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— AHHHH, HIJO TE PERRA. COME COLA, TE VOY A MADREAR —exclamó Soobin al cielo, furioso, sin saber dónde podría estar su amigo arácnido exactamente— MIRA NOMÁS, MIRA NOMÁS CÓMO QUEDÓ MI TELÉFONO, TE LO VOY A COBRAR, PENDEJO.

El sicario lloriqueó y atravesó la carretera para ver los tristes restos de su teléfono celular. Era impresionante lo lejos que lo había mandado la patada de su amigo. El dispositivo se estrelló contra la pared del edificio de enfrente y se hizo añicos. Soobin solo esperaba que el chip siguiera intacto, pues tenía contactos importantes y mucha información de sus clientes ahí.

Una risa escandalosa y fanfarrona se escuchó desde arriba. Yeonjun estaba a unos tres o cuatro metros de altura, recostado en una hamaca improvisada que había hecho con telaraña, entre la cornisa de una ventana y un poste de luz. Aún tenía la máscara puesta, y estaba prácticamente retorciéndose debido a tanta risa.

— ¡Tu cara! ¡Tu cara! —se burlaba del sicario.

Soobin, al verlo, le gruñó. Desenfundó el puñal que llevaba en el costado izquierdo de su cinturón y lo lanzó con destreza hacia arriba, buscando cortar uno de los extremos de la telaraña para hacer a su amigo caer.

Tenía buena puntería, sin embargo, los reflejos del arácnido fueron más rápidos. Yeonjun pudo detener el puñal atrapándolo con una mano, sin cortarse. Entonces comenzó a juguetear con el mango del arma mientras Soobin volvía a gruñir frustrado.

— ¡Tú vas a comprarme otro teléfono!

— ¿Disculpa? ¿Se te olvida que yo soy pobre?

— ¿Y tú crees que yo soy un millonario o algo así?

— Eres emprendedor. Tienes un gran negocio.

— Creí que no aprobabas mi profesión.

— Antes no, pero ya es diferente. Ya no matas a cualquiera persona, Soo, ahora eres casi un héroe.

— Puaj, un héroe no, jamás. Para esas ñoñerias estás tú. Un antihéroe, eso es lo que soy, suena más cool.

Yeonjun sonrió, girando los ojos con burla, aunque sus gestos fueran invisibles con la máscara puesta.

— Cómo digas.

Spiderman saltó hacia el suelo.  Aterrizó con su típica "pose de ninja" (como Soobin le llamaba) y luego se incorporó y caminó unos pasos hacia su amigo. Debía admitir que la pequeña diferencia de alturas que había entre ambos a veces hacía que se sintiera en desventaja con el mayor.

Deadpool estaba con los brazos cruzados. Tenía la máscara igualmente puesta, pero Yeonjun sabía que seguía molesto y probablemente su rostro fuera serio.

No había sido su intención romperle el teléfono, de verdad. Solo estaba jugando con él. Tampoco es como si se sintiera realmente culpable (después de todo, ambos se llevaban pesado), pero sí comenzaba a temer que el sicario quisiera vengarse de alguna forma. Soobin podía llegar a ser aterrador cuando se lo proponía.

— Vamos, Soo. Quita esa postura intimidante. ¿No vas a hacerle daño a tu amigable vecino el Hombre Araña, o sí?

— Perras ganas que tengo justo ahora de partirte la cara. —respondió cortante; se agachó en el piso y comenzó a espulgar en los restos de su teléfono celular para buscar el chip.

— Oh, ¿De verdad te vas a poner así? —cuestionó Yeonjun— Te recuerdo que hace medio año tú me destrozaste una laptop.

— ¡Eso fue un accidente! Y fue para salvarte de un disparo.

— Da igual. Estamos a mano.

Soobin bufó. Había encontrado su chip, que al parecer estaba en perfectas condiciones. Lo tomó y se levantó del suelo para posicionarse frente a Yeonjun de forma imponente.

— No, no estamos a mano. Esta te la voy a cobrar, Yeon. La próxima vez que quieras negarme tu cola, te recordaré que me debes algo.

— Eres un asqueroso.

— Lo sé.

Ambos sabían que esa última amenaza no iba en serio. Soobin sí le traía algo de ganas a su amigo (bueno, muchas) pero jamás llegaría a chantajearlo o extorsionarlo para obtener lo que quería. Y Yeonjun confiaba plenamente en su amigo, así que tampoco le tomó mucha importancia.

De cualquier forma, el que "le debía algo" al otro, era el propio Soobin, o eso pensaba él.

Sabía que tenía una deuda enorme con el arácnido, y de hecho, dejaría el asunto del teléfono en paz porque precisamente recordaba esa cuenta, y dudaba de si alguna vez en la vida podría llegar a saldarla.

Había intentado matarlo. Matarlo por encargo, por dinero. Casi perdía a su mejor amigo por culpa de un simple negocio.

Y aunque Yeonjun ya había perdonado todo y dejó ese asunto en el olvido, para Soobin era difícil no pensar en ello. Recordaba cada día, cada que lo miraba o hablaba con él, que estuvo a punto de asesinarlo con sus propias manos.

Y aún sentía culpa.

Por eso se prometió a sí mismo que cuidaría de Yeonjun. No iba a permitir que nada le pasara nunca. Spiderman era el "protegido" de Deadpool, y toda la comunidad oculta de la delincuencia organizada lo sabía.

