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7. Aburrido

Después de una ducha relajante, Taekwoon se puso una camiseta ancha y unos pantalones que le quedaban largos, aun así era la vestimenta más cómoda que tenía para ir por casa. Decidió cenar unos cereales por pereza a hacerse de comer, mientras veía en televisión la polémica de la que llevaban hablando hace unos días con el tema de las pinturas callejeras. Decidió cambiar de canal, el dolor de cabeza lo consumía cada vez que pensaba en la decisión que acababa de tomar, seguía sin agradarle, pero sabía que era lo mejor.

Su jefa lo había mandado llamar al despacho de nuevo para saber cómo iba el tema de la entrevista, pues con las noticias que salían continuamente, estaba mucho más interesada que antes en conseguir la exclusiva con Ravi, así que le dio la enhorabuena a Taekwoon de nuevo en cuanto le comentó que había conseguido dar con el artista. La sensación que sentía por dentro era agridulce, ya era la segunda vez en menos de una semana que la señora Lee lo felicitaba, pero el problema venia cuando pensaba en lo que iba a hacer.

Wonsik le había seguido enviando mensajes con emoticonos que se movían y frases que incluían la palabra gatito demasiadas veces, cosa que intentaría parar, pues él también debía poner condiciones si iba a estar un tiempo visitando su casa.

Se tumbó en la cama con el portátil sobre sus piernas, y comenzó a leer alguna de las preguntas que tenía preparada y retocando las que no le parecían correctas. Decidió añadir alguna que tuviera que ver con la nueva normativa y con las opiniones de las personas de la calle, seguro que aquello encantaría a su jefa. Luego puso en el buscador su nombre para que rápidamente aparecieran imágenes de sus obras, y así poder realizar alguna cuestión que tuviera más que ver con su manera de pintar o la temática del dibujo, e incluso se atrevió a escribir alguna duda personal que tenía el mismo Taekwoon como fan que era de Ravi, a pesar de su odiosa actitud.

Se quitó las gafas rojas, que solo utilizaba cuando pasaba horas delante de la pantalla, en cuanto notó que sus ojos se cerraban, al mirar el reloj descubrió lo tarde que era, así que se dispuso a acostarse sin ganas de pensar en el día siguiente, pues no sabía que era peor si las escaleras que tendría que subir de nuevo, o el inquilino de la casa al final de ellas.

.

Contó ciento setenta y tres escalones hasta llegar a la calle donde vivía el artista, decidió hacerlo para que la subida le fuera más amena, pero no evito que llegara hasta allí bastante exhausto y con la respiración agitada. Tal vez la parte buena de todo aquello era que al fin haría el ejercicio que su madre le decía para perder los kilos de más que supuestamente tenía, y que él se negaba a admitir.

Se quitó la chaqueta, a pesar el frío se sentía acalorado, y picó a la puerta, pero no hubo respuesta así que volvió a hacerlo hasta que al fin escuchó el cerrojo abrirse y un sonriente Wonsik lo recibiera en paños menores, con el pelo revuelto y los ojos algo entrecerrados, claramente se acababa de despertar a pesar de ser la una de la tarde.

- Buenos días gatito. - Se apoyó en el marco de la puerta mientras se estiraba. - Que buen despertar. ¿Hoy tampoco llevas las gafas?

Taekwoon se quedó callado mientras en su mente discutía consigo mismo, odiándose por estar demasiado centrado en el cuerpo que tenía delante, así que intentó poner su mente en blanco, carraspeó antes de analizar su extraña pregunta, no era la primera vez que lo mencionaba.

- ¿Qué tienes con mis gafas? ¿Y cómo sabes que las llevo si nunca me has visto con ellas?

- Eso no lo sabes. - Sonrió y se acercó a él demasiado. - ¿Esa es tu pregunta de hoy? Porque no creo que a los lectores les interese que me pones muchísimo con ellas.

