En un planeta muy extraño en el que solo habitaban magos y millones de criaturas mágicas, había escuelas de magia, árboles de todos los colores y casas al revés. En ese planeta desconocido habñia un libro sagrado que estaba en el único museo de la ciudad y de él se hacían copias para estudiantes y adultos que no se les daba muy bien la magia. Este planeta se llamaba MG18.

En MG18, vivían Mary *censurado*, Oliver, Emma y Mateo. Erab ya ancianos cuando se convirtieron en los mejores cuentacuentos de la historia mágica. Los niños iban a verlos todas las tardes y ellos disfrutaban contándoles cuentos, enseñándoles hechizos y jugando a algún que otro juego. Pero, esa tarde, fue diferente; normalmente, los niños nunca estaban de acuerdo con lo que querían hacer y esa tarde, sin embargo, todos los niños estaban de acuerdo, querían saber de sus vidas pasadas.

Así que los cuatro se pusieron a pensar en recuerdos pasados...

—Podríamos contaros como nos conocimos —dijo Mary.

—O cuando conocimos a Abraham, el hombre lobo —dijo Oliver.

—O cuando descubrimos que Mary cuidaba de un dragón en la escuela —dijo Emma.

—O la mejor, como nos convertimos en cuentacuentos y salvamos el mundo —dijeron los cuatro a la vez.

—¡Contadnos todas! —gritaron con entusiasmo los niños.

—Bien, nos conocimos cuando empezó la escuela en primer curso, Olvier y Mateo eran muy amigos, igual que Emma y yo. —Empezó a contar Mary—. Coincidimos los cuatro por casualidad cuando casi nos tiran la torre de libros que traíamos de la biblioteca. Ellos enseguida nos dijeron que estábamos locas por haber cogido tantos libros. Pero después, ellos, mientras jugaban con las escobas perdieron el control y cuando estaban a punto de caer les hechizamos las escobas y aterrizaron sanos y salvos. Desde entonces nos persiguieron ayudándonos y sin reírse de lo que hacíamos.

—¡En serio! ¡Increíble! ¡Otra! —dijeron los niños.

—Era una noche de luna llena cuando conocimos a Abraham, estábamos de acampada unas vacaciones y de repente, vimos un lobo extraño —contó Oliver—. Mary dijo: "Es un hombre lobo" y Emma gritó: "No te acerques, Mary, los hombres lobo son peligrosos", pero Mary se siguió acercando sin hacerle caso y lo empezó a acariciar como si nada. ASí que al final nos convenció de que no hacía nada y que dormiría con ella.

—¡Guau! ¡Otra! —pidieron los niños.

—Un día viene el hermano de Mateo al colegio, que es cuidador de dragones. Mary se acerca a él y le pregunta: "¿Me podrías hacer un favor?" y por supuesto el hermano de Oliver dijo que sí y Mary dio un silbido y apareció una cría de dragón, se llama Buddy. Así que se llevó a Buddy a la granja de dragones. Si vais a la granja de dragones lo veréis, es el más mayor de todos —dijo Emma.

—¿Podemos ir mañana? —dijeron los niños.

—Claro —dijo Oliver—. Pero ahora toca la última historia. Era un día normal, cuando se nos apareció un hombre malvado y nos dijo que le diésemos nuestro mayor poder. Nosotros le dimos uno, nuestras historias y gracias a eso el hombre ahora se hace llamar Daniel y es vuestro director, Después de eso nos nombraron los mejores cuentacuentos de la historia. Eso es porque los cuentos son la magia de las palabras.

—¡Sí, es verdad! —gritaron todos con mucha emoción.

Así, Mary, Emma, Oliver y Mateo desvelaron sus mejores y mayores secretos en una tarde.

AYUDA, POR QUÉ ESTOY COMPARTIENDO ESTO? ES TIPO, NOOOO, WEY, ASCOOOO.

Ok, este relato fue también de los primeros, pero no lo tenía en digital. Veréis que cambié las rayitas de los diálogos y otra cosa, pero nada más. HE RESPETADO LA ASQUEROSA MIERDA ESTA, SOLO PARA QUE VEÁIS EL ASKO QUE DOY.

En fin, siempre censuro el "Mary *censurado*" porque me ENCANTABA meter a una Mary con mi apellido. Esa era mi originalidad. Plagio tramas de escritores famosos, cojo siempre el mismo nombre para mi protagonista, uso mi apellido y el resto de mis personajes son nombres de Legos.

YA OS VAIS ALV, NO QUIERO SEGUIR PUBLICANDO MI PASADO OSKURO *se va a su rincón para que nadie le hable*