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Capitulo 2

I

[Perla]

El viaje había comenzado, ahora nos encontrábamos en una zona más aislada de nuestro hogar, una zona que por suerte no era cubierta por aves de otras tribus, por lo que no hubo problema en explorar tranquilamente la zona.

Mi padre se adelantó a nosotros mientras se ponía en una roca para luego hablar con todos y presentarnos algo.

- ¡Ahora, observen a las hermosas mariposas!

Con eso dicho de manera euforica agarro algunos arbustos y los sacudió un poco, haciendo que cientos de alas salieran de allí.

Todos quedaron asombrados por las hermosas mariposas que volaban alrededor de todos.

Los niños de la tribu fueron los más emocionados por lo que salieron volando para jugar con las mariposas, los padres miraban a sus pequeños como se divertía con las mariposas.

Mientras el resto se relajaba en el hermoso césped del lugar, claro, solo nos quedaríamos allí por unos minutos, para evitar que un depredador nos agarra a todos.

Acostándome tranquila mientras miraba el cielo azul vi como un pequeño de la tribu se acercaba.

- ¡Tiago, Carla, Bia! ¡Venga, vamos a jugar!

Gritó de manera euforica y divertida mientras miraba a las mariposas jugar con los spix más pequeños.

- Esta bien ¡Vamos!

Tiago hablo con una emoción tremenda, mientras levantaba a Carla para que pudieran jugar todos juntos.

Mientras los dos se levantaban, pudieron ver que Bia no se había levantado, pude notar como ella se quedaba mirando el césped con tristeza.

- Bia, hermana, venga, hay que jugar con las mariposas.

Carla dijo con una sonrisa mientras mostraba su ala para que se uniera a ellos.

Bia miro a Carla por unos segundos para luego volver a mirar el césped.

Las acciones de mi hija me hicieron preocuparme, por lo que me levante del cómodo césped en el que me estaba relajando y me acerque a ella.

- Bia ¿Qué sucede?

- No es nada mamá.

El tono de Bia era de no tener ganas de jugar, no mostraba signos de estar interesada en unirse a sus hermanos.

- Hija, anda y diviértete con ellos.

Haciendo caso omiso a mis palabras, Bia solo desvío la mirada de nosotros mientras veía otra cosa.

Este asunto sinceramente ya me está cansando del todo, que no entiende que lo primordial en estos momentos es pasar tiempo en familia. Debemos aprovechar estas vacaciones como se deben, solo quiero alegrías en este viaje, no quiero ninguna preocupación ni nada por el estilo.

Cuando estaba por decir algo más, mi tía apareció enfrente de nosotros, sacandonos un pequeño susto por la forma en que apareció.

- Hola niños, ¿Por qué están con esas caras?

Pregunto mi tía con una mirada curiosa y confusa.

- No es nada tía, es solo que...

Cuando estaba por decir algo más, Bia rapidamente se dirigió hacia donde se encontraba mi tía y la abrazo con mucha fuerza y cariño, cosa que me sorprendió rotundamente.

- ¿Qué sucede querida?

- Tía Mimi ¿Hay una planta especial por aquí?

- Si mal no recuerdo, creo que si habia una planta especial ¿Te parece si vamos a ver?

Con un asentimiento rapido de mi hija, ella salió volando con mi tía rumbo a pasar tiempo con ella. Esto me alivio un poco al saber que al menos ella se divertira con mi tia. 

Un suspiro de alivio se me presento por el momento, Carla se sintió feliz de ver a su hermana ir con mi tía por lo que procedió a volar para jugar con los demas polluelos spix.

- ¿Qué sucede hija?

Voltee a ver, se trataba de mi padre quien aterrizó a mi lado mientras me daba una palmadita en mi espalda.

- Es Bia, la noto sin ganas de ir al viaje.

Mi padre se quedo callado ante esto, pues eran las pocas veces que Bia tenía esa actitud, ya que ella siempre era la que comenzaba la diversión ante todo.

- Ya veo, no te preocupes tanto, ya veras conforme pase los días, ella se irá divirtiendo poco a poco.

- No creo que sea el caso.

- ¿Por qué piensas eso?

Es verdad, a mi padre nunca le conté sobre el vinculo que Bia tiene con Blu, creo que deberia decirle.

- Verás, Blu y Bia tienen un vinculo muy fuerte.

- ¿Blu? ... Ah, te refieres a tu esposo.

- Si, ellos siempre han estado juntos. Desde que era una linda polluela, ella siempre se quedaba pegada a Blu, siendo sincera, fue muy linda ver como corría a las alas de Blu, incluso más que yo.

Mi padre se quedó sorprendido ante mi comentario, pues nunca antes habia escuchado que mi hija fuera tan apegada a Blu.

- ¿En serio?

- Sí. Cuando creció, ella aún seguía pegada a él, siempre los veía leyendo algunos libros en sus tiempos libres, salían a cualquier lugar, incluso en nuestros pequeños viajes familiares, pude notar como ella estaba más al lado de Blu. Claro que ella también me quiere y siempre anda a mi lado, pero la relación que tiene con Blu, es algo muy especial, tan especial que no quiero que se rompa.

Al decir estas palabras, sentí como una nostalgia se extendia por mi cabeza, recordando como Blu hacia sonreir a Bia con sus ocurrencias, una sonrisa se hizo presente al recordar lo que vivimos en Río.

- Ya veo, entonces Bia no se siente cómoda con el viaje porque no se encuentra Blu.

- Es lo más seguro.

- Y dime una cosa ¿Tu no te sientes vacía al no estar con él en estos momentos?

Una pregunta seria por parte de mi padre, mirandolo, pude notar que su semblante es serio, por lo que decidí responder con la mayor sinceridad posible.