Taekwoon se apartó esperando que su agitada respiración se debiera a la falta de ejercicio y no a la proximidad del pelirrojo, así que hizo como que no escuchó la última frase.

- ¿Puedo pasar?

Wonsik se apartó para que pudiera entrar y cerró la puerta en cuanto estuvo dentro, notó como se colocaba a su lado.

- Voy a ponerme algo de ropa, si quieres claro. - Taekwoon prefirió no responder, así que lo ignoró aunque sintió como soltaba una risa poco sonora. - Ponte cómodo.

Se sentó en el sofá rojo y comenzó a mirar con más detalle la poca decoración de la estancia, el polvo acumulado en un mueble con algunos cedes y a su izquierda la cocina con varios platos sin fregar, la casa parecía más la de un estudiante universitario que no tenía ni idea de tareas del hogar.

Decidió omitir todos aquellos detalles para centrarse en la curiosa camiseta de tirantes negra con un dibujo de un hámster en el centro, que Ravi se había puesto a conjunto con unos pantalones anchos amarillos que dejaban ver la ropa interior con la que lo había recibido. Se sentó a su lado apoyando el codo en el respaldo del sofá y la cabeza sobre sus nudillos.

- ¿Comenzamos gatito? - De nuevo con lo mismo.

- Antes de nada quiero cambiar algunas cosas. - Dijo Taekwoon cruzándose de brazos.

- Creía que ya habíamos puesto las condiciones.

- Sí, pero no las he aceptado.

- ¿Entonces qué haces aquí?

- Negociar.

Tenía decidido no dejarse llevar como el primer día, él necesitaba esa exclusiva e iba a luchar por ella, pero no permitiría que aquel muchacho jugase con su futuro.

- Te escucho. - El menor sonreía como si todo aquello fuera un juego.

- Nada de "gatito". - Wonsik quiso hablar, pero Taekwoon fue más rápido. - No es necesario, he venido a hacer mi trabajo, así que céntrate en llamarme por mi nombre.

- ¿Y qué tiene de divertido eso? - Lo ignoró de nuevo.

- También necesito subir las preguntas por día, con una no puedo escribir, y tengo mucho más trabajo a parte de este, y no me gusta perder el tiempo, así que vamos a eliminar lo de que tú me hagas preguntas también.

Lo vio levantarse del sofá y caminar de un lado para el otro con una de sus manos en la barbilla, como si estuviese analizando la situación.

- ¿Me estás diciendo... que vas a hacerme preguntas, yo las voy a responder y luego te vas a ir sin más? - Se paró delante suyo cruzado de brazos, mostrando uno de sus muchos tatuajes. Taekwoon asintió. - ¡Que aburrido!

- Solo es trabajo. - Dijo sin más, encogiéndose de hombros.

Wonsik lo miró sin cambiar su posición e hizo algo parecido a una sonrisa, luego se dobló te tal manera que acabó apoyando sus manos a cada lado de su cabeza, acorralando al mayor y acercando su rostro, demasiado para el pulso de Taekwoon.

- ¿Sabes? - Notó el aliento en su boca. - Yo en mi trabajo nunca lo hago.

- ¿El qué? - Preguntó sintiéndose estúpido.

- Aburrirme.

El choque de labios llegó rápidamente, a Taekwoon no le dio tiempo ni de cerrar los ojos mientras el pelirrojo pasaba su lengua tranquilamente por la parte inferior y seguidamente a la superior, intentando adentrarse más allá de los dientes. No lo consiguió, pues el clic de la cordura hizo que sus manos lo empujaran de los hombros antes de dejarse llevar, como le decía gran parte de su cuerpo.

- ¿Por qué has hecho eso? - En ese instante notó como el calor inundaba su cara mucho más y los golpes en su pecho eran muy rápidos.

