10
El tiempo pasó, pasó sin piedad...
Se contabilizaron rápido sesenta y tres días desde que se conocieron.
Mientras Katie viajaba a seguir filamando la serie. ____ estaba en su estudio de fotos.
Si, pudo comprarlo con algo de ayuda...
Se negó, ella quería ser autosuficiente, no estaba con la Irlandesa por su fortuna. Cuando fueron a concretar la compra del local, el dinero le era insuficiente aunque pasó meses ahorrando en Estados Unidos, parecía ser que no alcanzaron.
Sesenta y siete mil € era la oferta final que habían conseguido, y aún así ____ no llegaba al monto acordado. Le faltaban alrededor de quince mil € aún.
La joven refunfuñó desde el fondo de su garganta, cuando se tomó un tiempo afuera con una amable disculpa; cuando sintió el cálido sol golpear su rostro al salir de su preciado local...explotó.
Explotó de ira y frustración, para ella no era una sorpresa. Siempre sospechó que tenía algunos problemas de ira, siempre se reprimía y se controlaba; sin embargo no pudo más.
Katie al ver su larga ausencia, se disculpó con el vendedor del establecimiento, y salió a buscarla.
Su sorpresa fue grande al encontrarse a una ojimarrón con lágrima en sus mejillas, y un temblor constante.
-¿Amor?... -ña pelinegra se acercó con cautela, ya sospechaba sobre sus cambios de humor, ____ tenía ciertos problemas de ira; mas nunca explotaba con las personas, si no consigo misma o con objetos- Encontraremos una solución.
-¿C-Cuál? -la menor dijo con rudeza- Debo dejarlo así, necesitaré encontrar trabajo para reunir un poco más.
La ojiverde se mordió la lengua ante su terquedad, mas no le simpatizó su tono, frunciendo el ceño se colocó lo más recta posible, y con una voz calmada le habló.
-Yo lo haré -la joven volteó con una gran rapidez que Katie pensó que seguramente se lastimó el cuello- No me mires así -la señaló con autoridad- Lo necesitas, lo quieres. Punto. Si te hace sentir bien, me lo pagas más adelante.
-Pero...
-Sin peros -Katie suspiró y aflojó su semblante- No seas tan dura, por favor... míralo como un prestamo.
-No quiero abusar de ti -la joven secó sus silenciosas lágrimas, y suspiró acercándose con cautela a su firme novia-
-No lo haces, con el poco tiempo veo que no estas conmigo por el dinero, lo sé... -Katie se acercó tomando sus manos- ¿Si?.
-____ gruñó con una sonrisa, no podía decirle que no. Respiró profundo intentando calmar su temperamento, y se acercó a abrazar a su ojiverde- Gracias, gracias.
Katie sonrió abrazándola, contenta de que al fin se calmara, odiaba verla reprenderse. Ella era suficiente; lo es, para todo (al menos eso pensaba la Irlandesa).
Después de cerrar el trato y obtener el sitio. ____ chilló de alegría volviendo a alzar a Katie en sus brazos. Tenía su local, lo tenían. Solo bastaba ponerlo a funcionar.
Katie observó a la joven durante el resto del día, estaba feliz; sin embargo, no desechó la vista de su temperamento. Quizás, podría drenarse de una sana manera.
Cuando ambas caminaban por un gimnasio, fue como si una luz se encendiera en la cabeza de la pelinegra, eso era...
-Tendrás un gym personal -Katie habló sin pensarlo mucho, su novia giró de nuevo su cuello cesando su risa-
-¡¿Qué?!
-Si, me comentaste que hacías ejercicio, entonces..., ¿Qué tal si eso te ayuda? Podrías practicarlo en casa en una de las habitaciones libres, sería cuestión de ajustarlo a ti -Katie meditó mientras caminaban esa tarde, peculiarmente soleada. ____ lo sopesó, no era mala idea-
-Me encantaría -la joven dijo con entusiasmo- ¿Dónde habías estado todo mi vida?
-Justo aquí -Katie rió recibiendo un tierno casto beso en los labios-
Desde ese momento ambas se pusieron a la obra, tanto en el local como en el gym.
Katie derrochó su dinero, mientras ____ la miraba apenada.
