El lunes

El reloj marcaba las 7:00 AM y el yate estaba llegando al muelle. Reyna e Ibrahim estaban acomodando sus maletas y una vez listos, bajaron. Rubén y Vicente, guardaban todo en la maleta del carro, iban contra tiempo y debían ser lo más rápidos que el tráfico, la distancia y el motor del auto les permitiera.

1 hora después

Llegaron a la escuela, Ibrahim y Reyna se despidieron de Vicente ya que Rubén se quedó en el trabajo hace 40 minutos, y corrieron a sus habitaciones para bañarse, vestirse y arreglar sus bolsos.

A las 9:10, Ibrahim tocó la puerta del cuarto de Reyna y se fueron juntos al salón pero antes de entrar, Reyna le dijo — Mi amor tengo que ir al baño, entra tú y yo te alcanzo — Se fue al baño luego de darle un beso.

Mientras se lavaba las manos, alguien entró al baño — Veo que regresaste de tu paseo con ese imbécil — Gabriel estaba recargado en la puerta

— Si, ya regresé y él no es ningún imbécil Gabriel — Se secó las manos

— Si tú lo dices. ¿Sabes? No me tiene nada contento que estés con ese cuando yo siempre te he amado — Gabriel se acercó a ella

— ¡Tú no me amas! Lo que tú tienes es algo enfermizo — Reyna se volteó para enfrentarlo

— Yo solo estoy enfermo de amor por ti. Aunque no me creas, yo te amo — Gabriel puso sus manos en la cintura de Reyna

— ¡Déjate de tonterías! Tú sabes que yo no te amo y menos ahora ¡Me enamoré de Ibrahim! — Reyna trató de apartar las manos de Gabriel pero solo consiguió que este, la acercara más hacia él e intentara besarla, ella lo impedía empujándolo pero su fuerza no era suficiente.

Se oyó un carraspeo, Gabriel se separó de Reyna para voltearse y ver a Ibrahim — ¿Qué pasó imbécil? ¿No viste afuera que este es el baño de mujeres o es que ahora te crees una? — Gabriel lo miraba con un toque de burla

— ¡Yo no soy tú! Solamente vine a buscar a mi novia — Ibrahim agarró a Reyna de la mano y la colocó detrás de él — Te gustar poner las manos en lo ajeno — Ibrahim empujó a Gabriel esperando que este se lo devolviera con un golpe pero solo seguía viéndolo con rabia. Reyna no pudo evitar fruncir el ceño, al sentir que hablaba de ella como si fuese una cosa

— Yo pongo mis manos donde se me da la gana — Gabriel le dio un golpe en la mejilla derecha que ocasionó que casi se cayera al suelo pero pudo evitarlo, gracias a que se sostuvo del lavabo, aunque a penas pudo estabilizarse, se lo devolvió, comenzando así una pelea entre ambos.

Ibrahim aprovechó una distracción de Gabriel y le hizo una llave, colocándole los brazos detrás de la espalda y aprisionándolo contra la pared. Gabriel se quejaba y Reyna intentó hacer que lo soltara pero Ibrahim en su lugar, le dio una patada en el hueco poplíteo (la parte posterior de la rodilla) causando que perdiera el equilibrio y cayera al piso.

Reyna se puso frente a Ibrahim para evitar que golpeara a Gabriel nuevamente, sobretodo estando este tendido en el piso. Jhonny entró debido al escándalo que escuchó mientras pasaba frente a la puerta — ¿Qué demonios pasa aquí? ¡Nos vamos ya para la dirección! — Gritó señalando la puerta con el ceño fruncido

— ¡No, Jhonny por favor! Todo esto empezó por mi culpa. Si quieres pon tú el castigo — Le pidió Reyna, no quería ir a la dirección, eso no era bueno para la situación de Ibrahim, podrían amenazarlo con quitarle la beca y eso era algo que ella no quería, tenía muy presente una de sus pláticas en la que Ibrahim le confesó el miedo que tenía de perder la beca.

Estaban hablando amenamente hasta que una pregunta de Reyna, dio pie al tema de la beca de Ibrahim — ¿Te molesta que sea un becado?

