Capítulo 1
—¿Emocionada por el primer día?—dice Yusi mientras estamos a punto de entrar a lo que sería un nuevo comienzo, un nuevo curso y un inesperado giro de 180 grados.
—Más imposible—respondo con una gran sonrisa.
Yusi es lo que se puede llamar "amiga" supuestamente digamos que a veces nos hablamos y a veces no, lo se es raro, pero cuando nos juntamos no hay dios que nos soporte no se porqué pero dicen que nos creemos cosa aunque somos todo lo contrario.
Nos dirigimos hacia la entrada allí nos tuvimos que desinfectar las manos con alcohol, ya que hace un mes que salimos de cuarentena (etapa traumante).
Abro la mochila para sacar una toalla pequeña y secar mis manos.
Cuando llevo mi vista al frente no me puedo creer lo que mis ojos están viendo.
¡Es él!
No puede ser
—¿Es él?—susurro más para mi que para otra persona.
Su mirada se conecta con la mía, sus ojos brillan, sus ojos me dicen que me conocen.
Su mirada no se despega de mi, baja la mirada un poco y de ahí la vuelve a subir hasta mis ojos.
No se en que momento mis pies acaban de subir un escalón de una escalera, solo se que que no escucho nada a mi alrededor solo miro esos ojos oscuros como la noche que expresan tantas emociones difíciles de descifrar.
¡Tanto tiempo!
Y al fin conozco al chico con él que hablé por chat, por vídeo llamadas, con el que durante un año nos conocimos y creamos confianza sin conocernos, durante la cuarentena fue mi única distracción, mi única pequeña felicidad en momentos tan horribles.
—....sabes donde queda?—pregunta Yusi sacándome de mis cavilaciones.
—¿eh?—respondo desconcertada.
—¿Ada me estabas escuchando?
—Perdona estaba distraída, ¿que decías?
—La clase de mates si sabes donde queda.
—Creo que es por aquí—respondo mientras nos dirigimos a una de las aulas que quedaba en el pasillo a la derecha.
Los profesores nos habían explicado donde quedaba cada clase pero por lo que veo Yusi no le prestó ni la más mínima atención.
Llega una notificación a mi teléfono y en seguida reviso.
Steven
—Hola, te ví ;)
Es el chico con el que acabo de intercambiar una mirada.
Ada
—Hola, sii yo también
Te ví ;)
Steven
—Y wao eres hermosa.
¿Yo hermosa? Pues no me considero una chica bonita, no tengo los ojos más bonitos y pues por culpa del acné juvenil mi cara es un desastre, no soy bonita y tan poco creo que alguien me vea así, por eso siempre desconfío de los halagos de las personas y viniendo de él no se si en verdad piense lo mismo a lo mejor solo lo dice para no hacerme sentir mal.
Ada
—Gracias
Y ahí termina nuestra conversación creo que fui un poco fría.
El día transcurre normal nos presentan a los profes que todavía no nos habían presentado.
Me senté al final junto a la ventana mi lugar favorito del aula.
Después de terminadas las clases espero a que llegue el autobús junto a Yusi que mira con el seño fruncido mientras escribe algo en el teléfono.
—Por enésima ves hazme caso y deja el maldito vicio del teléfono—le digo mientras ruedo los ojos y me cruzo de brazos.
Llevábamos media hora sentadas aquí y yo solo mirando la calle porque mi teléfono se quedó sin carga y no tenía nada que hacer, y mirando como Yusi se escribía con alguien a saber cual será el susodicho ahora.
—Me escribió Connor—dice mientras continúa con la mirada fija en el teléfono.
¿Que les dije?
—Ni idea de quien me hablas.
—Va a la misma clase que nosotras, el que llegó después que llegamos—dice mientras por fin despega la vista del teléfono.
—¿Ese? ¿Y que te dijo?
Yo no confío mucho en ella, bueno prácticamente en nadie por eso no le he contado nada sobre lo de Steven a parte que tampoco me hace caso cada ves que le hablo.