- Te sere sincera papi, en estos momentos no me siento del todo vacía, si me da pena haberlo dejado de lado para el viaje, pero aún sigo enojada con él. Con este viaje es una oportunidad perfecta para despejar la mente y olvidar ese momento con él. Solo por ahora quiero vivir estos momentos con ustedes. Cuando regrese, tal vez ya tenga la mente más clara.

- Entiendo. No tienes que preocuparte más por ello, ya verás que todo saldrá bien.

- Yo también espero eso papi. Ahora solo quiero disfrutar al máximo este día con ustedes, quiero recuperar el tiempo perdido.

- Esa es mi pequeña.

Mi padre me dio un gran abrazo, haciendo que yo también se lo devolviera, haciendo que una sonrisa se me plasmara en mi rostro.

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II

[Pov Bia]

No puedo creer que en verdad mi madre haya hecho esto, no traer a mi padre al viaje es algo que no debería de pasar. Mi corazón se siente oprimido al no poder encontrarlo a mi lado y darme cariño como siempre lo hace.

Me hace mucha falta que esté aquí con nosotros. Mis hermanos probablemente no se sientan así como yo me estoy sintiendo, o tal vez si sientan lo mismo pero lo saben ocultar tan bien.

- Querida ¿Te encuentras bien?

Escuche la voz de la tía Mimi llamándome, mi mirada se fijó en su mirada de preocupación.

- Lo lamento tía, es solo que no me siento bien en estos momentos.

- Pensé que querías ver estas flores que hay en este lugar.

- Claro que quiero, pero mi mente está en otro asunto.

Tía Mimi me miro con mucha más preocupación, yo solo pude agachar la cabeza con mucha tristeza mientras desviaba mi mirada.

De repente sentí como unas alas rodeaban mi cuerpo, era mi tía quién me atrajo hacia ella y me dio un abrazo.

- Querida, si algo te incomoda, puedes hablarlo con tu tía.

Este abrazo hizo que las lágrimas comenzaran a salir de mis ojos, supongo que lo que necesitaba en estos momentos, era desahogar mis emociones que tengo en estos momentos.

- Tía...snif...

- Cuéntale todo a tu tía hija.

Su voz reconfortante hizo que me tranquilizará un poco, pues sentía que no podía liberar nada, pero ahora, siento que puedo liberar lo que siento en estos momentos.


- Se trata de mi padre...

- ¿Qué pasa con él?

- ...

- Te sientes triste porque el no se encuentra aquí con nosotros ¿eh?

Al decirme esto, solté un pequeño chillido de tristeza mientras las lágrimas salían cada vez más.

- Si, se suponía que el iba a estar con nosotros en este viaje.... snif... pero cuando mi madre dijo que no iría con nosotros ... snif... no quería venir al viaje ... snif... quería quedarme con él.

- Querida...

- Mi padre es lo más importante para mí, si él no está aquí, yo...snif... no se que haría... snif... quiero volver.

Solo pude sentir como ella comenzó a abrazarme con más fuerza mientras me daba unas caricias en mi cabeza, yo solo recibía el cariño y afecto que me estaba dando en estos momentos.

- Entiendo como te sientes querida, se ve que tú y tu padre tienen una fuerte conexión, pero no te preocupes, voy a tratar de convencer a Eduardo de que puedas volver conmigo a la tribu, si es lo que quieres con todo el corazón, entonces no me queda de otra que ayudar a mi sobrina.

Esas palabras de mi tía hicieron que la alegría se hiciera presente en mi rostro, solo pude abrazar a mi tía con mucha fuerza.

- Gracias tía Mimi... snif... gracias.

- No te preocupes querida.

Siguió acariciando mi cabeza mientras en mi mente solo pensaba en poder volver con mi padre para estar a su lado.

- Papi...

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III

[Pov Blu]

Me desperté con un dolor en el cuerpo terrible, pues no pude dormir muy bien debido a que mis hijos y Perla se fueron a un viaje sin mi. No puedo creer que ella me haya dejado de lado para poder pasar tiempo con... Roberto.

El enojo se hizo presente, sentía una rabia incontrolable contra aquel ave que siempre se la pasaba revoloteando sobre ella, pero que Perla nunca hizo nada y pensó que solo eran cosas de viejos amigos.

La tristeza de pensar que ella se está divirtiendo con él y mis hijos, solo hizo que mi enojo aumentará cada vez más, solo pude agarrar mi cangurera y tirarla contra la pared del árbol.

Al descargar mi rabia con el único objeto que me había regalado mi dueña, no contuve más mis lagrimas, me tiré al suelo nuevamente y lloré todo lo que pude.

¿En serio yo tengo la culpa de que esto me este sucediendo ahora?

Recordé nuevamente el momento donde discutí con ella en la fosa de la perdición, donde pensaba que este no era un hogar para mi, pero ella simplemente me llamo egoísta, y que debería de pensar en ellos más que en mi.

Hice todo lo que pude para que ellos sean felices, pero ¿Acaso esto no es suficiente para que ella esté feliz?

"Debes pensar en lo que quieres, y tal vez, dejar de pensar en ti mismo y pensar en nosotros"

Esas palabras de Perla se repetían en bucle una y otra vez en mi cabeza.

Tal vez tiene razón. Tal vez he estado tan atrapado en mis propios miedos que no he visto lo que realmente necesitan. 

Pero, ¿Cómo puedo expresar todo esto? Cada vez que intento hablar, las palabras se me atragantan en la garganta. Me siento como un extraño en mi propia familia, y esa sensación me destroza por dentro. 

Me pregunto si alguna vez podré ser suficiente para Perla y los niños. 

"¿Por qué es tan difícil mostrar lo que siento?"

La tristeza me inunda al pensar que tal vez no soy el ave que ellos merecen. Solo quiero que sepan cuánto los amo, pero me siento atrapado en este silencio que me consume. 

