—como se encuentra señorita–me pregunto aquel hombre de cabello verde.
—la verdad me siento mal, pero al parecer es normal– intenté sonreír.
—si es normal pero la ayudaré un poco con esto– posó su mano sobre mi frente y al instante la fiebre disminuyó un poco y ya no me sentía tan mal.
—se lo agradezco, ya me siento mejor– incorporándome en la cama.
—no es nada– para después crearse un silencio incómodo; hasta que decidio hablar —sabe quería saber si usted estaría dispuesta a vivir aquí.
—¡como dijo!
—si ya que al ser Athena va a tener responsabilidades las cuales solo se pueden cumplir dentro del santuario aquí en Grecia.
—un momento, un momento dijo Grecia.
—si estamos en Grecia.
—pero como si llegamos en tan poco tiempo– tratando de encontrar una explicación lógica.
—vera, se crea un portal de luz a las afueras de esta ciudad aunque es muy rápido este proceso; quizá por eso no lo notó– viendo que su teoría parecía convincenten— se que tiene muchas dudas pero le aseguro que ya todo está bien.
—yo confío en usted y los chicos– regalándole una sonrisa, la cual el patriarca correspondió para salir y dejarme sola.

Templo de escorpio
—

tenemos que hacer algo para detenerlo, porque yo no me arriesgare a que dañen a Pan– el gemelo de Saga mostraba enojo.

—lo sabemos y a mi tampoco me gusta pensar en eso, pero debemos confiar en Athena– está vez Aioria.
—pero no lo hará sola nosotros tenemos que ayudarla– Saga acababa de llegar.
—nunca pensaríamos en dejarla sola, ella también está pasando por un mal momento después de todo Isabel y Aleslla son sus hermanas– el león mostraba cierta tristeza al pensarlo, mientras miraba a Milo que se encontraba sentado en las escaleras del templo.
—oye Milo– llamando su atención— porque no vienes con nosotros para que no estes solo.
—de verdad chicos no estoy de humor.
—pero así no te sentirás tan sólo– habló Saga.
—lo siento pero no esta vez– se levantó para bajar las escaleras e irse a otro lado.
—creo que de verdad le afecto mucho– Kanon observó a Milo al igual que los demás hasta perderlo de vista.

Trate de levantarme de la cama pero aún estaba algo débil, pero aún así decidí que debía caminar un poco.
—señorita que hace de pie– el patriarca rápidamente llegó a mi.
—estoy bien solo quiero caminar un poco ya que estar tanto tiempo acostada no es bueno.
—no me gusta la idea así que mandaré dos damas que le harán compañía.
—no es necesario hacerlo– negué mientras hacía un ademán con las manos en señal de negación. —prometo que no tardaré y si estoy en problemas pediré ayuda.
—esta bien solo sea cuidadosa porfavor– yo asentí.

Salí del templo para bajar por las doce casas del zodiaco.
La mayoría de los caballeros no estaba así que no había tanto ruido en aquel lugar.
La brisa y la temperatura eran reconfortantes, y de pronto pensé en Isabel y Aleslla me gustaría que estuvieran aquí y las tres disfrutar de este maravilloso lugar.
Sin darme cuenta las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas y al llegar al templo de acuario me deje caer cerca de un pilar mientras comenzaba a llorar.
Era tanto aquella culpa que sentía que no me percate de que alguien había llegado.

—¿Sasha que tienes?– mientras levantaba un poco la vista encontrándome con un par de zafiros que me miraban bastante preocupados. El estaba a mi lado agachado a mi altura.
—Saga– fue lo único que pronuncie para abrazarlo y seguir llorando.
—dime que te pasa– separandose de mi para limpiar mis lágrimas.
—fue mi culpa mis hermanas y Pan están en problemas.
—no digas eso claro que no fue tu culpa no sabíamos que esto iba a pasar.
—Saga necesito que me hagas un favor puedes traer el cetro de Nike.
—que pretendes hacer Sasha– mientras me ponía de pie al igual que el.
—ire con Apolo y le pondré fin a esto– limpiando los restos de lágrimas.
—oye si lo haces puedes morir, pero si eso es lo que quieres hacer tendré que acompañarte– la chica estaba por hablar cuando Saga la interrumpió       —aunque no quieras.
—mira no lo tomes a mal pero quisiera hacerlo sola si– mientras lo miraba suplicante.
—sabes que no lo haré– poniendo su mano sobre mi hombro —porque no solo serás la diosa a la que serviré, sino que también eres mi amiga, y pase lo que pase siempre estaré a tu lado aunque me odies.
—eso nunca pasará– mientras sonreía —no creo llegar a odiarte.
—yo solo lo digo por si las dudas.
—sabes creo que regresaré con el patriarca debo pedir su ayuda y más tarde si me permites te visitaré en tu templo para decirte cual será el plan.
—claro, puedes venir a Géminis cuando quieras– yo asentí para despedirme y empezar a subir las escaleras.

En otro lugar del santuario:
—voy a ir por ella no importa donde este– el escorpión estaba por salir de la casa de Aries.
—Milo piensa bien las cosas no hagas una tontería– Mu trataba de detenerlo —y ustedes no se queden viendo– refiriéndose a Aioria, y Kanon.
—que quieres que hagamos si ya le dijimos de todo y no entiende– Kanon se acercó a lado de Mu.
—hay no se que hacer si la señorita se llega a enterar de esto...
—Sasha no lo sabrá porque nadie se moverá de aquí– era Saga que había entrado.
—tu no te metas en esto Saga– Milo amenazó con lanzarle Antares  —voy a ir por Aleslla.
—Milo estás haciendo un drama en un vaso de agua, yo también estoy desesperado igual que tú  y Kanon pero debemos esperar– el felino se quejó.
—además Sasha está creando un plan para salvarlas– completo Saga.

Milo se quedó pensándolo para después dejar de amenazar al peliazul.
—esta bien, tienen razón esperaré.
—al fin– Mu suspiro aliviado.
—confien en la señorita Sasha no tardará—Saga trataba de darle ánimo a sus amigos esperando que de verdad funcionará lo que podían hacer.

Próximo capítulo
—ya está listo— Me emociona saber qué tengo todo listo pronto estaremos en paz.
—Sasha ven pronto no sabemos de qué es capaz Apolo.
—tal vez sea el comienzo de una pelea. Bueno no lo sabremos si no nos arriesgamos.
—Aleslla, Isabel y Pan pronto iremos por ustedes solo esperen un poco más.
—Sasha... quiero hablar contigo, podemos es algo muy importante– Saga me ha dicho que quiere hablar conmigo pero su voz está vez de escucha diferente que pasara.