Compró: un multifuerzas, una barra de dominadas, una caminadora y un saco de boxeo. ____ lo probó apenas estuvo listo el sitio. Le encantó, con el tiempo se dió cuenta cuál era su actividad preferida: Calistenia.
Empezó a practicarla, viendo tutoriales en Youtube, y lo dominó poco a poco con el paso del tiempo.
Le resultaba gracioso, el ser observada con disimulo cuando hacía flexiones en el suelo; mas específicamente observada en su trasero, eso solo la desconcentraba. Una traviesa Katie lo hacía con toda la intención.
Ahora, cuando se trató del local ____, pidió ayuda a Alicia, y le costó..., pero su castaña amiga lo comprendió, le cedió dinero suficiente para arreglar su ahora estudio.
Sacó la licencia del lugar, lo remodeló, y finalmente lo fue amoblando. Creó una cuenta en las redes sociales, y lo manejó por su cuenta.
A los días de abrir el local formalmente; al menos dieciseis clientes llegaron instantaneamente, causó furor. A las personas le gustaba su trabajo.
¿Y a quién no?
Si le dedicaba tanto tiempo como pasión a las fotos que realizaba.
Luego de un brindis y celebración con su novia, amiga y Mark (kovio de Alicia). Katie le dió la noticia que tendría que viajar por la serie. ____ lo entendió, le ayudó con su equipaje, y la acompañó hasta el aereopuerto.
Cuando vió a George, su manager, hizo una mueca, era un hombre un poco tosco, pero lo ignoró.
Se despidió de su novia con un largo beso, mientras Katie acariciaba el rostro prometiéndole que volvería pronto. ____ asintió con efusividad, ya deseando tenerla de vuelta.
Solo se retiró del aereopuerto cuando el vuelo de la mayor, yacía en los cielos.
Bufó porque ya la extrañaba, pero no podía dejar su nuevo negocio solo.
Así transcurrió el tiempo...
Cuando Katie estaba fuera. ____ se dedicaba a indagar sobre buenos psicólogos Irlandeses que le ayudaran en la guía de sí misma.
Hablaba con Katie por videollamada siempre que no estaban juntas. Oisin era su fiel compañía, el canino también extraba a la ojiverde.
____ se dedicaba a recordar los sucesos de todos esos días. Katie había realizado otro viaje a filmar, las pelinegra quería grabar lo suficiente para tomarse unos días libres, prometiendo volver con una sorpresa. Eso era lo que a la joven le hacía conciliar el sueño, en esa gran cama con el aroma de su amada chica.
Ese día.
____ miró nuevamente la sala de espera, ella era una de las últimas pacientes del día. Bufó agradeciendo que el día acabara.
-____ ____ -ua mujer delgada y curvilínea la llamó desde el interior, al abrirse la puerta del consultorio-
La joven se leventó con prisa, hoy llegaría su novia, y quería ir a recogerla ya.
-Buenos días -____ saludó a su psicóloga Amelia, y entró sin cerrar la puerta. No era necesario porque estaban a solas-
Amelia fue la candidata ideal que consigió por sus reseñas.
Es muy profesional, amable y compresiva. Al principio creyó que todos los psicólogos eran así; sin embargo, se dió cuenta con el tiempo que su psicóloga era muy íntima con ella, a veces se pasaba de lo profesional. Notó cierto interés, pero decidió ignorarlo.
No le interesaba, si bien era linda, no era su Katie.
Amelia no cesaba en su insistencia, aunque recibía rechazos cordiales de parte de ____, ella no pensaba rendirse. Sabía que la joven tenía pareja, ella misma no dejaba de hablar de la preciosa ojiverde con quien vive. La psicologa disimulaba una mueca, cada vez que ____ se lo recordaba.
____ le comentó sobre su peculiar psicóloga a Katie. La Irlandesa no dudó en alzar su ceja algo molesta, algo celosa.
Por su parte, la joven se sintió distinta, se sintió querida. Nunca le habían celado con tanto disimulo. Las personas en su vida, nunca le prestaron mayor atención.
-Buen día, ¿Cómo te sientes esta semana? -Amelia habló con ánimo viendo a ____-
-Bien, me siento bastante bien, creo que ya sé manejar un poco mejor las emociones. Realizar ejercicio me ha ayudado a drenar, muchas cosas pasadas -la joven suspiró, hundiéndose en el cómodo sofá individual-
-Amelia anotó con rapidez lo dicho con una pequeña nota de su parte- Excelente, me alegra mucho. ¿Cómo te sientes contigo misma?.
