Dicen que la compasión es algo amargo, pero es mejor que el odio. Cuando descubrí lo que era en realidad, un ser sólo humano a medias, me odié a mí mismo. Cualquier cosa es mejor que eso.
(Magnus, Ciudad de hueso)

* * *

[Día 18]

POV MAGNUS

<<No entiendo>>,  me dice cuando le hablo de la reacciones de mis padres al notar mi marca de brujo. Mis ojos…

-…es algo que no puede ignorarse…

Hay un silencio en el que yo no hago más que no hago más que perderme en el azul de sus ojos, me aferro a ese cielo para no dejarme arrastrar a mi propio infierno que ha amenazado con destruirme siempre. Me sorprende cuando habla por fin: -No eres un demonio…

Y su voz es firme, decidida, segura, y me recuerda tanto a aquel momento, <<No fue culpa tuya —dijo él aquella vez, con este mismo tono—. No puedes evitar cómo naciste>>, que ya no puedo más.

Se me escapa una carcajada, en la que dejo salir toda mi amargura. Aquella vez simplemente me refugie en una expresión dura, un <<Lo he superado>>, una gran mentira. Ahora no podía, tenía una revolución de emociones tratando de salir, no había pedido nada de esto, empiezo a hablar rápido antes de arrepentirme, evitando su mirada por primera vez, tal vez él no pueda verme, pero siento sus ojos juzgarme, notando mi debilidad, sintiendo lástima, e intento retirar mi mano. Ahora lo que quiero es volver a mi loft y terminar con esto: -Ojalá estuvieran aquí para escucharte –ojalá todos fueran como tú, mi Alec-, mi madre se colgó en nuestro granero, no soportó la idea de tener un hijo así. M-mi…mi padre, no mi padre biológico, mi padre mundano, intentó ahogarme cuando tenía diez años, y-yo… -no puedo con esto, no quiero que él me crea un asesino, un ser sin alma, con maldad, un demonio, porque, a pesar de lo que dice, ¿qué otra cosa podría pensar después de esto?, las palabras se enredan unas con otras y empiezo a tartamudear: -…yo sólo me defendí…yo no quería…él…yo sólo…lo incineré…

Me rehuso a ver su rostro, no quiero ver su expresión. Mis palabras al final son un balbuceo con sollozos contenidos. Él simplemente no dice nada, y no lo soporto más. Quiero irme y no volver a hablar de esto, mi nephilim tal vez me entendió aquella vez, pero este es Alexander, dudando incluso de que no esté loco e inventando todo. Pienso en una despedida aceptable mientras jalo mi mano, con más fuerza esta vez, pero él no me suelta y me sorprende, mis pocas fuerzas se van al diablo, cuando su cuerpo choca con el mío. Su calidez embriagándome, llenándome de recuerdos, termina conmigo. Mis lágrimas terminan por salir y, de repente, su mano está ahí, tratando de limpiarlas. Y me abraza, me aprieta fuerte contra él y es uno de esos momentos en que siento que, si él está conmigo, puedo contra el mundo…

-Los padres de la iglesia me escondieron. La compasión es horrible, pero es mejor que el odio. Y me odié, me odié mucho tiempo, por ser diferente, por ser un humano a medias…

Siento su abrazo hacerse más fuerte y me permito derrumbarme, porque él está aquí, como siempre…

POV ESPERANZA

Max llega, mientras a lo lejos Magnus se acerca a Alec, hoy está solo, Isabelle encontró un trabajo de medio tiempo o algo así. No sé muy bien…

-Así que… -empiezo yo cuando veo que él no dirá nada. Sólo se sienta frente a mí, y no deja de sorprenderme que la gente de las mesas a nuestro alrededor no lo noten. Es tan…diferente, no en un mal sentido… No… Es…es hermoso, es hermoso y la gente se lo pierde, ¿por qué no podemos todos ver algo tan grandioso? ¿Por qué es tan exclusivo el mundo de las sombras?

-¿Estás bien? –de repente su voz me trae de vuelta al mundo real, a mi mundo. Sus ojos brillan con algo que casi podría definir como… ¿miedo? ¿A qué podría tenerle miedo un brujo?

-S-sí…perdón…estaba…pensando… -no algo que pueda decirle, por supuesto.

Ese azul, un azul tan bello, de sus ojos, contrastando con su piel, su cabello…me mira fijamente hasta que se decide a hablar. –N-no debes tener miedo, o pensar que… Soy diferente, pero…no tiene por qué ser algo malo, ¿sí? Tú…yo no te haría nada, ni mi padre… Si tú prefieres puedo usar un glamour más fuerte mientras hablamos… Yo…

-Ey –me arriesgo a arrastrar mi mano sobre la mesa y tomar la suya, sus ojos se abren sorprendidos y miran nuestras manos, pero no la retira, las comisuras de sus labios se curvan un poco-, no tengo miedo, de ti ni de Magnus, y no me molesta en absoluto que te muestres cómo eres, tú no tendrías por qué esconderte nunca. Eres perfecto, es hermoso…

Su ceño se frunce y aparta la mirada. –No soy ninguna de esas dos cosas…

Esa forma de hablar. Esa voz. Esa reacción me recuerda tanto a Alec que no puedo evitar reír. Su ceño se frunce un poco más y hace una mueca, está molesto. Aparta su mano rápidamente y me extraño cuando hecho de menos su calor… ¿qué estoy pensando?

-No te burles… -se pone de pie y tengo que hacer lo mismo antes de que se vaya, sé de quién aprendió a ser así. Intento no reír más, pero una sonrisa es inevitable y él me mira molesto.

-¡No! Espera –me siento ridícula siguiéndolo, y ahora sí nos mira la gente-, ¡Max, espera! –digo riendo de nuevo-, esto es ridículo, no me burlo de ti, y-yo...yo de verdad creo que eres hermoso –siento mi cara arder, pero ya está dicho-, ser diferente no es malo, Max. Quien te quiera y te merezca encontrará la belleza en ti, tanto en tu interior como en tu exterior. Y creo que te pareces mucho a Alec… Casi puedo decirte ya que te creo…

Le sonrío y él me regresa la sonrisa, ¿será posible que nadie se lo haya dicho antes?, me sorprende con un abrazo, uno de esos que te llenan el alma, que te hacen sentir la suya. –Gracias-y hay tanto sentimiento en ese agradecimiento que me rompe por dentro. ¿Cuánto rechazo pudo haber sufrido para agradecerme esas simples palabras?

CONTINUARÁ…

Empiezo a tener miedo de que este día se alargue mucho, siento que me metí mucho en sus pensamientos y soy cursi, lo siento si me paso 🙈

Se supone que tocaba Aprendiendo juntos, pero será El favorito del rey 😅