— De cualquier forma, ya me has tomado muchas fotos "edición especial". Podrías venderlas a mis páginas de fans o a la prensa y ganar suficiente para comprarte otro teléfono.

Soobin entonces se quitó la máscara por fin y mostró que estaba sonriendo. Él era más descuidado respecto a su identidad, como era común en los mutantes.

— Suena a una idea millonaria. ¿Te imaginas los encabezados? Deberíamos hacer una larga sesión en mi casa para que poses ante mí.

— Uy, me tientas.

Ambos rieron.

— ¿Pero qué haces por aquí? Parece que andas esperando a alguien. —quiso saber Yeonjun.

— Algo así —se encogió de hombros Soobin— Un cliente me pidió investigar por esta zona un asunto, pero todavía no veo nada relevante.

— ¿Qué clase de asunto? Yo tampoco he visto nada fuera de lo común. Y eso que he estado patrullando esta manzana desde hace rato, por eso tardé en verte.

— Sí, lo supuse.

— Pero dime. ¿Qué te pidieron investigar?

— Cómo te gusta el chisme, ¿verdad? A ver, ven.

Soobin tomó el brazo de su amigo y lo guió junto a un auto que estaba estacionado a un costado de la acera, pues pensó que ahí pasarían un poco más desapercibidos. Ambos se sentaron en la banqueta y siguieron conversando.

— Se supone que van a pasar por estas calles unas camionetas de Industrias Trask; de los laboratorios, específicamente. Según lo que dijo mi cliente, adentro habrá un cargamento de "medicinas" no autorizadas, que realmente son sustancias dañinas para los mutantes.

— ¿Y te encargaron robar eso? —preguntó Yeonjun horrorizado.

— Tranqui, me encargaron destruir el cargamento.

— Menos mal—suspiró con alivio el menor.

— Lo sé. Pero eso no es todo. También quiero ver si puedo robar algo de información sobre Bolivar Trask, ya sabes, el jefe de esa corporación.

— ¿Información? ¿Por qué?

Soobin levantó las cejas, de forma sugerente ante lo que era obvio.

— No puede ser... —murmuró Yeonjun— ¿Lo quieres matar? ¿A Trask?

— Medio mundo mutante lo quiere matar, bro. Yo solo quiero ser el que cobre por su cabeza.

Yeonjun se quitó la máscara, aprovechando que estaban en un punto ciego y nadie podría verlo. Su expresión le mostró a Soobin que claramente desaprobaba sus planes.

Soobin rodó los ojos y suspiró.

— Por favor, Spidey. No me digas que tú no quieres a ese demente muerto también. Es un hijo de puta, tiene dinero, y odia a los mutantes. En suma: ES UN PELIGRO. Si no lo mato yo, lo mata cualquier otro mutante; o eso, o ese cabrón finalmente logra lo que quiere y es él quien causa un genocidio.

Yeonjun se mordió el labio. Sabía que Soobin tenía razón, y sabía que sus intenciones eran buenas, a pesar de todo. Bolivar Trask no era un buen hombre, era un peligro nacional para toda la población mutante y merecía morir. Pero no podía dejar de pensar en que matar a ese científico podría llegar a ser contraproducente y tener terribles consecuencias.

¿Y si se desataba la guerra entre el gobierno y los mutantes?

— Bien, no debatamos sobre esto ahora. Solo piensa bien las cosas antes de actuar, ¿está bien? Eres, cómo dices, un antihéroe, no un villano. No hagas algo de lo que te puedas arrepentir después.

— Tan cursi y noble como siempre, por eso te amo, Spidey. Eres como la voz de mi consciencia.

Yeonjun rió. Confiaba en que Deadpool haría lo correcto al final.

De pronto, ambos escucharon el rugido de varios motores de auto, así que se pusieron en alerta y se colocaron de nuevo las máscaras. Se escondieron detrás del auto que tenían cerca y se prepararon para lo que fuera a suceder.

Era una caravana de camionetas blancas la que se aproximaba. En efecto, todas tenían el logo de los Laboratorios Trask en un costado.

— Música de atraco —dijo Soobin, emocionado.

Yeonjun sonrió. Era momento de la acción.

CONTINUARÁ...

N/A: Espero que este primer capítulo haya resultado divertido y que estén interesadxs en saber qué más pasará 🥺.

Tengo muchas ideas. Me demoré un poco en actualizar porque tengo DEMASIADA tarea (y además he tenido que estudiar para exámenes :c) pero también porque quería idear una trama verdaderamente llamativa. Les juro que me partí la cabeza creando esto 😭💗

Soy muy fan de Marvel (aunque no soy una experta) y quise aprovechar la gran variedad de historias y personajes que me encantan de los comics para formular algo nuevo e interesante. Por si no quedó tan claro: En el universo de Beomgyu NO hay mutantes, pero en el de Yeonjun sí (incluso existen los X-Men) ¿Qué posibilidades se pueden desatar gracias a esto? 🤔

Sé que el Yeongyu todavía no se conocen, pero tranquis. Tiempo al tiempo. La primera interacción entre ambos ya la estoy creando y les aseguro que será "picante" 😳🤌. Haré que valga la pena la espera, lo prometo.

Nos leemos prontito. Gracias infinitas si llegaron hasta aquí<3 y perdón por los edits de 3 pesos.

— Psique