Y a continuar la historia porque prometí acabarla... ;)

Volviendo a la historia,  la relación comenzó tan bonito como toda relación amorosa "normal" suele empezar. Había mucha comunicación entre nosotros y era algo que me encantaba, pues parecía que nadie podía interponerse entre nosotros dos. 

Hablábamos día y noche hasta convertirlo en una rutina 24/7. Cuando parecía que se nos acababa el tema de conversación, de alguna manera encontrábamos otro para reemplazar el anterior. 

Cada uno de los detalles y de esas pequeñas cosas eran bastante especiales para mí. Existen verdaderamente pocos hombres así. 

Solíamos salir la cantidad de veces que se nos permitía. Al principio, las salidas estaban tan llenas de nervios que sentía que moría por dentro. 

Recuerdo que, la primera cita (no estoy segura de si ya éramos novios o no), fue uno de esos momentos que llegan sin que los estés esperando. Fuera del gimnasio, él me había visitado. Estaba tan nerviosa que intenté negar la posibilidad de hablar con él. Pero, como siempre, él tenía ese don de convencerme y hacerme sentir tranquila cada vez que lo requería. Ese día es uno más de los tantos recuerdos que guardo contigo. Algunos los tengo más marcados que otros, pero todos me han llevado a transformarme en la persona que soy ahora.

El día en que supe que eras de esos únicos hombres que siempre me sorprendería con cosas nuevas fue la primera vez que fuimos juntos al cine. Porque, cuando llegaste, llegaste con un montón de regalos bajo tus brazos. Aunque probablemente no haya demostrado mi emoción de la mejor manera posible, puedes estar seguro de que por dentro estaba lo que le sigue de emocionada y feliz. 

Pero creo que tú no sabías que el mejor regalo para mí habías sido tú. Y que siempre serías el mejor regalo. Aunque no lo pareciera, lo que más valoraba, era tu presencia. Eres de las pocas personas que sabe realmente escuchar, ¿lo sabías?

En fin, creo que es mejor dejar este capítulo aquí. 

Antes de irme, es necesario hacerles saber que estoy contando hechos reales y parte de mi pasado. Intercalando actualizaciones con pensamientos y sentimientos del presente. 

Eres parte de mi pasado, querido. Y si estás leyendo esto, quiero que sepas que ya no hay otra oportunidad. No hay más perdón. Me volviste a fallar, me volviste a mentir. ¿Quién debería recibir un perdón así?

Se acabó.

Lo siento. 

¿Debería decir lo siento? No lo creo.