💫Único
5 de Octubre del 2020, 38 días antes del accidente.
—¡Carajo, Jungkook! ¡Apestas a alcohol! ¡Son las putas tres de la mañana y apenas te dignas a aparecer! —un colérico pelinegro gritaba. El recién llegado posó una mano en su cabeza y apretó su sien, una mueca de disgusto notable en su rostro.
—Deja de molestar carajo, eso es lo único que haces; molestar y molestar. No entiendo cómo fue que me enamoré de ti, no sé por qué es que aún estamos casados. ¡Lo que quiero es divorciarnos de una buena vez! —con cada palabra dicha se alteraba aún más y a su vez fracturaba el debilitado corazón de su esposo; Taehyung.
Con pasos tambaleantes Jungkook intentó dirigirse hacia la habitación principal, fallando en el intento al casi caerse por tropezarse con la mesa del comedor, Taehyung fue inmediatamente a su auxilio, tomándolo del antebrazo y cadera para enderezarlo.
—¡Suéltame, maldición! ¡No quiero que me toques! —gritó enfurecido, empujando con furia a Taehyung, haciendo que el pelinegro cayera de bruces al frío suelo.
Taehyung se quedó estoico en el piso, sus ojos mieles abiertos de par en par, las lágrimas acumuladas no tardaron en rodar por sus mejillas, un grito ahogado fue liberado de su boca, su mano temblorosa fue a parar a sus labios intentando acallar los sollozos dolidos que surgían desde su pecho. Estuvo unos minutos tirado en el piso hasta que pudo respirar con normalidad, con su cuerpo aún tembloroso se levantó y a pasos cortos se dirigió a la habitación que compartía con su esposo. Cuando llegó se quedó parado en el umbral de la puerta, viendo la silueta del pelirrubio gracias a la poca iluminación que la lamparita de noche brindaba, se acercó a él con los ojos todavía llorosos, se inclinó hasta quedar a escasos centímetros de su rostro.
—No sé qué fue lo que pasó entre nosotros para que todo llegara a este punto, pero… Jjungie, yo aún te amo —dijo dejando escapar una solitaria lágrima que fue a parar a la blanquecina mejilla del contrario, antes de enderezarse depositó un suave beso en la frente de Jungkook. Se levantó tembloroso y se recostó de espaldas a su marido. No durmió esa noche.
Él simplemente no sabía cómo habían llegado a esto. Cómo era posible que de ser una pareja cariñosa y amorosa pasaran a no dejar de gritarse insultos y dormir dándose la espalda. Taehyung no entendía qué fue lo que sucedió para que en vez de las miradas llenas de dulzura que ambos se daban, ahora apenas y se dirigieran la mirada. Quizá fue el tiempo, quizá su amor no era tan duradero, quizá simplemente ya no tenían motivos para seguir… O quizá todo fue por ese accidente de hace casi un año.
Quizá SeokMin tenía razón y lo mejor para ellos era divorciarse y terminar cualquier tipo de lazo que les uniera, pero, Taehyung aún lo amaba, aún tenía esa vaga esperanza de que su matrimonio se rescatara pero… Pero si sólo era Taehyung el que intentaba salvarlo, la verdad lo veía muy difícil, por no decir imposible puesto que si Jungkook ya no lo amaba entonces no había nada que hacer.
Taehyung anhelaba con todo su corazón que su matrimonio mejorara, que su amor lograra salvarlo.
Al día siguiente la tensión en el hogar no era nada buena, ambos se encontraban en el comedor; el pelirrubio sentado cómodamente mientras desayunaba con una mueca neutra, mientras que el pelinegro se preparaba una taza de café -con mucha cafeína cabe mencionar-. Jungkook apenas y miraba a Taehyung y éste último parecía un zombie debido a las pocas horas de sueño obtenidas. Debido a eso mismo el pelinegro no fue consciente de la silla que se interponía entre él y su asiento hasta que se tropezó con ella, la taza de café salió disparada hacia el pelirrubio, el líquido cayendo en su abdomen, Taehyung rebotó con la mesa para después caer hacia atrás pegándose con el descanso de la silla con la cual se había tropezado. Jungkook estalló en furia.
—¡Serás estúpido! ¡Mira lo que hiciste! ¡Me has lanzado el maldito café en la ropa! —con gritos furiosos se quitó la camiseta mojada y caliente, tomó unas cuantas servilletas del servilletero e intentó apaciguar la quemazón en su abdomen. Taehyung seguía en shock, tirado en el suelo, sobándose la herida en su cabeza, sus ojos bañados en lágrimas mientras que palabras incoherentes salían como plegaria de sus labios.