-Yo... me he perdonado. Me reprendía mucho, y me hacía responsable de las situaciones que sucedieron. No era mi culpa, nada de ello -la joven rascó su nuca con nerviosismo, siendo observada por Amelia a través de sus gafas- No era mi culpa que mi padre se haya ido. No era mi culpa los maltratos de parejas o amigos. No hice nada mal pero...
-Amelia suspiró sabiendo que era- Espera, antes de que sigas esa oración: tampoco lo es, si lo permitiste fue porque en su momento, pensaste que era lo mejor y no era así.
-Igual lo permití, si me hubiese puesto en un mejor lugar antes que a los demás, nada hubiera pasado -____ suspiró agachando la cabeza-
-Amelia hizo una mueca, no le gustaba que sus pacientes cedieran ante su propio consuelo, en especial la joven que tenía enfrente -No puedes pensar en el "Si no hubiera" -hizo señas con sus dedos- Si no hubiera pasado, quizás no estuvieses aquí. Todo pasa por algo y al final no sabes la razón, hasta que lo conscientizas- habló- Eso ha formado a la ____ que eres hoy.
-La ojimarrón levantó la mirada enderezándose- Tiene razón. Eso me hace quién soy hoy, ahora... tengo menos temor.
-¿Tenías miedo? -Amelia anotó-
-____ asintió con su cabeza- Tenía miedo de confiar en nuevas persona. Estar con Katie, me ha abierto nuevamente, supongo que me hace sentir completa. No debo ser otra persona, me quiere así como soy.
-Amelia bufó desde su garganta- Hmm..., eso es bueno -forzó una leve sonrisa-
___ alzó las cejas, era aproximadamente la sexta vez que tenía un momento así. Le incomodaba un poco. Amelia era genial como psicóloga, y en algunos momentos actuaba como una amiga; sin embargo, la otra joven quería algo más.
Era de tez bronceada, cabello rizado, ojos color miel, labios gruesos, pómulos afilados, y pestañas largas que podían apreciarse a través de las gafas que usaba. Aparentaba perfectamente unos veintinueve años. ____ nunca se molestó por preguntarle de su vida, después de todo, era solo un trato profesional o... eso creyó.
-¿Puedo preguntarle algo? -____ habló con cautela-
-Ya lo estas haciendo -Amelia sonrió ampliamente-
-¿Le intereso? -la joven ladeó la cabeza cual cachorro-
-Amelia se atragantó, la pregunta había sido muy directa- Yo... si. ¿Por qué?.
-____ suspiró rascando su nuca- No lo sé, no creí llegar tan lejos -rió nerviosa refiriéndose a su pregunta-
Cualquiera pensaría que hablan de otra cosa, quizás la conversación se podría malinterpretar.
-Puedes ir tan lejos como quieras, como anteriormente ____ -Amelia sonrió como el gato en Alicia en el país de las maravillas, al ver a la figura de una mujer ojiverde matándola con la mirada, a espaldas de ____-
-____ rió- Esta loca.
-Loca por ti -la psicólogo le contestó sin abandonar la sonrisa, y tomó su mano derecha sobre el sofá-
-____ apartó su mano rápidamente, ajena a quien estaba a su espalda- Yo estoy loca por...
-____ -una voz rasposa y enojada se hizo notar en el consultorio-
La joven se levantó más rápido que el mismísimo Flash, se giró a observar la puerta, y vió a su novia de brazos cruzados, evidentemente enojada. Muy enojada.
-¡Katie! mi amor -dijo con una risita de alegría- Te iría a buscar al aereopuerto.
-Llegué antes -respondió la pelinegra ,sin quitar la vista de una Amelia aún sonriente-
Si, llegó antes.
Cuando la ojiverde se enteró que hoy era una nueva consulta de su novia. Se apresuró a sorprenderla y llegar directo al lugar.
Katie, sujetaba en sus manos chocolates marca Ferrero Rocher. Mas no se sorprendió ante lo que veía ahora, esa psicologa era una... bufó.