"¿Qué tengo que hacer para demostrar que mi amor por ellos es inmenso?"

Son preguntas que realmente nunca tendré una respuesta en concreto, siento que cada vez que intentó hacer algo bien, solo recibo rechazo por parte de ella.

Tan solo pensar en la cara de mis niños al ver como los decepcioné en la fosa no se me quita de la cabeza.

Un rugido en mi panza había sonado, tenía mucha hambre en estos momentos, me dispuse a salir del árbol para buscar algo de comida.

Pero antes de dar un paso y salir volando, voltee a ver la cangurera, el objeto que no hacía más que hacer enfurecer a Perla cada vez que me ve con ella.

"¿Realmente la necesito para poder buscar mi comida?"

Soltando un suspiro, caminé hacia la cangurera, donde me la coloque en mi cintura y salí del árbol en busca de mi comida.

Esta cangurera que me regaló Linda siempre la llevó a todos lados cuando me siento inseguro en la Selva, o al menos trato de no llevarla, pero realmente no puedo dejar la cangurera.

Es un recordatorio de su amor y de todo lo que hemos compartido a lo largo de los años que fui criado por ella, pero, a veces, siento que me pesa. Siempre la misma pregunta se repite en mi cabeza.

"¿Qué hubiera pasado si no me hubiera criado ella?"

Si en lugar de vivir en su casa, hubiera crecido en la selva, libre y salvaje, como se supone que debería ser un ave como yo. 

La culpa me consume y no puedo evitar despreciarme por ser un ave inútil que no puede dejar de tener miedo a la selva. A pesar de que querer cambiar para ser esa ave que ella quiere que sea, no puedo dejar de preguntarme

"¿Soy un ave de verdad? ¿O solo un producto de la bondad de Linda?"

Me siento atrapado entre dos mundos, y a menudo me pregunto si he tomado el camino equivocado. Tal vez, si hubiera sido criado en la selva, podría volar sin miedo en la selva, sin esta carga que siento por no ser lo que debí ser cuando era pequeño.

Sin embargo, comienzo a recordar esos momentos hermosos con Linda. Las tardes en las que comenzábamos a leer, su risa llena de alegría cuando nos hacíamos bromas y cuando me veía alegre con mi chocolate caliente con malvaviscos.

 Recuerdo cómo me cuidaba, cómo me veíamos películas y me daba ese amor que nunca pude tener con mis padres. Siempre pienso en mis padres biológicos y que no tuve la oportunidad de verlos, o simplemente no recuerdo nada de ellos.

Linda es como la madre que nunca tuve, y yo la veo así, incluso somos unos compañeros muy unidos que siempre se ayudaran a pesar de que uno este lejos del otro.

Por eso este regalo que me dio Linda es tan especial para mi.

A veces, me gustaría dejar la cangurera atrás, liberarme de esa conexión que me hace sentir tan vulnerable. Pero, al mismo tiempo, no puedo. Cada vez que la miro, me recuerda que tengo un hogar, que hay alguien que me quiere como un compañero y que no me sienta solo ante todo.

Quizás no soy solo un ave de la selva ni solo un ave de compañía. Tal vez soy una mezcla de ambas cosas, y eso está bien. Linda me hizo quien soy, y aunque a veces me sienta perdido, sé que siempre llevaré su amor conmigo, en cada vuelo y en cada rincón de la selva que explore.

Pero luego recuerdo las palabras de Perla, y eso hace que mis sentimientos decaigan cada vez más.

Continúe mi vuelo para poder encontrar algo de comida, hasta que por fin pude visualizar algo. Un par de arándanos entre los arboles, por lo que no perdí el tiempo y tomé unos cuantos.

Al comer los deliciosos arándanos, no pude evitar sentarme para revisar las cosas de mi cangurera. Comencé a ver lo que tenía adentro, tenía el GPS, el cepillo, las mentitas y otros artilugios más. Para un ave que sabe usar esto, debe ser una linda ventaja frente a otras aves, pero a ella no le gusta que lleve esto.

"Quieres dejar por un momento eso y disfrutar el atardecer"

El recuerdo de las palabras de Perla en ese entonces hizo que otra vez me sintiera realmente mal por lo que ando viviendo en estos momentos.

- Quiero cambiar, pero...

Cuando estaba por decir algo más, veo como una pequeña pluma roja cae al frente de mí, haciendo que me diera cuenta de lo que esto significaba.

- Vaya vaya, miren a quien tenemos aquí nuevamente.

Mirando por encima, se encontraba Felipe, el líder de la tribu de los escarlata viendo cómo me encontraba sentado en una rama del árbol, pero no solo eso, sino que vino con algo de compañía.

- Al parecer, el azulito volvió a romper las reglas del tío Eddie.

Muchas risas comenzaron a sonar ante el comentario de Felipe, no quiero tener nuevamente problemas con él, ya no quiero más de esto.

- Lo siento, no sabía que estaba en su territorio, me iré de aquí.

Me levante del lugar de donde me encontraba para poder irme de aqui, pero vi como Felipe aterrizó al frente mio evitando de que me fuera a cualquier lugar.

- ¿Por qué te vas tan pronto?

- No quiero problemas, por favor.

- Tranquilo azulito, solo quiero darte las gracias.

Ante la respuesta de Felipe, me quede muy confundido por lo que acabo de escuchar.

- ¿Las gracias?

- Así es, gracias a ti pudimos ganarle a Eddie, sinceramente fue muy bueno.

Recordando el momento exacto donde recordé como había arruinado el partido y como mi suegro me llamó mascota.

- Eso si fue divertido, hubieras visto la cara de Eddie al ver como arruinaste su partido, no tiene precio.

El comentario de Felipe hizo que mis ánimos volvieran a estar por los suelos, haciendo que agachara mi cabeza.

