Parte 25

–Después de todas las cosas que dije, que hice... no sé como mirarte de nuevo a los ojos. Esto es muy difícil para mí. Hemos superado tantos obstáculos, hemos crecido juntos como personas. No sé cómo sentirme al respecto. No sé... qué palabras usar para explicarte todo lo que he hecho y por qué lo he hecho de esta manera. Mi intención no era mentirte, yo sólo quería que pudiéramos ser más cercanos sin que ciertos detalles de nuestras vidas se interpusieran entre nosotros.

–...

–¿No vas a decirme nada?

–Baek– Kyungsoo suspiró con impaciencia. –No es necesario armar un drama. Sólo pregunté por qué no me habías dicho que tenías un puesto tan importante como, no sé, el CEO de la empresa cuando empezamos a trabajar juntos.

–¿Acaso no escuchaste lo que dije?– el hombres se cruzó de brazos. –¡No quería mentirte! ¡Sólo quería que fuéramos cercanos sin que ciertos detalles de nuestras vidas se interpusieran entre nosotros!

–En otras palabras, no querías que sepa que eres el CEO de la empresa para que te tuviera confianza y podamos trabajar juntos sin la incomodidad de las jerarquías. Como mi manager, iba a estar mucho más cómodo que con el presidente, ¿verdad?

–Exacto.

–Pero ahora ya lo sé. Y puedo preguntar con confianza: ¿soy el único que se siente incómodo aquí?

–Suenas a drama histórico– se burló Baekhyun. –Pero hablando de dramas, tenemos una propuesta interesante.

–Para ti, todas las propuestas son interesantes– el cantante dejó su té a un lado y se propuso a escuchar lo que su manager quería contarle.

–Quieren que hagas un especie de cameo en un drama.

–¿Una especie?– aquello sí había tomado al chico por sorpresa.

–Sí. Aparecerás unos minutos haciendo de ti mismo. Me explicaron que debes aparecer y firmar unos autógrafos y saludar a unas fans, nada que no hayas hecho antes. En realidad, desde que salió la noticia de que Kai y tú harán una colaboración, ambos han estado recibiendo mucha atención de los medios y las propuestas llueven.

–¿Por qué trabajas como manager, cuando podrías encargarte de la empresa y ser el gran jefe?– quiso saber el cantante, desviándose del tema.

–Porque me aburro. Ahora, si aceptas el papel en el drama, eso podría llevarte a que te inviten a programas de variedades. Necesito una lista detallada de lugares a los que definitivamente no irías, a los que lo pensarías y a los que te gustaría ir.

–Si legalmente eres el CEO, ¿quién es la persona que está a cargo?

–¡Basta! No me estás prestando atención. Esa era una de las razones por las que no quería que nadie se enterara de esto. ¿Cuál es tu problema, Kyungsoo? Casi nadie se da el trabajo de leer todo como tú lo haces, por eso pude esconderme durante un tiempo. Además, la empresa era mucho más pequeña antes de que llegaras. Ahora hemos crecido en porcentajes alarmantes, gracias a tu creciente fama. ¡Quiero una lista de programas en los que no quieres salir y si no me la das para mañana te pondré en we got married! ¿Escuchaste?

–Pero...

–Escucha, ¿quieres una razón? Te daré una razón. No quiero ser el CEO de la empresa por la misma razón que tú no quieres ser un idol. Quiero que reconozcan el esfuerzo de mi trabajo por lo que hago y no por la imagen que se tiene que mí. Soy bueno en lo que hago, así que no quiero sentarme a hacer trabajo de oficina cuando puedo estar contigo en el estudio de grabación o en el set del MV. Por eso me escondo detrás del trabajo de manager. Estoy informado de todo lo que pasa y asisto a las reuniones, firmo lo que tengo que firmar y legalmente esto es mío en un gran porcentaje, pero la gente de confianza se hace cargo de la burocracia. ¡Estúpida burocracia! La odio.

–Entonces, ¿eres un chebol?– Kyungsoo no pudo disimular su sonrisa pícara. Tenía mucha curiosidad y, a la vez, quería molestar un poco a su amigo. No asimilaba todavía que era el dueño de la empresa donde trabajaba, porque seguía siendo Baek para él.