—Perdóname, Kook… Amor, perdón. No fue mi intención… —decía entre sollozos, trató de ponerse de pie pero un mareo se lo impidió. Jungkook lo tomó del brazo y lo levantó a la fuerza, lo sujetó por los hombros y lo zarandeó.
—¡Seguro que no fue tu intención! Pero, ¿sabes algo? Tú siempre eres el culpable de todo, siempre —soltó con desprecio, sus ojos expresando una mirada gélida, ya no había nada de esa mirada dulce de la cual se enamoró Taehyung. El pelinegro le vio con dolor, su corazón quebrándose aún más si es que eso era posible. El agarre del pelirrubio se volvió más doloroso conforme pasaban los segundos.
—Jungkook, suéltame me lastimas… —dijo tratando de retirar las manos de sus hombros. Poco caso le hizo el pelirrubio, al contrario, aumentó aún más el agarre en el contrario. Taehyung gimió de dolor.
—Por favor —bufó Jungkook—, como si tu no hubieras lastimado a alguien. Esto es poco a comparación del dolor que has causado —siseó con despreció. Taehyung negó repetidas veces.
—Kook, por favor perdóname. Nunca fue mi intención de lo que pasó ese día, me siento tan culpable de lo que ocurrió. Por favor perdóname —las lágrimas no paraban de salir. Jungkook bufó y lo soltó de golpe, Taehyung por poco y se vuelve a caer de no ser porque se sujetó con fuerza del respaldo de la silla.
—Ajá, claro. No fue tu intención… ¿Cuándo vas a entender que todo lo que pasó es y fue tu jodida culpa? ¡Dime! ¡¿Cuándo lo vas a entender?! —gritó furioso, las venas en sus sienes y brazos marcándose debido al esfuerzo, el pelinegro se encogió de hombros; asustado.
—Jungkook, por favor… Tranquilízate, me estás asustando —susurró, miedoso, angustiado. El mencionado simplemente chasqueó la lengua y se fue hacia la habitación para ponerse una nueva camiseta, luego de unos minutos bajó ya cambiado y sin despedirse salió azotando la puerta.
Taehyung se sentó de sopetón en la silla y con un poco de dolor llevó su mano al golpe que anteriormente se había dado en la cabeza, al sentir algo viscoso en la zona se asustó, olvidando por un momento su pelea con Jungkook, quitó su mano del lugar y la vio; sangre, había sangre. Asustado se levantó y fue hacia donde su móvil, desbloqueándolo rápidamente no lo pensó dos veces y llamó a quien sabía podía ayudarle.
—¿Aló? ¿TaeTae? ¿Está todo bien? ¿Pasó algo? —apenas contestó lanzó todas esas interrogantes, Taehyung se limpió una lágrima que corría solitaria por su mejilla y sonrió poquito, fue a la cocina en busca de un trapo limpio y lo presionó en la herida.
—Ocurrió un accidente. Me tropecé y cuando caí me pegué en la cabeza, me está saliendo sangre —dijo con voz bajita aún un poco asustado, él bien sabía que los golpes en la cabeza por más pequeños que sean eran de cuidado y miedo, es por eso que quería ir al doctor.
—Voy para allá, trata de no realizar movimientos bruscos, ponte un trapito que absorba la sangre y siéntate. Entraré con las llaves de emergencia ¿ok? —mientras decía Taehyung podía escuchar el ajetreo de HyungSik.
—Ya me puse un trapito limpio. Sikkie, gracias, maneja con cuidado ¿me escuchas? Puedo esperar, me siento bien —dijo un poco preocupado por el mayor, sabía cómo era HyungSik y estaba casi seguro que el mayor era capaz de saltarse todos los semáforos en el camino.
—TaeTae, no te preocupes por mí, aquí el importante eres tú. Bueno ya voy para allá, adiós —Taehyung sólo hizo un ruidito de despedida y colgó.
Aproximadamente quince minutos después se escuchó el rechinar del auto de Park, minutos después el castaño entró con rapidez a la bonita casa, fue directo a la cocina, lugar donde el pelinegro yacía sentado en una silla.
