Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 4

I

[Monologo de Blu]

"¿Cuántas veces he tenido que enfrentar mis miedos?"

Cada árbol caído es un grito ahogado en la selva, un recordatorio de lo que algunas aves han perdido, un lugar donde asentarse. He volado alto y he luchado contra enemigos que no entienden la belleza de este mundo. Cada vez que me enfrenté a esos taladores, lo hice no solo por mí, sino por cada animal que llama a esta selva su hogar. Me he convertido en un ave que no le tiene miedo a los humanos que hacen que cada animal sienta miedo, aunque nunca pensé que sería así. Pero hay veces que otras aves no me ven de esa manera.

"¿Vale la pena todo este sacrificio?"

Si mis alas pueden ser el escudo de aquellos que no pueden defenderse, entonces sí, vale la pena.

Incluso al enfrentarme a ellos y ayudar a las aves que lo necesitaban, pude conocer a un ave muy especial.

"Esmeralda..."

Te conocí hace tan poco, pero has dejado una huella muy profunda en mi corazón. Te preocupaste por mí desde el primer momento, como si sintieras que había algo más en juego. Tu bondad me ha tocado de maneras que no puedo expresar. A veces me pregunto si puedes ver más allá de lo que soy. A pesar de ser un extraño, te has convertido en una luz en una parte de mi vida. Una luz que hubiera deseado tener cuando estuve siendo menospreciado por los mios.

Cuando despierte, deseo poder mirarte a los ojos y agradecerte por cada momento de preocupación y cada sonrisa compartida. Quiero mostrarte que hay más en mí de lo que parece; quiero que veas el Blu que lucha no solo por los animales, sino también por aquellos a quienes son importantes en su vida.

"Deseo Sanarme y Despertar"

Despertar es mi única esperanza ahora. Quiero poder verte, sentir el viento bajo mis alas y saber que no estoy solo en esta lucha. Si puedo abrir los ojos y verte allí, sé que todo lo que he hecho ha valido la pena. En estos momentos, tu eres mi razón para seguir adelante, Esmeralda.

________________________________________________________________________________

II

[Esmeralda]

En estos momentos me encontraba afuera mirando una carpa donde vi entrar ahí al humano llevando en sus manos a Blu para atender sus heridas.  La atmósfera está impregnada de un aire de incertidumbre mientras espero noticias sobre Blu. Mi mente divagaba entre pensamientos y emociones, cada segundo parece una eternidad.

Observo a aquella humana esperando al igual que yo afuera de la carpa, sus manos estaban que temblaban mientras miraba al piso con tristeza y preocupación, aunque todavía no conozco su nombre, se ha mostrado preocupada por Blu. 

Siento que hay algo especial en esa preocupación, una conexión que va más allá de la simple amistad. 

"Ella debe ser una compañera leal"

Fueron mis pensamientos al ver como fue rapidamente a ver el estado de Blu despues de lo que le hizo ese talador.

Su cuidado por Blu demuestra que lo ve como algo más que un amigo; ella realmente se preocupa por él. Esta percepción la hace mucha admiración por parte de la humana, aunque tambien hay preguntas que queria saber.

"¿Qué historia hay entre ellos dos?"

Era la pregunta que queria saber, mientras mi corazón late con esperanza y ansiedad. Vuelvo a mirar la carpa donde se encontraba él.

- Blu, deseo que te recuperes pronto.

Murmure para sí misma mientras tomaba mis alas y rezaba para que pudiera sanar sus heridas. 

Quiero conocerlo mejor, entender su mundo y compartirle el mío. La breve interacción que tuvimos mientras salvamos a la guacamaya con sus huevos me dejó intrigada. 

"¿Cómo es posible que solo lo haya conocido un día y ya sienta esta conexión?" 

La idea de hablar con él, de compartir sus pensamientos y sueños, la llena de anhelo.

Esmeralda se aferra a la esperanza de que el tiempo pase rápido y que pronto podrá verlo nuevamente. 

- Si logra recuperarse, tendré la oportunidad de conocer a Blu como realmente es. 

Cada momento que pasa sin que tenga noticia, es un recordatorio de este extraño vínculo que siento en estos momentos, aunque sea incipiente. 

Finalmente, mientras observo el movimiento en la carpa donde el humano trabaja con los medicamentos, me siento mas decidida 

- Esperaré todo el tiempo necesario para poder ver a Blu recuperado. 

Mi fe en la recuperación de Blu es inquebrantable; después de todo, el deseo de conocerlo mejor es un motor poderoso en mi corazón.

Mientras pensaba en esto, sentí como alguien se sentó a mi lado, no pude notar su presencia en ese momento, pero en cuanto me di cuenta pude apreciar que se trataba de la chica humana quién está preocupada por el estado de Blu.

- Hola

Me saludó de una manera amigable, y si me habla así es por qué ella es una humana de los buenos.

Queria responderle, pero ella segura sabe en estos momentos que no puedo hacerlo porque solo puede escucharme atraves de graznidos.

- No se si esto te sirva, pero traje un papel y un lápiz para que me escribas. Pues, queria preguntarte ¿Tú y Blu se conocen?

Dijo esta pregunta mientras me entregaba un papel y un lápiz en mis garras, haciendo que la mirara con cierta impresión, pero al notar sus ojos pude ver que en verdad quería saber sobre si conozco a Blu o no.

Ella es una humana de confianza, la puedo notar en sus ojos y por la forma en la que habla, por lo que tome el lápiz y comencé a escribir solo un pequeño resumen de como nos conocimos, es bueno que ya sepa manejar estas cosas.