- Ya no quiero escuchar más esto, solo hace que me desprecie cada vez más.

- ¿Despreciarte? ¿Por qué te desprecias por algo tan divertido que hiciste?

- ¡Por culpa de mi tontería ahora toda mi familia me odia¡... Snif... y ella... me desprecia... snif... Me odio por no ser un ave salvaje... Snif.

Solte todas mis emociones ante Felipe, a pesar de que no quería escuchar sus palabras, no pude evitar responderle, siento como todo se descarga de nuevo.

Pero esa descarga fue a alguien que no debería de hablar en estos momentos, pero que por alguna razón, no pude evitar gritarle mis asuntos.

- Chicos, vayanse por un momento.

- Señor Felipe...

- Solo vayanse.

Con eso dicho, los secuaces de Felipe se fueron del lugar, dejandome con él a solas. No se que es lo que pretende hacer a este punto.

Sin embargo, todas mis dudas ante lo que pudiera hacer Felipe, se esfumaron de inmediato cuando puso su ala en mi espalda y me dio un golpe amistoso.

- ¿Qué?

- Mira Azulito, se que a veces soy alguien cruel antes aves que me golpean y me intentan hacer quedar mal. Pero desde que nos vimos, pude ver mucha simpatia en ti, querias arreglar las cosas de manera pacifica, pero por mi personalidad no llegamos a eso.

- ¿De qué sirve que me digas esto ahora?

- De nada, pero por primera vez en la vida haré algo que nunca pensé hacer, y es tratar de ayudarte con tu problema.

Me quede algo sorprendido por lo que Felipe me estaba diciendo en estos momentos, el me quiere ayudar ¿O será un truco para engañarme?

- Por lo qué soltaste, debo suponer que tuviste una pelea con alguien importante ¿no?

La duda de contarle a Felipe sobre mi situación no era factible, pues tenía la certeza de que podía ser un plan.

- Se lo que estás pensando y te aseguro que no estoy planeando nada en contra de ti. Lo hablo enserio ¿Por qué crees que les dije a mis secuaces que se fueran?

Seguí en duda si contarle o no, pero ahora mismo, de nada sirve, no se por cuanto tiempo estará fuera mi familia, ni siquiera se si despues de ese viaje volverán a verme con los mismos ojos o incluso podrían querer a Roberto más que a mi.

- Venga, solo dime.

- ¿Puedo confiar en ti?

- Eres un ave de los que confian, y creeme, nunca he visto a un ave como tú, sobre todo por ese objeto en tu cintura.

Señalando mi cangurera, a lo que solo pude soltar un suspiro para poder hablar sobre mis problemas, supongo que deberia de decir algo despues de todo.

- La verdad es que esta cosa, es la razón por la que mi familia se fue de viaje sin mi y también porque se están alejando de mi.

- Ya veo, eres un ave domestica.

- Así es, tuve una discusión con mi esposa.

- ¿Te refieres a la hija de Eddie?

Mire con algo de sorpresa a Felipe, pues no sabia como es que conocia a Perla.

- ¿Sabes quién es?

- Está más claro que el agua Azulito, se le nota en la cara y actitud.

- Bueno... la verdad es que discutí con ella en la fosa de la perdición y le conté que su padre no me queria ni me aceptaba en la tribu, pero ella me llamo egoísta al no pensar en ella y mis hijos, pues antes viviamos en un santuario creado por mis amigos humanos, pero ella quería venir aquí para estar con los nuestros. Ellos están felices y se adaptaron, pero yo no puedo adaptarme tan rápidamente como ellos.

- Entiendo, es por que ya eras parte de una vida domestica, y salir de esa zona como que te afectó bastante.

Felipe estaba comprendiendo mi situación cosa curiosa ya que no pensaba que él entendiera una situación de un ave como yo.

- Pero a pesar de ello, quería que mis hijos  y ella sean felices, por lo qué intenté adaptarme como ellos lo hacían, pero solo recibí más desprecio por parte de ella, discutimos nuevamente, a pesar de que le dije que podía cambiar para que puedieramos ser felices, a ella no le importó, incluso me dejaron fuera de un viaje que hace la tribu. Ahora ella está con Roberto en estos momentos, y yo... snif... estoy aquí... snif... solo... sin saber que hacer ... snif... siento que estoy perdiendo a mi familia.

No pude evitar más y rompí en llanto mientras me tapaba la cara con mis alas, otra vez el dolor de saber por qué se alejaron de mi hace que mi corazón no lo pueda soportar más. No importa cuanto lo intentes o trates de cambiar, nunca serás suficiente para alguien que no sabe lo que quiere.

De repente sentí como Felipe me sobaba la espalda, lo miró un poco incrédulo ante su repentina acción, pero el se ve con una cara amigable en estos momentos.

- Azulito...

- En realidad, mi nombre es Blu.

- Es lo mismo, solo que en ingles.

Ese comentario hizo que una pequeña sonrisa se hiciera presente en mi rostro.

- Blu, amigo, sé que te sientes perdido en este momento. Querias cambiar para demostrarle a tu esposa y a los demás que puedes ser un ave salvaje, pero no olvides que ser auténtico no significa dejar de ser tú mismo.

- ...

- Te soy sincero, la verdad, tu me caiste mejor que Roberto en su tiempo, eres un ave simpatica, un ave que trata de dar lo mejor de si.

Las palabras de Felipe estaban siendo claras, quiero cambiar por mi familia, pero al hacerlo, debo dejar atras todo, aunque ahora mismo, él me está diciendo que sea yo mismo.

