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Otro día más y sigue viendo como el que debería ser su omega sufre por el alfa kim. Esta demás decir que su propio alfa ya esta harto de ver y no hacer nada, pero ¿qué podía hacer?

Jimin solo le saludaba y, muy pocas veces, le hablaba y solamente era para desahogarse, pero como siempre, Yoongi solo podía escucharlo y aconsejarle.

Es que, le era imposible negarle ayuda cuando la necesitaba porque Jimin merece sonreír y brillar con todo su esplendor.

Como todos los días, se encontraba debajo de un árbol pero esta vez, sin nada que hacer y distraerse. Sus amigos... estaban alejándose de él y como el cobarde que es, no puede hacer nada para impedirlo.

Estaba por quedarse dormido, curiosamente cada vez que miraba el cielo por un buen rato, sus ojitos se empiezan a cerrar lentamente hasta quedar en los más profundos sueños.

Pero un ruido muy fuerte, hace que su alfa se altere y esté alerta, porque viendo que fue lo que provocó aquello, le enfureció. Podía ver como los ojitos de Jimin se iban llenando de lágrimas mientras bajaba la cabeza mirando en el suelo una caja de muffins.

Y del otro lado, se veía al alfa kim con el ceño fruncido. Estaba por ir a defender al omega pero, éste levanto la mirada con una sonrisa y dijo unas palabras que no pudo escuchar.

Luego, empezó a levantar la caja y se fue junto con Kim y al rato, sonó la campana. Levantándose mientras suspiraba, va al aula para desperdiciar tres horas más de clases.

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–¡Hyung! ¡Hyung! –se escuchaban los gritos de un omega en los pasillos repletos de alumnos que se dirigían a la salida.

Como no sabe que lo llaman a él, no le hace caso y sigue su camino para ir al campo a despejar sus pensamientos y sentimientos, a liberarse de la carga que tiene que soportar.

–¡Hyung! ¡Yoongi hyung! –detuvo su andar y se giró para ver a la persona que lo llamaba. Ve una cabellera castaña acercándose a él, ya sabe de quien se trata.

–¿Qué pasó Hoseokie? –le preguntó a su amigo cuando llegó a él. Luego de unos minutos, porque el beta necesitaba tomar aire, pudo contestar.

–Nada, solo quería avisarle que para mañana estaba planeando juntarnos con los chicos –respondió con una sonrisa, agarrándose del brazo de Yoongi y empezando a caminar nuevamente.

–Mh, no lo sé, trataré de ver si puedo pero, te avisaré.

–Esta bien, hyung. ¡Nos vemos mañana! –le dió un beso en la mejilla y se fue.

Mientras tanto, el alfa empezó a ir detrás del colegio. Pero en el camino, se encontró con una situación incómoda, porque estaban el alfa kim y Jimin besándose como si eso dependiera sus vidas.

Con un nudo en su pecho y con su alfa gruñendo pero a la vez lloriqueando, se alejó tratando de no ser visto. Pronto llegó al árbol que ni tan lejos ni tan cerca se encontraba.

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