Una vez que escribí lo que tenia que escribir, le entregué el papel a la amiga de Blu, ella comenzo a leer lo que habia escrito, no tardó algunos segundos para luego mirarme y darme una cálida sonrisa.

- Ya veo, se conocieron casi de casualidad.

Asentí con la cabeza, pues era la verdad, Blu y yo nos conocimos por una casualidad tremenda y accidental, pero que para mi fue más que algo del destino.

- Me alegra de que Blu haya ayudado a todas esas aves que lo necesitaban, pero aún así resultó estar muy lastimado a causa de todo esto.

Dijo mientras miraba de nuevo al suelo con tristeza, mientras yo solo la veía como podía notar su dolor de ver a alguien importante en un estado así. Estaba a punto de acercarme a ella y darle mi apoyo dandole unas palmaditas con mi ala, pero no fue posible ya que el humano salió por fin de la carpa.

- Tulio ¿Cómo está Blu?

Se levantó rapidamente la humana mientras preguntaba con mucha inquietud y preocupación, yo tambíen estaba esperando que fueran buenas noticias, pero tambien se como se llama el humano que atendió las heridas de Blu, se llama Tulio.

- Bueno Linda, no tienes que preocuparte, Blu en estos momentos se encuentra fuera de peligro.

Tras eso dicho una sensación de alivio se esparció por todo mi ser, es bueno saber que Blu ahora mismo ya no se encuentra grave, despues de todo lo que tuvo que hacer para proteger el Amazonas.

- Es bueno escuchar eso Tulio.

- Si, y no solo eso, pues seguramente mañana ya esté recuperado del todo. Sinceramente me sorprende que Blu vaya a recuperarse tán rápido, pensé que tomaría unos dias, pero no será así. Mañana podra volar sin problemas.

Con esa nueva noticia dicha, la felicidad rodeo todo mi corazon mientras ponia mis alas en mi pecho con una sonrisa de tanta alegria que no la podia ni describir. Él estará despierto mañana y podra volar sin problemas, por lo que podré verlo.

- Que bueno, yo sabia que mi amigo podria lograrlo, él es muy fuerte.

Dijo con una sonrisa mientras se limpiaba las lágrimas que estaban presente en sus ojos.

El humano Tulio abrazo a Linda mientras le daba caricias en su cabeza, pues ver que alguien importante esta fuera de peligro es un alivio muy grande para todos.

Yo solo pude sonreir ante esto, se nota mucho que ellos dos tienen una linda relación. Por lo que no queria interrumpir el momento de ellos dos, asi que decidi irme a ver a Felipe y su tribu. Queria pasar a ver a Blu, pero ahora mismo el necesita descansar, mañana cuando lo vea, podremos tener una conversación con más calma, pero sobre todo, pasar tiempo con él y conocerlo, pues ahora él es un ave especial para mi.

Ya alejada lo suficiente, pude notar a Felipe con toda su tribu ahí celebrando al expulsar a todos los taladores del Amazonas. Me acerque a Felipe mientras el me miraba con una sonrisa, pero con cierta preocupación.

- Dime ¿Blu se encuentra bien?

- No te preocupes, Blu ya está fuera de peligro, ahora mismo se encuentra descansando, mañana podremos hablar con él sin problemas.

Un suspiro de alivio se hizo presente en el rostro de Felipe, cosa que me sorprendio mucho, pues el era un ave que no le gustaba estar cerca de los spix, pero ahora es diferente.

- Nunca pensé que te preocuparias por un ave spix.

Dije esto con una sonrisa en mi rostro mientras me acercaba a él para molestarlo un poco.

- Bueno, eso es porque me cayo bien desde el principio.

- ¿Asi?

- Si, incluso más que Roberto y Eduardo, ellos si que son como una piedra en las garras.

Felipe lo dijo con cierta irritación al mencionar el nombre de Roberto y Eduardo, a ellos los conozco desde hace mucho, pero deje de ver a su tribu por la forma de actuar de Eduardo, pues es un ave que siempre desconfia de los demás, incluso de las aves que no son de su tribu.

Aunque tuve un poco de suerte de tener algo de aceptación por parte de él, pero sus actitudes hicieron que no volviera a visitar la tribu spix durante mucho tiempo.

- Además, no soy el único que piensa lo mismo ¿verdad?

Felipe me miró divertido haciendo que un pequeño sonrojo se hiciera presente en mi.

- Bueno, Blu es un ave diferente.

- Por supuesto que es un ave diferente, ese extraño objeto en su barriga lo demuestra.

- ¿Te refieres a su cangurera?

- Cangurera o lo que sea.

Felipe me estaba molestando un poco con respecto a Blu, si que se le da bien este tipo de situaciones y bromas.

- Por cierto, ha pasado un tiempo desde que nos vimos.

- Así es.

- ¿Cómo has estado? Ya sabes... después de ese incidente.

Esas palabras de Felipe hicieron que un recuerdo rápido apareciera en mi cabeza, haciendo que mis ojos se llenarán de lágrimas nuevamente.

Otra vez el recuerdo había vuelto, no quería recordarlo nuevamente, tuve que calmarme un poco para poder olvidar ese incidente. Suspire profundo para luego mirar a Felipe con algo de tristeza.

- Lo estoy superando poco a poco, el recuerdo sigue ahí, pero ya no se presenta tan frecuente en mi cabeza.

- Ya veo, yo también ya lo estoy superando, pero en las noches lo vuelvo a recordar.

- Sanará con el tiempo.

Felipe al ver nuevamente mi rostro de tristeza, procedió a darme un abrazo para que pueda desahogarme, a lo que solo pude sollozar en silencio mientras le devolvía el abrazo con mucha más calma.

