Kaye se dio cuenta de que el borracho Magnus el Magnífico miraba a Alec con un brillo en sus ojos de gato. Realmente era demasiado malo que Alec pareciera demasiado sumido en la oscuridad para notarlo.
(C. Clare)

* * *

[Día 17]

POV MAGNUS

Hoy era el día. El momento había llegado, después de tanto sufrir para lograr un avance con Alec, dieciséis días después, por fin me decido a hablarle de nosotros…

Max está molesto. Después de reclamarme ayer, porque según él es muy imprudente, no ha vuelto a hablarme. La verdad es que no lo entiendo, en serio es tan contradictorio como su padre (y no me refiero a mí), primero me reclama por no contarle que estaba vivo y ahora que quiero contarle a Alec nuestra historia para abrir una brecha en su corazón, que entienda quién es Max en mi vida y pueda, de algún modo, acercarse a él… ¡me sale con esto!

Ah, pero cuando yo le pregunté de dónde conoce a la mesera y de qué tanto hablaban, se limitó a decirme que ya no era un niño y no me metiera en su vida, que él sabe lo que hace. ¡Cómo si pudiera engañarme a mí! Soy su padre y tengo siglos de experiencia, sé lo que hay ahí, o puede haber, y no sé si sea buena idea. No quiero que sufra otra vez, ella es mortal, pero es su decisión. Y, como siempre, el dicho de Tessa, hay amores que merecen el dolor de perderlos…

Así que, voy con un Max muy silencioso, camino hacia el “Destino”.

POV ALEC

Algo dentro de mí se muere por saber, por conocer más de Magnus, por escuchar su historia. Con unas simples palabras me dejó claro que G (me niego a llamarle Gideon, es…incómodo) es el dueño de su corazón, porque hay amores que no se olvidan, que dejan huella, aquellos que te hacen vivir comparándolos con los demás, buscando sentir lo mismo…

G fue eso para Magnus. Y yo quiero saber, sentir un amor tan intenso aunque sea ajeno.

-¿Alec, estás bien? –pregunta Izzy, es poco antes de mediodía, estamos ya en el lugar de siempre-, has estado muy callado…

-Estoy…bien… -contesto, no muy convencido, pero sabiendo que no es algo que pueda explicarle. Ella no entendería…

-¡Ahí viene tu hombre! –me dice, de repente, muy emocionada.

Me sonrojo definitivamente y suelto un bufido. –Isabelle no digas esas cosas, te va a escuchar y no creo que le guste que digas eso a Magnus.

-¿Cómo sabes que hablo de él? –ella ríe.

-¡Ah, cállate ya y vete!

-Bueeeno, los dejo solos… ¡Hola, Maggs! Y hola… ¿Max? –con lo último su voz se rompe un poco y yo busco su mano con la mía, sé de lo que se ha acordado.

-Hola, Alec, Isabelle… -es su voz. El ¿hijo? de Magnus…

-Hola, bella Isabelle –Magnus se escucha entre feliz y nervioso.

-Estoy bien –dice Izzy, dándome un suave apretón antes de soltar mi mano-, iré por un café.

-Te acompaño –se ofrece Max, y yo prefiero no preguntar.

Me quedo un momento pensando, en Izzy, en Max, nuestro Max, en este Max, y por qué razón viene, por qué quiere ir al Destino… Tan perdido estaba que no noté que Magnus se acercó hasta sentir sus suaves y cálidos labios en mi mejilla, haciéndome saltar por la sorpresa, y estremecer no sé porque razón.

-Sigues haciendo eso –le digo, girando mi rostro, para ocultar mi rubor.

-¿Qué cosa? –siento y escucho su movimiento al sentarse frente a mí.

-B-be…besar-me –la palabra no me sale muy bien.

-Eso no es un beso, Alexander. Cuando te bese vas a sentir el universo explotando dentro de ti, desgarrándote por dentro, cada célula tuya revolucionando…

Y no sé qué más promete, porque me perdí después de <<cuando te bese…>>.

Un ruido extraño y vergonzoso sale de mi garganta. –No estamos aquí para hablar de besos y reacciones…

-Podríamos, querido.

-No.

-Está bien. ¿Comenzamos mi historia entonces?

-Claro, ¿qué me contarás hoy? –precisamente ahora hay una revolución en mi estómago y no entiendo la razón. No son celos, porque Magnus no es nada mío, y no conozco a G ni su historia con Magnus. Y no es tampoco simple emoción o curiosidad por saber de su amor… Es…es algo más…

-Quisiera contarte de besos, ya que los mencionamos, pero creo que debo empezar por cómo conocí a Al… a Gideon.

-Claro. ¿Y cómo fue eso?

-En la fiesta de Presidente –en su voz se adivina una sonrisa que, por alguna extraña razón, me hace sonreír también.

-¿Qué presidente? ¿De dónde?

Él suelta una carcajada y yo definitivamente me siento perdido. –No –dice entre risas-, Presidente era mi gato.

-Los gatos no se llaman así…

-Los míos sí –prefiero no decir nada más y esperar a que siga-, Al…Gideon era un shadowhunter…

Empezamos de nuevo.

POV MAX

La tía Izzy se sienta sola en una mesa, dándonos privacidad a Esperanza y a mí, sin hacer preguntas ni pedir explicaciones, lo cual agradezco.

-Entonces…

-¿Entonces qué? –pregunta, sus cejas alzándose, una pequeña sonrisa curvando sus labios, el azul de sus ojos brillando con diversión. Provocando un vuelco en mi corazón.

-¿De verdad estás dispuesta a escuchar mi relación con Magnus, sin juzgar o creerme loco?

-¡Claro!

-Okay –espero que esto sea buena idea, y pensar que juzgué a mi papá Magnus por hacer algo parecido-, hay un mundo que no todos pueden ver, a menos que tengas la visión. El mundo de las sombras…

CONTINUARÁ…

Ustedes me complican la vida, ¿saben? Por intentar complacerlos… Ahora resulta que sí quieren que Alec recuerde… Y, aun así, se atreven a odiarme 💔
Sobre Izzy, y su amor (¿quién? No sé), no es que fuera a ahondar mucho… Porque ya me están reclamando que haré eterna la historia…
Sobre Max y Esperanza, sé que a algunas de ustedes les molesta… Una de las razones también es que retraso el final de la historia… Perdón, se me hacen lindos a mí, espero que no me odien y aguanten mi historia eterna 🙈. Sé que ha sido muy larga (yo no pensé que llegaría a tanto) y tal vez ya se aburrieron, de verdad no es mi culpa (o sí jajaja), pero ahora no puedo saltarme todos los días para terminarla ya…

En un rato actualizo Aprendiendo juntos, y más tarde será Mi inmortalidad por ti. Y el miércoles  El favorito del rey 😄
Y  siempre digo que no escribiré más historias y ya ven… Empecé una con Sabry (Amor entre balas), ¡hoy actualizamos!