Día 17 (continuación/2)
Alec se dejó llevar por el beso. Fue totalmente silencioso. Oyó el crujido de sus botas sobre el suelo nevado al avanzar, la mano de Magnus deslizándose hasta su nuca, y Magnus que sabía igual que siempre, dulce y amargo y familiar, y Alec abrió los labios para lanzar un grito ahogado, o para respirar o para aspirar a Magnus, pero fue demasiado tarde, porque Magnus se apartó de él y dio un paso atrás. Se había acabado.
(Ciudad de fuego celestial)
* * *
POV ALEC
<<Déjame, por favor mirarlos, perderme en tu cielo, mientras yo te abro mi corazón. Por favor…>>
Y no podía negarme. No quería. No con esas palabras.
Fue simple, una palabra: -Ok.
Lentamente quité las gafas. Mi rostro alzándose, volteando hacia donde Magnus estaba, simulando mirarlo fijamente. Pero no era más que eso, simular, siento las lágrimas acumularse porque nunca podré ver al hombre perfecto frente a mí.
Algo muy parecido a un sollozo se me escapa, mientras desde algún lugar fuera de mi mente, parece llegarme un suspiro. Un suspiro feliz, nostálgico, melancólico, de Magnus.
Siento las lágrimas al borde de mis ojos a punto de caer, y una de mis manos se aferra a las gafas, dudando si debería ponerlas de nuevo. Magnus seguramente no quiere ver unos ojos apagados y además acuosos. Debe pensar que soy un ridículo al ponerme a llorar sin razón. ¿Cómo pude pensar siquiera que Magnus podría sentir algo por mí?
Puedo escuchar algo romperse, las gafas, y eso logra sacarme de mi ensoñación. Las empiezo a regresar a su lugar, ese del que no deberían irse nunca, sobre mis ojos. Pero entonces un sueño diferente es el que se apodera de mí…
De repente, el olor de Magnus me embriaga, la calidez de su cuerpo frente al mío, su suaves manos sobre mi rostro, su aliento me golpea cuando su boca se abre, muy muy cerca de mí, y de ella salen tres palabras. Palabras que, definitivamente, no pueden ser reales. Esto tiene que ser una broma.
-Te amo, Alexander…
Él me prometió el universo explotando en mi interior con un beso. Desgarrándome por dentro, con un simple toque de labios. Una revolución celular. ¿Y quién dijo que con palabras no se logra eso y más? Porque a mí, esas tres malditas palabras, me hicieron perder el control de mi cuerpo, la poca fuerza y cordura que me quedaba…
Mi cuerpo se tensó, se congeló, abrí mi boca buscando algo qué responder, pero simplemente no había palabras para contestar a eso, y no pude contenerlas más. Una lágrima, de mi ojo izquierdo, aquel que significa tristeza, rueda lentamente, resbala con pesar, la primera lágrima. Mojando, empañando, lo que pudo ser el día más feliz de mi vida. Mi primer te amo.
A esa le siguen muchas más. Porque él no puede, no debe estarme diciendo eso. No, porque soy yo, soy Alec, soy ciego, soy… No me conoce, no lo merezco. No puede ser real…
Los sollozos que ya no puedo contener, se intensifican, creado espasmos que recorren mi cuerpo. Cuando su rostro se acerca más, su nariz choca con la mía, para después recorrer mi rostro, rozarlo, mientras sus labios intentan limpiar las lágrimas que no dejan de bajar libremente….
Y mi corazón termina de romperse cuando lo repite, y sé que no he escuchado mal: -Te amo. Demasiado.
Y es su voz. Esa voz. Desgarrándome desde adentro, sin necesidad de más. Porque hay algo profundo, que se me escapa, en su voz. Y no puedo más que negarme, porque no quiero romperme más, no quiero tener que decirle que lo amo también y probablemente, aunque él se vaya, aunque sea mentira, siempre lo haré, porque ha sabido arrebatarme el corazón. –No, por favor…
Y sé que mi voz debe ser prácticamente incomprensible.
Siento sus labios, como un toque fantasma, fino como un ala de mariposa, posarse sobre los míos. Deteniendo mi respiración, mi corazón, millones de hormiguitas recorriendo mi cuerpo, mis células volviéndose locas de anticipación, un comienzo de una explosión, “el universo explotando”, creándose en mi estómago…
Sus dedos, índice y medio, se posan en mis sienes, mientras sus labios hacen un primer y único movimiento al formular dos palabras, “Te amo”, su aliento me golpea, cuando un suspiro se me escapa. Mi corazón se acelera, sabiendo que ha encontrado su razón para latir. Mi alma enloquece, queriendo fundirse con su gemela, porque, por fin, la ha encontrado. Porque esto debe ser aquello que llaman amor, y mis labios se abren, dejando paso a su suspiro, para decirlas de vuelta. TE AMO. Puede parecer muy pronto, pero lo siento, me empiezo a enamorar de él…
Pero, entonces, una chispa, un toque de electricidad, entra en mi cabeza. **
-Ok –las gafas están en mis manos, hay lágrimas en mis ojos, tengo jaqueca, y siento ya he dicho esto. Un dejavu.
Siento la mirada intensa de Magnus clavada en mí, y no entiendo nada. Él suspira, parece aliviado y, antes de que pueda preguntar, él habla: -Gracias… Por aceptar. Tus ojos son mi cielo, aquí en la tierra o en el infierno de mis sentimientos, y me calman, me dan fuerza para contarte mi historia. Gracias, Alexander…
POV ESPERANZA
-Ok –respira profundamente antes de continuar-. Hay un mundo que no todos pueden ver, a menos que tengas la visión. El mundo de las sombras…
No tengo nada qué decir, así que sólo asiento, indicándole que lo escucho, que puede continuar, y así lo hace: -En este mundo hay criaturas que ustedes, los mundanos…eemm…humanos, no pueden ver. Hay shadowhunters y subterráneos, hay demonios… Yo…yo soy un subterráneo.
-¿Cuándo dices subterráneo, quieres decir…?
-Los subterráneos son hombres lobo, vampiros, hadas, brujos…
Lo último lo dice en un susurro. Yo miro a nuestro alrededor. El sol brilla. La gente se mantiene en sus propias conversaciones. A lo lejos veo a Magnus y Alec… Ellos…
Sacudo mi cabeza y vuelvo a centrarme en Max. -¿Eres un vampiro? –hay incredulidad en mi voz. Pero no es que lo crea imposible.
-No. Soy un brujo –y no hay ni rastro de broma en la suya.
-Claro. ¿Tienes…eemm…alguna forma de…demostrarlo?
Se levanta y me ofrece su mano. Yo la tomo sin dudar. -¿Algún lugar donde podamos estar solos?
Sin decir nada, pero sin soltar su mano, nos dirijo a las bodegas. Lo suelto en cuanto entramos.
-Voy a…a perder mi glamour, probablemente no sirva de nada porque eres una mundana pero me será más fácil, necesito perderlo para poder hacer algún truco…
Y no es necesario, no será necesario, porque mientras habla…comienzo a verlo… A verlo de verdad.
CONTINUARÁ…
**Todo lo sucedió borrado de su memoria… ¿Vieron que triste? Ya iba a decir te amo 😅
Yo debería dejar de prometer cosas, no inició aquí la historia, me alargué con Alec… Pero ustedes lo pidieron. El siguiente capítulo termina este día, con el comienzo de la historia (¡Por fiiin, Lu!) y la reacción de Esperanza 🙈
Actualicé El favorito del rey, como dije, y espero actualizar hoy, si alcanzo, Aprendiendo juntos y Amor entre libros.
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