- Pero Felipe, Perla no me ve como un verdadero ave que se adapte a este lugar, me lo dejo más que claro antes. A pesar de que le dije que cambiaría por ella, no le importo mis palabras y decidió que lo mejor era que no hiciera nada más para no estorbarlos más de lo que ya hice en la fosa. Además, se fueron al viaje de la tribu y decidió que mis hijos pasaran más tiempo con Roberto y con ella, dejándome aquí sin poder estar a su lado ni al lado de mis pequeños.

- Escucha, el viaje que Perla y su familia hicieron sin ti, si fue muy egoísta de su parte de hacerte a un lado para pasar tiempo con Roberto. Pero para mi punto de vista, esta temporal separación es necesario para que tú pudieras reflexionar. 

- ...

- A veces, la distancia nos da claridad. Debes preguntarte qué es lo que realmente quieres: ¿ser feliz a tu manera o hacer felices a los demás a costa de tu propia felicidad?

Una pregunta que ya había escuchado antes de las palabras de Perla en la fosa de la perdición, solo que desde una perspectiva diferente.

"Deberias dejar de pensar en ti mismo y pensar en nosotros"

Esas palabras nuevamente resonaban en mi cabeza.

- No lo sé. Siento que si no demuestro que puedo ser como ellos, nunca seré suficiente.

- La verdad es que no necesitas probar nada. La felicidad no se mide por lo que los demás piensan de ti, sino por lo que sientes en tu corazón. Tal vez ella se alejó temporalmente de ti, pero si lo hizo, ¿No crees que sería la oportunidad perfecta para que puedas ver si realmente eres feliz haciendo algo que no necesitas hacer?

- ...

Es increible como las palabras de Felipe me hayan dado mucho en que pensar en estos momentos, incluso me atrevo a decir que este consejo es incluso mejor que el que me dio Rafael, aunque él me dijo que si mi esposa era feliz, yo era feliz. Pero Felipe me dijo un consejo completamente distinto.

- Debes tener mucho en que pensar, pero como un ave simpatica, ese seria mi consejo para ti. Usalo muy bien, tal vez así sepas lo que necesitas.

Miré a Felipe con una sonrisa, era la primera vez que alguien me daba un consejo en que pensar, y ironicamente era de la tribu rival.

- Lo tendré en cuenta. Gracias por escucharme Felipe.

- Nada que agradecer Blu. Sinceramente esta pequeña charla fue muy simpatica, y debo decir, que eres mi spix favorito de toda la tribu.

Ante el comentario, no pude evitar soltar un pequeña carcajada, Felipe tambien se río, por lo que nos estrechamos las alas en señal de compañerismo.

- ¡¡SEÑOR!!

- ¿Qué sucede ahora?

Antes de que pudiera continuar, vimos como algunos arboles comenzaban a tumbarse en el suelo, por lo que salimos volando para no ser arrollados por los arboles que se estabam cayendo.

- ¿Qué esta sucediendo?

La preocupación de Felipe era evidente en estos momentos, pero mientras el estaba asimilando todo, yo pude observar algo que me dejo sorprendido.

Se trataba de un humano en una excavadora derribando los arboles.

- Oh no...

Fue lo que pude decir en estos momentos, pues conocía exactamente lo que estaba sucediendo en estos momentos.

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IV

[Pov Perla]

Luego del pequeño descanso, nos dirigimos hacia otro lugar que mi Padre conocía y que quería enseñarme, por lo que no perdimos el tiempo y todos partimos hacia ese lugar.

En el camino pudimos ver a varias serpientes que estaban al acecho, pero que gracias a mi padre no tuvimos ningún problema.

- Hola querida.

Una voz me llamo a mi lado, se trataba de mi tía Mimi, quien volaba a la par mia y de mis hijos que se encontraban con Roberto, a excepción de Bia quien se encontraba a mi lado.

- Hola tía, ¿Qué sucede?

- Cuando lleguemos allá ¿Crees que podamos hablar las dos con tu padre?

- Claro tía.

- Excelente querida.

Mi tía siguió mirando el camino para no perderse, aunque me pregunto de qué cosa quería hablar conmigo.

Luego de un viaje pequeño aunque yo lo sentí largo, pudimos llegar a nuestro destino, un pequeño gran cañon, donde parecia un lugar peligroso, pero como podemos volar, no había ningun problema.

Pero este lugar era más que lindo por el hermoso paisaje que se veía a pesar del gran hoyo que había entre el paisaje, combinaba muy bonito con el lugar.

- Descansaremos en este lugar. Mañana nos iremos a otro lugar, por lo mientras disfrutemos de este hermoso lugar

Mi padre nos señaló un lugar de vegetación donde había arboles, por lo que no debiamos preocuparnos por donde pasariamos la noche.

Las demás aves comenzaron a visitar el lugar y algunos de los niños spix salieron volando a jugar cerca del gran cañon, cosa que me sorprendio demasiado, pero sabía que ellos estarian bien.

Veo que Tiago sale a jugar con ellos, mientras que Carla y Bia decidieron acompañarlo para que no realizara alguna locura, pues este niño siempre es muy imperactivo.

- Vale querida, vayamos con Eduardo.

Vi como mi tía se acerco hacia mi para que podamos hablar con mi padre, sintiendo la seguridad de que mis hijos se encontraran bien, sali con mi tía en busca de mi padre.

Llegamos a un árbol que mi padre había entrado, pues quería asegurarse de que no hubiera nadie en ese nido, por suerte, no había nadie más.

- Eduardo.

- Oh, Hola Mimi, Hola hija. Ya verifique que no hay nadie en este nido, pero aún falta algunos nidos por verificar.

Mi padre miraba el entorno mientras se ponia el ala en su barbilla.

- En realidad Eduardo, quería hablar contigo y con Perla a solas.

Mi padre volteo a verla con una cara de confusión, pero yo le asentí con la cabeza, pues ya sabía que queria hablar con nosotros, pero no se de que.

