Capítulo 13
Adrián Howard
—Tu puedes con esto y mucho más Hadley, todo va a estar bien—susurré a su oido
—No, no lo soy, no puedo—murmullo solloza
—Si lo eres—después de lo dicho, su respiración empezo a normalizarse poco a poco, una vez ya calmada, ella se separo de mi y levanto un su cabeza para poderme ver a los ojos
—Gracias—dice en un susurro y trata de sonreir
—No hay de que—respondí
Habian pasado alrededor de media hora desde que estamos aquí encerrados, trate de llamar a Luka pero no contestaba, al igual que Iván. Hadley se habia quedado profundamente dormida sobre mis piernas, mientras yo acariciaba su suave y sedoso cabello y tataradiaba una canción.
Observe cada detalle de su rostro; tiene una nariz algo pequeña pero respingada, sus cejas son delgadas y pobladas, unas pestañas crespas y ojos grandes, sus labios son de un color rojo cálido y algo carnosos. Tenia una cicatris un su barbilla, me pregunto como le la habra hecho, de seguro se cayo cuando estaba pequeña o algo por el estilo.
Ella lentamente abrio sus grandes ojos marrones y observo todo lo que la redeaba para asegurarse a donde estaba, finalmente recordo lo sucedido, dio un suspiro y tapo su cara con sus manos. Al darse cuenta que estaba recostada en mis piernas y se levanto de un brinco y se sento a mi lado.
—Lo siento—dice esta con sus mejillas coloradas, pude notar en sus ojos la vergüenza que sentia, solté una sonora carcajada por su reacción, ella me fulmino con la mirada a lo que yo reí más-. Ya para
—Deberias ver tu cara—comenté entre risas, esta me dio un leve golpe en el hombro
—¿Intentate llamar a alguien? —pregunto ella
—Si, pero ninguno contesta—digo
—Llamaré a Elena o a Luna—anunció la castaña mientras tomaba su celular, luego de varias llamadas se dio por vencida ya que ninguna le contesto.
—Juguemos algo para matar el aburrimiento—propuse ya que no tenia idea de que hacer o decir
—¿En serio? —Ironizo la chica
—Si, ¿que tiene de malo? —exclame con inocencia
—No, nada, si no que no pense que eras ese tipo de chico—dice con simpleza
—¿Según tu como soy? —cuentione con curiosidad
—Pues—ella hizo una pausa y penso antes de responder—eres amable, pero tu aparecia es como de los típicos idiotas populares, rompe corazónes, egocéntricos, ingreido y que creen que todo su alrededor esta a sus pies o algo así. Pero por lo poco que te conozco veo que no eres así.
—Menciona algo que no te guste de mi hasta el momento
—Tus cambios de humor y tu novia—lo último hizo que otra sonora carcajada saliera de mi
—Haber, lo primero pues es verdad, yo se que tengo cambios de humor repentinos y estoy tratando de mejorar eso—comuniqué—Y lo segundo pues—hice una pausa—Emma no es mala sabes, cuando la al fin la tratas descubres que no como su aparencia indica, si puede llegar a ser irritante por ratos pero entre lo que cabe es buena, si necesitas ayuda ella siempre esta allí para ti, es una gran persona aunque no lo aparente ser.
—Pues no se, pueda que tengas razón a demás hay una frase que dice; No hay que juzgar un libro por su portada. Pueda que este sea el caso—planteó algo pensativa
—Haber, juguemos a las preguntas—propongo, ella asiente y yo empiezo con el juego—Tu primero—indicó
—¿Cúal es tu película favorita? —pregunta
—El Rey León—respondo de inmediato
—No la he visto—abro la boca asombrado y la observo con indignación, su mirada reflejaban inocencia—. ¿Qué?
—¡No me cabe en la cabeza la idea de que núnca la has visto! —exclamo—¡Es una reliquia!
—La he escuchado pero núnca la he podido ver—dice esta
—Difinitivamente tienes que verla—formulo señalandola—. Es más yo la miraré contigo, quiero ver tu reacción al verla—ella da una fuerte carcajada y asiente con una sonrisa
—Haber, sigues tú—indica la chica dando una pequeña palmeada en mi hombro
—Cantante o Banda favorita—cuestiono
—Taylor Swift y One Direction—responde de inmediato
—One Direction ya se... —no termino de hablar porque ella me tapa la boca con sus manos
—No lo digas que me voy a poner a llorar—exclamo la chica
—Esta bien—digo una vez que ella me ha apartado sus mano de mi boca—Pero es verdad ¿no?