Él entendía por lo que ambos estábamos pasando, pues lo presenciamos con nuestros propios ojos, ver esas imágenes horribles y a la vez tristes hacen que el dolor vuelva al interior de mi corazón.

- A veces siento culpa por lo que paso...

- No tienes por que culparte de nada, todo sucedió tan rápido que no tuvimos tiempo a reaccionar.

- Pero aún así...

- Ya no te culpes más Esmeralda.

Felipe tenía razón, no tenía por qué culparme más, pero siempre me viene eso a la cabeza de si hubiera reaccionado más rápido, tal vez...

"Tú tuviste la culpa ese día"

Escuché una voz que sonaba dentro de mi cabeza, una voz que no reconocía, pero que me hizo despegarme del abrazo de Felipe rápidamente para mirar hacia ambas direcciones.

- ¿Sucede algo?

Felipe me preguntó con cierta intriga y preocupación, pero no le hice caso por el momento, miré a ambas direcciones para ver si era solo mi cabeza que me estaba jugando una mala broma o era alguien escondido desde los arbustos.

- Felipe... ¿escuchaste algo?

- ¿Qué cosa?

Felipe me miraba confundido ante mi pregunta, supongo que es solo mi imaginación.

"No lo necesitabas, por eso paso lo que paso"

Rápidamente me giré para ver de donde provenía de nuevo esa misteriosa voz, pensé que otra vez era mi cabeza jugándome una broma, pero al parecer, esta vez no fue así.

- ¿Escuchaste eso Esmeralda?

Voltee a ver a Felipe con cierta sorpresa ante su pregunta.

- ¿Escuchaste una voz Felipe?

- Si... era muy inquietante, pero... soltaba comentarios fuertes...

Ambos miramos a nuestro alrededor intentando ubicar la misteriosa voz, pero no había nada, el silencio se volvió presente, ni siquiera un rastro de lo que sea que nos haya hablado.

- Lo mejor será volver ¿Tú qué harás?

La pregunta de Felipe hizo que ya supiera lo que iba a hacer en estos momentos.

- Me quedaré con los amigos humanos de Blu, quiero estar cerca de él por si sucede algo.

- Ya veo. Entonces cuídate y si se recupera, llévalo con nosotros para poder charlar.

Después de ese comentario se fue volando con el resto de su tribu para poder guiarlos a una zona segura por los momentos.

Sin nada más que hacer aquí, salí volando a donde se encontraba la carpa, pues necesitaba vigilar a Blu y asegurarme de que no le pase nada, pues aún tenemos pendiente una conversación para conocernos. Hay tanto que quiero preguntarle y sobre todo conocer más de él.

Pero aún así me pregunto ¿Quién habrá sido esa voz misteriosa que escuchamos antes?

Sea lo que sea, estaré alerta, pues el simple hecho de que su voz sonará muy inquietante y con un toque de cierto odio, hizo que me preocupe que este acechando en las sombras.

________________________________________________________________________________

III

[Perla]

Estaba abriendo mis ojos poco a poco, pues el día de ayer había sido maravilloso, además pude notar que mi hija Bia se divirtió con sus hermanos. Los rayos del sol se hicieron presentes en el lugar donde nos encontrabamos, estirandome di por comenzado el día, pues tenía algo pendiente que hacer.

Hoy era mi salida con Roberto, solo él y yo como cuando eramos niños, por lo que rápidamente me alisté para poder pasar tiempo con él, pero primero debía asegurarme de una cosa, alze el vuelo hacia una pequeña habitación para ver como mis pequeños se encontraban profundamente dormidos, despues de divertirse el día de ayer, debian descansar todo lo que podian, ya que más tarde debiamos partir hacia el nuevo lugar que mi padre nos tiene preparado.

Lo bueno de todo esto es que mi tía Mimi ya estará por llegar pronto para que cuide de mis pequeños mientras no me encuentro en estos momentos, por lo que le di un beso en su frente a cada uno de mis pequeños para luego irme.

Pero antes de salir del árbol, una voz hizo que me detuviera rápidamente.

- ¿A dónde vas mamá?

Reconocí la voz al instante, al voltear, pude notar que se trataba de Bia, quien estaba ahi parada en su habitación mirandome algo seria.

- Voy a salir con tu tío Roberto, mi tía los cuidará mientras no me encuentro.

Dije con una tranquilidad para que mi hija se calmará, pero cuando me di la vuelta, otra vez escuché su voz.

- ¿Por qué?

Voltee a ver a mi hija con una cara de sorpresa e incredulidad.

- Porque somos amigos, y se supone que los amigos tienen sus salidas.

- ...

Ante mi comentario Bia se quedo callada por unos momentos, pero luego solo solto un suspiro, para regresar a su cuarto, no sin antes decirme una ultima cosa.

- Madre, ten cuidado con el tío Roberto.

Con esas palabras dichas se retiró a su cuarto para poder descansar con sus hermanos.

Sigo sin entenderla del todo, primero no quiere jugar con sus hermanos porque se siente mal porque Blu no se encuentra con ella, y ahora me pregunta del ¿Por qué voy a salir con Roberto? Esta niña cada vez no la puedo comprender.

De todas maneras dejé a un laso eso y me concentré en salir con Roberto, por lo que me fui a nuestro punto de encuentro, que era una gran catarata que habiamos encontrado el dia de ayer, por lo que fue el punto perfecto para poder encontrarnos.

Vole alrededor de la cascada para poder sentir esas gotas de agua cayendo sobre mi cuerpo, era una sensación agradable, me hizo recordar cuando era pequeña y hice lo mismo, solo que mi padre me observaba desde la distancia con una sonrisa al ver a su hija ser determinada.