- Esta bien Mimi, ¿De qué quieres hablar exactamente?

Mi padre algo extrañado porque mi tía quería hablar con nosotros, yo solo la miraba atentamente para ver que decía.

- Escucha, Bia estuvo conmigo y me comento que no se siente cómoda en el viaje, por lo que quería preguntarte si puedo llevármela de regreso a la tribu.

Al comentar el tema de lo que quería hablar me dejo con una pequeña sorpresa, pues no sabía que se tratara de mi hija.

Pero lo que más me sorprendió es que ella quiere regresar al hogar de la tribu, seguramente será para poder regresar con Blu.

- ¿Ella quiere regresar?

- Así es, ella quiere volver a casa, supongo que no se siente cómoda, ya me entiendes.

- No será porque ella quiere regresar con el esposo de mi hija.

Al escuchar el comentario de mi padre, ya sabía a lo que se estaba refiriendo, otra vez ella quiere regresar a casa para estar con Blu.

- Tía, no quiero ser mala con ella, pero no puedes llevarla de regreso a casa, ya estamos muy lejos de aquí.

- ¿Estás diciendo que no me puedo cuidar por mi misma ni la de tu hija?

- No estoy hablando eso, quiero decir, estoy hablando de que ya no es necesario que ella regrese, se supone que es un viaje en familia.

Mi tía por alguna razón me miró sería ante mis palabras.

- Para ella no son nada familiares si la persona que debe estar con ellos no se encuentra aquí.

- Tía, ya te dije el por qué fuimos de viaje sin él.

- ¿Te estas oyendo querida?

La pregunta de mi tía hizo que la mirara con algo de confusión.

- Tu hija no se siente cómoda si no se encuentra con su padre, ¿Qué acaso no puedes verlo?

- Tía...

- Solo te pido que solo nosotras 2 regresemos, ella quiere estar con su padre, no sabemos si esta tristeza podría afectarla más adelante.

- ¿A que te refieres?

No entendía las palabras mi tía al decirme sobre que podría morir de tristeza.

- No lo ves Perla. Bia está triste y puedo decir sin temor a equivocarme que ella está sufriendo por dentro. He visto cómo los animales pueden morir de tristeza, incluso eso ocurre con las aves. Si ella continua de esta manera, podría enfermarse y eso conllevaria a que pueda morir.

Las palabras de mi tía me hicieron abrir los ojos de la impresión, pues nunca había escuchado hablar de eso, mi padre igual estaba sorprendido por la información.

Se trata de la vida de mi hija al no poder ver a su padre, ella se entristece, y con este dato de mi tía, puede que incluso pueda llegar a perderla.

¿Pero realmente debo de hacer esto? Es mi hija, pero no se si lo que me dice sea veridico, dice que lo vio, pero yo no he visto eso. Tal vez solo sea un capricho de Bia por tratar de salir del viaje y volver con Blu.

- Tía, no se si lo que dices sea verdad, pero este viaje es importante para nuestra familia. No puedo arruinarlo por un simple capricho. Bia necesita de este viaje, los niños tambien se la están pasando bien, Tiago y Carla se divierten ¿Por qué ella no puede hacer lo mismo?.

Tiago y Carla demostraron adaptarse a este divertido viaje en un día, pero Bia no lo hizo, está que piensa constantemente en su padre ¿No debería divertirse con sus hermanos y con los demás?

Al mirar a mi tía, ella estaba con una mirada frustrada.

- No es un capricho, Perla. Es el bienestar de tu hija. Ella quiere regresar con su padre, y tú lo sabes. Ignorar sus sentimientos no es la respuesta.

- No te preocupes, yo misma le levantaré el ánimo para que no pueda estar triste.

- Eso no funcionará.

- Claro que lo hará, ella es mi hija, voy a hacer que disfrute este viaje para que no esté triste.

- ¿¡Qué no entiendes!? Ella...

Pero antes de que mi tía pueda seguir, mi padre nos interrumpió, se puso a mi lado mientras miraba a mi tía seria.

- Mimi, creo que Perla tiene razón. Este viaje es una oportunidad para que todos nos unamos como familia. No podemos dejar que la tristeza de Bia nos desvíe de nuestro camino.

- Papi...

- Si lo que dices es cierto, confío en que mi hija pueda alegrarla en este viaje para que no pueda estar triste.

Las palabras de mi padre hicieron que una sonrisa se plasmará en mi rostro, no dejaré que mi hija este triste haré todo lo posible para que se alegre de este viaje.

- ¿¡Cómo puedes estar de acuerdo con esto, Eduardo!? ¡Tu nieta está en peligro! No puedes permitir que el orgullo familiar se interponga en su felicidad.

- Bia es fuerte, me lo ha demostrado la primera vez que vino, se adaptó muy rápido al entorno del Amazonas, cosa que no hizo él. Podrá superar esto muy rápidamente.

Las palabras de mi padre transmitian tranquilidad y sobretodo seguridad.

- Tía, quiero que Bia esté feliz en este viaje, regresar con Blu no es la única solución. Confía en mi, verás que ella en pocos días estará tan feliz al igual que sus hermanos.

Mi padre me sonrió mientras me daba un pequeño abrazo con su ala.

Mi tía me miraba con mucha incredulidad, pero pude sentir que la decepción se hizo presente en sus ojos.

- A veces, ser fuerte significa reconocer cuando alguien está sufriendo. No quiero que Bia se convierta en una sombra de lo que podría ser.

Con esa frase, ella se fue del nido con mucha decepción, pues no pensaba que me negaría ante esto, incluso mi padre.

Me quedé un poco pensativa con la frase de mi tía, pero en eso mi padre me pone su ala en mi espalda.

- Tranquila hija, yo estaré contigo en todo momento. Ya verás que Bia se le olvidará esa tristeza en muy poco tiempo.