–¿Acaso no has visto el hermoso Audi que manejo, pedazo de envidioso? ¿Crees que lo compré con un sueldo de manager? Pero, no me mal entiendas, he trabajado duro para estar donde estoy. Y tú también debes hacerlo, así que ¡a trabajar! Es una orden del gran jefe– con un guiño y una sonrisa hizo reír a Kyungsoo y ambos se pusieron de pie para regresar al estudio.

***

El sonido de las llaves abriendo la puerta hicieron que el corazón de Kyungsoo diera un salto. Estaba un poco resentido porque los dos días de Jongin se convirtieron en una semana. Hablaron por teléfono y él siguió dando explicaciones de por qué no podía ir a visitarlo todavía. La espera había finalizado. Como era tarde, Kyungsoo fingió haberse quedado dormido. Cerró los ojos con fuerza y escuchó como el chico dejaba sus cosas, tomaba un poco de agua y lo llamaba en voz baja. Luego, entró al cuarto. El cantante cerró con más fuerza sus ojos, para no ser descubierto.

–Soo, ¿duermes? ¿Hyung?

El dueño de casa sintió como su esperado invitado se sentó en la cama. Después de un par de minutos se puso de pie y rebuscó en el cajón donde solía dejar sus cosas y se puso algo para dormir. Enseguida, fue al baño a asearse.

Kyungsoo abrió sólo un ojo para confirmar que ya no estaba en la habitación. ¿Estaba siendo ridículo? Sí. ¿Estaba desperdiciando tiempo? También. Era una tontería lo que hacía, así que se iba a poner de pie para recibir a Jongin con los brazos abiertos como debió hacerlo desde un principio. Cuando se acomodaba en la cama, la puerta del baño se abrió y Jongin salió.

–Bienveni...– Kyungsoo se interrumpió a sí mismo cuando la imagen de un hombre sin camiseta salió. Tenía el cabello claro, un rubio oscuro, casi castaño, pero muy diferente al clásico negro que lo caracterizaba. También tenía perforaciones en la oreja derecha y, a pesar de que se había lavado la cara, un poco de maquillaje todavía se veía en sus ojos.

–Hyung, ¡estás despierto! Lamento llegar tan tarde y sin avisar, pero es que hoy finalmente...

–¿Qué... qué te hiciste en el cabello? Y tu oreja... y... tú.

–Oh, esto. Bueno, es por el debut. Se supone que mi imagen debe ser diferente, fresca y otras cosas que dijo el estilista. ¿No te gusta?

Kyungsoo se mordió el labio. No podía entender cómo podía ser tan sexy. ¡Maldición! Se veía como un idol de verdad. Pero, en el fondo, así el atractivo fuera innegable, ese no era Jongin, era Kai. Y, por alguna razón que no era capaz de entender, le dolía. Tenía una extraña sensación de pérdida, a pesar de que resultaba absurdo pensarlo así.

–No, no es eso. Estoy sorprendido, es todo. Es como si otra persona estuviera en casa.

–¿Otra persona?– Jongin se acercó y lo abrazó con fuerza, susurró que lo había extrañado y besó su cuello.

–Es sólo que te ves diferente.

–¿No te gusta?

–Me gusta mucho– admitió enseguida. –Eres tan increíblemente atractivo que a veces en serio me sorprendes. Tengo a un maldito idol en mi casa. Todo en ti resulta tan llamativo y tan hipnotizante que no sé cómo lidiar con todo lo que siento. Haces mi vida difícil, ¿lo sabes?

–Vaya, esas palabras vienen de un cantante famoso que me tiene en su casa. En serio extrañaba que me dijeras este tipo de cosas tan directas, pero estoy realmente avergonzado, así que ya no lo sé.

–Puedo hacer que te sientas más avergonzado aún.

–Oh, por favor– Jongin suspiró y se cubrió el rostro. –Pones esa cara y yo... ¡no! Por favor...

El bailarín tomó el rostro de su novio y lo acercó para besarlo con ganas mientras Kyungsoo no podía dejar de acariciar y admirar sus abdominales. Era muy excitante, pero también le daba ternura ver esos enormes y redondos ojos examinarlo con tanta atención.

–¿Debes levantarte temprano mañana?– quiso saber Jongin.

–Sí– respondió el dueño de casa en un susurro.

–Bien, entonces tendremos que hacer esto muy rápido. Tú sabes, para que puedas descansar.

Kyungsoo dejó ver su media sonrisa de corazón al escuchar esas palabras y recibió a Jongin con los brazos abiertos.