Despues de unos metros de vuelo por fin pude visualizar una silueta familiar, se trataba de Roberto quién se encontraba comiendo unos arandanos, por lo que decidí sorprenderlo, asustandolo en el proceso.

Aterricé detrás de él para poder asustarlo, acercandome poco a poco mientras contenía la risa para no ser descubierta por él, en cuanto ya estuve lo suficientemente cerca, estaba por gritar, pero en eso.

- Ya se que estás detrás mío Perliux, ni se te ocurra.

Con esas palabras hizo que me sorprendiera para luego darle un pequeño golpe en la espalda.

- ¿Cómo supiste que estaba atrás de ti?

- Te escuché cuando aterrizaste, debes tener más cuidado a la hora de querer asustar a un ave tan valiente como yo.

- Ayaja...

Con esa pequeña broma, ambos nos reimos mientras él me dio un pequeño arandano para poder comer a mi gusto, lo que terminé haciendo.

- Bueno, te parece si nos vamos.

- Por supuesto.

Con eso dicho, nos fuimos volando a recorrer algunas partes hermosas del gran cañon, en una de ellas había mucha vegetación donde podías descansar y divertirte un rato, pues el suelo era muy suave.

Aterrizamos ambos para poder sentir el suave cesped, me acomodé sobre el suave césped, sintiendo la frescura de la hierba bajo mi cuerpo. El sol brillaba con fuerza, iluminando el lugar donde había decidido pasar por lo menos unos cuantas horas con Roberto. Él tambien se encontraba acostado en el suave cesped mientras me sonreía, esa sonrisa que siempre había tenido el poder de hacerme sentir especial. Recordaba los días de mi infancia, cuando ambos volabamos juntos por el bosque, jugando a ser aventureros en un mundo lleno de posibilidades.

Ambos miramos el cielo juntos, sentía como se estaba apegando a mi, por lo que no lo detuve, pues él siempre se apegaba a mí para poder sentir que estabamos el uno al lado del otro, no paso tanto tiempo hasta que Roberto propuso un juego. 

- ¿Qué tal si hacemos una competencia de saltos? Quien llegue más lejos gana.

Me reí un poco, sintiendo cómo la emoción empezaba a burbujear dentro de mi. 

- ¡Acepto el reto!

Respondí con mucha determinación y ganas de poder ganarle, siempre mostrabamos ese lado competitivo del otro, levantándome rápidamente. 

Ambos nos pusimos en posición, y antes de que pudiera contar hasta tres, Roberto ya había saltado, desafiando la gravedad con una agilidad que me dejo sin aliento. Sin quedarme atrás comencé a seguirlo, saltando con todas sus fuerzas. 

Mientras lo hacía, no podía evitar recordar aquellos días en que nos desafiabamos mutuamente a hacer locuras. La risa resonaba entre nosotros como una melodía familiar, y cada salto era un eco de nuestra infancia compartida.

Después de varios intentos, ambos nos desplomamos sobre el césped, riendo y respirando pesadamente. 

- Creo que he ganado.

dijo Roberto entre risas mientras alzaba su ala en señal de su clara victoria. 

Yo lo mire con complicidad mientras me reia ante esto

- ¿Quién necesita ganar cuando estamos teniendo tanto divertido?

En ese momento cuando ambos estabamos mirandonos fijamente, algo cambió en mi; una chispa de atracción creció mientras mi mirada permanecia fija en la suya.

- Recuerdo cuando éramos niños y tú siempre te dejabas ganar.

Dijo Roberto contando esa pequeña anecdota mientras me miraba con una sonrisa combinada con un guiño travieso que no había hecho desde hace un tiempo. Por unos breves segundos sentí un calor en mis mejillas al recordar esos momentos. 

- Eso era porque me gustaba verte feliz. 

Respondí mientras sentia como mi corazón latía más rápido al momento de recordar esa pequeña acción de Roberto.

Mientras los minutos pasaban con nostros aun recostados en el suave cesped, me estaba dando cuenta de lo mucho que disfrutaba estar allí con él. No solo era mi amigo de la infancia; había algo más profundo que se estaba formando entre nosotros. Dejando que mi cuerpo actuara por si solo, me acercó un poco más a él, disfrutando de la calidez que emanaba su cuerpo.

- ¿Te gustaría jugar a algo más?

Me preguntó Roberto con una sonrisa juguetona. Yo lo miré con una sonrisa juguetona y asintí sin dudarlo. 

- ¿Qué tal un juego de adivinanzas?

Y así comenzamos a pasar el tiempo, mientras compartiamos risas y secretos mirando y explorando algunos lugares que fueron más que hermosos, los pájaros cantaban su melodía al tener un lindo amanecer. Cada palabra y cada mirada parecía entrelazarnos en una danza sutil que solo nosotros podiamos entender.

En ese instante perfecto, rodeada por la belleza del lugar y la compañía de Roberto, fue cuando poco a poco comprendí que esos momentos eran más que simples juegos; eran recuerdos que cimentaban una conexión especial. 

El sol seguia presente mientras mi espíritu seguía vibrante y lleno de vida. Comenzamos a volar por otras zonas mientras nos reiamos, no se cuantas horas pasaron, pero se que el tiempo paso volando cuando estás con alguien especial a tu lado.

En ese momento cuando estabamos a punto de hacer algo más, pudimos visualizar a lo lejos una gran barbada de spix, por lo que suponimos que era mi padre con la tribu lista para partir hacia nuestro siguiente destino.

- Parece que ya es hora de movernos.

