—¿Así que Magnus te curó? —inquirió la muchacha—. Luke dijo...
—¡Sí! —exclamó Isabelle—. Fue tan impresionante. Apareció, hizo salir a todo el mundo de la habitación y cerró la puerta. No dejaban de estallar chispas azules y rojas en el pasillo procedentes de debajo del suelo.
—No recuerdo nada de eso —indicó Alec.
—Luego permaneció sentado junto a la cama de Alec toda la noche y hasta la mañana para asegurarse de que despertaba perfectamente —añadió Isabelle.
—Tampoco recuerdo eso —se apresuró a añadir Alec.
Los labios rojos de Isabelle se curvaron en una sonrisa.
(Ciudad de hueso)

* * *

[Día 18 final]

POV ALEC

¿Podría yo, tal vez, igualar un sentimiento así? ¿Merecer un amor así, sentirlo?

Probablemente no. No con Magnus. Dicen que hay sólo un gran amor en la vida y él ya había tenido el suyo…

-¿Alec, estás bien?

-Sí –no pienses esas cosas, Alec-, ¿y él te llamó?

-No exactamente…

-¿Cómo es eso?

-Bueno… Él se sentía mal por no haber matado ningún demonio, y no es que no fuera capaz, es que él siempre estaba cuidándole las espaldas a sus inconscientes hermanos, a su hermana y su parabatai, y él quería demostrarles que podía…

Sentí una punzada en el corazón. Sentía, es una estupidez, pero sentía que… No sé. Era simplemente que me sentía identificado con esto… Estaba… ¿nervioso? Sentía un nudo en el estómago. Nunca me había pasado con nadie, con ninguna historia… Era como cuando cierta situación te provoca un dejavu, de esos intensos, esos que te dejan pensando si realmente es eso, un dejavu, o en realidad es algo que te sucedió.

No es que realmente esto pudiera haberme sucedido, por supuesto…

La idea me hace reír y Magnus detiene su explicación. –Perdón…

POV MAGNUS

¿Cómo puedo conocerlo tan perfectamente y, a la vez, encontrarme con nuevos detalles cada vez? Seguía preguntándome qué tanto había cambiado, quería descubrirlo cada día, así como en la otra vida lo hice, hacerlo ahora, hasta saber más de él que de mí mismo, enamorarme de cada nuevo detalle… Amar cada parte de él y amar el conjunto, lo que era ahora. Como era.

Y eso me provocaba una simple risa. Quisiera, como tantas otras veces, poder meterme en su cabeza y saber qué piensa ¿Por qué se ríe justo ahora?

-¿De qué te ríes? –no sé por qué nunca podía evitar sonreír al verlo feliz, aunque no entendiera la razón. ¿No era eso el amor? ¿Ser feliz porque el otro lo es?

-Pensaba en los dejavus…

Esa parte de él sí la conocía. Cuando responde sin vacilar, sin pensar en mentir siquiera. ¿Dejavus? ¿Sería siquiera eso posible? Yo, tenía que aceptarlo, consideré en algún momento usar magia, sólo para ver si había algún atisbo de recuerdos de aquella vida pasada, por mínimo que fuera. pero, ¿y si lo tuviera realmente, algunos retazos de su yo anterior?

-Pero no importa, dime qué pasó después… ¿él lo logró? Suena a alguien que merecía lograrlo –hay algo en su voz…

-Él resulto herido. Yo lo curé… Fue, no sé si él lo recordaba o no, pero fue…

No logré decirle qué fue porque interrumpieron mi relato del día.

POV ESPERANZA

Lo entiendo perfectamente. Ser abandonado por tu madre, sí, yo sé de eso. ¿Era tal vez esa la razón por la que me causaba tanta empatía? Porque debía ser empatía lo que sentía por él, a sólo un par de días de conocerlo, eso o la necesidad de creer que hay un mundo que él me pintaba, que existía la posibilidad de que Alec, de algún modo, fuera su padre y yo quería a Alec y, por extensión, a su hijo…

Estoy sonando como una loca…

-Gracias –otra vez un agradecimiento, de esos que por el simple tono sabes que son de verdad.

-Ya deja de agradecerme. Sólo digo lo que pienso. Dame una buena razón para creerte, ¿si Alec es tu padre cómo es que no lo sabe? Él sería muy feliz…

-Porque él no lo sabe…

-Eso podría tener sentido…o no. Explícame mejor. O voy a creer que mi madre tenía razón y estoy loca…

-¡Tú no estás loca! –lo grita tan fuerte que la gente de las mesas contiguas voltea a mirarnos.

-Eemm…gracias. Ahora todos lo van a dudar… -no puedo evitar reír.

-Es que no lo estás –me dice muy serio, aunque algo apenado. Es tan Alec. Él sería como de mi familia si esto fuera real…

-Eso no lo sabes. Dime cómo es que Alec no sabe que eres…su hijo.

-Mi padre Magnus y yo somos brujos –dice, bajando la voz.

-Ajá… -hago lo mismo, empezamos a susurrar y a acercarnos sobre la mesa. Nuestras manos aferradas como si con eso nos conectáramos lo suficiente para entendernos sin necesidad de palabras.

-Somos inmortales… -más cerca.

-Okay…

-Mi papá, Alec, era un shadowhunter, él era mortal, él… -creo que sé a dónde va esto. Y no me gusta. Más cerca. Nuestros rostros separados por centímetros-, él murió hace casi un siglo.

Mis ojos en los suyos. Los suyos en los míos. Azul contra azul. Estamos tan cerca que puedo perderme en la profundidad de ese azul, que en este momento refleja tanto dolor… -Y… No es que no te crea, pero… ¿cómo es que está aquí, ahora…?

-¿Reencarnación? –pregunta en un susurro, encogiéndose de hombros. Sus labios se adornan con una sonrisa triste. Y puedo imaginármelo, recuperar a Alec, pero no realmente…

Me pierdo un momento en sus labios. Labios que se abren un poco, suspira, y estamos tan cerca…

¡NO!

Me pongo de pie, sin soltarlo, y lo jalo conmigo. Él me mira sorprendido. -¡Ven! Si es verdad lo que dices, debe haber algo de tu padre ahí. Yo te ayudaré… Y, si mientes y le haces daño, aunque seas un brujo, te mataré.

-…

-¡Tengo una idea! –no dice nada, pero me deja llevarlo hasta Magnus y Alec…

CONTINUARÁ…

¡Por fin ser terminó el día! Faltan 12…
¿Y saben qué se le ocurrió a Esperanza?

Cumplí lo que dije. Actualicé Amor entre libros y Disparo al corazón. Hoy toca Aprendiendo juntos y tal vez la segunda parte de Equals para quienes lo hayan leído 🙈

Intentaré ya no hacer días largos, de verdad...