P.O.V MAX.

El sol traspasa la ventana. Ocasiona que me caiga justo en la cara y se mezcle con el terrible dolor de cabeza que tengo, volviendo aquello un infierno mental.

juan esta tirado a mi lado. La sonrisa de lado es notable, Aunque este dormido aquella vibra feliz está ahí.

se supone que yo era el contento ayer, pero los papeles se invirtieron y hoy estoy mas desanimado que nunca.

-juan- lo muevo pero el solo se voltea y sigue durmiendo.

al parecer anoche llegamos demasiado tarde y mi padre no me dejo entrar.

y quizas viendolo como la ultima opcion, me quede en la casa de juan.

hasta el momento es la unica version que creo consigue calzar con todo.
-dejame dormir- murmura juan tapandose la cara.

ruedo los ojos y me levanto de la cama para caminar por la habitacion, en busca de un reloj o algo que me informe de la maldita hora que es.

-que hora es?- pregunto, porque al parecer no tiene un solo reloj y toda su habitacion se basa en tematicas de spaiderman.

es tierno, pero creo que lo de juan ya es una obsesion.

-no lo se, como coño lo voy a saber?- murmura.

tomo aire para no decir algo mas y simplemente lo miro molesto

-wow, que lindo caracter- ironizo y tomo mis cosas para irme de alli -adios- digo por ultimo.

el se vuelve a envolver con las sabanas y levanta una mano mientras me voy.

-bye.- susurra.

--•--

todo se siente tan cotidiano, tan si chiste.

el sentido de la vida comienza a perderse y no se si pueda recuperarlo.

no se, si sea, capaz de seguirme soportando a mi mismo y a mis ingenuos problemas sin sentido.

quizas no tenga problemas.

quizas yo los invento.

quizas todos pasamos por esto.

quizas le doy demasiada importancia.

pero no me siento bien.

se supone que esto deberia pasar, se supone que solo deberia ser un mal dia y despertar mañana con nuevas oportunidades .

pero no.

al parecer la vida esta cansada de darme oportunidades que no aprovecho nunca.

porque no las quiero, no las necesito.

no necesito cambiar, no quiero mejorar; porque simplemente se que no sere capaz de hacerlo.

estoy atado a ser el mismo idiota de siempre.

y no importa cuantas veces escuche a personas decirme que son tonterias, que no debo darle importancia, que tengo que ver las cosas buenas.

no hay cosas buenas.

o almenos yo no las veo.

ya no quiero estar aqui, ya ni siquiera merezco ocupar un lugar en la sociedad.

ya ni siquiera deseo seguir, mejorar o recibir oportunidades.

porque no las sabre apreciar.

-AAAAAAGHHHH ¡QUITATE! ¡TAXIIII! NOOOO ESPEREEEE.

me empujan apartandome del lugar en donde estoy.

en un acto de intentar recobrar el equilibrio, con la evidente molestia en la cara y con los animos por el suelo, sin esperar algo como eso y por supuesto; acostumbrado a este tipo de cosas

volteo.

una chica pelinegra, con un vestido bastante llamativo. Esta parada a unos metros de mi maldiciendo en silencio al taxi que acaba de irse hace unos minutos.

-¡genial!- dice ironica -no pude tomarlo, por ti, ¡muchas gracias!- me dice cruzandose de brazos.

la observo algo en schow y sin alguna otra cosa que hacer, solo rio.

-¿que? ¿por mi culpa? ¿tengo la culpa de que allas llegado tarde a tomar tu taxi?- cuestino riendo.

a ella no parece darle gracia y solo sujeta su bolso con fuerza, mirandome con enojo.

-no, pero estabas atravesado en medio de la acera y me impedias el paso, haciendome perder tiempo, imbecil- me dice en un tono de molestia.

wow.

crei que yo tenia un mal dia, pero esta chica me supera en todos los sentidos.

-ay, perdon por ser una persona normal y caminar en la acera, como todos los demas- digo ironico.

ella suspira y avanza hacia mi, sin dejar de lado su ganas de matarme.

-UY! ERES UN...- intenta ofenderme en algun sentido.

pero es demasiado tarde, porque un nuevo auto pasa delante de nosotros, justo por un charco de agua y la chispea de agua.

me le quedo mirando unos momentos y ella se queda mirando su ropa con una evidente expresion de molestia, insuperable.

1, 2, 3.

no puedo con eso, y empiezo a reirme sin parar.

es tan gracioso, pero ella no se contagia de diversion y continua mirandome seria.

-no es gracioso, idiota- me reprende.

-si lo es- estoy que lloro de la risa, pero sus palabras me calman.

-agh, dejame en paz, no se para que hablo contigo- se voltea y dice con un tono de arrogancia.

termino de superar la risa y me quito la chaqueta que llevo, extediendola hacia ella.

-toma- le digo.

voltea hacia mi y se queda mirandome con impresion -tu chaqueta?- pregunta.

-si, pontela- ofrezco otra vez.

-no, no voy a ponerme tu chaqueta- se niega molesta.

ruedo los ojos y continuo imtentando.

-toma, ahi frio y ademas, yo hice que perdieras tu taxi ¿no? es lo menos que puedo darte- utilizo la logica y en cuanto la escucho suspirar, sonrio.

-ok, gracias.- la toma y procede a colocarsela.

no digo nada mas y solo la observo unos minutos.

revisa su telefono varias veces y aunque quiero preguntar a donde va, o de donde es, o como se llama, me parece demasiado invasivo.

-soy angui.

ella deja de mirar su telefono y toma aire diciendo eso.

