Extra: Jace
Magnus se volvió de lado.
-¿Y a ti qué te importa si Alec lo que pasa fatal?
-¿Qué me importa? -alzó la voz Jace, tan fuerte que Presidente Miau se sentó de golpe, como si le hubieran soldado una descarga eléctrica-. Claro que me importa Alec; es mi mejor amigo, mi parabatai.
(Ciudad de fuego celestial)
* * *
Me odian, ya sé 🙈, me quedó claro con sus comentarios de que no entendieron y los desespero y demás 😂
en fin, gracias a quien decida leer el extra y quien no, hasta mañana con el capítulo!
este desde que se habló de la muerte de Max pensaba hacerlo, pero ahora queda mejor, ya saben a quién vio Magnus, no?
* * *
[Extra: Jace]
Cuando Alec había visitado la tumba de Max, acompañado de Magnus, él sabía lo que había ahí: flores frescas que Izzy habría llevado, un nuevo cómic, y aquel soldadito que el amaba y que nadie supo de dónde había sacado.
Max simplemente llegó un día de la escuela con una gran sonrisa y aquel soldadito.
Alec intentó quitárselo, amenazó con hacerlo si no le decía de dónde lo había sacado, aún así no dijo más que "Me lo dio alguien especial".
Así que al final lo dejaron pasar...
Lo que no sabían es que aquel juguete se lo había dado un ángel de cabello rubio, ojos dorados, y una sonrisa arrogante, que había seguido a su parabatai, y a sus hermanitos, incluso más allá de la muerte.
Siempre estuvo ahí y se odio cuando Alec y Max tuvieron aquel accidente y él no pudo hacer nada. Sufrió cuando Max subió de nuevo para estar juntos, y sufrió más cuando los ojos de Alec se abrieron y supo que no vería más.
Alexander Lightwood había decidido reencarnar sólo para reencontrarse con Magnus, fue su decisión incluso cuando le dijeron que no recordaría nada y eso no aseguraba que su destino volviera a cruzarse con el de él.
<<Alec, tú no recordarás nada de tu vida anterior... Puedes cruzarte con Magnus y no lo reconocerías siquiera...>>
<<Puedo no recordarlo, no reconocerlo como dicen, pero mi corazón lo haría, sin importar si sé quien es, sentiría lo importante que es para mí...>>
Y algo así le dijo Magnus aquella vez: -Tal vez tus ojos no me ven, pero tu corazón puede sentirme, fue por eso que tomé tu mano izquierda, la que va conectada al corazón. Deja que tu corazón sienta al mío, y que no te importe, ahora ni nunca, que tus ojos no puedan verme, porque puedes sentirme, y eso para mí es lo importante.
Jace nunca aceptaría que un ángel podía llorar y él lo había hecho aquel día, sintiendo cómo Alec se sintió, derramando las lágrimas que su parabatai se guardó.
Alec no tenía recuerdos, le habían quitado la vista, y aún así su corazón reconocía a Magnus...
Isabelle y Max Lightwood decidieron seguir a su hermano y el lazo entre ellos era tan fuerte que volvieron como hermanos de nuevo.
Jace no quiso, no le hacía falta, tenía a su lado, por toda la eternidad, a la pelirroja de su vida.
Pero eso no impidió que, de vez en cuando, bajara a la Tierra y cuidara de sus hermanos.
Max, su alma inocente de niño, fue el único que llegó a verlo y hablar con él.
Max conservaba aquel soldadito que él pudo volver a darle.
A veces sentía que Izzy y Alec podían sentir su presencia aunque no lo veían.
Jace sospechaba que el amor de Alec por Magnus era tan grande que él había conservado la visión para reencontrarse con él algún día y reconocerlo, después ocurrió el accidente y, cuando por fin se reencontraron, ya no pudo comprobar si aquello era cierto...
Aunque aún lo sospechaba. Sobre todo por aquella vez en que escuchó a Max, a su hijo, y se supone que no debería haber sucedido.
Así que aún podía sentir el mundo de las sombras, o era su vínculo por ellos, por su esposo y su hijo...
Jace no había estado más feliz que cuando, con entrometimientos sutiles, llevó a Magnus hasta el Destino. Cuando el cuerpo de Alec sintió que alguien lo llamaba y Magnus cruzó aquella avenida...
Y ahora el tiempo se acababa y él no podía dejar que su inseguro parabatai, porque ni la muerte le quitaría eso, arruinará esto...
Así que tuvo que intervenir, pero no se supone que Magnus Bane lo viera como hacía justo ahora, ni que en esos ojos de gato brillara la decisión clara de cruzar la avenida así fuera con magia y preguntarle qué hacía ahí...
Maldito seas, Magnus Bane. Pensó con una sonrisa, sabiendo que el momento de hablar había llegado.
Y si un ángel podía ser castigado, ese día lo sabría él...
CONTINUARÁ...
Bueno gracias a quien lea! ❤
hasta mañana con el final del 25!
Ya están, como dije, ABC, El favorito, y un Alternativo.
Ah y una nueva historia con Sabry! "Eres", por si gustan leerla!
Al rato subo Los últimos amantes y alguna otra!
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