Ante el comentario de Roberto, solo pude ponerme triste ante la situación, pues quería pasar todo el día con Roberto, pero a veces las cosas no siempre salen como uno las quiere.

- No te preocupes Perliux, cuando lleguemos al nuevo lugar, pasaremos el resto del día solos tu y yo.

Con una linda sonrisa para levantarme los animos, pude sonreir, mientras extendia su ala para que vayamos con mi padre, pude notar algo inusual, en lugar de ver a Roberto, visualize a Blu quién me extendia la mano para poder ir con mi padre.

- ¿Nos vamos?

Parpadee un par de veces para ver si no estaba soñando, pero seguía mirando la silueta de Blu que me hablaba con amabilidad, una caracteristica que el siempre tenía y que me hizo enamorarme de él, pero rápidamente salio su silueta para volver a ver a Roberto.

- ¿Perliux?

- Disculpa, es que pensaba en algo, mejor vayamos con mi padre.

Despues de esa rara sensación de ver a Blu en lugar de Roberto, llegamos a donde se encontraba mi padre quién nos miraba con una sonrisa.

- ¿Dónde estuvieron ustedes dos tortolos?

- Nada de que preocuparse Eddie, solo fuimos a dar un paseo.

- Así es papi.

Con una sonrisa entre ambos, mi padre asintio para luego darnos la pequeña bienvenida a la tribu para poder emprender un viaje que esta vez seria de unos dias, pero no es algo que no podamos manejar.

Pude mirar a mi tía que estaba con los niños ya preparados para poder partir hacia nuestro siguiente destino, pero pude apreciar a mi hija Bia quién me miró nuevamente con un semblante serio, pero no paso a mayores.

Cuando lleguemos al nuevo lugar tendré que estar pendiente de ella, pues creo que esa actitud debe ser corregida, no puede mirarme así solo por qué pase unas horas con Roberto.

Y luego de eso, mi padre junto con todos los demás salimos y partimos hacia nuestro próximo destino, con una alegría inmensa mientras volaba junto a los niños y al lado de Roberto para seguir pasando un hermoso tiempo de calidad con toda la familia.

____________________________________________________

IV

[Blu]

"¿Dónde estoy?"

Todo es tan oscuro... Es como si el mundo se hubiera detenido. No hay risas, no hay cantos, solo un silencio abrumador que pesa sobre mí. Me siento perdido, atrapado en un laberinto de sombras. Sin nadie a mi alrededor, solamente estoy yo... ¿Qué ha pasado?

Las heridas aún arden en mi corazón. Recuerdo cuando el jefe talador me había golpeado brutalmente, fue como cuando Pepillo me había tomado del cuello mientras trataba de liberarme, pensando en que el peligro acecha incluso en los lugares más bellos. Pero este dolor... ¿es todo lo que queda?

Es entonces cuando escucho una voz, suave pero firme, llamándome desde la distancia. 

"¡Blu!" 

Suena como un eco de esperanza. ¿Puede ser? ¿Podría ser que aún hay alguien que me busca?

La voz seguía llamando por lo que comencé a seguirla, esta voz me parecía familiar, ya la había escuchado antes.

Con cada palabra, la oscuridad comienza a desvanecerse. La luz se filtra a través de mis parpadeos, y poco a poco, empiezo a recordar: el calor del sol en mis plumas, el vuelo libre sobre la selva... y esa voz que me llama, que me trae de vuelta.

Comienzo a despertar mientras miró a mi alrededor, estaba en una carpa con algunos instrumentos médicos, además de notar de que estaba acostado en una camilla.

Levantándome poco a poco, comencé a dar un pequeño vuelo para ver si mis heridas habían sanado del todo, pude volar por unos segundos pero me devolví a mi camilla para evitar algún dolor pronto.

Suspirando con algo de cansancio me acosté tranquilamente, sin embargo, el descanso no duraría mucho, ya que pude visualizar como Tulio entró por la carpa.

- Blu ¡Que bueno que estás despierto!

Con una alegría inmensa en su rostro, Tulio se acercó a mi mientras comenzaba a traer su pequeño portafolios.

Pude sentir una mezcla de alivio y nerviosismo. Sabía que Tulio estaba aquí para asegurarse de que todo estuviera bien, pero también tenía algo de miedo de que él pudiera encontrar algo mucho más preocupante.

Tulio comenzó a examinar mis alas con mucha delicadeza. Sus dedos recorrían mis plumas, buscando cualquier signo de daño. 

- Vamos a ver cómo te sientes.

murmuró Tulio mientras me levantaba una de las alas para inspeccionar la parte inferior. Cerré los ojos por un momento, recordando el dolor que había sentido cuando el talador me había herido. Pero ahora, al sentir el toque cuidadoso de Tulio, comencé a relajarme, pues no tenía que temer, solo era una revisión.

Luego de examinar con mucho cuidado mis alas, se levantó mientras anotaba algo en su portafolios.

- Ahora, quiero que intentes volar un poco.

Dijo Tulio, retirándose un paso para observar. A pesar de que quería decirle que ya hice una prueba de vuelo, debía hacerlo de todos modos para despejarlo de dudas. Con un leve aleteo, comencé a elevarme del suelo. Al principio, mis alas se sintieron pesadas y un poco torpes, pero a medida que ascendía, la familiaridad del vuelo me invadió por completo.

Comencé a dar giros y vueltas en el aire, sintiendo cómo el pequeño viento que era emitido dentro de la carpa acariciaba mis plumas. 

- ¡Eso es!

Exclamó Tulio desde abajo, su voz llena de entusiasmo. 

- ¡Lo estás haciendo muy bien!

