Es difícil comenzar a escribir una historia de amor. El autor nunca sabe cuál será el resultado final, si llegará a plasmar todo lo que desea, y cómo acabará. No obstante, se arriesga; porque muy en el fondo sabe que transmitirá sus sentimientos adecuadamente a través del papel y las letras.

He decidido comenzar esta historia así. Sin ninguna guía y ningún plan. Deseo escribir mi propia historia de amor sin saber realmente qué es lo que quiero incluir en ella (si dejar los detalles para mí misma o incluirlos para darlos a conocer). 

Dicen que la mejor manera de superar, sentir  y recordar es a través de la escritura. Bien, pues ese es uno de mis objetivos: escribirla para nunca olvidarla.  Porque la historia que he vivido y que el lector estará a punto de conocer no debe ser olvidada. En mi opinión, algo que se escribe con el corazón, nunca se olvida.  Recordarla cada uno de mis días me hará darme cuenta del crecimiento personal que he tenido y de mi propia transformación.  Me hará reflexionar sobre la bella manera que tuvo aquella persona tan importante para mí de transformar mi mundo por completo.

Agradezco a la vida haberme cruzado con alguien tan especial y maravilloso; dispuesto a arriesgar completamente todo por mí.  

  Otro de los motivos por las cuales comienzo esta historia es que aunque yo sea una de las protagonistas de esta, él forma parte de toda ella, y para mí, él es el protagonista más importante. 

A él le dedico esta historia. Porque él me dio la idea de escribirla y traerla al papel a pesar de que ya pensaba hacerlo. 

Porque él siempre ha creído en mí desde el principio, y ha sido mi principal motivación para seguir. Y porque él me ha enseñado que la vida es hermosa y que hay que aprovechar cada minuto y segundo que tenemos en ella.