—TaeTae, hola —saludó con una linda sonrisa, Taehyung trató de corresponderle sin embargo los ojos rojos y llorosos y las lágrimas secas en sus mejillas fueron obvias para HyungSik. Una nueva pelea, otra vez una discusión con Jungkook y, Park no necesitaba tener dos dedos de frente para saber que ese golpe fue resultado de la pelea, no estaba seguro si fue el mismo Jungkook quien la causó o de verdad Taehyung se había tropezado en medio de la pelea.—Ven, vamos, te ayudo a levantarte.
Con cuidado tomó al pelinegro de los brazos y lo levantó despacio y con cuidado, cuando ya estuvo de pie HyungSik agarró el celular de Kim junto con los documentos esenciales del hospital y empezó a dirigirse a la salida de la casa, cerró bien para después ayudar a Taehyung a entrar al auto. Ya listos emprendieron marcha al hospital que le tocaba al pelinegro, dicho lugar no estaba tan lejos, de hecho estaba a unos diez minutos en auto. Llegaron y con calma -debido a que Taehyung no podía acelerarse tanto- se dirigieron a la recepción.
—Buenos días, ¿en qué puedo ayudarles? —preguntó amable la enfermera encargada de la recepción.
—Verá, mi… Mi amigo sufrió un golpe en la cabeza y está sangrando. Por seguridad decidimos venir a descartar una posible contusión o algo parecido —comentó con seguridad HyungSik, señalando al pelinegro que aún mantenía el trapito presionado contra la herida. La enfermera asintió mientras escribía en su IPad.
—Bien, ¿cuál es su nombre? —volvió a preguntar mientras abría el historial de expedientes en la computadora de escritorio.
—Kim Taehyung.
—¿Edad?
—Veintiocho años, señorita —respondió, la enfermera tecleó todo con rapidez viendo de reojo los demás datos proporcionados en el expediente del pelinegro.
—Bien, ahora ¿ha tenido desmayos, vómitos, o mareos después del golpe? —inquirió de nuevo mientras retomaba su IPad para escribir las respuestas.
—Sólo mareos y sangrado —respondió, la joven lo tecleó en su IPad y volvió al ordenador para programar la revisión.
—Bien, puede pasar al área de urgencias ahí le hablarán para que lo revisen. Usted joven puede pasar con él, sin embargo necesito llamar a un familiar directo, aquí dice que el número de emergencia pertenece a su esposo el señor Jeon Jungkook, ¿es correcto? —Taehyung se tensó notablemente, él no quería que le hablaran a Jungkook sin embargo asintió puesto que sus padres se encontraban de viaje en Japón visitando a su hermano mayor y a su familia.
Sin más pasaron al área de emergencias en donde no tardaron más de cinco minutos en atenderle, el Doctor dio el visto bueno diciéndole que la herida había sido superficial y que en la tomografía realizada no se veía ningún tipo de inflamación o contusión generada por el golpe. Aplicó un poco de pomada y un parche pequeño para evitar infecciones, después de eso despidió a ambos jóvenes.
Iban saliendo del hospital cuando un enfurecido pelirrubio agarró del brazo a Taehyung.
—¿En serio, Taehyung? Aparte de asesino, ¿infiel? —acusó siseando, Taehyung lo miró incrédulo y HyungSik rodó los ojos, tomando la mano libre del pelinegro tratando de alejarlo de la cólera de Jungkook.
—¡No! Por supuesto que no te soy infiel, ¿de dónde sacas eso? —preguntó indignado, nuevas lágrimas agrupándose en sus orbes. Jungkook chasqueó la lengua.
—Pues no me sorprendería la verdad. Ahora resulta que un simple golpe en la cabeza y ya estás en el hospital con tu amante —acusó nuevamente, HyungSik bufó y liberó del agarre al pelinegro poniéndolo detrás de él.
—Mira pedazo de imbécil, no sé qué es lo que pasa por tu cabeza pero, serás demasiado estúpido como para inventarte algo así. Aquí el que importa es Taehyung y su salud —respondió hastiado de la situación, amaba a Taehyung y no iba a dejar que un idiota que se hacía llamar su esposo lo humillara de esa manera, Taehyung no se lo merecía, él no era el culpable de lo que sucedió hace casi un año.
—Ajá… Vámonos, Taehyung, deja tu teatrito de damisela en peligro para otro día —lo volvió a tomar del brazo y tiró de él, HyungSik iba a impedirlo sin embargo el pelinegro negó. Park vio como la pareja de casados se iba a toda velocidad.
09 de Noviembre, 02 días antes del accidente.
Taehyung estaba medio acostado en el sofá hablando felizmente por teléfono con SeokMin cuando Jungkook llegó a su hogar. Cerró azotando la puerta, Taehyung brincó ante eso.
