O podía dar un paso hacia la nada y elegir a Magnus, la poesía mucho más extraña de él, su genialidad y su furia, sus malos humores y sus alegrías, las extraordinarias habilidades de su magia y la magia no mucho menos arrebatadora de su forma de amar.
No había mucho que pensar, Alec respiró hondo y tomó una decisión.
(Ciudad de fuego celestial)

* * *

[Día 26]

POV MAGNUS

Me había aguantado mucho, tenía que soltarlo. -...¿quieres ser mi novio, Alexander?

Siempre había pensado que era una exageración aquello de "Tanto silencio que puede escucharse una aguja caer" o "Parecía que el tiempo se había detenido", "El mundo dejó de girar", pero entonces Alexander no contestaba nada, y yo empezaba a replantearme la veracidad de esas frases.

No sabía si debía romper el silencio yo. ¿Darle una salida? ¿Retractarme? ¿Decir que era una broma? ¿Que no tenía que contestar?

Tanto tiempo después y Alexander seguía volviéndome loco.

POV ALEC

Casi estoy seguro que me quedo con la boca abierta, lo cual seguro hace que Magnus se arrepienta de su pregunta.

No diré que no pensé, tal vez, alguna vez, en esta posibilidad. Porque, a pesar de mis palabras y mis actos contradictorios, yo no quería que se fuera de mi vida. Quería tenerlo más allá de treinta días. Porque, después de haber estado en sus brazos, de sentirme seguro y cómodo contra él, de reconocerlo como lo hacía. Después de haber probado sus labios, yo sabía que no quería otros besos...

...porque después de haber conocido a Magnus Bane y casi tocar el cielo, de estar tan cerca de lo que creo puede llegar a ser amor, yo no quería a nadie más. Ni ahora ni nunca.

No sabía si habría un futuro para nosotros después de mi plazo, no por falta de sentimientos, no por falta de insistencia suya, sólo... el futuro es incierto.

Podría tomarlo ahora. Decir sí, sí quiero, y arriesgarme, aferrarme a la posibilidad...

O podría decir no y arriesgarme, esta vez en un mal sentido, a que él decida que no vale la pena el esfuerzo.

Porque, ¿quién lucharía tanto por un desconocido?

POV MAGNUS

Nuestras manos siguen juntas, yo sigo frente a él, a unos centímetros de distancia. Puedo olerlo, sentir su calor, escuchar cómo respira profundamente, ver el pulso acelerado en su cuello y, finalmente, la decisión en su rostro y cómo sus labios se fruncen antes de hablar.

Creo que he ido demasiado lejos.

-Escucha, Magnus...

-¿Eso es un no? -siento como mi mano se afloja sobre la suya, pero el la sostiene con firmeza.

No puedo negar que una parte de mí creyó, confiaba, en que diría sí.

-No.

-¿No?

-Es decir sí, es un no, pero quiero explicarte mis razones y quiero que escuches hasta el final, ¿está bien?

-Si esto es aquello de "No eres tú, soy yo..."

-Magnus -su voz se suaviza un momento cuando dice mi nombre, su otra mano sube hasta mi rostro y ahí se queda, no acaricia, sólo se mantiene sobre mí, como si sólo quisiera mantener el contacto o asegurarse de que sigo aquí-. Como quisiera poder verte mientras te digo todo esto. -Después su voz vuelve a ser firme y su mano intenta alejarse pero la mantengo, poniendo la mía sobre ella-. Estoy hablando en serio, por favor, escucha y no me interrumpas o no me atreveré a decirlo.

-Está bien -presiono ambas manos sobre las de él y él vuelve a sorprenderme cuando me abre su corazón con sus palabras.

No fue un sí, pero fue mucho más que eso.

POV ALEC

No podía creer lo que estaba a punto de decir.

¿Por qué a él?

-Hace tiempo yo tuve un accidente, lo sabes, mi hermanito murió y yo perdí la vista, y las ganas de vivir. Entonces un día Izzy me obligó a salir y nos encontramos con un hombre maltratando a una mujer, nadie hacía nada porque, aparentemente, a ninguna persona le importa ayudar a los demás. Y luego estaba yo, un ciego que, por egoísmo y cobardía, no sabía siquiera moverse solo y valerse por sí mismo, pero tenía que intervenir porque uno no presencia cosas así y las deja pasar, ¿cierto? Tanta gente veía cómo este hombre golpeaba a aquella que decía amar y no hacía nada, es irónico que fuera yo, alguien que no podía verlo, quien hiciera algo.

