Día 30 (continuación/8)
-Hemos desperdiciado tantos días, tantas semanas.
-¿Desperdiciado? No sé. Quizá simplemente necesitásemos tiempo para averiguar si esto era lo que queríamos.
-Alguno de nosotros hace las cosas difíciles a propósito.
(André Aciman)
* * *
[Día 30]
POV ALEC
-No puedo solo -se aferra a mí y cada palabra duele un poco más que la anterior-. No quiero. Por favor, Alexander, te necesito. No me dejes. Fue...fue insoportable... Yo prometí... Lo prometí, pero...
Termina con voz rota. Y yo no puedo. Él se está aferrando a mí de modo que siento que soy yo quien lo dejó, a quién ha añorado un siglo, que soy aquel que podría ayudarlo a ser feliz de nuevo, que puede limpiar cada pieza su alma rota.
Él intenta seguir, pero son sólo sollozos y frases entre cortadas, y no hace falta que siga. De algún modo, sé lo que prometió.
<<Promete que vas a vivir, que no intentarás alcanzarme del otro lado...>>
-Sshh. Está bien. No hables. Estoy aquí, ya estoy aquí...
No he estado durante ese horrible siglo contigo, pero ya estoy aquí, y mientras me necesites no me iré. Porque siento que puedo morir si algo te pasa, no lo entiendo, pero es así, siento que lo más valioso de mi existencia eres tú, que algo ata fuertemente tu vida a la mía.
Él sigue estremeciéndose entre mis brazos, siguen los sollozos, las palabras cortadas. Pero, poco a poco, mientras mis brazos lo sostienen fuerte contra mí, sus latidos se tranquilizan lentamente.
-Estoy aquí -mi voz como si le hablara a un bebé, a alguien fuerte que sólo necesita tiempo para demostrarlo-, no voy a dejarte caer, Magnus. Apóyate en mí.
-Siempre lo hago, Alexander. Siempre lo hago -sus palabras rotas, pero que se sienten con una sonrisa, detinen mi corazón un momento.
¿Me ha dicho eso antes?
POV MAGNUS
¿Esos momentos atemporales en que ni aunque tu vida dependiera de eso podrías decir cuánto ha pasado, segundos, minutos, horas, o tal vez el tiempo en verdad dejó de existir?
Esos sólo los he vivido al lado de Alexander, como ahora en sus brazos, con su voz en mi oído, su mejilla frotándose contra mí, y sus manos dejando caricias tranquilizadoras.
¿El tiempo se detuvo o retrocedió un siglo a cuando todo era perfecto?
Yo sólo sé que a su lado todo deja de importar, dejo de pensar en mis acciones, sólo actúo. Y esas son las personas con las que vale la pena vivir, pasar cada minuto, aquellas con las que puedes ser tú mismo y te aceptan como eres.
Alexander fue, es, y será eso para mí. Mi persona. Aquel que vio lo peor de mí y decidió quedarse, y no sólo eso, amo cada defecto mío sin pretender amoldarme a su modo.
Y después de algo así, ¿cómo podría yo no aceptarlo con lo especial de sus ojos en esta vida?
Siénteme, Alexander, sólo siénteme, y todo, menos tú y yo, dejará de importar.
-Yo prometí -él intenta detenerme, pero quiero decirlo, tengo que soltarlo, ya es tiempo, estoy listo-, prometí no olvidarlo, y nunca lo haré. Le prometí que amaría de nuevo, que seguiría adelante sin él, prometí no querer morirme -tengo de tenerme un momento, morder mis labios para no llorar otra vez-, pero ¿cómo querer vivir si la razón de mi vida se había ido? No sé puede vivir sin corazón, y él era el mío.
-Magnus...
-No. Nadie lo entiende. Nadie ve más allá de la acción. Yo prometí algo que no podía cumplir. De verdad, ¿de verdad se supone que viviera sin él, después de él? No podía, y fue por eso que lo hice...
-Magnus, basta...
POV ALEC
No puedo soportarlo.
-No fue un accidente, no fue debilidad, no fue cobardía. Fue un acto de amor desesperado. Alcanzarlo en otra vida...
<<...porque en realidad no sabemos si hay una vida después de esta...>>
-...y si no había otra vida, al menos dejar ésta.
-¿Y Max? ¿No pensaste en él? -no puedo evitar la dureza en mi voz.
Él se separa de mí. Siento su mirada. Sus pulgares limpian las lágrimas que silenciosas siguieron bajando. Yo busco su rostro y hago lo mismo.
-Tienes a tu hijo, Magnus. Y lo habías prometido. A él no le habría gustado...
-Lo sé -él suspira-. A ti no te habría gustado, ¿verdad?
No tengo que pensarlo. -No. Yo te habría hecho prometer lo mismo.
-Lo sé -se escucha una sonrisa en su voz-. Pero no puedo solo, Alexander. Lo he intentado y no puedo.
-No estás solo, Magnus.
-Lo estoy. No tengo a quien necesito. Cura mi soledad, por favor, Alexander. Dame una oportunidad.
CONTINUARÁ...
ok! el siguiente acabamos! 💔😢
dirá que sí?
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