Angui.

su nombre resuena en mi cabeza un par de segundos y luego reacciono alzando una mano hacia ella.

-soy max- contesto.

ella sonrie e inmediatamente recobro la confianza y las ganas de seguir preguntando cosas regresan a mi.

-¿a donde hibas? estabas bastante apurada.- hablo ladeando la cabeza.

ella suspira y mira hacia los lados antes de hablar, como si estuviera demasiado preocupada al respecto.

¿que puede ser tan preocupante cariño?

y.

dios es muy bonita, aunque hace unos segundos habia estado gritandome, me doy cuenta que todo en ella emana calidez, calma.

su aura es tranquila y me siento como un idiota hablando asi de alguien que acabo de ver.

pero es la pura realidad y no puedo negarla.

-pero..¿podriamos ir a otro lado? aqui hace demasiado frio- me dice riendo.

no me habia dado cuenta del frio la verdad, tomando en cuenta que ni siquiera llevo mi chaqueta y aun ahi gotas de agua descendiendo del cielo.

-por supuesto.

en cuanto entramos a la cafeteria, el olor a cafe es instantaneo y la leve musica se escucha en los altavoces de las esquinas.

angui busca una mesa junto ala ventana y se sienta delante de mi.

-¿estudias administracion entonces?.

ah estado contandome de su vida y me parece tan extraño que logremos coincidir.

-si, se supone que deberia estar en una clase justo ahora, pero ya te sabes el cuento- juega con su taza de cafe mientras me mira.

¿una clase? ¿a las 5 de la tarde? ¿que?.

fingo reir por eso y volteo hacia la ventana a un lado de mi.

la vista es preciosa desde alli, mostrando un pequeño jardin, proveniente del establecimiento.

-tambien estudio administracion- le digo volviendo a mirarla.

-oh que coincidencia- me sonrie levemente -al parecer...ya tenemos algo en comun- dice tomando de su taza y tomando rapida de ella.

no entiendo su actitud.

pero.

no, tu eres demasiado radiante para tener cosas en comun conmigo.

-si- murmuro llevando la taza de cafe a mi boca.

no puedo dejar de mirarla.

sus ojos, su cabello, su sonrisa.

es demasiado linda y cada vez descubro mas lo mucho que me agrada.

-¿y..que haras en el proximo semestre? ¿buscaras trabajo aqui? ¿o hiras a otra parte?.. escuche que los mejores puestos de administracion los encuentras fuera del pais.- cuestiona ella en voz baja

en cuanto menciona esas palabras, la cara de tristeza se vuelve evidente en mi.

no puedo salir del pais.

ni siquiera se si con lo del homicidio podre tener algun futuro con mi carrera.

simplemente con una palabra bien dicha por parte del abogado contrario, podemos irnos abajo y caer a la carcel.

no es complicado y creo que para la familia de samuel, solo es un pequeño paso a complacerse.

-no lo eh pensado aun, pero quizas trabaje aqui.- comento desubicado.

no voy a contarle sobre el problema.

y no es que no me sienta seguro con angui, porque todo en ella me trae seguridad. si no que, que clase de persona querria relacionarse con una que es acusada de homicidio?

existe el miedo a que ella absurdamente se aleje de mi.

asi que, por los momentos.

contarle sobre eso, no es una opcion.

-oh bueno, es tu desicion y supongo que esta bien- sonrie quitandose un mechon de cabello de la cara.

la observo y sonrio de vuelta -si.- murmuro.

su telefono suena y ella deja de mirarme para apresurarse a leer el mensaje.

su cara pasa de confusion a impresion conforme lee y en cuanto guarda su telefono, regresa sus ojos a mi.

ahi algo extraño en esto y no dejare de pensarlo.

-es mi hermano, debo irme- avisa levantandose.

la sigo con la mirada y sin saber que contestar solo muevo la cabeza un par de veces.

-entiendo- susurro.

no soy lo suficiente atrevido para pedirle su numero o invitarla a una cita.

y en cuanto veo como toma sus cosas dispuesta a irse, me siento como un idiota buscando en mi, algo de confianza.

-angui.- digo su nombre detenidamente.

voltea hacia mi, mientras sujeta su bolso.

-¿si?- murmura.

tomo aire varias veces y presiono las manos contra la mesa, intentando relajarme.

-¿podrias darme tu numero? se que seria extraño, pero me gustaria que salieramos algun otro dia.- menciono soltando cada palabra lentamente.

su sonrisa aparece y me calma inmediatamente.

-claro- contesta sacando un boligrafo de su bolso, para luego acercarse a la mesa y tomar una servilleta, dispuesta a escribir su numero en ella.

termina de anotarlo y me extiende la servilleta, mostrando una mirada feliz.

y estoy completamente igual.

-nos vemos luego max.

se apresura a la salida y me guiña un ojo desde alli con algo de atrevimiento.

sonrio a causa de eso y la veo retirarse por la ventana a paso rapido.

anotó su numero en mi telefono y lo guardo en contactos, esperando con ansias el momento perfecto para decirle que salgamos.

me eh grabado en la mente su voz, lo que transmite con ella, como me hace sentir. La conexion unica que coincidio entre nosotros.

dios, quiero verla otra vez.

es tan unica, que quiero vivir para verla y por ella seguir aguantando todo este caos.

por primera vez le veo el minimo sentido a las cosas a mi alrededor.

es fascinante y temible a la vez.

y aunque no quiero confundirme mas en esta vida, creo..que podria hacerlo con ella.