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Estaba escuchando música debajo de un árbol con su alfa inquieto porque veía como el chico del que estaba enamorado se encontraba detrás de su pareja, le seguía de un lado a otro pero el alfa no le hacía caso.

Le era imposible quitar la vista de aquel omega, era adorable la forma en la que sus abultadas mejillas se formaba cada vez que le veía hacer un puchero que mostraba lo disconforme que se encontraba con su novio.

Y aunque no le gustase el que sufra por kim Namjoon, no puede hacer nada y eso le enoja mucho.

Pero, una mano le tapa la vista y gruñe para asustar al causante de no poder ver al lindo omega.

-¡Hyung, adivine quien soy!

-Deja de molestar Jungkook, estoy ocupado. -respondió molesto a su amigo. Mientras éste con una mueca triste se sienta frente al alfa.- ¿Qué quieres?

-Solo venía a charlar con usted, pero veo que no quiere por estar viendo a ese omega que ni siquiera sabe de su existencia. -mencionó enojado a su amigo.

Al ver el semblante del omega junto a él, se sintió mal por la forma en la que lo trató. Así que se tiró encima de él para abrazarlo y decirle:

-Lo siento kookie, disculpame, si quieres luego de clases vamos por un helado, ¿te apetece?

-¡Sí, hyung, esta perdonado! -gritó efusivo contestándole. Lo que provocó que varias miradas se posasen en ellos.

-Bueno, pero no grites. -dijo nervioso por las miradas en él mientras se alejaba del omega.- Ahora dime a que venias.

-¡oh, cierto! Jin hyung dijo que pronto se acerca el cumpleaños de un amigo suyo y quería que le ayudemos a prepararle una mini fiesta sorpresa. -contestó emocionado.

Y así mantuvieron la charla hasta que sonó la campana de regreso a clases, con pesadez se levantan y van a sus respectivas aulas.

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A la hora de la salida, esperó pacientemente a su amigo en la entrada del instituto y mientras lo hacía, miraba disimuladamente a los demás para ver si se encontraba con el dulce omega lindo.

Y ¡bang! Apareció, pero éste no lo notó a él por el simple hecho de estarse yendo detrás de su novio, que ni le tomaba en cuenta. Le dolía, porque era obvio que la pasaba mal al lado de aquel alfa y no quería eso para el pequeño.

No le gustaba verlo llorar a escondidas y, cuando accidentalmente se le escapaba alguna lágrima cuando se encontraba con alguien, lo disimulaba.

Y cuando la pareja estaba un poco lejos, el omega Park se gira y, no sabe si fue una alucinación o si fue real pero, posa su mirada en Yoongi y le regala una pequeña sonrisa.

Esa simple acción hizo que sus mejillas se tiñeran de un leve color rosita, y que su alfa enloquezca de alegría.

-Ay, hyung, siento la tardanza... ¿Vamos? -sale de su ensoñación por el comentario de Jungkook, y en respuesta le asiente con la cabeza mientras se tocaba la parte caliente de su rostro para calmarse.

Con una sonrisa de tonto, se agarra del brazo de su amigo y empiezan a caminar en dirección a la heladería que se encuentra cerca de la casa de ambos.

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Editada
120221.