Capítulo especial
Ustedes se preguntarán ¿Por qué Lu actualiza Tus ojos no me ven mil años después? 😱
Bueno, cuando estaba actualizando esta historia, subí un capítulo especial (que ahora que realmente escribí su primera vez en Tu corazón me siente ya no me gusta) y lo quité después, pero este anuncio seguía aquí y me pedían leerlo: se los dejo aquí abajo 👇 (como digo, en lo personal ya no me gusta)
Una pregunta antes de que lean, tal vez algunos sabrán que hace poco publiqué mi primer libro en físico (Amor entre libros) y he pensado en la posibilidad de adaptar y publicar Tus ojos no me ven y su secuela Tu corazón me siente, ¿a alguien realmente le interesaría o mejor ni pierdo mi tiempo? 😂
En fin, lean el capítulo especial (es digamos un extra, no forma parte de Tus ojos):
CAPÍTULO ESPECIAL: SIÉNTEME
Nervioso era poco para lo que Alec sentía. Nunca había pensado que esto iba a suceder.
Trató de concentrarse en la suavidad de las sábanas de la cama de Magnus sobre su piel, en el olor de las velas y el incienso de sándalo que inundaba el lugar y encendía sus sentidos y su deseo.
Ese olor era totalmente Magnus.
Las suaves manos de Magnus habían ido quitando una a una las capas de ropa, con cariño, trazando suaves patrones en la piel de Alec, dejando besos aleatorios en su cuerpo. Encendiendo cada célula de su piel como con aquel primer beso. Y el segundo, y el tercero, y cada uno de los que habían compartido en ambas vidas...
Sus ojos estaban cerrados, aunque abrirlos no hiciera la diferencia, la oscuridad seguiría ahí. La verdad es que disfrutaba más así. Sentía más así.
Como aquella primera vez cuando Magnus le permitió "verlo" con sus manos. Si eso se había sentido perfecto e íntimo, esto era como tocar el cielo.
Magnus había dejado que se tomara su tiempo quitando su ropa con manos inexpertas y temblorosas...
En la vida anterior, en aquella estancia en París, Alec también había estado nervioso.
Pero esta vez era diferente. Al miedo no sólo a su primera vez con Magnus, sin saber qué hacer o cómo hacerlo, se le sumaba el hecho de que no podía verlo.
Pero Magnus leía a través de él y lo había cortado con una sencilla frase:
«No me ves, pero puedes sentirme. Y en este momento, es lo que necesitamos. Sentirnos. Ven y siénteme, mi amor»
Y Alec lo había hecho, sus manos acariciaron la cadera, aquellos huesos afilados y perfectos, imaginando el cuerpo de Magnus mientras sus manos bajan aquellos pantalones ajustados, y después subían acariciando sus piernas, moldeando a aquel ser perfecto que lo amaba incluso con sus sombras permanentes.
Esas manos evitaron la parte de Magnus que ya palpitaba de deseo, pero ninguno de los dos forzó nada. Esto era hacer el amor, reconocerse, amarse y verse a través de las caricias, quererse con el cuerpo, conectar a través de los cuerpos las almas. No iba a ser sólo sexo apresurado.
Esas manos nerviosas subieron la playera de Magnus, sintieron la estrecha cintura y los duros abdominales, delinearon con el índice cada uno y después subieron, tanteando hasta dar con las clavículas, la curva de los hombros, y siguieron por los brazos hasta encontrar sus manos y entrelazarlas.
Magnus había pensado cerrar sus ojos y perderse en el momento, en un mundo sólo de sensaciones como Alexander, pero no pudo. Ver a aquel hombre, el amor de su vida, sentado sobre él, sus cuerpos vibrando, ver los cambios de sus expresiones, reconociendo, y tal vez recordando cada rincón de Magnus, aquel cuerpo que fue y ya sólo sería suyo, era exquisito.
Alec se mordió el labio inferior cuando sus manos se entrelazaron y sintió la dureza de Magnus apretando contra él. Tenía miedo, quería disculparse y salir de ahí, pero su sangre parecía fuego, ardía por Magnus, su cuerpo quería permanecer justo donde estaba y quedarse a revivir el momento exacto del amor entre él y Magnus.
Cuando Magnus se sentó, todavía con él encima, no pudo evitar gemir por el contacto entre sus cuerpos, pero aquel sonido se vio interrumpido por los labios de Magnus sobre los suyos, en un beso sin urgencia, eran suaves, delicados movimientos que Alec regresaba, saboreando a Magnus.
Amándolo a besos.
Aquellas manos entrelazadas subieron y bajaron por el torso de Alec, haciéndolo temblar y apretarse más contra Magnus.
En ningún momento, desde que habían tomado la decisión, habían hablado. Se entendían sin palabras.
Magnus cerro sus ojos durante el beso. Sólo sintiéndolo.
Acomodó una de sus manos en la cadera que Alec y las otras, todavía entrelazadas, avanzaron hasta la erección entre sus cuerpos, Alec tembló ante el contacto, se tensó y después se relajo.
Estaba bien. Él quería eso.
Dejó libre la mano de Magnus. Mientras Magnus lo acariciaba dulcemente y le enseñaba otra cosa más, el placer que acompañaba al amor, él llevo sus manos hasta su espalda y hombros, acariciando a Magnus mientras suspiros y gemidos se le escapaban.
Antes de que llegara al limite, Magnus lo dejó ir. Él se quejó, le estaba gustando eso, pero siguió sin hablar.
Las manos de Magnus lo acomodaron para tratar con él, abrió con delicadeza y caricias sus piernas para prepararlo y cuando estuvo listo y se adentró en él, Alec abrió su boca en un suspiro y sus ojos para encontrarse con aquellos felinos verde dorado.
Fueron unos segundos, sus cuerpos se congelaron ante el reconocimiento. Alec pudo ver a Magnus un momento antes de que sus cuerpos comenzaran a moverse. Y Magnus encontró en aquellos ojos el amor perdido hace un siglo y la esperanza surgió entre ellos.
Alec recordaría algún día.
—Te amo —fue mutuo y luego se fundieron en un beso mientras ambos se hacían suyos.
* * *
Horrible, ya lo sé 😂 mejor lean Tu corazón, ya les hice spoiler, ahí está su primera vez real y esa sí es hermosa 😻
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