Día 16 (continuación)
El amor era perfecto, salvo por algunos detalles de distancia, de circunstancias y de tiempos. Pero nada importaba. Nada era más importante que el amor y la promesa del reencuentro.
(Leunam)
* * *
[Día 16]
POV ESPERANZA
Esta mañana había llegado Alec con Isabelle. Y, después de una simple mirada, me di cuenta que algo estaba mal. Ellos tomaron asiento en una de las mesas, Alec no se veía ansioso por ir a su lugar y esperar a Magnus…
Miré a Isabelle y ella sólo se encogió de hombros e hizo una mueca rara.
-No crean que no noto su comunicación silenciosa –dijo Alec, con un suspiro, apoyando sus codos en la mesa, y escondiendo su rostro ahí entre sus brazos.
Si la tristeza podía materializarse seguramente lo hizo en la voz de Alexander. Partía el corazón el sólo escucharlo, la última vez que había sentido su alma desgarrada, y el dolor era palpante el ambiente con un solo paso suyo, fue cuando nos conocimos y aún no superaba la muerte de su hermanito y su ceguera.
-¿Qué tienes, cariño? –me acerco a él y pongo mi mano en uno de sus hombros, acariciando suavemente. Alec es como un niño asustado, y yo me siento en la necesidad de protegerlo. Si pudiera crear una barrera que no deje entrar el dolor a su vida, que sólo permita el paso del amor, pero eso no es posible, para nadie, todos tenemos que caer, para después limpiarnos las heridas y que las cicatrices sean la prueba de que no lograron vencernos. Y esta, aunque yo estaba segura de que no, probablemente sería una cicatriz más para Alexander Lightwood…
-Nada –y su voz indicaba justamente lo contrario.
-¿Es por Magnus? ¿Te hizo algo? Porque si es así, sabes que Isabelle y yo te ayudamos a esconder el cuerpo…
Isabelle rio a carcajadas y choco su puño conmigo, Alec sólo gruñó.
Pero antes de que pudiera decir algo, sentí una mirada intensa que me hizo voltear. Era…era Max, el chico de la otra noche. ¿Venía con Magnus? Hablando del rey de Roma…
No sé por qué una sonrisa se me escapa y empiezo a sentir en el estómago… -Max.
Alec vuelve a gruñir y saca su cabeza de entre sus brazos. -¿Max?
-¿Qué pasa?
Pero antes de que Alec conteste, ellos llegan hasta nuestra mesa.
-H-hola –saluda Max, bastante nervioso. Su mirada alternándose entre Alec y yo, y una que otra vez en Isabelle. De repente, sus ojos azul oscuro miran fijamente mi mano que sigue en el hombro de Alec y no sé por qué razón la retiro al instante, sintiéndome incomoda. La cabeza de Alexander se mueve hacia atrás suyo, donde yo estoy, su mano va hasta su hombro donde antes estuvo mi mano y me pregunta: -¿Estás bien?
Siento los ojos de Max clavados en mí y siento mi rostro arder. Ahora entiendo a Alec. Sin saber qué responder, colocó mi mano sobre la de él y sostengo la mirada de Max.
Sus ojos azules, un azul más oscuro que los de Alec, me miran interrogantes. Su cabello azul oscuro también, su piel…morena, casi como la de Magnus, pero hay algo que se me escapa, como si hubiera un filtro en mis ojos, como si usara lentes y hoy los hubiera olvidado. Algo que, no había notado, también me sucede con Magnus. Mi ceño se frunce mientras recorro a Max con la mirada, viste de azul marino, como si tuviera predilección por el color.
Por fin, la mirada de Magnus se aparta de Alec, susurra algo al oído de Max y después suelta una carcajada.
Entonces siento a Alec tensarse y sentarse rígido, la espalda recta contra el respaldo de la silla, voltea a donde escucho la risa inconfundible. -¿Magnus?
POV MAGNUS
Mi mirada no se aparta en ningún momento de Alexander, incluso cuando su mano y su rostro buscan a la mesera y siento una punzada de celos irracionales.