—¿Está la comida lista o ni eso puedes hacer? —cuestionó seco, SeokMin quien estaba al otro lado de la línea bufó.
—Ya está lista, Jungkook. Está en la sartén ahí en la estufa —dijo en voz baja, el pelirrubio se dirigió al lugar mencionado y después de servirse comenzó a comer. Taehyung volvió a la llamada.
—Seok… Tengo que irme, hablamos luego ¿va? —medio se despidió esperando la respuesta de Taehyung. El chico detrás de la línea asintió a pesar de no ser visto por Kim.
—Vale, pero Taehyung, antes de que me cuelgues considera lo que te dije —dijo con tono jocoso, el pelinegro se tensó. Considerar lo que le había dicho SeokMin…
Considerar divorciarse de Jungkook…
Divorciarse…
—Ajá… Adiós —y sin más colgó.
Divorciarse… Él no quería eso, él todavía guardaba una vaga esperanza de que todo mejorara.
Iba a subir a su habitación cuando la voz de Jungkook lo frenó.
—Pasado mañana tenemos una cena familiar. No entiendo cómo mi familia aún puede verte la cara después de lo que hiciste.
El pecho de Taehyung se oprimió. No dijo nada y simplemente se fue a la habitación.
Quizá y sólo quizá SeokMin tenía razón.
11 de Noviembre día del accidente.
Era un día lluvioso, de hecho para alegría de Taehyung -un amante de la lluvia- llovía a cántaros. Este factor siendo un aliciente de su buen humor, a pesar de encontrarse un poco nervioso por volver a ver a la familia de Jungkook luego de varios meses. Jungkook tenía razón; Taehyung se preguntaba cómo era que la familia Jeon aún podía verle la cara cuando él fue el único culpable de aquella tragedia.
El matrimonio se arregló sin contratiempos y partieron a la casa de los Jeon aún con la lluvia en el camino, llegaron en menos de treinta minutos y tocaron a la puerta, una señora bajita les abrió; Jeon JungHye estaba a nada de cumplir los cincuenta y cinco años. Les sonrió y los dejó pasar.
—Hijos, que bueno que hayan venido. Taehyung, cariño ¿cómo estás? —preguntó con dulzura, el mencionado la abrazó.
—Bie… —no pudo completar su respuesta puesto que Jungkook lo interrumpió.
—No sé para qué le preguntas, él ya no debería importarte —dijo con frialdad, Taehyung se tensó aún medio abrazado a JungHye.
—Jungkook, por favor evita esos comentarios. Bien sabes que él no fue el culpable de lo que pasó —Jungkook sólo bufó y se dirigió al comedor, lugar donde se encontraba casi toda la familia, a excepción de su hermana menor; SoonGia.
Al inicio la cena fue “bien”… Bien entre comillas puesto que la tensión que expulsaba la pareja era palpable para todos.
—Y, tíos ¿algún avance? —sin duda alguna HyoSeok no esperó que su pregunta desatará una terrible discusión entre la familia.
—No, no ha habido nada. La policía dice que lo mejor es que perdamos la esperanza —dijo con pesar el señor Jeon; Jeon SeoKook. Jungkook apretó sus puños.
—Yo… Yo estoy seguro de que pronto tendremos noticias —un suave y miedoso murmullo se escuchó proveniente de Taehyung ocasionando que Jungkook se levantara de golpe dando un golpe con su puño cerrado en la mesa.
—¡Cállate! ¡Para ti es muy fácil decir eso, total tú no lo sientes de verdad! ¡Tú eres el único culpable! ¡No puedes decir algo tan fácil cuando sabes bien que es casi imposible que suceda un avance! ¡Así que cállate! —gritó furioso Jungkook, Taehyung tembló, haciéndose chiquito en su silla. SeoKook se levantó de su silla y tomó al pelirrubio por los hombros tratando de calmarlo pues a pesar de conocer a su hijo y saber que era incapaz de golpear a Taehyung, lo mejor era prevenir pues sabía que en los ataques de ira uno podía desconocerse.
—¡Jungkook, por favor cálmate! ¡Taehyung no tuvo la culpa de lo que sucedió! —gritó su madre, sus ojos bañados en lágrimas mientras abrazaba a Taehyung.
—¡Por el amor de Dios, madre! ¡¿Cómo puedes seguir defendiéndolo?! —trató de zafarse del agarre de su padre.
