienes que volver a hacerlo.
— ¿No? — Su ceja rubia se arquea. — ¿Dejarás de beber?
— No. — Chillo. — No creí que diría esto, pero prefiero la compañía de Luke para beber. Tú eres demasiado quejumbroso.
Cruzo los brazos sobre mi pecho y espero en silencio hasta que llegamos al bar, así puedo recoger mi auto para ir a casa más tarde. Nadie más parece darse cuenta de mi resaca y lo agradezco, feliz de ahorrarme el sermón.
Pero sigo tomando desiciones desesperadas y sigo el rumbo hacia la casa de Ethan tan pronto como termina mi turno. Por más que intente darle espacio, lo amo y deseo verlo.
Solo espero que él me extrañe como yo a él.
~ • ~
Chicas, estoy teniendo dificultades con Wattpad porque no me deja actualizar.
No me he olvidado de las historias, sigo con ellas solo tengan paciencia a que wattpad funcione bien 😪.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro