Jongin no iba a preguntarle a Kyungsoo por qué en vez de enojarse o sufrir por su repentina confesión, estaba besando desde su cuello, bajando lentamente por todo su torso. No era algo que esperaba, pero tampoco se iba a negar cuando el chico que le gustaba decidía morder la piel de sus caderas después de escuchar que estaba enamorado de él. Era preferible eso en vez de que lo sacara de de su casa. Recostados sobre le colchón, era difícil mantener una sola postura. Mientras se besaban, se acomodaron tantas veces, que tanto la cama como sus cabellos eran un desastre.

Kyungsoo parecía poseído, no sólo se mantuvo muy entusiasta durante todo su encuentro, sino además parecía especialmente cariñoso, considerado y feliz. El trainee estaba muy seguro de que jamás lo había visto sonreír así o ser tan afectuoso. Era un sentimiento nuevo que lo abrumó. Se sintió contagiado por la necesidad emocional y ambos se entregaron de una forma tan intensa, que eso ya no parecía una pequeña aventura de un par de jóvenes.

–¿Estás bien?– quiso saber el menor de los dos, tenía a Kyungsoo entre sus brazos, ambos estaban cubiertos exclusivamente por las mantas.

–Estoy muy bien–respondió con sinceridad y se acurrucó más.

–¿Puedo hacerte una pregunta sin que te enojes conmigo?– cuando Jongin se ponía en modo tierno, podía derretirlo.

–¿Cómo podría enojarme contigo ahora mismo?

–¿Por qué empezaste a besarme y terminamos así cuando te dije que estaba enamorado de ti?

Kyungsoo no lo soltó, siguió abrazándolo con fuerza, pero no respondió. Jamás se imaginó que su mejor amigo que ejercía más de pareja que de otra cosa, pudiera darse cuenta de eso. ¿A quién quería engañar? Había sido bastante obvio. Había recibido una declaración y no dudó en dar una respuesta, pero no quería hablar sobre eso. No quería comprometerlo a un noviazgo que estaría en el limbo por culpa de sus inseguridades. Si su relación era abierta, pensaba que ambos saldrían menos lastimados. En el fondo entendía que las cosas no funcionaban así, pero intentaba consolarse de esa forma.

–Es la primera vez en mucho tiempo que escucho a alguien decir que realmente me quiere– confesó. –Mis padres murieron hace varios años. Eres la primera persona con la que tengo una relación tan cercana.

–¿Y tú... correspondes esos sentimientos?

–Sí, pero si soy honesto, tengo miedo. Me gustaría que ambos fuéramos un par de cínicos egoístas que quieran usarse mutuamente por puro placer. Pero no somos así. Estamos ansiosos por la atención del otro y hemos formado un vínculo muy fuerte. No quiero hacer promesas, Jongin. No quiero decirte todas las cosas hermosa que pienso cuando estoy contigo para luego defraudarte. No quiero.

–Sabes que esas palabras me llegan, me entusiasman y me enamoran más que una confesión tradicional, ¿verdad?

–Supongo que es mi manera de demostrar mi interés– comentó Kyungsoo, dejando escapar una risita.

–Bueno, no debemos presionarnos. Estamos en una etapa difícil para los dos, tenemos mucha incertidumbre para el futuro. Tampoco quiero hacerme ilusiones, así que me limitaré a apoyarte y a disfrutar de las cosas como están.

–Siempre sabes cómo hacer que me sienta seguro, creo que por eso también estoy enamorado de ti.

El más joven de los dos dejó salir un suspiro sentido y lo abrazó, pegando más sus cuerpos desnudos y dejando un cariñoso y significativo beso en la frente.

–Un paso a la vez.

***

Así que mírame a los ojos, estaré a tu lado. Las tormentas pueden venir y soplar mi golpe. Seré tu refugio de por vida.

–¿Puedes escuchar sus runs? No mueve la mandíbula y su boca no es exagerada. Yo ya lo anticipé, es un profesional– le recalcó Baekhyun al famoso escritor y compositor que estaba escuchando la grabación de estudio que Kyungsoo hacía en ese momento.

–Su voz es perfecta para R&B. Es poderosa e inspira realmente. ¿Me dices que todavía no debuta?

–Lo conocí en una audición para una empresa de entretenimiento– contó el manager con una sonrisa divertida en el rostro. –Pasó las audiciones, pero se negó a continuar porque no quería bailar, ni pintarse el cabello, ni hacer el ridículo. Vino a mí con esa razón. Sus aspiraciones son cantar y vivir de la música.

–Me gusta su actitud– admitió el compositor. –Con un manejo adecuado de la publicidad y la música correcta, va a llegar muy lejos.

–Es exactamente lo que pensé. ¡Es el tipo de artista que todo compositor quiere! Vive para la música, se interesa por las letras, por el mensaje, por el sentimiento que transmite.

–Su voz es muy educada, se nota que ha trabajado en ella por muchos años. Tiene buena técnica, respira bien y su tono es muy agradable. Pero no es eso lo que lo hace tan especial. Debo darte la razón, es el sentimiento lo que lo hace tan atractivo. Se puede percibir el sufrimiento transformado en música.

–Entonces...– Baekhyun cruzó los brazos y se puso en modo serio. –¿Podemos considerar firmar?

–Sí. Quiero trabajar con este muchacho. Saber que tiene potencial ya es suficiente para mí, pero hay algo que me dice que va a triunfar. Y no hablo de un triunfo económico, hablo de uno musical, que es justo lo que él quiere, ¿verdad?

–Pues tiene muy buen ojo, maestro, porque es exactamente lo mismo que yo vi en él.

Así que mírame a los ojos, estaré a tu lado. Sí, mírame a los ojos, estaré a tu lado para toda la vida.

Kyungsoo cerró los ojos y dejó salir un suspiro cuando terminó. Parecía como si hubiera grabado un video musical. La idea de la nostalgia y el dolor transformado en música, como se dio cuenta el compositor, y la misma confesión que le había hecho el cantante hicieron que Baekhyun se preocupara un poco. ¿Era esa tristeza tan grande como para hacer que su expresión fuera más fuerte y sincera? No le gustaba esa idea.

–¿Cómo crees que te fue?– preguntó juguetón el manager al ver al cantante salir del estudio.

–Bien, me siento cómodo con este estilo– respondió el chico con seriedad, los dos hombres que lo esperaban asintieron con la cabeza.

–Vamos a hacer grandes cosas.

El famoso escritor apretó la mano de Kyungsoo y le dio un par de palmaditas en la espalda, luego se dirigió a Baekhyun y empezaron a hablar del contrato y el más joven de todos se puso muy nervioso. Tomó su celular y le escribió a Jongin: Necesito verte hoy. Guardó su teléfono en su bolsillo nuevamente cuando lo llamaron.