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Bajo la Lluvia

El sonido de la lluvia golpeando el asfalto te resultaba extrañamente relajante. Caminabas sin prisa por la ciudad, dejando que las gotas resbalaran por tu rostro mientras tus pensamientos vagaban sin rumbo fijo. No habías planeado quedarte afuera tanto tiempo, pero algo te hizo detenerte frente a una vieja librería.

O más bien, alguien.

Hazu Kashibuchi estaba allí, de pie bajo el alero del edificio, con su expresión habitual de calma y un cigarro apenas encendido entre los dedos. Su chaqueta oscura estaba ligeramente empapada, pero no parecía importarle. Sus ojos, afilados y siempre observadores, se deslizaron hacia ti en cuanto notó tu presencia.

—No pensé que encontraría a alguien más disfrutando de la lluvia —comentaste, acercándote con una sonrisa leve.

Hazu te miró por un momento, luego dejó escapar un suspiro casi imperceptible antes de devolver la vista a la calle mojada.

—No es como si la estuviera disfrutando —respondió con su tono tranquilo, dándole una calada a su cigarro antes de sacudir la ceniza—. Simplemente me quedé aquí más tiempo del que pensaba.

—¿Eso significa que quieres irte?

—Tal vez —su respuesta fue ambigua, pero la forma en que sus ojos volvieron a fijarse en ti te dijo lo contrario.

Te acomodaste junto a él, apoyándote contra la pared con las manos en los bolsillos. Un silencio cómodo se instaló entre los dos, solo interrumpido por la lluvia y el sonido ocasional de un auto pasando por la calle.

—¿Sabes? —murmuraste después de un rato—. La mayoría de las personas correrían a refugiarse con esta lluvia.

Hazu soltó una risa corta, apenas un susurro en el aire húmedo.

—Tú no lo hiciste.

—Porque la compañía es buena —respondiste sin pensarlo demasiado.

Su mirada se tornó un poco más intensa.

—Siempre tienes una respuesta lista, ¿eh?

—¿Eso te molesta?

No respondió de inmediato. En cambio, inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado, como si estuviera evaluando tu presencia de una manera diferente a la habitual.

—No —admitió al final—. De hecho, lo encuentro interesante.

Había algo en su tono, en la forma en que su voz bajó ligeramente al decirlo, que hizo que un escalofrío recorriera tu espalda. No era común que Hazu dijera cosas así. O al menos, no de forma tan directa.

El viento sopló, trayendo consigo el aroma de la lluvia y el tabaco. Te distrajiste un momento mirando cómo las gotas resbalaban por el cabello oscuro de Hazu, pegándose a su piel y dándole un aspecto aún más relajado de lo habitual.

—Si sigues quedándote aquí, te vas a resfriar —murmuró de repente, y antes de que pudieras reaccionar, sentiste su mano rozar la tuya.

Fue un toque breve, casi tímido, pero suficiente para que tu corazón latiera un poco más rápido.

—¿Desde cuándo te preocupas tanto por mí? —preguntaste con una sonrisa juguetona, intentando aligerar el ambiente.

Hazu no sonrió. En su lugar, apagó su cigarro con un gesto pausado y, sin previo aviso, entrelazó sus dedos con los tuyos.

—Quizás desde siempre… —susurró, su voz lo suficientemente baja como para que solo tú pudieras escucharlo.

El sonido de la lluvia parecía haber desaparecido de fondo. Solo estaban él, su mirada fija en la tuya, y el calor inesperado de su mano sosteniendo la tuya con firmeza.

—¿Eso significa que me dejarás quedarme bajo la lluvia contigo? —preguntaste, sin apartar la mirada.

Hazu sonrió, esta vez de verdad.

—Significa que si te resfrías, no me culpes por no haberte advertido.

Y con esa excusa apenas válida, tiró de ti con suavidad, acercándote más a él, como si la lluvia no fuera suficiente razón para justificar la cercanía.