La alegría me llenó el corazón mientras me lanzaba hacia adelante con más confianza.

Después de unos minutos de vuelo, comencé a descender suavemente y aterricé junto a Tulio. Me sentí algo exhausto pero feliz; había superado una prueba importante. Tulio se acercó nuevamente hacia donde me encontraba y me acarició la cabeza con ternura. 

- Sabía que podías hacerlo.

Dijo con una sonrisa amplia mientras yo simplemente estaba disfrutando del momento. Aunque todavía había cicatrices en mi cuerpo y en mi alma por la experiencia vivida de casi morir a manos de un talador, pero sabía que tenía a Tulio y Linda a mi lado para apoyarme en cada paso del camino.

Cuando pensé en Linda, comencé a mirar hacia ambos lados para poder ver si ella se encontraba aquí, pero supongo que se encuentra esperando afuera.

- Seguramente quieres ver a Linda, voy a llamarla.

Se levantó de su sitio para dirigirse a la salida, pero pude ver y notar como no salió por completo, sino que una pequeña parte de su cabeza salió de la carpa.

Vi como llamaba a alguien, seguramente a Linda.

- ¡Linda! ¡Ven a ver a Blu!

Pero en vez de que Linda pudiera acercarse, un destello de color verde pasó volando junto a Tulio, como un rayo. Yo apenas tuve tiempo de reaccionar cuando Esmeralda se lanzó hacia mi, aterrizando con gracia y envolviéndome en un abrazo cálido y reconfortante.

- ¿Esmeralda?

- ¡Blu! ¡Estás bien!

Exclamó Esmeralda, sus ojos brillando con lágrimas de alegría. Sentí como mi corazón comenzó a latir más rápido al escuchar su voz. No solo era un alivio verla, sino que su cercanía me llenaba de una felicidad que no había experimentado antes. Una felicidad que se había perdido por...

Esmeralda me abrazó con fuerza, y yo solo pude sentir su cálido abrazo envuelto en una burbuja de seguridad. 

- Qué bueno que estés bien. Tenía miedo de que te hubiera pasado algo. 

Hablo ella, mientras las lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas.

No sabía cómo responder; mi corazón estaba lleno de emociones contradictorias. 

- Yo... estoy bien.

Logré decir, sintiendo la calidez del abrazo y la sinceridad en sus palabras.

Mientras Esmeralda seguía abrazándome, pude ver a Tulio y Linda desde su posición. Ambos estaban sonriendo, observando la escena con ternura. Linda tenía una expresión de alivio en su rostro, como si finalmente pudiera respirar después de haber estado conteniendo la respiración durante demasiado tiempo.

Esmeralda se separó un poco para mirarme a los ojos. 

- Me alegra tanto verte sano.

Dijo con una sonrisa radiante que iluminaba su rostro. 

- No sabes cuánto me preocupé por ti.

Comencé a sentirme muy abrumado por la sinceridad de Esmeralda. 

- Gracias por preocuparte.

Respondí tímidamente, pues era extraño para mi abrirme así con una ave que apenas nos conocimos el día de ayer, pero había algo en ella que me hacía sentir seguro.

Mientras le limpiaba las lágrimas con una de mis alas, sentí que una nueva conexión se formaba entre nosotros. Era como si el mundo alrededor se desvaneciera y solo existiéramos solo nosotros dos en ese momento.

Una conexión que no había sentido desde que Perla se fue de viaje llevándose a mis pequeños. Recordando ese momento de discusión con Perla hizo que la tristeza se me hiciera presente en estos momentos.

Pero se fue al sentir como Esmeralda me tomaba de las mejillas mientras me mira con mucha alegría y dulzura, pude notar que realmente se preocupó de que me hubiera pasado algo, lo pude notar en sus palabras donde estaba herido.

Linda y Tulio continuaron observándonos desde un lado, disfrutando del pequeño momento que se estaba forjando entre nosotros. 

- Mira cómo se cuidan el uno al otro. 

Pude escuchar esas palabras de Linda a Tulio, quien asintió con una sonrisa.

Después de ese momento, Esmeralda volvió a darme un cálido abrazo mientras me sobaba la espalda y mi cabeza con mucho cariño.

- No hagas eso de nuevo, no quiero que te vuelva a pasar algo así nuevamente.

La sinceridad de sus palabras hicieron que una sonrisa se hiciera presente en mi rostro. Mientras acariciaba su cabeza con mucha delicadeza.

- Tienes mi palabra.

Al parecer mis palabras la tranquilizaron mucho, pero no solo eso, sino que pude sentir como su pico hacia cosquillas en mis plumas. No sabia que ella era así de cariñosa, me preguntó si será así con Felipe.

Después de reconfortarla por unos minutos más ambos nos dejamos de abrazar, para luego ella ponerse a mi lado, mientras ponía su cabeza en mi hombro. Puedo notar de que no quería separarse de mi en ningún momento.

Pude notar como Linda se acercó hacia donde me encontraba mientras me daba unas pequeñas caricias a mi cabeza.

- Es bueno verte sano y salvo amigo. Pero dime ¿Cómo fue que llegaste al Amazonas? Pensé que estabas en Río con Perla.

Al escuchar el nombre de Perla hizo que mi rostro se entristeciera, recordando lo que pasé en estas semanas con los de la tribu.

- Blu ¿Quién es Perla? ¿Una amiga tuya?

Esmeralda sentía curiosidad por saber quién era Perla, pues no sabía de quién estaba hablando Linda.

- Bueno, luego nos contará más tarde Linda, ahora debemos concentrarnos en ver cuantas aves fueron afectadas debido a este caos.

