Mira estúpida, no me deshice de Sachi para que tu te interpusieras entre nosotros.

Más te vale alejarte de él.

Se perfectamente lo que sientes por él así que no te pongas en el papel de la amiga que lo apoyará en su dolor.

¿Acaso no leíste lo que escribí?

---Tu peor pesadilla

Sugu leyó la nota y con algo de temor cerró su casillero.

¿Quién era la persona que había escrito esa nota?

La arrugó y la guardó en uno de los bolsillos de su maleta, no se dejaría intimidar tan fácilmente por alguien que sólo escribía amenazas.

¿Cómo sabía ella si esto no era una broma?

¿Y si no lo fuera?

Asustada miró a todos los lados para asegurarse de que no la estuvieran vigilando, suspiró calmandose y se dirigió al salón. En el camino se encontró con Kazuto, quien ya se notaba más alegre desde el fallecimiento de su novia hace una semana.

-Buenos días Sugu -saludó el joven caminando a su lado.

-Bu-Buenos días Kazu...digo Kirito -no podía dejar de temblar por alguna extraña razón.

-¿Te encuentras bien? No quieres ir a la enfermería -preguntó preocupado al ver que se encontraba algo pálida.

-Estoy perfectamente bien, mejor entremos para sentarnos pronto -ambos entraron al salón y cuando Kazuto se disponía a sentarse a lado de Sugu fue detenido por Asuna.

-Perdón si interrumpo ¿Por qué no te sientas hoy conmigo Kirito-kun? Ambos se ven muy unidos estos días -preguntó viéndolo con una sonrisa.

-Pues...-regreso a ver a su amiga buscando su aprobación.

-Ve, parecerá que te acaparó sólo para mí -le hizo una seña para que fuera.

Ambos se retiraron unas filas más atrás.

Necesitaba pensar y calmarse, si eso, calmarse. Esa nota tal vez sólo era una broma, una broma de mal gusto de alguien que estaba aprovechando la situación.

Tal vez, sólo tal vez intentaría alejarse de Kirito, eso podría comprobar si eso era una broma o esa amenaza iba en serio.