—Que le gustaba y que quería conocerme—una sonrisa pícara se me planta en el rostro.
—No lo veo con muy buena pinta, tiene algo que no me convence ¿y a ti que te parece?
—A mi no me gusta, lo importante aquí es que tiene dinero y mientras me compre lo que le pida, no me importa darle lo que quiera ya sabes a lo que me refiero—dice y guiña el ojo y vuelve a fijar su mirada en el móvil.
¿En enserio? No lo puedo creer, hasta donde es capaz de llegar tan solo por unos pesos.
—Eres increíble, me sorprendes—digo con tono irónico.
En eso llega el autobús y nos montamos.
Al llegar a la casa encuentro a mi mamá en la cocina.
Enseguida el olor a lasaña invade mi olfato.
—Hola mami—beso su frente ya que soy un poco más alta que ella, aunque cada ves que se lo digo me dice que aún así me puede dar unas buenas palmadas.
—Hola cariño, ¿como te fue en tu primer día?
—Bien, agotador.
—Date una ducha y descansa.
—Si a eso voy, por cierto que bien huele la cena.
Subo hasta mi habitación dejo la mochila en la mesita y voy directo a la ducha.
....
Ya es de noche y hago tareas mientras escucho una de mis canciones favoritas falling de Harry Styles, cuando escucho pequeños toques en la puerta.
—Nana,¿ puedo pasar?—decía mi hermanita Katherine desde el otro lado de la puerta.
Katherine es mi hermanita de 6 años, dulce y cariñosa como ninguna, rubia y de ojos verdes igual que su mamá, yo salí a los de mi papá el tan común color café.
—Claro cariño pasa—le respondo mientras quito la música y observo como entra y me da un gran abrazo al cual yo correspondo.
—Te extrañé mucho nana—me dice nana desde que tenía 1 añito nuestra madre siempre la enseñó a que me dijera nana.
—Y yo a ti mi niñita—mientras le doy un beso en su rosada mejilla
—Nana estoy triste—dice mientras baja su rostro.
—¿Que sucede mi princesa?—le pregunto mientras la tomo del mentón y le seco una lágrima que corre por su mejilla mientras hago que me mire a los ojos.
Verla así me rompe el corazón.
—Papá me ha vuelto a hablar feo solo porque tomé prestado un lazo de mamá del cabello y como tuve que pasar por encima de él porque quedaba en la mesita al lado de la cama, le molestó y me habló alto.
—Mírame cariño, no llores ¿si? Te contaré algo—digo mientras la siento en mis piernas—¿sabes cuando estás intentando escribir un número bien o cuando una letra no te sale como querías y tiras el lápiz o la libreta?o cuando te levantas de mal humor y no tienes paciencia con nada, pues a papá le sucede eso todos los días y no es que sea malo, simplemente es su carácter y su personalidad, cada persona tiene un carácter y una personalidad diferente ¿tu te imaginas que todos fueramos iguales? Ay no que monótono todo y todos nos odiaríamos, por ejemplo tu eres dulce como la miel—la escucho sonreír mientras le hago cosquillas—y papá es algo así como un poco menos dulce, pero eso no significa que no te quiera y tiene un gran corazón, por eso cuando te hable alto o feo piensa en lo que te acabo de decir.
—Te quiero nana—dice mientras me abraza.
—Yo mucho más mi niña
—Hoy aprendí que flor comienza con una consonante y que elegante con una vocal—dice mientras observo la emoción con que lo dice.
—Que bueno, esa es mi niña inteligente, ahora ve a dormir que ya es tarde antes de que mamá nos regañe por estar despierta a estas horas—le digo mientras le doy un beso en la frente.
—Hasta mañana nana.
—Hasta mañana sueña con los angelitos.
Hoy a sido un día agotador por eso nada más hago que apagar la luz y ya me quedo dormida.
Espero mañana volver a encontrarme con Steven, mejor no me hago ilusiones en mi cabeza.
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