Bueno hace apenas ya unas horas ne acabe de ver "Halloween La Noche Final", así que aprovecho antes que se me vaya la inspiración

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Bajo la Máscara

La luna llena brillaba en el cielo de Haddonfield, iluminando las calles vacías con su luz pálida. Era una noche en la que el aire parecía estar cargado de tensión, una quietud inquietante que presagiaba lo que estaba por venir. Te encontrabas en tu habitación, incapaz de apartar los pensamientos oscuros que rodeaban la figura de Michael Myers, el hombre detrás de la máscara.

Desde que habías escuchado las historias sobre él, algo en ti se había despertado. No era el miedo lo que sentías, sino una fascinación insana por la oscuridad que lo envolvía. La manera en que se movía en las sombras, cómo acechaba a sus víctimas, todo eso provocaba un extraño cosquilleo en tu interior. Era un monstruo, pero había algo en su existencia que te atraía de manera inexplicable.

Esa noche, decidiste que tenías que saber más. Te pusiste un abrigo oscuro y saliste de tu casa, la adrenalina bombeando en tus venas mientras caminabas hacia el bosque donde se decía que Michael merodeaba. La luna iluminaba tu camino, pero la oscuridad del bosque parecía abrazarte, intensificando tu emoción.

A medida que te adentrabas en el bosque, el silencio se volvía ensordecedor. Podías sentir el latido de tu corazón resonando en tus oídos. Y entonces, como si la noche misma te estuviera guiando, escuchaste un sonido. Un suave crujido, como si alguien se moviera entre los árboles.

Te detuviste, conteniendo la respiración, y entonces lo viste. Michael Myers, con su icónica máscara blanca y su vestimenta oscura, estaba parado a unos pocos metros de ti. La figura imponente, casi sobrenatural, te hizo sentir una mezcla de temor y fascinación.

—¿Qué haces aquí? —preguntó con una voz baja y profunda, casi como un susurro que rasgó el silencio de la noche.

No pudiste evitarlo; te acercaste un poco más, desafiando el peligro que representaba.

—Quiero entenderte —dijiste, tus palabras flotando en el aire—. Quiero saber qué hay detrás de la máscara.

Michael no respondió, su mirada fija en ti, pero había algo en su postura que sugería que estaba considerando tus palabras. Había un vacío en su mirada, pero también una chispa de curiosidad, como si estuviera intrigado por tu presencia.

—La oscuridad no es algo que se entienda fácilmente —respondió finalmente, su voz grave y melancólica—. Muchos no sobreviven para contarlo.

—Pero yo no tengo miedo —te atreviste a decir, sintiendo que el desafío vibraba entre ustedes—. Puedo ver más allá de la leyenda.

Un escalofrío recorrió tu cuerpo cuando te acercaste un poco más, casi tocando la tela de su ropa. Michael no se movió, solo te observó con aquellos ojos vacíos, como si intentara leer tu alma.

—¿Qué quieres de mí? —preguntó, su tono más suave, pero lleno de advertencias.

—Quiero saber lo que sientes —respondí, acercándome un poco más—. Quiero saber quién eres cuando no estás cazando.

Era una pregunta peligrosa, pero la noche parecía ser el refugio perfecto para los secretos. Aquel monstruo que todos temían podía ser algo más en tus ojos. Una conexión, aunque oscura, podía nacer entre ustedes.

Michael bajó la mirada, como si sopesara tus palabras. Después de un momento, levantó la vista, y algo había cambiado en su expresión. Era como si, por un breve instante, la máscara se hubiera agrietado y permitiera ver el hombre detrás de ella.

—¿Estás dispuesta a aceptar lo que soy? —dijo, su voz resonando en el silencio de la noche—. No soy un héroe, soy un asesino.

—Lo sé —respondí, la sinceridad impregnando cada palabra—. Pero también veo la soledad en ti, el sufrimiento que te ha llevado a ser lo que eres.

Sin previo aviso, Michael dio un paso hacia ti, la intensidad de su presencia envolviéndote. A medida que se acercaba, podías sentir la oscuridad que lo rodeaba, pero también una atracción que era innegable.

—¿Crees que podrías amar a un monstruo? —preguntó, su voz cargada de un deseo inconfesable.

El aire entre ustedes se volvió electrizante. Te atreviste a tocar su brazo, y aunque temías lo que podría suceder, no podías alejarte.

—Si te dejas ver, podría amarte, Michael —susurraste, y en ese momento, la noche dejó de ser solo oscuridad; se convirtió en un refugio para algo más profundo.

Fue un instante que pareció eterno, y entonces, él se inclinó hacia ti, sus labios rozando los tuyos en un beso que era una mezcla de dulzura y peligro. Era un beso que sellaba un pacto entre la luz y la oscuridad, un lazo que desafiaba las reglas de la moralidad.

Y, aunque sabías que estabas abrazando el abismo, había algo liberador en ello. En ese momento, en la noche estrellada y sombría, te encontraste atrapado entre susurros y promesas, bajo la sombra del hombre que todos temían, pero que tú comenzabas a comprender.

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Se que ese Michael no es bueno ni en su última molecula o de su existencia, pero es mi historia así que besitos 👉👈