<<Si te preguntas qué tiene que ver esto con mi "No", espera, a eso voy. Ella se quedó en mi casa unos días, aprendimos juntos un poco, nos ayudamos uno al otro. Ella me ayudo a empezar a aceptarme, a moverme en mi casa con libertad, y a su vez se liberó de su carga contándome su historia, le hice entender que eso que aquel nombre sentía por ella no era amor. Y se sintió bien, ¿sabes? Darme cuenta que incluso así, después de haber perdido la vista, podía hacer algo por las personas, que escucharlas bastaba en ocasiones. Porque, a veces, sólo necesitamos alguien que nos escuche, que opine desde afuera, objetivamente.

<<Una persona se volvió dos y pronto estuve escuchando a varias al día, y escuchar del amor hizo despertar en mí ese deseo que supongo hay en todos, de encontrarlo, el real, aquel que duele pero vale la pena, no el que duele porque es incorrecto, que sólo te daña y no aporta luz y felicidad a tu vida. Y también me di cuenta que no podía escuchar mucho tiempo a una persona porque terminaría encariñándome, queriéndola, y perdería objetividad, ya no podría ayudarla como era mi intención. Eso lo sé porque Esperanza ha sido la única que logró quedarse y, como es evidente, yo he perdido objetividad porque mi corazón entró en juego.

<<Pasaron los meses y eso de los treinta días funcionó, voy a diferentes lugares cada cierto tiempo. Empecé a sentirme libre, feliz, útil, y eso sustituyó las ganas de amar. Las hice a un lado porque lo creía imposible para alguien como yo. Antes leía, leía mucho, e idealizaba el amor, ahora, con las historias de los demás, volvía a pasarme algo parecido. Hice a un lado mis propios sentimientos y necesidades y entonces apareciste tú.

<<Tú que desde el primer día despertaste tanto en mí. Nunca he querido tanto ayudar a alguien, Magnus, nunca, con nadie, he sentido esta conexión. Me parece entenderte más allá de lo normal, me duele tu dolor, me hace feliz tu felicidad, y quisiera poder viajar en el tiempo y evitarte tanto.

<<Hasta ahí pudo ser normal, pudieron pasar treinta días y yo seguiría feliz sabiendo que te ayude aunque fuera un poco y si necesitabas más ayuda, la buscarías. Pero entonces tu mano tocó la mía, supe lo que era abrazarte, acepté salir contigo, te dejé besarme y te besé, y algo cambió.

<<No puedo negar lo evidente, ¿cierto?
Algo ha cambiado y no puedo pararlo, y necesito hacerlo porque yo quiero escucharte, quiero ayudarte, y no han pasado treinta días. Y no puedo decirte "Sí" porque no hemos terminado con eso y no podemos empezar nada sin terminar algo que ya hemos comenzando. Porque aunque me involucré sentimentalmente, todavía intento ayudarte, todavía voy a escucharte. Y ser novios...

POV MAGNUS

-...sería demasiado personal -termino por él.

Él suspira, parece aliviado, y sonríe. -Sí.

Lo abrazo fuerte. Alexander y sus extrañas maneras de decir Te quiero y complicar las cosas. Él me abraza de vuelta y sigue sonriendo.

-Pero sabes que no me daré por vencido, ¿cierto?

No contesta y oculta su rostro cerca de mi cuello, pero no me pierdo cómo su sonrisa se hace más grande.

-Y no me importan los treinta días, lo sabes también. Además ha habido varios que me debes, como hoy...

Eso parece regresarlo a la realidad. Se separa de mí. -Nos están esperando.

-Cierto -tomo su mano y caminamos de regreso a la mesa-. Sólo quiero decir que mis intenciones son buenas, pero Alexander se rehúsa a ser mi novio...por ahora.

Max me sonríe. Sheldon parece no entender nada.

-¡Magnus! -Alexander suelta mi mano y se ruboriza.

Isabelle y Esperanza se ríen y repiten: -Por ahora.

Alexander gruñé y entonces empieza el interrogatorio.

CONTINUARÁ...

Empieza la charla y Alec dijo no, no lo odien... ni a mí 🙈

No alcancé a subir El favorito, pero lo haré hoy!
pero sí actualicé Los últimos amantes, Lightwood Bane, Fetiches y el Alternativo!