Es inverosímil, aunque no imposible, porque todo es posible en este mundo…
(Alejandro Dumas)

* * *

[Día 11…aún]

POV ALEC

Mis labios se curvan un poco, sin pedirme permiso. -¡Magnus! –casi le grito, me pongo de pie y, como si mi cuerpo tuviera vida propia, casi me lanzo a abrazarlo. Pero, ¿qué estoy haciendo? ¡No, no, y no! No es correcto.

Me alejo un paso de él, pienso en volver a sentarme, pero no puedo hacer eso. Dios, ¿qué me está pasando? Debe pensar que estoy loco, y tal vez lo estoy, mi mente dice “no lo hagas” y mi cuerpo quiere lanzarse hacia él y pareciera gritarme “¡sólo hazlo!”.

Suspiro audiblemente y tomo un tercer camino. –Hola –le digo ofreciéndole un saludo de manos.

Él se queda callado un momento, puedo sentir sus ojos clavados en mí. Estoy haciendo el ridículo, estoy a punto de quitar mi mano y sentarme cuando…

-Hola, Alec –su voz sensual me causa un escalofrío que recorre mi columna y me hace temblar, y la sensación empeora cuando siento su mano en la mía. Su piel suave, cálida, contra la mía, pálida y fría. ¿Será la suya pálida también?

Mi respiración se detiene mientras pienso en lo bien que se siente, en que podría acostumbrarme a esto, a ir de la mano,  a sus besos de despedida como en aquella ocasión…tal vez otros tipos de besos… ¡Ah! ¡Qué estoy pensando! Siento mi rostro arder, esto está mal, mal, no es correcto… -No lo es…

-Eemm… ¿qué no es? –me pregunta Magnus, sacándome de mis absurdos pensamientos.

Y ahora recuerdo que mi mano sigue con la suya. Muy a regañadientes, la quito. –N-nada… Estaba…pensando en voz alta, creo…

-Uumm… -su voz como un ronroneo y no agrega nada más.

Hoy nada en mí parece obedecerme, porque de repente suelto: -¿Por qué te fuiste ayer?

POV MAGNUS

<<¿Por qué te fuiste ayer?>>

Casi había olvidado que ayer salí como un loco. Únicamente dije que tenía que irme y no di más explicaciones.
-Eemm… -¿cómo le digo que me fui porque mi (nuestro)  hijo me llamaba?

-No tienes que decirme nada, claro –se apresura a decir-, no es que me debas explicación alguna… Y menos después de cómo me expresé de tu amigo… Quiero ofrecerte una disculpa, por cierto…

-Alec –digo, tomando sus manos con las mías y guiándolo de nuevo a su asiento, lo hago sin pensar y el color vuelve a su cara, pero no me suelta-. Alec, no tienes que disculparte, eres libre de decir lo que piensas y eso me gusta de ti…

Su cara se vuelve más roja todavía.

POV ALEC

Mi cara arde, arde de verdad, arde como nunca. Y sus manos siguen en las mías, las alejo no porque me moleste, sino porque necesito distraerme con algo, empiezo a jugar con mis manos.

<<Eso me gusta de ti…>>

Claro que eso no es más que una frase convencional. Y entonces me encuentro preguntando en un hilo de voz. -¿T-te gus-ta?

-Claro que sí, Alexander, me gusta…me gustas tú…

Mi corazón late emocionado, pero también está esa vocecita molesta en mi cabeza diciendo “sólo está jugando”.

-N-no juegues, M-magnus…

-No juego, querido. Me gustas de verdad y si…

-¿Qué pasó con Will?

POV MAGNUS

Tal vez está es mi oportunidad, dejarle claro que me gusta, sólo gustar, eso no tiene por qué asustarlo… Excepto que sí lo hace…

-¿Qué pasó con Will? –pregunta, cambiando de tema, con voz un poco molesta. Y ya no sé si es por Will o por lo que acabo de decirle.

-¿Con Will?

-Sí, ya sabes, aquel “amigo” tuyo tan querido…

-¿Querido? ¿Yo dije querido?

-No hizo falta, tu voz te delata…

-Bueno sí, yo lo quise mucho, pero…

-¿Cómo era?

-¿Q-qué? –nada bueno saldrá de esto.

-¿Cómo era?

-Will era como todos los Herondale, temerario, arrogante, fuerte, valiente…

-Físicamente –me aclara-, ¿cómo era?

Justo esto era lo que no quería. –Will…era…Will era guapo, claro. Sus ojos azules, su cabello oscuro…

POV ALEC

Un sonido extraño se me escapara y cubro mi boca con ambas manos. No debería sorprenderme. No debería, pero lo hace, ¿y si se acercó a mí desde el primer día sólo porque le recuerdo a ese chico?