- Gracias papi.

Con una sonrisa plasmada en mi rostro, me despedí de mi padre para poder ir a ver a los niños, y ver si se estaban divirtiendo con sus amigos.

Salí volando del nido para que mi padre explore un poco los demás nidos y vea que todo esté en orden.

Llegué rapidamente al gran cañon, donde pude ver como mis hijos estaban jugando con los demás niños spix. Tiago era el que más estaba activo, haciendo carreras de vuelo en medio del cañon, cosa que me hizo sacar una sonrisa.

Pude ver como Bia y Carla se encontraban observando la carrera, incluso pude notar como había una sonrisa en el rostro de Bia, supongo que se está divirtiendo de ver la carrera, al parecer es un pequeño avance.

Carla le estaba contando algo, pues estaba un poco lejos de donde se encontraban ellos, por lo que no podía entender lo que estaban diciendo en estos momentos.

Decidí ir al lugar donde se encontraban algunos spix vigilando a sus hijos, pues a pesar de que podían volar, tenían que estar ahí ante cualquier situación, pues no querían que sufrieran un accidente.

Aterricé un poco apartado de los demás spix para poder observar a mis pequeños.

Mientras los veia, la tranquilidad de ver a mi hija feliz hizo que mi corazón estuviera aliviado, aunque aún no podía salir de mi cabeza las palabras de mi tía.

"No quiero que Bia se convierta en una sombra de lo que podría ser"

Palabras raras, pero que me están dando mucho en que pensar en estos momentos.

- ¿Qué sucede Perliux?

La voz de Roberto hizo que dejara de pensar por ahora en las palabras de mi tia.

- Hola Beto, bueno, solo estaba observando a los pequeños.

- Ya veo, no te preocupes, ya me asegure que Tiago no se ponga en su modo alboroto jeje.

Me reí ante el comentario de mi amigo, hace tiempo que no teníamos unas salidas así entre nosotros, aunque en este caso es un viaje en familia.

Siendo sincera, me gustaría pasar tiempo con Beto como lo hacíamos cuando éramos pequeños, tal vez una salida mucho más linda y dulce.

- Oye Beto, mañana si es que viajamos o nos quedamos aqui ¿Te gustaría pasar el rato solo nosotros dos?

Ante mi pregunta, Roberto se quedo sorprendido.

- ¿Estas hablando enserio?

Un tono de emoción se hizo presente en el rostro de Roberto.

- Claro que hablo enserio, sería al menos unos días donde los dos podamos pasar el rato, como lo hacíamos antes.

- Nunca pensé que la pequeña ave ruda sería la primera en tomar la iniciativa.

- JAJA, deja de hacerte el gracioso Beto.

Con un pequeño golpe hice que Beto se cayera por el cañón, aunque no me espante tanto pues podía volar de todas maneras.

- Debiste intentar algo más para querer asustarme.

Mi sonrisa victoriosa hizo que Roberto se riera un poco para luego sonreír ante el momento.

Ambos sonreimos y compartimos un lindo momento juntos, solo espero que mañana no viajemos o al menos se retrase para así poder pasar tiempo con Beto.

Este viaje apenas empieza, pero quiero guardar hermosos recuerdo en el y poder olvidarme de este nuevo episodio con mi hija.

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V

[Pov Blu]

No podía creer lo que estaba presenciando en estos momentos, pues se encontraban algunos humanos montando unas excavadoras, arrasando con los árboles de la zona.

- ¡Son los humanos!

Felipe gritó con enojo, pero a la vez con miedo de ver como atacaban su territorio con las grandes máquinas.

No pensé que pudiera haber taladores en el Amazonas, debí haberlo visto venir, pero el asunto con Perla me hizo olvidarme de lo más importante, y era hablar con Linda y Tulio.

- ¡Hay que movernos Felipe!

Sin perder el tiempo, moví a Felipe de donde estaba, pues los árboles no paraban de caer, el resto de sus secuaces también se fueron de allí para tener seguridad, ante todo.

Nos escondimos por las alturas, viendo como los taladores comenzaban a arrasar el Amazonas con las máquinas.

- ¡Esto es peor de lo que creía, a este paso destruirán nuestro hogar!

- ¡Señor Felipe! ¿¡Qué hacemos!?

A pesar de la desesperación de sus secuaces ante la situación que se le está presentando, Felipe se encontraba en estado de shock, no sabía que era lo que podía hacer en estos momentos, se sentía mal al no saber que hacer, estaba enfrentando contra algo diferente.

Ahora mismo lo más importante es proteger a las aves de esta zona, por lo que tuve que tomar la iniciativa.

- Escúchame Felipe, llévate a toda tu tribu a un lugar seguro, yo me encargaré de los taladores.

- ¡Acaso estás loco!

- Se que parece imposible, pero te aseguro que puedo con ellos, lo más importante es que las aves y los demás animales estén a salvo.

Ante mis palabras, Felipe pudo comprender mejor que lo importante era ayudar a su tribu y a los demás animales de la zona.

- ¿Estás seguro de que podrás tu solo?

- No te preocupes, yo podré con ellos.

Con una sonrisa en mi rostro le di la confianza necesaria para que creyera que estaría bien, por lo que una sonrisa apareció en su rostro y se fue junto a sus secuaces a evacuar a su tribu y a los animales.

Yo ya me estaba preparando para lo que vendría, que sería atacar a los taladores, no sin antes escuchar las últimas palabras de Felipe antes de seguir.

- ¡Eres el ave más valiente que he conocido! ¡Tú puedes Blu!

Con esas palabras dichas, vi cómo se retiraban del lugar, solo pude sonreír y ponerme serio ahora, pues seguían derrumbando árboles.

Tenía que quitar primero las llaves de las máquinas para que no pudieran seguir el paso.

