Simplemente lo amo, el amor de mi vida, mi esposo, mi novio, mi sempai, mi alma gemela, mi omega, mi alfa, mi-

*Le pegan por no poner el one short*

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Amor Obsesivo

La luna llena iluminaba la habitación de Hazu, creando sombras danzantes en las paredes. Su mirada fija en la ventana revelaba una obsesión que había crecido con el tiempo. Desde que había conocido a _____, su mundo había cambiado. Todo giraba en torno a esa persona, y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para mantenerla a su lado.

Esa noche, Hazu había planeado algo especial. Con una sonrisa inquietante, se acercó a la puerta de la casa de _____, un lugar que había vigilado durante semanas. Sabía que _____ estaría solo, y esa oportunidad era demasiado perfecta para dejarla pasar.

Entró sigilosamente, asegurándose de no hacer ruido. La casa estaba en silencio, pero su corazón latía con fuerza. La obsesión lo impulsaba a buscar a _____, y cuando lo encontró, su corazón se llenó de una mezcla de amor y posesión.

_____, que estaba en su habitación, se sobresaltó al ver a Hazu aparecer de la nada.

-¿Hazu? ¿Cómo entraste? -preguntó, su voz temblando.

-No te preocupes, cariño. Solo quería verte -respondió Hazu, acercándose lentamente, con una sonrisa que no prometía nada bueno.

Sin darle tiempo a reaccionar, Hazu se lanzó hacia _____, atrapándolo en un abrazo apretado. El joven intentó separarse, pero la fuerza de Hazu lo mantenía en su lugar.

-Eres mío -susurró Hazu, su aliento cálido contra el cuello de _____.

_____, asustado y confundido, intentó apartarse. -Esto no está bien, Hazu. Necesitamos hablar.

Hazu lo miró, sus ojos brillando con una locura suave. -No hay nada de qué hablar. Solo quiero estar contigo. Siempre.

Con movimientos rápidos, Hazu lo empujó hacia la cama, obligándolo a recostarse. La mirada en sus ojos era intensa, y _____ sintió un escalofrío recorrer su espalda.

-Hazu, por favor... -imploró, pero su voz se desvaneció cuando Hazu se inclinó, besando sus labios con urgencia.

La pasión era palpable, y a pesar de la tensión, _____ se sintió atraído por esa intensidad. Hazu lo besó con fervor, sus manos explorando el cuerpo de _____, mientras sus labios se movían en un ritmo desesperado.

-No puedo vivir sin ti -murmuró Hazu, sus palabras llenas de anhelo-. Y no permitiré que nadie se interponga entre nosotros.

Con un movimiento rápido, Hazu desabrochó la camisa de _____, dejando al descubierto su piel. Se inclinó, besando su cuello y bajando lentamente, disfrutando de cada centímetro de su cuerpo. Sus manos recorrían sus costados, mientras sus labios dejaban un rastro de besos ardientes.

_____, atrapado entre el miedo y el deseo, sintió cómo Hazu lo consumía. Las caricias se volvían más insistentes, y el ambiente se llenó de gemidos ahogados.

-Eres perfecto para mí -dijo Hazu, mientras continuaba explorando el cuerpo de _____ con una mezcla de dulzura y desesperación.

_____, sintiendo que no podía resistir más, se entregó a esa locura. Hazu lo tomó entre sus brazos, sus cuerpos entrelazados en una danza de pasión. La habitación se llenó de susurros y gemidos, un eco de la obsesión que los unía.

Hazu lo llevó al límite, cada movimiento era una declaración de amor posesivo. La intensidad crecía, y ambos se sumergieron en un torbellino de placer, sintiendo que el mundo exterior se desvanecía.

Al final, exhaustos y entrelazados, Hazu miró a _____ con una sonrisa satisfecha. -Nunca te dejaré ir. Eres mío, solo mío.

_____, aún temblando por la experiencia, sintió una mezcla de miedo y anhelo. Sabía que había cruzado una línea, pero en ese momento, todo lo que podía pensar era en Hazu.

-Siempre estaré contigo -respondió, sintiendo que su destino estaba sellado.

Y así, en la oscuridad de la habitación, entre sombras y luces, su amor se convirtió en una obsesión irrefrenable, un lazo que los uniría para siempre.