— No, claro que no. Solo pregunté porque... es que el apartamento de tu tío se ve muy acomodado, sé que debió trabajar mucho para obtenerlo pero... una vez dijiste que querías ahorrarle ese dinero mediante la beca, sin embargo yo creo que él podría costearte el cupo aquí — Reyna no sabía bien como explicarse y sentía que todo lo que decía, estaba mal

— ¡No fue tan fácil Reyna! Jean Carlos estuvo más de dos años ahorrando para poder preveer cualquier situación que se presentase aquí. Debido a que no tuvimos problemas a nivel de viaje y que logré entrar aquí, es que pudo costearse ese apartamento con todas sus comodidades — Ibrahim estaba serio, se esperaba esa pregunta

— ¿Más de dos años? Entiendo. Él es la razón por la que no perderías la beca — Reyna admiraba la forma de pensar de Ibrahim, era muy empático y entregado, capaz de ponerse en los zapatos de su tío y de esforzarse para no darle problemas, ya que había notado que él solía estudiar a mitad de las clases, repasaba ejercicios constantemente y siempre que podía, adelantaba temas que aún no habían visto.

— Él se ha esforzado mucho por mí, lo mínimo que puedo hacer es agradecerle de esta forma. No puedo renunciar a esa beca porque no podría darle ese dolor de cabeza a Jean Carlos... y no podría alejarme de ti. Por eso quiero conservarla y debo hacer hasta lo imposible por mantenerla hasta que graduarme — En parte era cierto, Ibrahim quería mantenerla por esas razones pero también tomó en cuenta el hecho de que si Reyna se molestaba con él luego de enterarse de la verdad, al menos conservando la beca, podría permanecer a su lado

— ¡No te eches la culpa por este imbécil! Él es el quien empezó todo, no tenía porque intentar besarte — Ibrahim no podía creer lo que escuchaba, le molestaba de sobremanera que Reyna defendiera a Gabriel y sobretodo, que se ofreciese a pagar por algo de lo que ella no tuvo la culpa

— ¡YA! No es la primera vez que ustedes dos se pelean. Por ahora, los dejaré que se vayan al salón, excepto tú Reyna, quiero hablar contigo — Jhonny utilizó un tono autoritario que dejaba en claro, que no iba a aceptar replicas

— Ella no tiene porque quedarse sola contigo — Gabriel retaba a Jhonny a contradecirlo

— ¡Tú eres el que menos tiene derecho de decir algo Gabriel! Yo me entiendo con él así que vete — Reyna lo miraba con advertencia dándole a entender que como se atreviera a negarse nuevamente, se iba a arrepentir. Lo último que escuchó de él, fue un gruñido y la puerta cerrarse — Mi amor por favor, solo será un momento — Le pidió a Ibrahim, esperando que este cediera con más facilidad

— ¡No tardes! — Ibrahim no pudo disimular el tono amenazante en su voz y así sin más, salió del baño

— ¿Por qué los defiendes? — Preguntó Jhonny manteniendo una expresión seria

— Porque no quiero que Ibrahim se meta en problemas por mi culpa. A Gabriel y a mí nos da igual un castigo o algo pero a Ibrahim no. Por favor Jhonny, no lo mandes a la dirección — Reyna le estaba suplicando a Jhonny, quien al ver su mirada, no pudo negarse

— No irán a la dirección pero eso no quiere decir que no tendrán su castigo — Jhonny sonreía de medio lado

— ¡Muchas gracias! — Reyna se alivió al escucharlo y sin pensarlo, le dio un beso en la mejilla — ¡De verdad muchas gracias! — De ahí, se fue al salón. Debido a la hora, le tocó pedir permiso en la puerta, más no contaba con ver a quien estaba recostado en el escritorio

— ¡No puedes ser! ¿Tú también estás en este salón?

— Si quieres me voy — Reyna se encogió de hombros fingiéndose fastidiada pero lo cierto es que le había gustado ver que iba a tener a un profesor con quien poder divertirse en las clases — ¿Todavía sigues dando clases Henri? — Reyna pasó al salón y se sentó

— ¿Y es que tú vas al lado de ella? — Henri veía con lastima a Ibrahim

— ¿Cuál es el problema? ¡Es mi novio! ¿Dónde más se iba a sentar? — Reyna sonreía al ver como se le desfiguraba el rostro a Henri

— Tú hoy te sentaras aquí al lado de mi escritorio, quiero hablar contigo y tú chamo, ten cuidado que ella corrompe