Pero entonces el silencio se extiende tanto, después del saludo de Max, que mis ojos voltean hacia él esperando que diga algo más si es que lo va a hacer. Y me doy cuenta que su mirada no está fija en Alec, como debería ser, como cabría esperar después de tanto drama e insistir en venir, sino en…la mesera. ¿Qué tiene de especial esta chica?
Me acerco a su oído para susurrarle lo suficientemente bajo para que sólo él escuché: -Cierra la boca.
Y, sin darme cuenta, suelto una carcajada demasiado escandalosa que hace a Alexander buscarme y notarme por primera vez, lo que me parece raro, teniendo en cuenta que siempre parecía saber cuándo llegaba.
-¿Magnus? –hay algo en su voz que hace que mi corazón empiece a latir demasiado rápido, confundido. No sé reconocer ese tono. No sé si es sorpresa, reproche, confusión, enojo, alegría. Y eso me preocupa…
-H-hola, Alexander –intento que mi voz suene firme. Y Max, a pesar de estar enojado, suelta una risita a mi lado. ¿Qué es tan divertido?
Isabelle y la mesera nos miran confundidas, la primera tal vez un poco molesta.
Y Alexander dice, no pregunta, con voz más calmada, una voz fría y ésta sí la reconozco: -Volviste. Y no vienes solo.
Mi hijo me mira un momento, dudando, y yo sólo me encojo de hombros, no sé qué podría ser peor. Así que da un paso adelante y extiende su mano. –S-soy…soy Max… Max… -un silencio, que nadie hace el intento de romper, se extiende hasta que Max voltea como pidiéndome ayuda en silencio.
Aguanto las ganas de reír. A veces de verdad se parece tanto a Alec, haciendo las cosas sin pensar, dejándose llevar por sus emociones en estos casos. –Max…Bane –terminó por él.
Veo tres pares de ojos abrirse con sorpresa, Isabelle, la mesera e incluso Max, mientras que Alexander simplemente se pone de pie y toma la mano de nuestro hijo. Seguro que desde el inicio supo que estaba ahí, algún día averiguaré cómo lo hace.
Mientras sus manos se estrechan en un saludo convencional, que a Max lo emociona demasiado aunque no lo demuestre, Alec pregunta: -¿Bane cómo tú? ¿Así que ustedes son…?
En cualquier otro momento habría disfrutado de lo absurdo que es que Alexander sienta celos de su hijo, pero no ahora. ¡Rayos! ¿Por qué dije eso? ¿Qué somos?
Piensa rápido, Magnus, y no lo arruines más.
CONTINUARÁ…
No sé muy bien qué decir sobre el capítulo, así que si tienen dudas o algo, pueden dejarlas aquí…
Sobre cierto drama del capítulo anterior, quiero aclarar que yo nunca he estado cerrada a las malas críticas y ya deberían saberlo, no me vengan ahora a decir que no acepto los malos comentarios, porque soy realista y sé que no a todos les va a gustar mi forma de escribir. Pero hay una diferencia entre que me digan que mis historias no les gustan y que vengan, a estas alturas, a decirme que mis capítulos son aburridos, que pierdo el tiempo, que puro relleno… ¿Es en serio? Vamos ya a media historia, han aguantado muchísimos capítulos, y desde el inicio debieron notar cuál es mi estilo. Tal vez les parezca que pierdo el tiempo poniendo tantos puntos de vista, lo siento mucho, pero es mi historia y mi estilo (como ya dije), no pueden pretender que lo cambie ahora, porque no puedo y no quiero. Espero que no les parezca grosero que lo diga, pero cuando no nos gusta una historia es más fácil dejarla. Y repito que no es porque no acepte malas críticas, son libres de decirme si no les gusta algún capítulo, pero no deberían quejarse por algo que he venido haciendo desde el inicio… Perdón de nuevo y gracias por leleer ❤
Y Feliz día de Star Wars ❤❤😂 *por eso la imagen*
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