—Hijo, él no tuvo la culpa y lo sabes —dijo con calma su padre. Jungkook negó y apuntó a Taehyung.
—¡Maldición! ¡Tú! Tú eres el único culpable, no sé cómo fue que me enamoré de ti —dijo con hastío, viendo directamente a los ojos del pelinegro. Taehyung sintió como todo se desmoronaba.
Él era el culpable…
Posiblemente era un asesino…
Él destruyó una vida. No, destruyó a toda una familia…
Él, sólo él.
Sin poder aguantarlo más salió corriendo de la casa, empapándose debido a que aún llovía. Se aferró al espejo retrovisor del coche de Jungkook y trató de controlar su respiración. No podía respirar.
Jungkook salió a los pocos minutos desbloqueando el carro.
—Sube —ordenó, Taehyung le hizo caso de inmediato.
Jeon no esperó mucho tiempo para arrancar a toda velocidad, la lluvia aumentó todavía más. Taehyung lloraba silenciosamente, SeokMin tenía razón, su matrimonio con Jungkook ya no tenía sentido.
—No sabes cuánto te odio. Todo el amor que una vez sentí por ti ahora no existe —dijo con desprecio, Taehyung apretó sus manos al cinturón de seguridad, Jungkook iba demasiado rápido.
—Jungkook, por favor baja la velocidad, podemos tener un accidente —murmuró con miedo.
—Me da igual, es más si lo tenemos y te mueres sería lo mejor —cada palabra dicha sólo lograba romper aún más el corazón del pelinegro.
—Kook, no digas eso por favor… Yo te amo —las lágrimas parecían infinitas. Jungkook se mofó.
—¡Pues yo no! ¡Carajo! ¡¿Cómo podría amarte luego de lo que pasó?! ¡¿Cómo te voy a seguir amando si tú eres el culpable de que mi hermanita fuera secuestrada?! Lo mejor es que nos divorciemos, te odio, no puedo seguir contigo —volteó a ver a Taehyung. Sus ojos encontrándose por unos efímeros segundos, antes de que un gran chirrido se escuchara. Taehyung lo vio con miedo.
No supieron en qué momento fue que se desbordaron del camino y empezaron a caer al arroyo, Taehyung cerró los ojos fuertemente, Jungkook volteó a verlo y sin pensarlo tomó su mano con fuerza. El coche seguía cayendo, dando vueltas y vueltas, chocando con los árboles y rocas que había. Luego de unos minutos finalmente cayeron, fue duro y seco, había sangre por todos lados. Taehyung abrió los ojos encontrándose con los de Jungkook.
—Amor…
—Kkulgom…
Antes de caer en la inconsciencia una lágrima cayó de parte de ambos.
Jungkook llevaba días esperando que su esposo despertara, tenía miedo de perderlo, llevaba casi dos meses en coma. Dos meses… Dos meses en los que su vida cambió por completo.
SoonGia…
Habían encontrado a SoonGia, con vida. Ahora ella estaba con ellos, y Jungkook se sentía tremendamente culpable de todo, específicamente de cómo trató a Taehyung. SoonGia le había explicado todo. “Taehyung no fue el culpable, antes de que me subieran a la camioneta lo drogaron y golpearon…” . Él se cegó por su dolor, tanto que no le creyó a la persona que más amaba. Y… Ahora, Taehyung estaba entre la vida y la muerte.
Estaba dando cabezazos en el sillón de la habitación de Taehyung cuando una vocecita lo despertó.
—Ughm…
Jungkook brincó de su asiento y fue corriendo a un lado de la camilla, Taehyung lo volteó a ver con intriga.
—¿Kkulgom? Amor…
—Lo siento, pero… ¿Quién eres? —la pregunta lo dislocó.
La persona que arruinó todo, la persona que te ama. Tu esposo.
—Yo, yo soy tu… Yo soy tu amigo —respondió en cambio.
—Oh, lo siento pero no te recuerdo —dijo avergonzado.
Amnesia temporal, fue lo que les dijo el doctor. Taehyung tenía amnesia temporal debido a una inflamación en el cerebro. Taehyung le había olvidado parcialmente. Jungkook tenía una segunda oportunidad para remediar sus errores, él iba a volver a enamorar a Taehyung y cuando lo recordara se iba a ganar su perdón y lucharía por su amor.
—Me recordarás Kkulgom…
Se logró, luego de un gran esfuerzo y unos ahí detallitos se logró. Gracias a BE y a bngtandream- por ésta aventura.
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