- Necesitaba hacer nuestra conversación más interesante... además ¿No te dije que si teníamos confianza trabajaríamos mejor? Y tú no querías que te hiciera preguntas ¿No crees que de esta manera... - Wonsik se volvió a sentar a su lado, aproximándose de nuevo. - seremos más cercanos?

Taekwoon respiró hondo y se levantó de golpe, su enfado comenzaba a hacerse presente. Le había consentido muchas de sus frases, había ignorado sus segundas intenciones claramente visibles, él solo quería hacerle una entrevista y marcharse de allí, pero Wonsik se había pasado de la raya con el beso, el mismo que aún le hacía cosquillas en sus labios. Aun así intentó relajarse, no podía perder la oportunidad.

- No necesito ser cercano contigo. Escucha, si realmente no quieres hacer esto lo entiendo, pero...

Cortó su frase cuando Wonsik se puso a su altura, volviendo a acercarse de nuevo. Él lo miró a los ojos, con la cabeza un poco alzada por la poca altura que se llevaban.

- Quiero hacerlo, Taekwoon. - Su seriedad lo sorprendió, al igual que escuchar su nombre. - Y necesito que seas tú el que lo haga. Entrevístame, pregúntame haz lo que tengas que hacer, pero déjame ser cercano a ti.

Se le cortó la respiración, no entendía ese repentino cambio y esa necesidad de tenerlo cerca, pero por algún motivo que desconocía, el segundo roce de labios de ese día fue mejor que el anterior. Profundizó en su boca como pocas veces había hecho con otros chicos, saboreando y haciendo danzar sus lenguas como si estuvieran necesitadas la una de la otra.

Toda la furia que debería de tener acumulada se esfumó, disfrutó del beso mientras entrelazaba sus manos alrededor de su cuello y Wonsik a su vez lo tomaba de las caderas, no tenía claro que tipo de trabajo era aquel, solo sabía que lo iba a hacer con las condiciones que fueran.

.

- Entonces... ¿Aclarasteis bien las cosas no? - Escuchó la carcajada de su amigo al otro lado del teléfono.

- Bueno... pensé en lo que me dijiste... en aquellos periodistas que arriesgan su vida por una buena exclusiva. - Taekwoon sonreía enrojecido mientras calentaba el agua para el ramen instantáneo.

Supuso que fue el argumento de su amigo lo que le hizo cambiar de opinión, y no el que Wonsik le hubiera conquistado con esa manera de besar o el punto de necesidad que vio en sus ojos cuando le habló de aquella forma.

No tenía ni idea del motivo, pero tampoco le importaba, solo con saber que pasaría las próximas semanas entrevistando al famoso Ravi, mientras disfrutaba de sus labios y terminaría por conseguir uno de sus sueños, le bastaba para que su ánimo subiera.

- ¿Y cómo ha quedado todo? ¿Al fin serás "desenvuelto"? - Taekwoon sintió calor, casi se le atragantaron los fideos.

- No digas tonterías, Hakyeon. Solo es trabajo. Yo consigo mi exclusiva y él... el placer de mi compañía, sin pasar de los besos, claro. Es una de las condiciones.

- ¿De nuevo con condiciones? ¿Y qué gana él con tu compañía?

- Ni idea, tal vez se sienta solo... pero ya no me importa. ¡Al fin tengo mi billete para ascender!

Porque eso era lo que Taekwoon realmente quería, llegar a escribir artículos más serios, ser más relevante en el mundo del periodismo, entrevistar a políticos o algún ministro, crear artículos que emocionen o inspiren a las personas. Ser lo que siempre quiso, y no lo que su madre le obligaba.

Era la segunda vez que pensaba en ella en todo el día después de años sin hablarse, Taekwoon decidió que así seguiría.

❤👨‍🎨👨🏻‍💻❤

Me encanta esto😁 ¿Que os a parecido?
Espero poder actualizar esta semana, voy a estar algo liada y me gustaría adelantar un poco en word!
Besitos😘😘

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