Cada uno está hecho para vivir su propia vida. La felicidad es vivir sintiendo, lo menos posible, que el hombre, en realidad, está solo.
(Banana Yoshimoto)

***

[Día 15...final]

POV MAGNUS

<<¿Me dirías por qué lo quieres más?>>

Tal vez no era el mejor momento, no con todo lo que estaba ocurriendo, pero me vi incapaz de preguntarle lo que llevaba tanto tiempo preguntándome. Y en verdad no era un reproche…era sólo mera y simple curiosidad.

Pensé que con lo enojado que estaba, me soltaría una hiriente respuesta o simplemente ignoraría la pregunta, así que me sorprendió, y creo que a él mismo, cuando dijo: -Si lo hago, ¿prometes no dejar de quererme, ni enojarte, y me explicarás por qué me ocultaste a mi papá Alec?

Primero, es imposible dejar de quererlo. Segundo, no podría enojarme porque quiera más a Alec. Y tercero, no se lo oculté…no exactamente. Pero me limito a asentir en silencio.

-Está bien –y nunca dos palabras me dieron tanto miedo y me tuvieron tan a la expectativa.

Su ceño se frunce y se queda mirando sus manos un momento, evitándome completamente. –No es que no te quiera repite, después de unos minutos de silencio.

-Lo sé. Nunca dije eso… Pero siempre desde bebé, desde el primer día, tuviste predilección por Alec…

-No puedo responder de cuando era un bebé…

-Y no te lo pido. Pero incluso después, conforme ibas creciendo, se notaba más tu amor hacia Alec, querías pasar todo el tiempo con él…creo que, de ser posible, habrías querido que te enseñara a controlar tu magia…

-No seas absurdo –me dice con un bufido.

-Es la verdad y lo sabes. Te repito que no es un reproche, en tu lugar probablemente me habría pasado lo mismo, sólo quiero saber tus razones… Tal vez así entienda que estés tan molesto ahora…como para dejar de considerarme tu padre… -siento mi corazón estrujarse con eso último, pero es la verdad, lo veo en sus ojos.

-Y-yo… y-yo… yo no he dicho eso –responde por fin.

-No es necesario, Max. Te conozco, desde que tenías menos de un año, han sido casi dos siglos juntos, sé leer tus expresiones sin necesidad de palabras…

-No precisamente dos siglos… -me interrumpe con su voz destilando amargura, removiendo un poco más el cuchillo que ya siento clavado en mi pecho.

-Lo sé, y lo siento, no fui el mejor padre después de lo de Alexander…

Lo escucho gruñir. –Sigo esperando la explicación…

-Tú primero.

-No sé, supongo que, papá Alec siempre fue más… No sé cómo decirlo sin que lo malinterpretes. Él siempre fue sobreprotector, no que tú no lo fueras, sé que darías tu vida sin dudarlo por cualquiera de las personas que quieres, pero él…él dejaba una parte de su alma en cada acción, en cada muestra de cariño daba el corazón, su forma de amar era más pura, más intensa, más… Tú debes saberlo mejor –me mira por fin y, cuando me ve asentir, continua: -Y, cuando fui creciendo, y ya no era sólo querer estar pegado a mi padre, me di cuenta que él era mortal, al igual que Rafa, a ellos los tendría un tiempo contado, mientras que tú y yo estaríamos ahí siempre… A veces, quería preguntarte cómo lo hacías, cómo soportabas la idea de que algún día lo perderías…

Una pequeña sonrisa aparece cuando recuerdo aquella conversación con Alec. –Haciendo que cada día sea importante –digo en voz alta, recordando mis palabras.

-Él me mira sin comprender, pero sigue. –Así que no es que no te quisiera, o te quiera, o lo quisiera más a él. Uno no quiere más a un padre que a otro, como supongo que tú no querías más a Rafa o a mí, son sólo cariños diferentes. Tú me enseñaste a controlar mi magia, y sé que has estado ahí siempre, pero Alec…él era mi padre mortal, aquel que tendría por un tiempo limitado y algún día vería morir, llevándose con él una parte de mi corazón, desgarrando un poco mi alma, aquella que él, con su amor, me enseñó que tenía, a pesar de ser un subterráneo. Probablemente es eso, el hecho que tú también eras un subterráneo, no era raro tu amor, en cambio el suyo…eso lo hacía más especial…

Las palabras se niegan a salir. Es tanto lo que siento, orgullo por mi hijo, amor, más amor si es posible, por mi Alec, nostalgia por la familia que fuimos y no volveremos a ser, porque Alec no es el mismo, y siempre nos faltaría Rafa…

-Aunque ahora veo que no es del todo cierto, ¿por cuánto me lo has estado ocultando?

POV MAX

Hago la pregunta por fin y el silencio se extiende hasta lo insoportable.

-No sé –me contesta por fin, y es ahora él quién rehusa mi mirada.

-¿Cómo que no sabes? –no podría haber más incredulidad en mi voz.

-Primero, no te lo he estado ocultando…

-¡Ah, claro! Es que se me olvido que hace poco me dijiste que mi padre Alec, que creía muerto, en realidad está vivo…

-¡Deja de ser sarcástico con tu padre, Max Lightwood Bane!

-Lo aprendí del mejor –le digo con una sonrisa, reprimiendo el impulso de sacarle la lengua.

El gruñé. –No te lo oculté… Sólo…es complicado…

-¿Hace cuánto?

-¿Cuánto?

-¿Hace cuánto sabes que está vivo y no me lo dijiste? ¿Y cómo es posible?

-Hace dos semanas… Y…no estoy muy seguro, ¿reencarnación?

-¡¿Cómo que no estás muy seguro?! ¿Y por qué no está aquí, por qué no vive contigo? ¿Por qué hoy parecía que no me conocía? ¿Es ciego? ¡Cómo que es ciego! ¡¿Por qué no has hecho nada?! ¡DIME ALGO!

-¡NO LO SÉ! No sé cómo perdió la vista, no nos recuerda, así que no puede vivir conmigo… No puedo sólo ir y decirle “Oye, Alec, hace más de un siglo estuvimos casados, tuvimos dos hijos, uno de ellos aún vive… Ven, volvamos a casa”…

-¿Por qué no? –él me da una mala mirada y me siento algo estúpido.

-¿Tú creerías eso? Ni siquiera cree en el mundo de las sombras… No puede creer que algo que no ve…

-Tú podrías…

-NO –me interrumpe tajante-, no haré nada sin su consentimiento.

-¿Quieres decir que es…es un mundano ahora? –eso no es posible… ¿o sí?

-No lo sé…

-¡AGH!

-Deja de gruñir, que no ayudas en nada…

-Lo descubriremos juntos –le digo poniéndome de pie.

-¿Cómo que juntos? ¿Quiere decir que ya no estás enojado?

-¡Por supuesto que estoy enojado! Pero ahora que sé que está vivo, no pretenderás que no lo busque y busque saber de él, averiguar que pasa…

Sin decir más, camino a mi habitación.

-Max –algo en su voz me hace voltear-. Sólo tenemos quince días más…

-¡Cómo que…! ¡Agh, olvídalo! –mucha información por un día. Ya mañana aclararíamos más cosas.

CONTINUARÁ…

¡Pues no acabó tan mal!
Sigue el extra rompe corazones, los leo mañana con eso, y a quienes no lo lean, los leo el miércoles.
Mañana nuevo capítulo de Aprendiendo juntos 😃