— Que gracioso — Ironizó Reyna. Se acercó a un chico de lentes que siempre se sentaba en la parte delantera del salón y si mal no recordaba se llamaba Teo; apoyando su brazo en el pupitre le dijo — Pásate para donde yo me siento y déjame este puesto

— Cl... cla-ro, si ¡Enseg-uida! — El muchacho agarró sus cosas, movió el pupitre cerca del escritorio y se fue a sentar pero antes, pudo escuchar un "gracias"

— Quiero que saquen su cuaderno y hagan una autobiografía. Y tú, vas a hablar conmigo — Henri no cabía en sí de la sorpresa al escuchar un gracias salir de la boca de Reyna. En lo que se formó el ruido en el salón, Reyna y Henri empezaron a hablar, dejando a este último impactado por el cambio tan notorio en ella. No sabía si se debía a ese muchacho.

Luego de que todos terminaran el ensayo, salieron al receso ya que el profesor de la siguiente clase no había venido — Que bueno que terminó la clase, no aguantaba el sueño — Dijo José fastidiado

— Ya no tengo que preocuparme por esa materia ¿Qué fue lo que te dijo todo ese tiempo? — Preguntó Vico dirigiéndose a Reyna

— Que este año tenía que cambiar, que le habían dicho que ya no era como antes y que solo me metí en una pelea y blah blah blah... Sabes como es él — Reyna puso los ojos en blanco, siempre la primera clase, le daba la misma charla desde que ella inició sus estudios ahí

— Él siempre es amigable contigo. Pero cambiando de tema, vamos a comer, me muero de hambre — Diego se quejaba como un niño pequeño cuando de comida se trataba. Todos tenían hambre así que fueron a comer, era inevitable que se burlaran de la forma en la que Cristian comía, como si nunca hubiese probado las hamburguesas en su vida. Al terminar, volvieron al salón.

Pasaron las horas de clase y sonó el timbre indicando que ya era hora de regresar a sus dormitorios. Todos salieron cansados de estar en el salón y se fueron a hacer la tarea, excepto Reyna e Ibrahim, quienes decidieron ir a las gradas de la cancha y hablar un rato de su fin de semana y de sus familias. Fue en ese momento, cuando Reyna se dio cuenta de que Ibrahim extrañaba a su familia, así que se le ocurrió una idea pero necesitaba hablar con Rubén y con Jean Carlos antes.

1 hora después

Se decidieron por ir a sus habitaciones y ya estaban frente a la de Reyna pero ella no quería alejarse de Ibrahim — Prométeme que vas a soñar conmigo — Se guindó en su cuello

— Si tú prometes que vas a soñar conmigo y que te vas a dormir pensando en mí — Le dio un beso

— ¡Lo hago siempre! — Reyna le dio otro beso, solo que este fue largo y amoroso. Lo hizo así porque en el fondo, quería cubrir ese amor que sentía que le faltaba a Ibrahim, debido a la ausencia de su familia y la lejanía que tenía con la misma

— Ya tienes que entrar. Tenemos mucha tarea y necesitamos dormir — Ibrahim se apartó sonriendo mientras jugaba con la nariz de Reyna

— Esta bien ¡Buenas noches! — Reyna esta vez, solo rozó sus labios y entró a su habitación. Vico estaba dormida, Lupe hacía la tarea en la mesa y Carmen se había quedado dormida sobre el cuaderno, decidió despertarla y decirle que mejor se acostara. Las tres pasaron a cambiarse, acostarse y dormirse.

Ibrahim llegó a su habitación y vio que sus amigos hablaban entre ellos. Sin embargo, en lo que vieron que él entró, se callaron. Por un momento, pensó en decir algo pero se sentía demasiado cansado como para hacer un interrogatorio o como para terminar disgustándose con alguno de ellos. Así que optó por cambiarse de ropa, acostarse y dormirse, olvidándose por completo de lo que pasaba a su alrededor y logrando, por primera vez en varias noches, ignorar las distintas emociones que luchaban en su interior, por liderarlo.

Hola a todos, aquí esta el nuevo capítulo, como les prometí están los 3. ¿Por qué los amigos de Ibrahim se habrán callado cuando él entró? ¿Quién será Henri? ¿Por qué Henri y Reyna tienen tanta confianza? Todo esto y más en el próximo capítulo, bye bye