✨Au:Yandere

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Obsesión Silenciosa

El aula estaba vacía. La luz del atardecer se filtraba por las ventanas, tiñendo de tonos cálidos los pupitres alineados. Sabías que debías irte, pero algo te retenía. O más bien… alguien.

—No quiero que te vayas aún… —su voz apenas fue un susurro, pero la forma en que resonó en la habitación vacía hizo que tu piel se erizara.

Te giraste y lo viste. Tamaki Amajiki estaba junto a la puerta, bloqueando la salida con su cuerpo. Su mirada, usualmente esquiva y tímida, ahora estaba fija en ti con una intensidad que jamás habías visto.

—Tamaki… ¿pasa algo?

No respondió de inmediato. Solo dio un paso hacia ti, sus manos apretadas en los costados, como si estuviera conteniéndose.

—¿Por qué hablas tanto con los demás? —preguntó finalmente, su voz temblando con algo que no supiste identificar al principio.

Frunciste el ceño, confundido.

—¿A qué te refieres? Solo estoy socializando…

—No necesitas hacerlo —te interrumpió, su tono más firme de lo habitual—. No necesitas a nadie más.

El aire en la habitación se sintió más denso. Sus ojos, aquellos que siempre se escondían tras su flequillo, ahora brillaban con algo peligroso.

—Tamaki, estás actuando extraño… —diste un paso atrás, pero chocaste contra el escritorio.

Él lo notó. Y sonrió.

—No quiero que te alejes de mí —susurró, inclinándose sobre ti—. No quiero que nadie más te tenga.

Su mano temblorosa se deslizó por tu brazo, en un toque que se sintió tanto cariñoso como posesivo.

—Eres mío… —susurró, con una devoción perturbadora—. ¿Verdad?

Había algo profundamente inquietante en su tono, en la forma en que su cuerpo temblaba de emoción contenida.

Y en ese momento, supiste que no había forma de escapar de Tamaki Amajiki. No cuando su amor se había convertido en obsesión.