-Sé lo que piensas –me dice, de repente-. Y no, tú no eres nada como Will, ni siquiera físicamente, tus ojos son únicos, tu rostro, tus manos…

Siento mi rostro enrojecer, esto no me gusta. -¿Y qué pasó con todos ellos? –pregunto para cambiar de tema y que no siga hablando de mí.

Él me cuenta que Jem y Will se enamoraron de Tessa, pero Will al creer en su maldición la siguió alejando… Tessa se comprometió con Jem, pero él tuvo que convertirse en hermano silencioso para salvar su vida (no entiendo muy bien a qué se refiere con eso)… El punto es que Tessa y Will se casaron, tuvieron hijos… Y, lo que parecía imposible, Jem pudo volver a estar con ella mucho mucho tiempo después…

-Eso suena como algo muy complicado –le digo cuando termina.

-Lo fue. Pero valió la pena, Tessa siempre lo ha dicho, hay amores que valen el dolor de perderlos sólo por haberlos tenido…

-¿Jem sigue con ella?

-No –contesta con voz fría-. Jem murió…hace tiempo…poco más de un siglo…

Un siglo, claro. Porque todos son brujos, shadowhunters…

-Tengo que irme –me dice, otra vez, inesperadamente.

POV MAGNUS

Debo irme. Por muchas razones, porque hablar de la muerte de Jem, me recuerda la suya, Jem murió una década antes. Porque Max debe estar por llamar en cualquier momento. Porque tal vez necesita procesar un poco la información que le doy, tal vez necesita espacio…

-Tengo que irme, Alec. No sé si pueda venir mañana…

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Dije o hice algo? –pregunta, preocupado, poniéndose de pie.

-No, no, Alexander, nada de eso.

-¿Entonces? –hace, no sé si consciente o inconscientemente, un puchero.

Y no puedo con eso. –Intentaré venir, aunque sea un rato, lo prometo.

-Está bien…

El silencio se instala entre nosotros, estoy por irme, doy media vuelta y entonces regreso y me atrevo a preguntar: -¿Alec? ¿Me dejarías darte un abrazo?

POV ALEC

¿Un abrazo?

No recuerdo la última vez que alguien, que no sea Izzy o Esperanza, me haya abrazado.

Me quedo ahí parado sin saber qué decir y él aprovecha mi silencio. Se acerca y me envuelve con sus brazos, siento mi cuerpo relajarse ante su tacto, como si no fuera la primera vez, como si fuera correcto. Su olor, como a sándalo y azúcar quemada…me embriaga… Cualquier penamiento coherente se ha ido.

Pero antes de que pueda reaccionar y devolverle el abrazo, él se separa. –Hasta mañana, Alexander.

No contesto. No puedo… No sé qué pasó…

POV MAGNUS

Alec se queda ahí parado, sin hacer o decir nada. No se si debí o no, pero moría por sentir su cuerpo, no sólo su mano.

Llego al loft y justo suena el teléfono.

<<-¿Hola? –contesto tal vez demasiado feliz.

-Suenas a que tuviste un buen día…

Suelto una risita. –Tal vez…

-Sólo llamaba para recordarte que mañana llego en la tarde. ¿Irán a recogerme?>>

CONTINUARÁ...

¡Ya llega Max no tan baby!  Y tendrán que esperar hasta mañana en la noche…porque hoy actualizo “Amor entre libros” y “El favorito del rey” 🙈

OTRA COSA:
¿SIN SENTIMIENTOS COMPARTIDOS? ¿Pésima con los títulos? ¿Nueva historia?
Sólo una historia corta para los masoquistas que quieran leerla, y todo porque @MaryPlaza8 me reto a escribir algo que de verdad haga llorar! Aquí la sinopsis y un adelanto:

Sinopsis: Magnus Bane descubre que ni con todos sus millones puede salvar una vida, ni con todo el dinero del mundo pudo salvar el corazón de su amor. Su joven esposo de ojos azules, Alexander Lightwood, padece de una enfermedad cardiaca y ésta empeora cuando están en su viaje de luna de miel.
Magnus vive los peores momentos de su vida cuando el corazón de su Alec deja de latir por unos segundos, sin embargo un donante aparece como por milagro y un nuevo corazón vuelve a latir dentro del ojiazul devolviéndole la salud.
Pero…porque siempre hay un pero, ¿y si los sentimientos cambian de un corazón a otro? ¿Y si los nuevos latidos de Alexander no fueran para Magnus?

Adelanto: <<¿Has sentido tu corazón estrujarse tanto que duele respirar? Eso sentí yo cuando me explicaron las consecuencias de la operación de Alexander, pero no era posible, ¿cierto? Eso no pasa…los sentimientos no se van así como así… Eso pensé mientras veía a mi hermoso esposo dormir en esa desagradable cama de hospital, hasta que sus ojos se abrieron y no vi ahí nada de aquel antiguo amor que unos días antes me había jurado frente al altar…>>