Volé lo más rápido que pude hasta llegar a donde se encontraba el primer talador, sin que se de cuenta al instante agarre las llaves de las máquinas, haciendo que dejara de moverse.

- ¡Oye!

Intento agarrarme de la colá, pero por suerte logré elevarme, haciendo que este talador cayera al suelo.

- Agarren a esa ave.

Vi como sus otros dos compañeros me lanzaron unos machetes intentando derribarme, sentí como uno paso casi por mi cabeza, arrancandome algunas plumas en el proceso.

Me asuste un poco pues eso era una muerte casi segura, por lo que casi me da un infarto.

Pero para mi suerte, pude ver que se quedaron desprotegidos, por lo que salí volando y agarre las llaves de las otras 2 máquinas qué se encontraban alli.

Intentaron detenerme, pero gracias a mis habilidades pude salir victorioso con las llaves en mis garras, por lo que solo las guarde en la cangurera.

- Bien, necesito encontrar a Linda y a Tulio.

Saque de mi cangurera mi confiable GPS y lo active para que me diera la ubicación de la base de Linda.

No tardó en darme la ubicación de donde se encontraba su campamento, por lo que salí volando a toda velocidad para encontrarla y avisarle sobre lo que estaba pasando.

Salí volando a toda velocidad para poder encontrarme con Linda y Tulio.

Fue unos minutos largos pero pude llegar a la base de Linda y Tulio, la pude visualizar gracias a una carpa.

Un aura de felicidad se transmitió a mi alrededor, pero todo esto fue reemplazado por preocupación.

Al aterrizar, pude ver que varias de las cosas estaban rotas, como si hubieran saqueado el campamento.

- ¡Linda! ¡Tulio!

Grite con todas mis fuerzas, pues deberían de poder escuchar mis graznidos, sin embargo no pude obtener respuesta de ellos, por lo que no me quedo de otra que buscarlos por todo el Amazonas si hacía falta.

Emprendi vuelo nuevamente y saque mi GPS tratando de localizar la zona y ver por donde investigaba.

Pero antes de siquiera poder seguir con lo mio, pude escuchar una voz.

- ¡Necesito ayuda!

Alguien estaba pidiendo ayuda, por lo que me moví rápidamente para ayudar.

Volé lo más rápido que pude para localizar la ubicación de la voz de auxilio.

Los gritos se escuchaban cada vez más cerca, por lo que supuse que ya estaba llegando.

Y efectivamente, pude dislumbrar como una guacamaya se encontraba cuidando de sus tres huevos en su nido.

- No se preocupe, la voy a ayudar.

Pude escuchar la voz de otra guacamaya que se encontraba con ella, intento ayudarla, pero pude dislumbrar qué una excavadora se estaba acercando a su zona.

- ¡Cuidado!

Grite y salí volando a toda velocidad, la dos guacamayas vieron como me dirigía a ellas, pero en realidad me iba a donde se encontraba el humano.

Se asustaron al principio, pero una de ellas se puso al frente dispuesta a pelear, sin embargo, no contó con que pase a su lado rápidamente.

Llegue al suelo y tome una piedra un poco grande, llegue a donde estaba el talador y le lance con todas mis fuerzas la piedra.

Le cayo en la cabeza y se tiro de la excavadora inconsciente, por lo que aproveche y le saque las llaves de la excavadora, por lo que ya no se movió de nuevo.

Salí volando hacia donde se encontraban las dos guacamayas.

- ¿Se encuentran bien?

- Si muchas gracias.

Una guacamaya amarilla dijo con agradecimiento y alivio.

- Gracias amigo, pensé que no la contaríamos.

- No se preocupen, ahora hay que llevarlas a un lugar seguro.

Ayudando a la guacamaya con sus huevos, salimos los tres en busca de un refugio.

Llegamos a un lugar bastante agradable, un árbol un poco más escondido donde pude poner a las 2 guacamayas junto a los 3 huevos a salvo.

- Muchas gracias buen ave.

Hablo la guacamaya amarilla con mucho agradecimiento.

- No hay de que, ahora debo irme, tengo que detener esto.

Cuando estaba a punto de salir volando, alguien me detuvo rápidamente.

Al voltear, se trataba de la otra guacamaya qué se encontraba con ella, por lo que me confundí un poco.

- ¿Señorita?

- No podrás solo, yo te acompañaré.

Ella quería venir conmigo, pero no creo que sea una buena idea.

- Lo siento, pero no puedo dejar que haga eso.

- No te lo estaba preguntando.

Su mirada sería me hacia ver que de verdad quería acompañarme, a estas alturas no sabía que decir, pero si me negaba, era probable que no se quedara quieta.

- Esta bien, pero no será nada fácil.

- No te preocupes, yo también ya he enfrentado a estos humanos antes.

Las palabras de aquella guacamaya me hicieron sorprenderme por un momento, pero deje eso de lado, ahora lo importante era detener a los taladores.

- Bien, vámonos...este...

- Soy Esmeralda, mucho gusto.

- Yo soy Blu.

Con un asentimiento entre ambos, salimos volando rápidamente a detener a los taladores, pero sobre todo, debo de encontrar a Linda y Tulio, además de poner a salvo a más animales.

CONTINUARÁ...

Y así culmina otro capítulo donde por fin llego el personaje que más amo cuando se hacen fanfics de Rio, bien espero que les haya gustado, dejen sus comentarios y reseñas de que les pareció el capitulo.

Bueno, antes que nada, no se si quieran que cada capítulo tenga dibujos, esto conllevaria a más tiempo de actualización. Por lo que si ustedes no quieren dibujos, pueden decírmelo tranquilamente y solo los enfocaremos en escribir.

Dejen sus propuestas si eligen esto, por lo mientras me despido, nos vemos cracks :3

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