"Bajo la Lluvia"

(One-shot de Hazu Kashibuchi - Romance)

El sonido de la lluvia golpeando el asfalto te resultaba extrañamente relajante. Caminabas sin prisa por la ciudad, dejando que las gotas resbalaran por tu rostro mientras tus pensamientos vagaban sin rumbo fijo. No habías planeado quedarte afuera tanto tiempo, pero algo te hizo detenerte frente a una vieja librería.

O más bien, alguien.

Hazu Kashibuchi estaba allí, de pie bajo el alero del edificio, con su expresión habitual de calma y un cigarro apenas encendido entre los dedos. Su chaqueta oscura estaba ligeramente empapada, pero no parecía importarle. Sus ojos, afilados y siempre observadores, se deslizaron hacia ti en cuanto notó tu presencia.

—No pensé que encontraría a alguien más disfrutando de la lluvia —comentaste, acercándote con una sonrisa leve.

Hazu te miró por un momento, luego dejó escapar un suspiro casi imperceptible antes de devolver la vista a la calle mojada.

—No es como si la estuviera disfrutando —respondió con su tono tranquilo, dándole una calada a su cigarro antes de sacudir la ceniza—. Simplemente me quedé aquí más tiempo del que pensaba.

—¿Eso significa que quieres irte?

—Tal vez —su respuesta fue ambigua, pero la forma en que sus ojos volvieron a fijarse en ti te dijo lo contrario.

Te acomodaste junto a él, apoyándote contra la pared con las manos en los bolsillos. Un silencio cómodo se instaló entre los dos, solo interrumpido por la lluvia y el sonido ocasional de un auto pasando por la calle.

—¿Sabes? —murmuraste después de un rato—. La mayoría de las personas correrían a refugiarse con esta lluvia.

Hazu soltó una risa corta, apenas un susurro en el aire húmedo.

—Tú no lo hiciste.

—Porque la compañía es buena —respondiste sin pensarlo demasiado.

Su mirada se tornó un poco más intensa.

—Siempre tienes una respuesta lista, ¿eh?

—¿Eso te molesta?

No respondió de inmediato. En cambio, inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado, como si estuviera evaluando tu presencia de una manera diferente a la habitual.

—No —admitió al final—. De hecho, lo encuentro interesante.

Había algo en su tono, en la forma en que su voz bajó ligeramente al decirlo, que hizo que un escalofrío recorriera tu espalda. No era común que Hazu dijera cosas así. O al menos, no de forma tan directa.

El viento sopló, trayendo consigo el aroma de la lluvia y el tabaco. Te distrajiste un momento mirando cómo las gotas resbalaban por el cabello oscuro de Hazu, pegándose a su piel y dándole un aspecto aún más relajado de lo habitual.

—Si sigues quedándote aquí, te vas a resfriar —murmuró de repente, y antes de que pudieras reaccionar, sentiste su mano rozar la tuya.

Fue un toque breve, casi tímido, pero suficiente para que tu corazón latiera un poco más rápido.

—¿Desde cuándo te preocupas tanto por mí? —preguntaste con una sonrisa juguetona, intentando aligerar el ambiente.

Hazu no sonrió. En su lugar, apagó su cigarro con un gesto pausado y, sin previo aviso, entrelazó sus dedos con los tuyos.

—Quizás desde siempre… —susurró, su voz lo suficientemente baja como para que solo tú pudieras escucharlo.

El sonido de la lluvia parecía haber desaparecido de fondo. Solo estaban él, su mirada fija en la tuya, y el calor inesperado de su mano sosteniendo la tuya con firmeza.

—¿Eso significa que me dejarás quedarme bajo la lluvia contigo? —preguntaste, sin apartar la mirada.

Hazu sonrió, esta vez de verdad.

—Significa que si te resfrías, no me culpes por no haberte advertido.

Y con esa excusa apenas válida, tiró de ti con suavidad, acercándote más a él, como si la lluvia no fuera suficiente razón para justificar la cercanía.

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Recuerden que los pedidos esta abiertos, si quieren un x personaje lo hare con mucho gusto ^^