Dijo con mucha preocupación Tulio, ya que era cierto, muchas aves y animales seguramente fueron afectadas por los taladores, por lo que debían de ver cuantos arboles cayeron.

- Está bien, no se que harás Blu, pero si nos ayudas, sería muy bueno.

Con eso dicho, ambos salieron de la carpa dejándome a Esmeralda y a mi a solas, dejando al igual un silencio incomodo.

- Esmeralda, creo que deberíamos salir a revisar los alrededores. Necesitamos asegurarnos de que no haya aves afectadas por los taladores. No podemos quedarnos aquí sin hacer nada.

Esmeralda me miró con seriedad, reconociendo la urgencia en mi voz. Pero antes de que pudiera levantarme, una pregunta fue lo que salió de la boca de Esmeralda.

- Blu, antes de irnos... ¿Quién es Perla? Linda mencionó su nombre y me quedé curiosa.

Dijo Esmeralda con su mirada curiosa. Eso hizo que sintiera un ligero escalofrío al escuchar el nombre. No era el momento adecuado para hablar de Perla, así que decidí evadir la pregunta con cuidado.

- Oh, Perla es una conocida mía. No es algo de lo que debamos preocuparnos ahora.

Esmeralda me observó, notando la evasión en mi tono. Sin embargo, decidió no presionar más. Habíamos pasado apenas un día desde que nos conocimos y no quería incomodarme, seguramente.

- Está bien, no te incomodaré más con ello.

Con un ligero suspiro de alivio, le sonreí para así ambos prepararnos para salir de la carpa. Volando afuera de la carpa, ambos nos fuimos a ver si habían aves afectadas.

____________________________________________

V

[Esmeralda]

Estábamos volando juntos sintiendo el viento acariciando nuestras plumas y la libertad de estar en el aire luego de lo que vivimos el día de ayer. Sin embargo, mi mente estaba llena de preguntas que no podía ignorar.

"¿Quién es Perla?"

Me repetía una y otra vez en mi cabeza. Linda, la compañera humana de Blu, había mencionado su nombre y aunque no quería parecer entrometida, la curiosidad me consumía. Había algo en la forma en que Blu había reaccionado al hablar de ella; una mezcla de tristeza y evasión que la intrigaba aún más.

Es curioso cómo en un solo día he llegado a conocer a Blu por medio de sus acciones y su personalidad a primera vista, y sin embargo, hay tanto que aún no entiendo de él. 

Esta conexión que siento es real, pero hay sombras del pasado que parecen seguirlo. Tal vez esta tal Perla pueda ser una sombre de su pasado... Perla... 

"¿Quién eres tú realmente?" 

"¿Qué papel juegas en su vida?"

Es evidente que Blu tiene un pasado con ella, y aunque me gustaría saber más, no puedo dejar que eso me distraiga ahora.

Mientras sobrevolábamos el bosque, mi mirada se centró hacia abajo, observando los árboles que se extendían como un mar verde. 

"La selva necesita nuestra ayuda" 

Las aves están con mucho miedo y no puedo permitirme el lujo de perderme en pensamientos sobre una sombra del pasado. 

Necesito concentrarme en lo que realmente importa: ayudar a las aves y asegurarme de que este lugar siga siendo un hogar seguro para todos.

Sí, tengo interés por conocer más sobre Perla, pero hoy no es el día para eso. Hoy es el día para ser valiente, para actuar. 

Blu necesita mi apoyo y yo necesito demostrarle que estoy aquí para él, sin importar lo que haya sucedido antes. La unión que estamos formando es lo que cuenta ahora, una unión que se formó al conocer más de su personalidad, me trae algunos recuerdos antes.

Con la determinación renovada, Me centré en la misión que teníamos por delante. 

"Primero las aves, luego los secretos"

Me prometí a mí misma mientras volaba junto a Blu, dispuesta a enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino.

Volábamos juntos, nuestros corazones latiendo al unísono mientras nos acercábamos a la zona devastada por los taladores. 

La selva, que antes era un refugio vibrante de vida, ahora se mostraba desolada. A medida que nos acercábamos, el paisaje se tornaba más sombrío: árboles caídos, ramas desgarradas y el eco de los lamentos de los animales heridos llenaban el aire.

- Esto es horrible, Blu. Nunca imaginé que la destrucción pudiera ser tan devastadora.

Blu me miró con un asentimiento, su corazón pesado al ver la devastación. 

"Debemos hacer algo. No podemos quedarnos de brazos cruzados."

Ambos aterrizamos en un claro, donde nos encontramos con una escena desgarradora. Un grupo de aves estaba atrapado entre las ramas caídas, sus alas temblando con miedo y dolor. Un pequeño loro, visiblemente herido, intentaba levantarse pero no podía.

- ¡Mira! Ese loro necesita ayuda.

Exclamé con mucha preocupación, sin pensarlo dos veces, me acerque al loro herido. 

Con cuidado, comencé a despejar las ramas que lo mantenían atrapado. Blu se unió conmigo, utilizando su cangurera cosa que no noté que ya la llevaba consigo, pero fue efectiva para ayudar a mover las ramas más pesadas.

- Vamos, pequeño amigo. Te tenemos.

Finalmente, logramos liberar al loro. Este nos miró con gratitud en sus ojos y emitió un suave chirrido de agradecimiento.

- Estás a salvo ahora. Pero necesitamos asegurarnos de que estés bien.

Voltee para ver como Blu observaba a su alrededor y vio a otros animales que también necesitaban ayuda. Un ciervo joven yacía en el suelo, con una pata atrapada entre las raíces de un árbol caído.

- Esmeralda, hay un ciervo allí. Parece estar herido.