—Si—dice en un suspiro
—Los quieres mucho ¿no? —cuestiono una vez más
—Mejor dicho los amo, no se como tú lo interpretaras, pensaras que estoy loca o algo por el estilo porque son personas que nunca las he podido ver cara a cara o tocar, pero, ellos fueron de gran ayuda para mi, fueron un aliento a seguir, el sentirme amada, la felicidad, el amor, las cosas que no escuchaba de un chico me las decían ellos, para no sentirme tan insegura, para bailar , para reír , para gritar, para cantar en cualquier lado, para dedicar. Estaba pequeña cuando ellos empezaron su carrera pero mi madré los escuchaba, entonces fue como crecer con ellos, y en el transcurso que iba creciendo sus canciones me iban cobrando más sentido, tuve mucho problemas familiares y lo único que me trasmitia paz eran ellos—sus ojos se brillaban de una forma inexplicables, por sus mejillas redaban unas pequeñas lagrimas que de inmediato limpio
—Wow—fue lo único que pude decir—Núnca habia escuchado a alguien hablar así de una banda—digo
—Pocos saben apreciar la música—responde ella
—En eso tienes razón, no se porque piensan que es algo ridículo cuando en realidad esta puede llegar a convertirse en tú lugar seguro—mis palabras salieron sin forsarlas o pensarlas, era bueno saber que podia hablar con alguien de lo que me gusta, pocos le prestan atención a estas cosas
—Ridículos son ellos—comenta la chica provocando una furte carcajada en mi
—Cien porciento de acuerdo contigo—ambos chocamos puños y continuamos con el juego
—Cuál es el recuerdo más bonito de tu infancia? —pregunta ella, haciendo que un hueco en mi pecho de formara, no tuvé la mejor infancia a decir verdad, aunque nací en una familia con dinero y que podia tener lo que quisiera en el momento que quisiera, eso no lo era todo, el dinero no lo es todo, las personas tambien necesitan afecto y cariño
—No tengo mucho, pero creo que uno de los mejores es en el cuál mi abuelo me enseñaba a tocar la guitarra a escondidas—comento—Es que se sentia una adrenalina muy bonita y el sonido de aquel instrumento lograba calmar todos los problemas que tenia en casa—una vez más mis palabras salieron sin pensarlo. No se lo que me esta pasado, la verdad me cuesta hablar de mis cosas, pero estas estaban saliendo expontaneamente con ella
—¿A escondidas? —ella me miro algo confusa
—Si—resoplo—a mi padre no le agrada la idea de que me guste la música, a hecho hasta lo imposible para poder alegarme de ella, según el, la música no es para hombres y que el siendo un empresario tan importante, no quiere quedar en vergüenza por su hijo—comento
—Eso es cruel, digo, el solo esta pensando en si mismo, no se pone en tú lugar, de como puedes estar sintiendote al estar privado de hacer algo que te apaciona—ella habla al instante enrredandose en algunas palabra por lo rápido que furmulo cada una de ellas, haciendo que soltara una pequeña risilla.
—Lo se, pero mientras tanto tengo que hacer lo que me dice, y sea como sea es mi padre—no me agradan algunas cosas de él, pero el es mi padre y tengo, aceptarle como es, aunque a veces se haga difícil
—Yo no podria, pude que esa sea una de las razones por las que la familia de mi madre no les agrade mucho—suelto una pequeña sonrisa por su comentario que ella de inmediato corresponde
—¿No les agradas? —pregunto algo curioso
—Nop—ella da un suspiro para luego continuar hablando—solo a mi abuela, a los demás no
—Pues se lo pierden—digo, ella sonrie y tira su cabeza hacia atrás pegandola a la pared, yo imito su acción y conectando miradas, nos quedamos así por un tiempo.
Habia algo en ella que me hacia actuar de una manera diferente, al hablar con ella todo fluye sin tener que forzarlo. Ella tenia razón lo que dijo anteriormente, mi apariencia era de un idiota, y es porque lo soy, pero aunque no he convivido mucho con ella, todo es diferente, es como que al instante cambio y actuo de una manera diferente a lo que soy, algo raro, pero se siente bien.
Estuvimos así bastante tiempo hasta que escuchamos unas voces afuera de la bodega, ambos nos levantamos de un brinco y nos acercamos a la puerta, Hadley empezo a golpear la puerta y a gritar por ayuda.
—Te podrias callar, si sigues hablando no los podremos encontrar—una voz de chica se escucha detrás de la puerta
—Te odio—ahora es la voz de un chico la cual se escucha
—El sentimiento es mutuo—responde la chica
Hadley de inmediato se voltea hacia mi, ambos estabamos pensando lo mismo, solo habian dos personas que se hablaban de esa manera—Iván y Elena—decimos en unísono
—¡Elena eres tú! —Hadley volvio su vista a la puerta y empezo a gritar
—¿Oyes eso? —la voz de la nombrada anteriormente volvio a escucharse detrás de la puerta
—¿Qué cosa? —pregunta mi amigo
—Eso—responde la pelinegra, Hadley y yo continuabamos gritando sus nombres para que nos lograran escuchar
—¿Adrián? —la voz del ojí-grises se escucho más cerca de la puerta
—¿Iván, eres tú? —cuestione antes de responder su pregunta
—Si, si soy yo—responde este
—Abre, estamos encerrados desde hace una hora—digo algo más calmado
—¿Hadley esta contigo? —pregunta la pelinegra
—Si, si aquí estoy—responde la castaña
—¿Estas bien? a tí te dan ansiedad los lugares encerrados—la pelinegra se escuchaba preocupada
—Si, si estoy bien—Hadley volvea hacia mi y sonrie, acto que yo correspondo en un segundo
—¿Sabes a donde estan las llaves? —pregunta Iván hacia Elena
—Creo que cerca de la oficina del director—responde esta
—En un momento volvemos—dice el ojí-grises, dicho eso se escucharon sus pasos alejandose
Habian pasado unos diez a quince minutos y ellos no volvian, Hadley y yo estabamos cruzando los dedos para que no los hubiesen regañado. Ya son las nueve de la noche, casí diez, según el reglamente no podemos estar afuera de nuestras habitaciones a esta hora, y podrián pensar mal si Lucia o el Sr. Jones nos encontraran.
Hadley y yo seguimos con las preguntas, hasta esperar que alguno de ellos llegara y abriera, pero ya estaban tardando mucho.
***
Hasta aquí este capítulo.
¿Les ha gustado?
Hasta la próxima, los quiero, bye😘
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