Todo empezó ese caluroso día de verano, cuando fui a la gasolinera a por pan. Serían las cuatro de la tarde, me encontraba intentando escribir mi gran obra, maldiciendo por lo bajo a mi cuerpo humano incapaz de concentrarse por el hambre. Con un suspiro, me dejé llevar por mi estómago hasta la nevera en busca de las sobras de alguna comidilla rápida que preparé los anteriores días. Revisando las baldas casi vacías, deduje que tenía dos opciones: pedir algo de comer o ir a comprar pan y hacerme un bocadillo con la única loncha de chorizo que quedaba. Sopesando mi dinero, tiempo y hambre, fui directa a mi silla de pensar frente al escritorio. Lo mejor sería que cogiese algo de dinero y cruzase la calle hasta la gasolinera. Tomé mi mascarilla quirúrgica y mi chaqueta de invierno junto a las llaves y el monedero.

Cruzar la carretera es más difícil de lo que parece, y más aún si no hay un paso de peatones o un mísero semáforo que controle a esas máquinas infernales. Esquivé un último coche antes de poder pasar por la puerta automática del pequeño edificio. A pesar de la atractiva fachada que poseía, el interior era un cuchitril poco saludable y con graves problemas con la humedad. Me dirigía hacia el mostrador cuando me entró una urgencia inaplazable. Tuve que dejar plantado al solitario encargado y salir corriendo hacia los servicios de atrás.

Realmente, ese pobre hombre con cara de perturbado debía sentirse bastante aislado, la gente pasaba su gasolina en las máquinas de fuera y apenas un ser desesperado pasaba a la parte de la tienda. Si yo estuviese en su lugar, ya me habría ido. Entré al primer orinal que pillé y comencé a vomitar de forma copiosa. Desde que sufrí mi primer ataque de bulimia, mi estómago se revuelve solo y empieza a expulsar todo lo que tiene dentro. El sabor de mis jugos gástricos no es que sea agradable, por lo que suelo enjuagarme la boca en cuanto termino. El problema, es que me negaba a intentar sacarle agua a esos grifos mugrosos, incluso preferiría beber del fondo de un retrete. Claro, que una ojeada al cubículo de al lado me quitó esa preferencia (¿quién echa la mierda de su perro en un baño público?). 

ESTE FRAGMENTO NO SIGNIFICA NADA PARA VOSOTROS, PERO A MÍ ME ACABA DE DESBLOQUEAR UN MILLÓN DE RECUERDOS TO RANDOM AJSAJSJASJAS. Repito: fan de mi yo de hace un año aburrida JASJASJJAS