Eran amantes eternos, buscarse y encontrarse una y otra vez era su karma.
(Isabel Allende)

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[Extra: día 1]

Ya saben cómo funcionan los extras. Este es el día 1 desde el POV Alec...

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POV ALEC

Había soñado. Casi nunca sueño y hoy había soñado.

Había sido un buen sueño. Un sueño vívido. Mis ojos se llenaron de lágrimas al despertar y abrirlos, y saber que no había nada, no era real, Él no estaba.

Había estado en una cama enorme, con sábanas suaves y cálidas. Mi torso descubierto, y una mano tibia, acariciando mi espalda, me despertaba. Una sonrisa había bailado en mis labios al sentirlo y escuchar su voz.

Era hermosa.

-Buenos días, amor...

Había contestado con algún gruñido bajo y me acarcaba más a su toque. -Alexander, despierta.

Sin perder la sonrisa, había girado mi rostro, al sentir su cuerpo sobre el mío y su aliento en mi nuca. Abrí los ojos, frotando para recuperar el sentido completamente.

Fue una visión borrosa de su rostro. Piel morena. Suave al tacto de mis manos. Pero sus ojos, brillaban demasiado, verde dorado, esos no podría olvidarlos fácilmente.

Había pensado que no volvería a soñar. No había soñado desde el accidente.

Me quedé un momento en la cama, con los ojos cerrados, no hacía falta abrirlos. No iba a cambiar nada.

Escuchando el silencio. Hace tiempo que en esta casa no había más risas. No desde que Max se había ido.

Una sensación extraña fue inundando mi pecho, conforme los minutos pasaban y esa imagen, esos ojos, no se borraban de mi mente. Mi cuerpo se sentía vivo, todo en mi interior acelerado, como si una revolución estuviera en cada célula.

Tenía miedo.

Miedo de salir de esta cama y enfrentarme al mundo, a la realidad fría y gris, después de un sueño cálido.

Pero, a la vez, algo allá afuera me gritaba, llamaba por mí. Era una sensación que nunca había tenido. No creía en los presentimientos, pero hoy sentía que sería diferente. Mi corazón latía diferente. Y me encontré sonriendo, sin razón, cuando Izzy entró a apresurarme.

Estaba feliz desde que había decidido salir y hacer por otras personas lo que había hecho por Esperanza.

Me duché rápido. Desayunamos y fuimos al Destino antes de ir al árbol aquel donde siempre me sentaba a esperar.

No hubo muchas personas esa mañana, así que ella se quedó conmigo. -Hoy te veo diferente, Alec. Hay algo... Estás... feliz -la palabra sonó incluso extraña-, eso es, estás animado hoy, ¿pasa algo?

El estómago se me llenó de una sensación extraña, mi corazón se aceleró, mi piel se sentía rara. Suspiré al tiempo que me quitaba un momento las gafas, una sonrisa nerviosa apareció como dándole la razón a Izzy.

-N-No... -empecé a tartamudear y ella rió. Y entonces me congelé, un escalofrío me recorrió completamente, y me erizo la piel. Recordé, no sé por qué, la última parte de mi sueño, justo antes de voltear hacia la avenida.

Nadie me había llamado. Y, evidentemente, no veía nada. Pero algo me hizo voltear. Mi corazón se detuvo y luego se aceleró cuando escuché a alguien tropezar. Así que sí había alguien.

Me puse las gafas al instante. Y no pude evitar sentir mi cara arder cuando Izzy me dijo "Este es ardiente" justo antes de irse, con Esperanza seguramente.

-Hola -le digo lo más amable que puedo.

-Hola -su voz es un susurro y logra aumentar la sensación que ya embriagaba mi cuerpo.

Pero éstas se tornan en nervios cuando los minutos pasan y no dice nada. ¿Se ha ido?

-¿Tienes una historia que contar? -pregunto no muy seguro.

-Por supuesto -contesta apresurado, me alegro que siga aquí, no sé por qué-. Tengo...bastantes, he vivido siglos...

¿Es que me creía idiota? Mis labios se fruncen en una mueca antes de preguntarle: -¿Te estás burlando de mí?

-Claro que no, Alexander -mi nombre, con esa voz...

-¿Quién te dijo mi nombre? -le exijo molesto.

-Eres famoso por aquí, Alexander.

Miente. No lo conozco, pero sé que miente.

-Lo dudo. Es mi primer día aquí y, en treinta, será el último...

Me gusta el lugar que Esperanza eligió. Pero no por eso romperé mi única regla.

-¿Y eso por qué, Alexander?

-No me llames así -o me volveré loco.

-¿No es tu nombre? -su voz suena lejana, no físicamente, él suena ya perdido.

-Prefiero Alec...

-Ok, Alec...

-¿Cuál es tu historia... Uumm? -me doy cuenta que no sé su nombre.

-Magnus. Magnus Bane...

Escucho el sonido de su ropa al rosarse cuando extiende su mano hacia mí. Extiendo la mía, tomo la suya en un rápido saludo, más rápido de lo que hubiera esperado, pero hay una chispa de electricidad que me hace soltarlo.

Y su piel. Me recuerda...

-¿No eras...?

Un idiota. Soy un idiota por pensar justo ahora, con él, un completo desconocido que obviamente no sabe tratar con alguien diferente, en mi sueño.

-Soy ciego.

-¿Cómo...?

No estoy aquí para satisfacer curiosidades. -¿Cuál es tu historia?

-Supongo que puedo empezar por... uumm... Etta.

Sonrío un poco. -¿Quién es Etta?

Pero Izzy nos interrumpe. A pesar de sus preguntas impertinentes, no puedo evitar sentirme apenado cuando le digo: -Disculpa, Magnus. Si todavía quieres, puedes venir mañana.

No sé por qué, pero esperaba que viniera.

CONTINUARÁ...

gracias a quien decidiera leer. Mañana (lunes) sigo con el día 24!

Ya están Equals y ABC, seguiré con El favorito y tal vez Aprendiendo juntos...