Ambos volamos hacia el ciervo. Pude ver como Blu se acercó con cautela para no asustarlo.

- Tranquilo, amigo. Solo queremos ayudarte.

Dije tratando de tranquilizar al venado que nos miraba un poco asustado al ver a dos guacamayos tratando de ayudar. 

Con paciencia, comenzamos a trabajar en equipo para liberar al ciervo. Blu sacó rápidamente algo de su cangurera, pero algo lo detuvo que lo guardó inmediatamente, utilizó su pico para despejar las hojas y ramas mientras yo guiaba al ciervo para que no se asustara más.

- Casi lo tenemos... ¡ahí va!

Con un último empujón, logramos liberar la pata del ciervo. Este se levantó lentamente, cojeando pero agradecido.

- Estás bien ahora. Ve a buscar a tu madre.

El ciervo miró hacia atrás una vez más antes de desaparecer entre los árboles, dejando a Blu y a mi con una sensación de satisfacción por haber ayudado.

A medida que continuábamos con nuestra búsqueda por más animales heridos, encontramos un nido de aves pequeñas que habían caído al suelo. Las crías chirriaban desesperadamente mientras su madre volaba en círculos arriba, incapaz de aterrizar debido al peligro inminente.

- ¡Ayúdenme! ¡Mis crías!

Gritaba la guacamaya mientras daba vueltas con mucho miedo.

- No podemos dejar que esas crías queden solas aquí.

Dijo Blu con mucha seriedad y determinación. 

Yo asentí y rápidamente hice un plan. 

- Yo distraeré a la madre para que se pueda tranquilizar, mientras tú las recoges y las llevas a un lugar seguro.

Yo volé hacia la madre ave, haciendo giros acrobáticos en el aire para atraer su atención. La madre comenzó a mirarme confundida, dejando atrás el nido.

- ¡Señora! ¡Por favor ayúdeme!

- No se preocupe, ya mi amigo se está encargado de ello.

Con rapidez y delicadeza, vi como Blu recogió a las crías una por una y las llevó a un arbusto cercano donde estarían más seguras.

- ¡Miré señora, sus crías ya están a salvo!

La guacamaya miró como Blu dejaba a sus polluelos en un arbusto seguro, donde ella se alivió al instante y salió disparada a donde se encontraban sus polluelos.

- ¡Muchas gracias!

Dijo mientras le daba el ala a Blu y un pequeño abrazo para luego salir por sus polluelos abrazándolos con mucha preocupación 

Con el corazón lleno de esperanza por haber podido ayudar a esos animales en necesidad, continuamos nuestro camino por la zona devastada. Cada paso que debamos estaba lleno de determinación; sabíamos que había mucho trabajo por hacer.

- Es desgarrador ver todo esto... La selva no debería ser así.

Dijo Blu con mucha tristeza al ver como quedo devastado el lugar.

- Lo sé. Pero estamos aquí para ayudar. Cada pequeño gesto cuenta.

Con una pequeña sonrisa, la determinación había vuelto a nosotros.

Al llegar a otra parte del bosque donde los árboles habían sido talados recientemente, encontramos un grupo de aves adultas tratando de encontrar refugio entre los escombros. Algunas estaban heridas; otras simplemente parecían desorientadas.

- Debemos hacer algo por ellos también.

Dijo Blu mirando la situación, miré alrededor y vi algunos troncos caídos que podrían servir como refugio temporal para las aves.

- Podemos construir algo improvisado con estos troncos para darles un lugar donde descansar.

Asintiendo a mi idea, ambos comenzamos a mover los troncos con esfuerzo pero determinación. Con cada movimiento logramos crear una pequeña estructura donde las aves pudieran resguardarse del sol y sentirse más seguras.

Mientras trabajábamos juntos, compartimos risas y palabras de aliento mutuo. La conexión entre nosotros creció más fuerte con cada acto de bondad que realizábamos.

Blu realmente es un ave especial, se preocupa mucho por los demás animales, él es un ave bondadosa en todo su esplendor.

Finalmente terminamos su refugio improvisado justo cuando un grupo de aves comenzó a acercarse cautelosamente. Una vez dentro del refugio, comenzaron a calmarse y trinar suavemente.

- Lo hemos logrado... hemos hecho algo bueno hoy.

Dijo Blu sonriendo ante el acto de bondad hacia las demás aves.

- Sí... pero esto es solo el comienzo. Hay mucho más por hacer.

Ambos miramos hacia el horizonte donde aún había áreas devastadas por los taladores. La lucha por la supervivencia de nuestro hogar apenas comenzaba.

- Juntos podemos marcar la diferencia.

Dijo Blu mientras se paraba al frente con una sonrisa.

- Así es. Y no solo hoy; seguiremos luchando por nuestra selva y sus habitantes.

Con esa promesa resonando en nuestros corazones, Blu y yo tomamos vuelo nuevamente hacia el cielo azul, listos para enfrentar cualquier desafío que se presentara en nuestro camino mientras continuaríamos ayudando a aquellos que lo necesitaban en nuestro hogar compartido.

CONTINUARA...

Bueno, ahí tienen la imagen oficial de nuestra querida Esmeralda, donde ahora entiendo porque nunca me salen realista los dibujos y me salen al final de todo en modo animado o caricatura :3. Pero bueno, ahora les vengo a decir que la próxima actualización será en 2 semanas, pues usare esta semana para estudiar mis examenes, por lo que espero lo comprendan. Sin más que decir nos vemos y no se sientan intrigados, la historia será extensa, casi similar a la Cadena que nos Une en cuanto a gran cantidad de capítulos. Nos vemos mis cracks :3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro