Fabi la gallina asesina
Fanfic pocho de Vigilando al Toro UNO:
spoilers leves hasta el capítulo cinco
historia original de Adharagranley
Jeremías trabaja en la Agencia Punto Azul, un lugar muy extraño donde lo acaban mandando a misiones top secret. Se podría decir que era un agente secreto de estos de Misión Imposible, un 007. El caso es que lo mandan a vigilar a un toro domesticado, porque ¿quién no ha tenido un precioso toro de lidia en su casita como mascota? Es lo más normal del mundo. Bueno, que a este quieren secuestrarlo, matarlo, venderlo o lo que sea y a él le toca cuidarlo. El problema es que tiene una dueña bastante terca y extravagante (porque tiene un maldito toro en su casa en vez de adoptar un perro).
Rafaela es la dueña de Thor, el toro (el nombre más original del año, claro que sí). Encuentra a un tipo muy raro en su calle, se lo vuelve a encontrar prácticamente en la puerta de su casa y acaba invitándolo a entrar. Es que, si ves a un posible violador en tu puerta mientras está diluviando, lo primero que haces es invitarlo a cenar. Todo normal, ya lo sé.
El punto y aparte que es realmente necesario es para cierto animal emplumado que vivía encima del frigorífico: Fabi. Este ser que fingía estar clueco para que no le molestaran, observaba la preciosa charla que tienen su humana y el espía. Esa noche tampoco le tomó mucha importancia, aún no sabían nada de ella y tampoco es como si se hubieran fijado en su existencia. Fue a la mañana siguiente —porque después de una cena hay que dormir y Rafaela obviamente dejó que el violador/007 durmiera en su sofá— cuando las cosas se le complicaron.
La escritora, una jovencita intranquila y con algo de demencia senil (tenía un cerebro de viejo dentro de su nuevo cuerpo), dio un primer plano a la gallina. Eso no le gustó nada, ¡cualquiera que lo leyera podría señalarla como la culpable de todo! Así que, aprovechando el atolondramiento adolescente que llevaba encima, se acercó por detrás y le picoteó el oído hasta llegar a su cerebro. La dejó en tan mal estado que, para cuando se recuperó cinco meses después, en vez de narrar la verdadera historia se inventó una nueva. De aquí que haya otros veinticuatro capítulos publicados sin ton ni son.
Por suerte, una fiel servidora sí que vio desde el primer momento las intenciones de la malvada criatura y la mantuvo bien vigilada. Así que aquí me hallo, sin capa ni ensayo —así no era, pero estamos ante un fanfic pocho de "Vigilando al Toro" así que poco importa ya la calidad—, escribiendo la verdad. ¿A quién demonios le importaría un toro de lidia si podían coger a la gallina no clueca? Fabi, así la llamaban, pero en realidad era la mente maestra detrás de la eliminación de Thor. Ese endemoniado animal, que era demasiado amable para encajar con sus planes, ¡le quitaba el protagonismo! ¿Qué clase de organización querría un toro idiota si podían tenerla a ella? ¡Sus huevos eran de oro! Ni siquiera los secretos oscuros del Estado eran más importantes.
Por eso, como venganza, atacó a la escritora senil y distrajo a los dos tortolitos. Tras muchas disculpas por parte de Rafaela y un confundido Jeremías, ella aprovechó para matar al toro. ¡Unos picotazos y todo se acabó! Pero, claro, su humana quería buscar al culpable, y encima tenía al 007 enamorado con ella. Nadie creería que había sido la gallina, pero tras unas semanas podrían imaginárselo. Solo había que unir puntos. ¿Quién era la única que estaba en la casa? ¿En quién confiaba Thor? Ella era la única posible culpable. Así que acabó huyendo de la Agencia con nombre ridículo.
En su escapada, casi decide quedarse con un grupo de ricachones bastante inútiles. El jefe era algo así como Gordoner, Gorroner o Gonderrer. Tampoco importaba, porque aquí la única protagonista era, es y será Fabi. Cansada de andar de un lado para otro, intentó vender uno de sus preciados huevos de oro, ¡pero de ahí salió un pollo de oro! Era, sin duda, su mayor rival hasta el momento. ¿Quién querría a una gallina que ponía huevos de oro si podía tener un pollito de oro? ¡Debía matarlo! Sin embargo, al intentar picotearlo, se le rompió su preciado pico y el pequeño animal salió corriendo.
Así fue como la encontraron Rafaela y Jeremías, moribunda y sin pico. Sus últimas palabras —porque, claro, no habría llegado hasta ese punto sin saber hablar para poder manipular a los estúpidos humanos— fueron: «Le dejo el testigo a vuestro nuevo enemigo: Don Pollito». Y con esas rimas tan bonitas, la malvada gallina cayó muerta.
Rafaela acabó entrando en depresión por las muertes de sus dos mascotas, además de estar endeudada con la escritora senil por el ataque de Fabi.
Jeremías, cansado de sus quejas, le pidió matrimonio y le regaló un perro.
La escritora senil acabó aún peor de la cabeza y acabó escribiendo historias sin menos sentido que esta.
Don Pollito decidió vagar por las calles, hasta que un humano muy muy borracho creyó que había encontrado un pollo asado e intentó comérselo. Al ser este de oro, consiguió romperle todos los dientes. Algunos rumorean que acabó aliándose con una empanadilla aún más malvada que la gallina no clueca.
Y vuestra fiel servidora, termina de escribir este relato con una reverencia y varios gritos de fondo animándola a que deje las drogas. Muchas gracias por leer esta historia tan descabellada.
Ajam, ajam, intenté seguir la dinámica de RetroWP pero salió demasiado extraño así que publico los borradores por acá y luego si eso mando algo mejor :)
Sorrynotsorry por ser tan drogada y hacer esta versión extraña. Dejo por aquí como plus la versión 2 que también acabó mal:
(el inicio es igual, así que solo pondré el párrafo que llegué a escribir de la nueva versión)
Por suerte, una fiel servidora sí que vio desde el primer momento las intenciones de la malvada criatura y la mantuvo bien vigilada. Así que aquí me hallo, sin capa ni ensayo —así no era, pero estamos ante un fanfic pocho de "Vigilando al Toro" así que poco importa ya la calidad—, escribiendo la verdad. Fabi es una mente malvada que quiere eliminar a su compañero Thor, pues en un inicio ambos eran traficantes de droga. El problema es que, cuando el toro conoció a Rafaela, se volvió demasiado amigable y quiso abandonar el negocio. Ella no podía permitírselo, así que contrató a un tal Gordoner, Gorroner o Gonderrer para que distrajera a los dos tortolitos mientras mataba al toro.
AHORA YA SÍ QUE BAI, INTENTARÉ SER NORMAL, LO JURO SKJDFNVJSNDV.
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