-Hasta después doc -la joven huyó detrás de una enojada Katie, quien casi aplastaba los chocolates, con su puño- Hey, hey ¡Espera!.
La Irlandesa se giró a mirarla de reojo, y bufó. Mirándola con evidente celos.
-¿Qué? -dijo la ojiverde, quien seguía apretando los chocolates-
-¿Son para mi? -____ señaló los chocolates-
-Si... -Katie se los extendió con cautela-
-____ sonrió abrazándola con fuerza, casi terminando de aplastar la pobre caja de chocolates- Hola... te extrañé mucho.
-Katie medio sonrió abrazándola de vuelta- Y yo a ti...
-Vamos a casa -____ la haló de la mano, y la guió hacia el auto de ojiverde-
Ambas se dirigieron a casa de Katie, en silencio. La mencionada miraba la carretera; mientras ____ conducía. La ojimarrón aprendió a conducir tan rápido, que pudo sacar su licencia en Irlanda.
Cuando la joven le contó a su madre una semana atrás un resumen de su vida hasta ahora, la pobre casi se muere. La regañó por su imprudencia por pelear con un extraño, pero luego la felicitó por su relación con la "guapa mujer". Le pidió juicio, que le llamara pronto para agendarse, y poder conocerla.
Al llegar a casa.
____ estacionó, Katie bajó su equipaje, pero fue arrebatado por la joven. Katie sonrió entre dientes, la quería aunque fuera torpe.
Torpe porque cuando entró a la casa, resbaló con un juguete de Oisin, cayendo al sofá con todo y maleta. El can miró a su dueña, saltando de felicidad al verla.
-Hola bebé -Katie lo saludó, mientras el pero chillaba de emoción- ¿Estas bien? -la ojiverde se acercó a su aplastada novia-
-Estoy bien y los chocolates igual, son de acero... -la joven dijo con una risa forzada por la falta de aire- Gracias, me encantan.
-Katie la miró con una sonrisa y besó su mejilla; mientras apreciaba una sonrisa tonta como respuesta de su chica- Ten cuidado con Amelia...- advirtió- Creo que le gusta provocar discordia.
-___ asintió efusivamente- Lo tendré... ¿Confias en mi?.
-Por supuesto que si, pero en ella no. Veo que sus intenciones no son buenas para nuestra relación -la joven hizo un puchero- Por otro lado, has avanzado bastante, te ves mejor, más feliz.
-Es gracias a mi -la joven la haló a su regazo- y tú también ayudas -le susurró a la pelinegra en su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja- Solo te quiero a ti, solo a ti.
-Katie jadeó ante la iniciativa, y sonrió besándola en los labios con una risa- ¿Si?.
-Si y te lo demostraré -Abrió un chocolate, lo mordió y besó a la vez a Katie-
-Katie sonrió mientras la besaba de vuelta, saboreando el dulce- Detesté cuando te tocó con esa sonrisa tan... -gruñó-
La joven rió; mientras bajaba a besarle el cuello, viéndola casi temblar. Le daba ternura verla celosa. A su vez, la emocinaba.
La joven gruñó en su cuello, al sentir unas uñas, aruñar sus semi-marcados abdominales.
-Que buena bienvenida... -Katie tomó la nuca de su novia sujetándola, mirando a la ojimarrón, ahora arriba de su regazo; algo agitada- No quiero que te toque así, otra vez -la ojiverde gruñó nuevamente besándola, con algo de rudeza; mientras escuchaba varios gemidos de placer, y sentía un ligero temblor de su chica-
-S-Si -la joven balbuceó, mientras jadeaba por el rudo y candente beso. Se dedicó a quitar la prenda superior de Katie, y la arrojó por algún lado del sofá-
-Katie al verse algo expuesta, jadeó ante el contacto- Cama -masculló en los labios de su novia, sintiendo que la joven se levantaba con ella, ahora encima. Enroscó sus piernas en su cintura, y se dirigieron a la habitación, pero casi caen por las escaleras ante el estusiasmo de la menor-
......
¡Hola! Primero que nada... ¡Muchísimas gracias por los 1K!
Gracias de verdad 🥺🥳.
Bueno... nuevo cap 😏
Adoré sus comentarios anteriores.
Esta semana estaré algo atareada con la universidad.
Espero podamos leernos pronto 😁🤞🏻.
-Lex.
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